martes, 8 de marzo de 2011

LA INTERNET INCOMODA AL REGIMEN CASTRISTA


Internet se ha convertido a los ojos del régimen castrista en una especie de demonio que recorre el mundo destronando viejos sátrapas

martinoticias.com | Miami, Florida 08 de marzo de 2011
Foto: REUTERS/Enrique De La Osa

Un televisor de la era soviética conectado a un teclado de computadora, fue una de las atracciones de la Feria Internacional de Tecnología en La Habana, en el 2009.
Internet se ha convertido para el régimen cubano en el más hostil, resbaladizo y peligroso contrincante de su verdad única, y, por tanto, tratan de satanizarla.
Un extenso reportaje aparecido el martes en la prensa local cubana califica de plan subversivo de enemigos externos el intento de conexión a Internet fuera del absoluto control gubernamental.

No es algo inventado por un novato. –señala Granma y Juventud Rebelde lo calca- Es un modo de hacer escrupulosamente estudiado por los servicios de inteligencia estadounidenses, y probado ya con buenos resultados en las llamadas revoluciones de colores en algunos países del Este europeo y en Irán. Así se propaló el cuestionamiento al triunfo de Mahmud Ahmadineyad tras las elecciones del 12 de junio de 2009, y se soliviantó a la ciudadanía convocándola a manifestarse, mientras se presentaban esas protestas ante la opinión pública internacional como expresiones de descontento «espontáneas».

Más recientemente ese modo de actuar se evidenció durante los levantamientos populares en algunos países de Oriente Medio y el Norte de África.

Por añadidura, el afán de revertir la Revolución Cubana mediante la subversión también es antiguo y cuenta con muchos fondos.

Internet se ha convertido a los ojos del régimen castrista en una especie de demonio que recorre el mundo destronando viejos sátrapas, aunque el cubano común viva bajo un control absoluto de su privacidad y acceda escasamente a la red, mientras es asechado por las autoridades que le permiten sólo sitios previamente filtrados.

El aparato gubernamental bloquea, ralentiza, entorpece la conexión a Internet por medio de ciberpolicías y especialistas que prepara con esmero para que la población se mantenga ajena a la realidad mundial.

De ello da testimonio un video escapado a la luz pública hace pocas semanas, en el que el oficial Eduardo Fontes Suárez cuenta como los blogueros independientes son perseguidos constantemente por la policía política, sus llamadas telefónicas son interferidas y la amenaza que significan para el régimen.

Un por ciento mínimo de cubanos goza de acceso a las redes sociales y los precios (5 CUC por hora) que imponen a los cibernautas en los establecimientos habilitados para esta función están fuera del alcance de la mayoría.

Desde el inicio mismo de su instauración, el régimen castrista vio en la información un enemigo al que había de combatir sin cuartel. La eliminación de la prensa libre y la libertad de expresión fue tarea inmediata.

La implantación de un gran aparato de propaganda a través de la estatización de todos los medios de comunicación masiva fue el arma principal para multiplicar dentro y fuera de la isla un discurso único.

Sin embargo, hoy Internet se ha convertido para ellos en el más hostil, resbaladizo y peligroso contrincante de su verdad única, y, por tanto, tratan de satanizarla.

Un contratista estadounidense que viaja a la isla para distribuir teléfonos móviles y ordenadores es arrestado durante más de un año, y en un juicio sumario, recibe la petición fiscal de 20 años de prisión.

En la noche del lunes, la televisión cubana brinda un documental de media hora de duración en el que Dalexi González Madruga, Alejandro para el enemigo, y Raúl para la Seguridad de mi país, relata sus peripecias como conspirador y policía a la vez.

Si todo ello no es pánico ante la posibilidad de una revuelta en la isla, provocada no por Internet, sino por las condiciones en que vive el país, que alguien explique de qué se trata.

La bloguera cubana Yoani Sánchez lo explicó a Radio Martí de la siguiente manera: yo pienso que si no se han convencido en estos cincuenta años de abrir espacios a la diferencia, de tener una actitud más tolerante desde el poder, es difícil que ahora que están en la senectud de sus vidas, adopten una postura más flexible. Creo que van a intentar controlar el poder. Si hacen algunas transformaciones de corte económicos, será para lograr tener más agarrados los timones de la nación.

Sin embargo, siento que hay tantos deseos de cambios, tanta necesidad de transformación en las personas que puede ser que la realidad los vaya empujando.

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