martes, 29 de abril de 2008



COMENTARIOS
Amigo Faisel

Inauguro hoy el arreglo de mi computadora luego de más de un año sin comunicación contigo. Momentos de silencio en que leía tus mensajes en lugares impropios sin poder responder, aún la limitante de no tener mi propia cuenta de correo y menos acceso a internet para leer tu block. Tengo una nueva cuenta gmail pero el acceso (omitido por seguridad) es limitado y en la máquina de compañeros prestado, pues se me pidió ahora acceso a internet y cuando lo tenga será con limitantes sólo relacionadas con el trabajo por la seguridad informática, osea seguiré sin tener nada y menos acceso a leer tu block.
Estoy trabajando ahora en (0mitido por razones de seguridad), pero aún sin tiempo para la poesía pues los cálculos y las matemáticas la sobreponen, no dejo de dedicar minutos de mi silencio para pensar cual es la mejor forma de contribuir a tu corriente agramontista, pues es tuya y nuestra y de todos.

Al margen de este silencio impropio, de no ser del todo un buen cubano, hay maneras de hacer desde el silencio como dijo nuestro apóstol, y como nos enseñan tus discursos ideoestéticos reflexiono nuevos marcos de decir y opinar sin las cortapisas de obligaciones partidistas de ninguna escuela ideológica de aquí o de allá o acullá; primero la patria, y en esas disquisiciones con Manzano justas de tu parte te apoyo solidariamente y mi pensamiento está contigo (pensar es ya poder hacer) y con nuestra corriente, sirva para ambos - Manzano y tu - la eterna inteligencia del apóstol cuando habló para todos los cubanos del siglo 19 y para el futuro sobre estos dos próceres nuestros - Céspedes y Agramonte - y quitar de toda duda futura sus enseñanzas.
Lo que importa para Cuba es el alma y el corazón limpios para hacer bien por ella, y sus muertes - la de Céspedes y la de Agramonte- deben estar pidiéndonos desde lejos que olvidemos toda forma regionalista, divisionista, oportunista y todos los istas de dividirnos, pensar para la nueva Cuba sólo en su mejor hacer de Céspedes y de Agramonte, es el legado que necesitan las nuevas generaciones.
Recuperarlos - a Céspedes y Agramonte- es nuestra deuda con su historia que es también nuestra historia, como es nuestra futura historia poner a cada cubano antes y después del 59 en su justa causa y cauce, sin quitarnos la responsabilidad, asumiendo desde todas y cada una de las generaciones que hemos nacido posterior a ellos - a Céspedes y Agramonte- que somos culpables por hacer y por dejar de hacer, pecamos tanmbién por omisión, aún cuando el laizes faire sea también una estrategia competitiva y por ende también política.

Hay un nuevo futuro por delante para hacer, cada cual conciente de su momento histórico y de dar lo mejor que tiene en si sea el soldado, el médico, el político, el teórico o el practicante.

Con todo mi afecto y la culpabilidad de no responder a tu llamado de representarte, pues me llegó tarde y la falta de contactos, la cobardía, el pensar en tercera persona por los hijos y la familia, o por no recibir indicaciones de fuera, por no percibir aún cual es el rol a jugar, busco desde el silencio cual es la mejor forma de hacer y reivindicarme conmigo mismo haciendo llegar mensajes como el que sigue, indirectamente, a todos los que pueda, conversando sobre los derechos, sobre nuestras culpas por el estado actual desvalorizado de algunos de nuestros nuevos jóvenes, etc...etc...
...y jamás tuve la dirección del ganador del concurso pasado pues ningún mensaje llegaba con los adjuntos, hay que pegarlos en la página como te paso este artículo de Martí sobre Céspedes y Agramonte,

Héctor

Nota: Como hay otro Héctor mucho más conocido que yo, mis familiares me llaman Héctico, así que los próximos escritos te llegarán así: Con afecto, Héctico . Y no tengas confusiones de destinatarios. (omitido por seguridad), pero por una vez se puede decir las cosas que se dejaron de decir en un momento impropio, luego de un marco de reflexión.
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"Cespedes y Agramonte

El extraño puede escribir estos nombres sin temblar, o el pedante, o el ambicioso: el buen cubano, no. De Céspedes el ímpetu, y de Agramonte la virtud. El uno es como el volcán, que viene, tremendo e imperfecto, de las entrañas de la tierra; y el otro es como el espacio azul que lo corona. De Céspedes el arrebato, y de Agramonte la purificación. El uno desafía con autoridad como de rey; y con fuerza como de la luz, el otro vence. Vendrá la historia, con sus pasiones y justicias; y cuando los haya mordido y recortado a su sabor, aún quedará en el arranque del uno y en la dignidad del otro, asunto para la epopeya. Las palabras pomposas son innecesarias para hablar de los hombres sublimes. Otros hagan, y en otra ocasión, la cuenta de los yerros, que nunca será tanta como la de las grandezas. Hoy es fiesta, y lo que queremos es volverlos a ver al uno en pie, audaz y magnífico, dictando de un ademán, al disiparse la noche, la creación de un pueblo libre, y al otro tendido en sus últimas ropas, cruzado del látigo el rostro angélico, vencedor aún en la muerte" ...

José Martí

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Faisel:

Elevada prosa de aguda percepción, que por su belleza hace llegar más ligero tu mensaje al corazón. También valiente, porque en esta época de apostasía neoliberal hacia lo martiano, te atreves a decir que Martí es el líder de la espiritualidad de la Nación. ¡Cuánto más hace crecer ese pensamiento a un cubano ya bueno! Si Jesucristo en su forma terrenal fue el hombre más perfecto que ha dado la humanidad, ¿habrá en Cuba y América un divulgador Suyo más ejemplar que nuestro José Marti?

Abrazos,

Rafael García Bárcena (hijo)

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Colega
Magnifico vehiculo para expresar ideas que nunca tuvieron tribunas para defenderla dentro de Cuba, para conservar la autenticidad de profesionales del derecho que enfrentaron su reto con originalidad propia de su cosmovisión y necesidad de expresión en medio de una realidad concreta.Una corriente de pensamiento que permite penetrar la realidad jurídica cubana, nacida del seno del ejercicio del derecho penal en Cuba que fue avanzando mediante escritos y recursos de amparos, para incidir en la realidad constitucional, las instituciones de propiedad, la amnistía política. Toda una realidad en nuestra historia que aunque la voluntad política del régimen no acepta, tampoco puede borrar.
Juan José López
abogado agramontista.
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Mi querido hermano Faisel:

Gracias por tu mensaje. Te agradezco mucho el tenerme al corriente con todos los mensajes que pasabas respondiendo a Félix y a Escandel. Me da alegría saber que te mantienes con ese estoicismo invariable en los momentos que más te necesitan, porque no abundan los portadores de ese Don y las personas que lo poseen y practican ahorran muchas riquezas al bien común.

Todas esas verdades que dices hacen despertar a muchos que, con buenas o malas intenciones, actúan sin mirar alrededor y van descuidando los pequeños tesoros que se alcanzaron con sacrificios grandiosos de muchas hermanas y hermanos, pero al mismo tiempo pueden frenar proyectos si las esgrimimos como parte de un sistema, mejor dicho: creo que debemos considerar con cuidado, e individualmente, cada escenario y persona involucradas en acciones que tienen como fin nuestros propias metas.
Rodolfo Gonzalez
Comite de Derechos Humanos
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Faisel:

De verdad, los otros días pensaba que tu eres como José Marti. Me imagino que el actuaba igual que tu en su época histórica. Todo un romántico, luchador, patriota y artista.

Que D-os te bendiga.

Saludos,
Manny

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LA REVOLUCION CUBANA ANTE UN MUNDO BIPOLAR
por faisel iglesias
Sólo la Iglesia católica, la más vieja institución, con su sabiduría milenaria y un hombre de la sensibilidad e intuición de André Breton, poeta del surrealismo, capaz de "presentir, descubrir, oir, viajando en una guagua habanera, caminando por las calles y barrios, sintiendo la entretierra de la gente", podían prever, coincidentemente el mismo año, 1947, cuando todo el mundo estaba ciego, o no querían o no les convenía ver, que las dramáticas contradicciones que vivía La llave de Las Américas, avisoraban un desenlace tremendo. "En este país se siente venir una revolución", dijo el poeta y el Papa Pío XII, en una alocución radial al pueblo de Cuba advirtió: "Ustedes se sienten orgullosos, y con justa razón, de haber nacido en la que alguien llamó la tierra más fermosa que ojos humanos vieron, en la Perla de las Antillas. Pero en esa misma bondad del clima, en esa exuberancia y placidez se anida el peligro. Me parece ver que por el tronco altivo de la palma real, que se mece con donaire, se desliza la serpiente tentadora... Si no hay en ustedes una vida sobrenatural fuerte, la derrota será segura."

Cardenal Jaime Ortega, Arzobispo de La Habana, nos recordaba en su visita a Venezuela, a principios de 1995, que el Papa se daba cuenta que los cimientos de la Patria no estaban terminados de forjar, que no percibíamos los grandes desafíos de la historia, nuestra responsabilidad nacional y hemisférica.

El triunfo de la revolución de 1959, en medio de la Tercera Guerra Mundial, conocida como la Guerra Fría - época en que la humanidad vivía en la asfixiante atmósfera de la paz del miedo nuclear -, el sentimiento antiimperialista de un sector importante de la sociedad, dada la existencia de un capitalismo despiadado, sin plena conciencia social, que ignoraba e impedía la vigencia de la Constitución del 40, legítimo fruto de la voluntad popular, la aspiración del partido comunista de tomar el poder e implantar la "dictadura del proletariado", - !sin proletarios! - las hábiles manipulaciones de la "Internacional Stalinista", junto al voluntarismo y a la vocación dictatorial de Fidel Castro, y la intolerancia de los gobernantes norteamericanos, comprometidos entonces con los gobiernos más corruptos y retrógrados del mundo, entre otras cosas, condicionaron el alineamento de Cuba al Campo Socialista, el cual tenía una concepción monista del estado y consideraba al derecho un instrumento - y por tanto sin valores propios - del poder político.

Cuba salía así de su hábitat natural, su espacio histórico-cultural, el hemisferio occidental y asimilaba una concepción de la sociedad, el estado y el derecho orientalista, inquisitiva, semifeudal, autocrática, zarista, con un poco de socialismo utópico y filosofía alemana y, por supuesto, con mucho del clásico dictador latinoamericano, cometiendo el error histórico, del que nos había advertido José Martí hace más de cien años, de copiar doctrinas y formas foráneas de gobierno.
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UNA CONCEPCION ARCAICA DE LA SOCIEDAD Y EL ESTADO
por faisel iglesias


El Campo Socialista fundado y liderado por la entonces Unión Soviética, tenía su base en la Rusia de la Revolución de Octubre. La Rusia feudal en pleno siglo XX, que comenzaba a abrirse al modernismo cuando ya occidente se estaba despidiendo de él. La Rusia que no había recibido aún, de manera eficaz, las influencias del derecho romano, del renacimiento, del iluminismo, del movimiento enciclopédico, de la revolución industrial inglesa, y mucho menos de la revolución francesa y de la concepción tripartita de los poderes del estado, que ésta le legó al mundo en las ideas de Montesquiu. Rusia sólo había conocido la Duma, especie de parlamento sometido, legalizador por unanimidad viciada de la muchas veces ilegítima voluntad del Zar, antecedente histórico de las mal llamadas asambleas populares de los países socialistas totalitarios.
Rusia no había conocido una Constitución. "Sólo una vez, en noviembre de 1917, hubo un parlamento votado libremente, pero sin llegar a reunirse", nos recuerda Michael Morozow, en su obra, "El caso Solzhenitsyn" El pueblo ruso carecía de una tradición de opinión pública. Sus pensadores estaban en la literatura, y sus vidas eran trágicas: Pusckin fue asesinado por una camarilla de cortesanos aliados a Nicolás I; Lermontow murió en un duelo; Gogol quedó medio loco luego de una huelga de hambre; Rylejev fue ahorcado. Incluso, después de la Revolución de Octubre de 1917; Blok murió de inanición en Petrogrado; Essinin se ahorcó en una habitación de un hotel de Leningrado después de escribir su último poema con sangre en la pared de la habitación; Majakowki se suicidó de un balazo en la cabeza; Gumilow fue fusilado; Máximo Gorki elige el exilio voluntario por 10 años, y más recientemente Boris Paternaf y el propio Solzhenitsyn reflejan en sus propias vidas el drama de todo un pueblo.

El comunismo soviético, era pues una sociedad dirigida por el Estado, que trataba de fundir todos los ámbitos en un sólo bloque monolítico e imponer una dirección común, desde la economía hasta la política y la cultura, mediante una sola institución, el Partido. El arte, la cultura, expresión real de los valores de una sociedad, se vieron aniquilados por un Estado que no permitía crear sino a favor de sus intereses políticos coyunturales. La tierra de la otrora extraordinaria cultura rusa, una de las más importante de principios del siglo XX, venida la Unión Soviética, no creó una arquitectura trascendente, a no ser la de "tipo pastel" de la era estalinista, y reprimió a los músicos y a los escritores. A tal frustrante realidad se le rindió culto, dentro de una corriente ideoestética denominada Realismo Socialista, que ha constituido un de los legados culturales más pobres que ha conocido la humanidad.

La edad moderna, cuya obertura fue el renacimiento, vivió desde la época de la palabra impresa hasta la era del lenguaje digital, desde el Siglo de las Luces hasta el Socialismo, desde el positivismo hasta el cientificismo, desde la revolución industrial hasta la revolución informática, bajo el signo del hombre que, en tanto cumbre de todo lo existente, era capaz de descubrir, definir, explicar y dominarlo todo y de convertirse en el único propietario de la verdad respecto al mundo. El Bloque Socialista, la última expresión del modernismo como era, donde se creía que el universo y el ser representaban un sistema capaz de ser explorado por completo, era además dirigido por una suma de reglas, directrices o sistemas que, se pensaba, el hombre iría dominando y orientando a su beneficio. Eran los tiempos del propósito de la sociedad ideal: el comunismo, en virtud de una doctrina (el marxismo-leninismo) que se consideraba la verdad científica, según la cual se debía organizar la vida.

"Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras - había advertido ya José Martí desde el siglo pasado -: el de las lecturas extranjerizas, confusas e incompletas, y el de la soberbia y rabia disimulada de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo empiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse, frenéticos defensores de los
desamparados."

Ya en 1887, John Rae, en su libro Contemporary Socialism (obra de consulta de José Martí) expresaba "El comunismo lleva a todo lo contrario de lo que pretende alcanzar; busca igualdad y concluye en la desigualdad, busca la supresión de los monopolios y crea un nuevo monopolio, busca aumentar la felicidad humana y en realidad la reduce. Es una utopía, y ¿por qué es una utopía? ... Porque la mayor igualdad y la mayor libertad posible sólo pueden lograrse juntas"

La caída del muro de Berlín significa pues, no sólo la derrota del campo socialista (marxista-leninista) en la Guerra Fría, la victoria de los valores occidentales en el planeta, sino el agotamiento de la era moderna, la era de los mitos, las ideologías, los partidos de políticas doctrinarias, aspirantes a la "toma del poder", y el inicio de una era de circulación de ideas, información, concertaciones, una era sin fronteras, sin distancias, de internacionalización de los procesos productivos y de la soberanía de los individuos; la posmodernidad.

La revolución informática, los satélites, la televisión, la cosmonáutica, los teléfonos celulares, han roto las fronteras, disminuido las distancias, multiplicando la información, las versiones, acelerando los procesos de análisis a niveles de velocidad tales que la inmediatez se ha convertido en un factor operativo fundamental. Un movimiento conocido como "nueva epistemología" o "epistemología alternativa" contribuyó a modificar la idea que hasta entonces se tenía de las ciencias y de los mecanismos que la configuran. Este tránsito de una época a otra, está vinculado además, a una serie de acontecimientos sociales, políticos y culturales que han contribuido a moldear los nuevos tiempos: la lucha por los derchos civiles, el ambiente, etc.
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LOS ESTADOS Y LOS GOBIERNOS EN EL SIGLO XXI
por faisel iglesias

En Nuestra America históricamente los pueblos no han podido ver a los estados y gobiernos como un conjunto de instituviones a su servicios, sino como instrumentos de poder, sometimiento, estructuras de corrupción, en fin, como sus enemigos. Y es logico que asi sea. Nuestros pueblos no llegaron a darse las instituciones que necesitaban para una mejor vida, sino que fuerzas foraneas, obedeciendo a sus intereses implantaron estados y gobiernos agenos a los intereses de los autoctonos. En consecuencia cuando hablamos de ejercer las funciones de estado, decimos "ejercicio del poder". No lo vemos como un servicio publico. Los pueblos miran entoncers a sus politicos con desconfianza y estos ven en los gobiernos la posibilidad de someter al adversario, de lucrarse, porque ellos mismos, no tienen plena conciencia de la funcion social de los estdos y los gobiernos. Estas circunstancias, entre otras, han hecho ineficaz la concepción tripartita de poderes. Por tanto necesario un cambio de mentalidad de los pueblos con relacion a cúal es la funcion de los estados y gobiernos, así como un cambio de mentalidad en nuestros politicos.

Este es un principo de la modernidad que nunca apreciamos y que en nuestras era cobra mayor significado. En un mundo sin fronteras nacionales, sin distancias, rompiendo las defensas de los viejos y nuevos marginados, será necesario crear las instituciones que, interiorizadas por los individuos les faciliten lo más posible el acceso a su autonomía individual, y la posibilidad de participación efectiva en cualquier poder explícito que exista en la sociedad.

Hacer al hombre principio y fin, libre, aún cuando sus gobiernos no lo sean, de lo contrario no estaremos a la altura de la historia, y frustrados unos y desesperados otros continuaremos en este mundo de violacion de los derechos humanos, de afrenta a la dignidad humana, del irrespeto de la dignidad del trabajo ante el capital, de explotacion, marginalidad, de drogas, con el horrendo método del terrorismo. Pues "donde falta el trabajo nace el crimen", afirmaba José Martí.

En la era posmoderna los gobiernos deben proteger ciertos derechos inalienables que brotan de la misma naturaleza del hombre. Derechos que no se destruyen cuando se crea la sociedad civil, y ni la sociedad ni el gobierno pueden anular ni alinear - so crimen contra la naturaleza humana - pues cada individuo los posee por el hecho de existir. A los mismo deberá ir sumando - el hombre es un ser social - el derecho al trabajo, la salud, la cultura, la vivienda, una vida decorosa, derechos que, a diferencia de los derechos básicos, necesitan de la intervención de los gobiernos. Es el tiempo en que los gobiernos no le conceden a los hombres sus derechos básicos, esos son inherentes a la naturaleza humana, sino que las constituciones de los estados PROHÍBAN a los gobiernos interferir en el disfrute de los ciudadanos de tales libertades.

"La miseria no es una desgracia personal, es un delito público" decía José Martí y continuaba: ..."remediar la miseria innecesaria es un deber del Estado"...

El papel de los gobiernos, como representantes del bien común, de la sociedad, será más importante que nunca antes en la elaboración de políticas públicas, de programas sociales que garanticen una vida digna para todos, requisito imprescindible para la necesaria estabilidad política que garantice las inversiones foráneas.

UN ESTADO CON CINCO PODERS INDEPENDIENTES.

Para Cuba, como en toda latinoamérica el concepto occidental de la Tripartición de Poderes ha resultado insuficiente. La corrupcion de los funcionarios y utilizar el estado como instrumento de sometimiento ha sido la verdad histórica. En consecuencia el país necesita un sistema de pesos y contrapesos institucionales, donde cada cuerpo sea elegido por la voluntad soberana de los ciudadanos, a fin de que garantice la pulcritud en el manejo de la cosa póblica y garantice los derechos de los ciudadanos.

1) PODER JUDICAL.

El Poder Judicial. Su función debe ser impartir justicia, interpretar las leyes y velar por la constitucinalidad de las mismas, así como la de los demás actos de cualquiera de los poderes del estado. Beberá tener profesionales de carreras y otros elegido por los ciudadanos, a fin de que exista un valence entre funcionarios que deben responderle al pueblo directamente y aquellos que deben ejercer su magisterio sin tener que estar atento a las coyuntusas economicas, politicas y sociales.

2) PODER LEGISLATIVO

El poder legislativo deberá ser elegido democraticamente por la voluntad ciudadana y sus funciones seran legislar e investigar a los fines legislativos.


3) PODER EJECUTIVO

El Poder Ejecutivo, será el encargado de desarrollar la obra de gobierno, dentro de los marcos institucionales y legales vigentes.

4) PODER FISCAL

El poder Fiscal deberá ser un garante de la legalidad. Velar por la pulcritud de la administración pública y los derechos de los ciudadanos. Debera auditar, controlar, fiscalizar y encausar a personas naturales y jurídicas.

5) PODER ELECTORAL.

El Poder Electoral será el encargado de certificar a cada funcionario en el puesto que ha ganado por oposición, en virtud de un mejor derecho, o para el que ha sido elegido en virtud de la voluntad ciudadana. Debe ser una garantía en contra del nepotismo, las influencia y la incapacidad.


EL SOBERANO ES EL HOMBRE

El hombre no es medio para fin alguno aunque éste sea el bien intencionado propósito de construir un paraíso en la tierra; el fin es el hombre. Desde las sagradas escrituras sabemos que Dios nos hizo a su imagen y semejanza, que el sábado es para el hombre, no el hombre para el sábado.

En un principio, cuando el hombre no se explicaba los fenómenos, el soberano era la voluntad divina. El surgimiento del Estado y la invención del Derecho, en fin, el poder constituido de los hombres sobre la tierra, hicieron nacer el concepto clásico de Soberanía de Bodino: “[e]l poder supremo sobre los ciudadanos y los subditos no sometido a las leyes”. Surgió como un elemento defensivo de los estados contra el poder de la Iglesia y los señores feudales, después para extender el poder de los estados hasta llevarlo a planos absolutos.

El principio de soberanía tiene dos vertientes: una interior, que se proyecta sobre los elementos que habitan dentro de las fronteras donde se ejerce, justificando y exigiendo obediencia al poder del estado en virtud de su titularidad; y otra exterior, como expresión de legitimidad, pues en realidad no exige que todo el poder se edifique sobre el consentimiento de los ciudadanos sino que se presente como representante de la sociedad.

El principio de Soberanía Nacional ha servido de fundamento para que el pueblo se limite a elegir cada cierto, y muchas veces inciertos, números de años, a quines han de formar la voluntad nacional con plena libertad, mientras el principio de de Soberanía Popular, legitima el poder estatal sobre el axioma de su titularidad por el pueblo, asentado en el consentimiento de los ciudadanos, quienes podrán determinar la acción de los elegidos. El principio de Soberanía Popular ha quedado vinculado históricamente al sufragio, al imperio de la ley, a un entendimiento de la democracia en que la participación del ciudadano no puede quedar reducida a elegir a sus gobernantes cada cierto número de años, sino a condicionar las decisiones de éstos.

Sin embargo, el “poder constituido” del pueblo o el más falsamente llamado “poder del pueblo” se confunde maliciosamente por los gobernantes, con el principio de Soberanía Nacional - gracias a la madre de los estados modernos, la revolución francesa, que consagró en La Constitución de su V República que “[l]a soberanía nacional pertenece al pueblo frances, que la ejerce por medio de representantes, por la vía del referendum”. En fin, estos "elegidos" se han constituidos en los soberanos representantes del pueblo en vez de ser los represdentantes del pueblo soberano.

En consecuencia la voluntad del pueblo ya no es la suma de la voluntad de cada uno de los ciudadanos, sino la de sus representante elegidos desde y por años -, limitando el derecho de cada ciudadano a participar creadora y responsablemte en la solución de las siempre novedosas y crecientes encrucijada que nos depara el devenir.

Un retroceso histórico del derecho del hombre a la soberanía lo constituyó la presunta Revulición Socialista de Octubre, la que por inspiración de Lenin, impuso la facultad de un ente incorporeo, una ficción jurídica, el Partido Comunista, de dirigir y orientar a la sociedad toda hacia la conquista de la sociedad ideal; el comunismo. Tal aberración jurídica esta consagrada hoy en Cuba, en el artículo 5 de La Constitución Socialista.

En consecuencia, la conciencia jurídica de nuestro tiempo, los sistemas jurídicos de los diferentes estados y el órden internacional vigente resultan inconsecuente con una nueva era que dota a cada hombre de la información necesaria, para que actue sabia y responsablemte en la solución de los problemas de un mundo contingente y fortuito.

El aparato del estado, los partidos políticos, las doctrinas tienen los intrumentos jurídicos que les permite sustituir al hombre. Más [e]l primer trabajo del hombre es reconquistarse." No se trata del acto extraordinario de imponerse a los otros hombres, de ser el encargado de iluminar a los demás. Se trata del derecho y el deber natural de cada ser humano de defender su individualidad, su espiritualidad. "Ni originalidad literaria cabe, ni la libertad política subsiste mientras no se asegure la libertad espiritual." Porque la primera libertad, base de todas, es la mente. Y realizarse, además, en armonía con la sociedad - esa que no es la colectividad abstracta, sino la suma de los individuos-, porque el hombre es un ser social. Hace casi cuatrocientos años, Cervantes en unos veros del nivel de su prosa expresó:

y he de llevar mi libertad en peso
sobre los propios hombros de mi gusto

"!La libertad en peso!" - lo que hace suponer que causa alguna pesadumbre- es algo que brota de uno mismo, complace y a la vez cuesta trabajo y exige responsabilidad. En el fondo se trata de la verdad como autenticidad. No la del decir ni la del pensar, sino la verdad de la vida, esa coincidencia de consigo mismo y la naturaleza. Cuando el hombre no sostiene su libertad se miente a sí mismo.

Confundir las voces con los ecos, sostener silencios en apariencias de decoro es contribuir a la desorientación de los que quizás no tengan recursos para descubrirse a sí mismos. Claro es necesario una dosis de clarividencia, de sinceridad con uno mismo, de decencia, una capacidad de distinguir, de discernir que no es universal. La salvación está en nosotros mismos, recordar el verso de Cervantes; "tu mismo te has forjado tu ventura".

El héroe y mártir por la independencia de Cuba y la liberación de los cubanos, Ignacio Agramonte, ante sus profesores en la Escuela de Derecho de la Universidad de la Habana, ya en 1862, dijo: ..."[e]l individuo mismo es el guardián y soberano de sus intereses, de su salud física y moral; la sociedad no debe mezclarse en la conducta humana, mientras no dañe a los demás miembros de ella. Funestas son las consecuencias de la intervención de la sociedad en la vida individual; y más funestas aún cuando esa intervención es dirigida a uniformarla, destruyendo así la individualidad, que es uno de los elementos del bienestar presente y futuro de ella ... Que la sociedad garantice su propiedad y seguridad personal son también derechos del individuo, creados por el mero hecho de vivir en sociedad"

"La centralización hace desaparecer ese individualismo, cuya conservación hemos sostenido como necesaria a la sociedad... se comienza por declarar impotente al individuo y se concluye por justificar la intervención de la sociedad en su acción, destruyendo la libertad, sujetando a reglamentos sus deseos, sus pensamientos, sus más íntimas afecciones, sus necesidades, sus acciones todas. El Estado que llegue a realizar esa alianza (del orden con la libertad) será modelo de las sociedades y dará por resultado la felicidad suya, y en particular de cada uno de sus miembros; la luz de la civilización brillará en él en todo su esplendor."

"Por el contrario, el gobierno que con una centralización absoluta destruya ese franco desarrollo de la acción individual, y detenga la sociedad en su desenvolvimiento progresivo, no se funda en la justicia y en la razón, sino tan sólo en la fuerza; ya el Estado que tal fundamento tenga, podrá en un momento de energía anunciarse al mundo como estable e imperecedero, pero tarde o temprano, cuando los hombres, conociendo sus derechos violados, se propongan a reivindicarlos, oirá el estruendo del cañón anunciarle que cesó su letal dominación"

La interioridad del hombre, su espiritualidad, su conciencia es sagrada. Violársela sería mutilarlo en plena vida. Al hombre no se le puede conducir por cánones, doctrinas, ideologías hacia un fin predeterminado, aunque éste sea el bien intencionado camino de la sociedad ideal, porque sería convertirlo en un instrumento. En la posmodernidad el hombre necesita la plenitud de su individualidad, el afianciamiento de su capacidad de discernimiento, ante la avalancha de información y tendenciosidad, que con inmediatez nos lanzan los medios de comunicación. No es el tiempo de un modo de ser o aparentar, que una moda, expresión de cierta clase o distingo, ejerza su imperio. Es la era en que cada individuo refleje su propia individualidad. En la posmodernidad no impera una idea, una moda, sino que circula la información, reina la individualidad a fin de su plenitud y a partir de ella la donación, las concertaciones, la socialización, la trascendencia.


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EL TRIUNFO DEL OBISPO Y EL DILEMA LATINOAMERICANO

Raúl Fernández

Por primera vez en la Historia latinoamericana un Obispo titular, es elegido a un cargo de elección popular. Y nada menos que a la presidencia. El país objeto de este singular acto es Paraguay, pequeña nación más conocida por el nombre de un sanguinario dictador que por sus ilustres científicos o literatos.
Candidato de la Alianza Patriótica para el Cambio, una singular mezcolanza de grupos y partidos, el obispo Fernando Lugo, (sigue siendo Obispo, está suspendido por el Papa pues la ordenación Obispal es irrenunciable) terminó de esta manera con 60 años de gobierno del partido colorado que tenía una hegemonía del poder similar a la del PRI en México, pero con la particularidad de que el Dictador Stroessner, también del Partido Colorado, estuvo tres decenas en el poder.
Estas elecciones tuvieron un alza en la asistencia de los ciudadanos a las urnas. El Tribunal Supremo Electoral informó que más del 65 por ciento de la población empadronada fue a votar, mientras que en las últimas elecciones generales la asistencia había sido del 50 por ciento. Lugo, que encabezaba las encuestas pre electorales, no participó del debate entre candidatos a la presidencia, pero cerró su campaña con el acto más numeroso.
El ahora Presidente de la Nación, Fernando Lugo, surgió a la actividad política el 29 de marzo del año 2006 al encabezar una marcha contra la reelección de Nicanor Duarte Frutos.
El Vicepresidente electo Luís Federico Franco Gómez en un joven Médico de apenas 46 años, presidente de la agrupación de centro derecha Partido Liberal Radical Auténtico, es un hombre moderado y claro enemigo de la teoría populista panfletaria que azota América del Sur. Otro partido fuerte de la Alianza Patriótica para el Cambio, es el Partido Revolucionario Febrerista de tendencia social demócrata. También recibe el apoyo de diversos movimientos políticos, sociales, obreros, sindicales, deportivos y culturales de diversas y hasta enfrentadas tendencias ideológicas. Para todos los analistas el gran problema de Lugo es mantener funcionando una coalición de tal naturaleza, más cuando para gobernar tendrá que conseguir unas alianzas, que se ven harto difíciles.
Paraguay es, después de Bolivia, el País más pobre de Sur América, pero no posee los recursos gasíferos o petroleros de la tierra de Evo. La economía de Paraguay se caracteriza por la importancia de los sectores agroganaderos, comerciales y de servicios. El sector industrial aún no se encuentra muy desarrollado, y se basa principalmente en el procesamiento de bienes del campo. El sector comercial se encuentra fortalecido por el turismo de compras por los viajeros procedentes de Brasil y Argentina, ya que una serie de productos importados tienen un costo significativamente menor que en los países vecinos. La población paraguaya actual es el resultado del mestizaje de dos tipos étnicos y culturales diferentes: uno americano, otro europeo: guaraníes y españoles. La pobreza es un factor de mucha importancia en la nación sureña, donde el contrabando de bienes y el tráfico ha sido imposible de detener en los últimos gobiernos, suponiendo que de verdad lo quisieran hacer. Los escándalos políticos y la corrupción se unen a la pobreza para crear un ambiente de rencor y malestar en las clases medias y pobres de las ciudades y más aún del campo desasistido, cuyas condiciones críticas el Obispo Lugo conoce en profundidad.
La posibilidad de que otro gobierno Colorado u otro militar llegara de nuevo al poder aglutinó a las masas molestas tras Lugo, no tras la coalición Alianza Patriótica para el Cambio -que en si misma no representa nada- sino en busca de alguien que representara la honradez, la vocación de servicio y la integridad para enfrentar los males cotidianos del pequeño y pobre país.
Lugo es para los paraguayos alguien sustancialmente distinto al robo, la desidia, la despreocupación social y el afán desmesurado por la riqueza y el poder, que los políticos tradicionales representan.
Y ese es el problema de la inmensa mayoría de los países del tercer mundo. Los partidos políticos del Sistema liberal-conservador, enmarcados bajo una gama de titularidades internacionales o regionales, han sido abordados, y posteriormente absorbidos por toda una nueva clase de ladrones, inescrupulosos demagogos, ricos en busca de poder, y pobres tras la riqueza fácil e inmediata y por los mismos vendedores de sueños del siglo pasado atorados en programas y políticas del siglo XX, con una balbuceante ideología del siglo XIX
La democracia latino americana sufre una crisis de credibilidad y una seria amenaza de fracaso. En los países de Latino América, la ideología juega a ser una quimera, haciendo que la democracia sea muy a su estilo literario; muy poco real y demasiado maravillosa. El populismo, el izquierdismo de panfleto, la ignorancia que no se resuelve con educación primaria obligatoria, el estatismo y el centralismo de sus gobiernos, impiden a las instituciones propias de un sistema democrático promover el desarrollo económico y el progreso social. Se convierten en sociedades inmóviles con burocracias institucionalizadas y clases sociales excluyentes, donde la riqueza de unos pocos se convierte en un círculo de poder que merma las libertades económicas que sus titulares proclaman. Está perniciosa combinación carece de la estrecha relación que existe entre las libertades civiles, que incluyen la libertad económica y el verdadero desarrollo con solidaridad e igualdad, porque el estatismo -que frena la creatividad, la innovación, el deseo de progresar y las ansias de movilidad social-es solo vía directa al atraso y a mas restricciones a la libertad. La pluralidad política como matriz de libertad pública; la libertad de expresión como control a los desmanes de los burócratas de turno; los principios de la solidaridad humana como factor de cohesión social y las libertades económicas como garantía de la iniciativa de los ciudadanos son las bases que producen progreso. El estatismo que se manifiesta en el control de medios de producción, de precios, de la información, de la producción ha llevado en Asia, África, Europa y América Latina, a toda una colección de países atrasados y pobres.
El estatismo desarrolla caudillos, que se perpetúan, o al menos lo intentan, en el poder y que utilizan la jerigonza ideología mas a mano para conseguir su fin verdadero que es “la mayor cantidad de poder el mayor tiempo posible”, mientras los pueblos sufren de restricciones y baja calidad de vida en la búsqueda de un paraíso terrenal que jamás se encontrara. Dioses vivientes de la izquierda y de la derecha; prestidigitadores de las ideas que acomodan las ideologías a sus deseos; demagogos de buen hablar y muy mal decir, se aprovechan de las fallas de la quebrada democracia latinoamericana para inventar nacionalismos, acusar a los extranjeros de todos sus males (ya sean inmigrantes o potencias dominantes), y explicar las ventajas futurísticas de sus visiones nacionales por medio de los controles, que hacen más ricos a los que ya los son y más pobres a los que lo están, o fabrican una nueva clase de poderosos y decadentes burócratas enriquecidos por la corrupción administrativa. Nada escapa a esta regla. A menos libertades, más pobreza.
Para salir de la pobreza- que toda es crítica- es preciso contar con amplias libertades, seguridad jurídica, reglas claras y estables. Los populistas, por el contrario, utilizan todos los medios a su alcance para restringir estas libertades porque saben que ellas conducen a la democracia real. Los pueblos que progresan mediante el disfrute de las libertades innatas del ser humano generan una real apertura de la economía, donde la innovación hace crecer las empresas y así los puestos de trabajo y donde la creatividad -tan abundante en estas tierras de gracia- promueve nuevas empresas y este circulo en crecimiento forma una clase media cada más mayor en tamaño y en calidad, que demanda participar en el gobierno, es decir, “reclaman una democracia genuina en lugar de la farsa populista”, y acrecientan la movilidad social y el espíritu de progreso, que es tierra fértil para el crecimiento tecnológico y el conocimiento.
Al Obispo Lugo le llaman el Obispo de los Pobres. Y pobres son los que sobran en Paraguay y en el resto del continente. Pero los pobres solo aportan quejas a las campañas electorales, nunca fondos monetarios. Son los ricos los que soportan “el negocio electoral”. Quién tiene más plata tiene más avisos, más promoción y puede hacer “regalitos”. Porque tratamos a los pobres como Cortés a los nativos, con espejitos y piedritas de colores. También como las maestras de las guarderías a los niños, con cuentos de hadas y príncipes encantados. El caso latinoamericano es que los pobres, que son la mayoría, ya se están dando cuenta que los espejitos, solo espejismos son y que los cuentos de Anderson, solo cuentos son. Y se rebelan contra las estructuras de poder que llevan en el gobierno desde mediados del siglo pasado, con partidos únicos o con “alternancias” sospechosas. Los que se percataron de eso, comenzaron una feroz lucha contra la partidocracia y sus claros defectos. Los magnificaron y llamaron sin ambages a sacrificar derechos por el bienestar del cuento más antiguo aún del Sr. Marx, Carlos, que cada vez se confunde más con el cuento del Sr. Marx, Groucho. El neo populismo marxista del siglo XXI, está asentado en las mismas promesas huecas y desprestigiadas de finales del siglo XIX. Pero los pobres no soportan más el cuento repetido de los mismos articuladores políticos del pasado y están buscando en las historias de los nuevos demagogos del cambio (con minúscula), un CAMBIO (con mayúscula) que no lo es porque es solo retroceso. La memoria de los pueblos es corta, mucho más corta que su paciencia. De ello se aprovechan los nuevos señores del discurso bonito, que hablan contra los ricos y son incapaces de generar riqueza. Que hablan contra la discriminación y crean sociedades de excluidos. Que hablan de igualdad mientras promueven una nueva clase de corruptos. Que dicen representar la propiedad del pueblo y solo destruyen la propiedad de su pueblo.
Espero que Lugo no sea así. Le deseo grandes éxitos en su cruzada por los pobres, aquellos con los que Martí quería su suerte echar. Más le pronostico grandes conflictos en su coalición y mayores dificultades para mantener la gobernabilidad en la nación guaraní. Le dejo un humilde consejo, cuídese de los que dicen ser sus amigos en esta parte del continente, UD. es un buen sacerdote pero un político idealista sin experiencia, y hay muchos malos consejeros por sus alrededores.
Feliz futuro, en democracia e igualdad, solidaridad y libertad para el Paraguay.
Raúl Fernández