lunes, 21 de marzo de 2011

LOS CIBERPOLICIAS CON PIES DE BARRO


Alvaro Alba

Los regímenes autoritarios aprendieron la lección y organizan contingentes de soldados de las comunicaciones (o ideas) para controlar la red.

Un celular o un ordenador son hoy día tan subversivos como lo fue el telégrafo, un diario, una estación de radio o televisión en el siglo XX. Vladimir I. Lenin antes de tomar el Palacio de Invierno en octubre de 1917 ordenó ocupar la sede del telégrafo en Petrogrado.

Los estudiantes del Directorio Revolucionario en Cuba tomaron Radio Reloj para anunciar el fin de la dictadura en marzo de 1957. En diciembre de 1989 el Frente de Salvación Nacional utilizó la televisión rumana para comunicar el fin del régimen de Nicolae Ceausescu. En el siglo XXI, a pesar de ser Moldavia una de las naciones más pobre de Europa, sus ciudadanos en abril del 2009 utilizaron celulares y ordenadores para movilizar a jóvenes descontentos y opositores decididos a denunciar un fraude electoral y salir a las calles. En junio de ese año los iraníes acudieron a sus celulares, el correo electrónico y las redes de socialización virtuales para denunciar la represión tras otro fraude electoral.

Los regímenes autoritarios aprendieron la lección y organizan contingentes de soldados de las comunicaciones (o ideas) para controlar la red. En China hay un ejército de "blogueros" que les llaman "partido del 50 centavos". Nada que ver con el rapero Curtis James Jackson III, simplemente le pagan ese equivalente en moneda china por cada comentario positivo al régimen de Pekín. El Proyecto Escudo Dorado es el principal programa gubernamental de China para controlar la red y se subordina al Ministerio de Seguridad Pública.

También le llaman Gran Cortafuegos en alusión a la Gran Muralla, pues su objetivo es detener toda intromisión molesta. Google, que llego a China en el 2006, en varias ocasiones ha amenazado con irse del país por las condiciones de control y censura que quieren imponer las autoridades. Las frases "masacre de Tiananmen", “Falun Gong”, “derechos humanos” o "dictadura Castro" no tienen resultados en el Intranet de China o Cuba.

El vicepremier ruso Igor Sechin, declaró en febrero pasado al diario The Wall Street Journal que Google (citando sin sonrojarse a esa empresa) estaba detrás de la manipulación occidental para organizar las revueltas populares en Egipto.

Para Sechin el director de mercadeo de Google en Egipto, Wael Ghonim fue el culpable de la caída de Honsi Mubarak. Ese mismo Sechin ha sido el principal enlace de La Habana con Moscú en estos últimos años, rubricando todos los acuerdos energéticos y de comunicación. Y Ramiro Valdés, quien fuera por un tiempo ministro de Informática y Comunicaciones, declaró a internet “potro salvaje” de las nuevas tecnologías” predestinado a ser domado.

El general (r) del MININT Alejandro Ronda Marrero, ex jefe de Tropas E speciales, terminó al frente de la oficina de Seguridad de Redes en ese ministerio de Informática y Comunicación. Durante la purga en la Universidad de Ciencias Informáticas del 2006, se encargó Ronda de controlar el motín cibernético. Esos ciberpolicías se dedican a regular el tráfico en la red e intentan detener la circulación, impedir las entradas a la red o las salidas a sitios foráneos.

De esos controles policiales alerta Evgueni Morozov, un activista bielorruso en libro The Net Delusión: The Dark Side of Internet Freedom (El engaño en la red: el lado oscuro de la libertad de Internet). Irónicamente esos colosales esfuerzos gubernamentales son para controlar las actividades de individuos, de personas comunes, dedicadas a exponer sus realidades en la red.

La prensa internacional reconoce la labor del chino Isaac Mao, empresario de las tecnologías que ha retado la obediencia de Google a Pekín, organizando y difundiendo su propio sistema de burlar la censura y lo comparte con el espacio cibernético.

La rusa Marina A. Litvinovich es considerada una de las más aventajadas expertas en tecnología política. Desde 1997 crea páginas de Internet por toda Rusia. Lo hizo para los jefes de gobierno Serguei V. Kirienko y Evgueni M. Primakov, el vicepremier Boris E. Nemtsov; el ex alcalde de Moscú Yuri M. Lushkov. Inclusive hizo lo mismo en el 2000 para la campaña presidencial de Vladimir V. Putin.

Los principales diarios rusos la han tenido de creadora de sus páginas de Internet y ha participado en campañas políticas en Rusia, Ucrania e Israel. Hoy día es la más versada crítica del Kremlin en la red, por las atrocidades federales en el Caúcaso. El activismo político de Marina en protestas y manifestaciones ya le ha costado arrestos, sentencias judiciales y golpizas.

El fracaso del fraude en Moldavia, la condena a Irán por la represión de junio del 2009, las revueltas en Túnez y Egipto, las denuncias de Litvinovich al Kremlin, los esfuerzos chinos por agrandar el Escudo Dorado, el acoso a Yoani Sánchez y otros prominentes blogueros en Cuba muestran la veracidad del pasaje en el Libro de Daniel del Antiguo Testamento al afirmar que en parte será el reino fuerte y en parte será frágil, por ser en parte de hierro y en parte de barro.

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