sábado, 29 de agosto de 2009

“Lo principal es la conciencia… no la ciencia”

A mis manos ha venido a parar este breve video de Juan Vela, anterior ministro de Educación Superior. Una reunión con algunos de sus subordinados en la provincia de Ciego de Ávila, fue el marco para esta declaración sobre el orden de prioridades en las universidades cubanas. Estoy segura que estas palabras, autoritarias y simplistas que dijo ante las cámaras, no le costaron el puesto.

Quizás fue todo lo contrario lo que motivó que fuera sustituido por Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Quién sabe si el exministro, a la hora de aplicar su apotegma de que “lo principal aquí es la conciencia, es la Revolución… no la ciencia”, no lo hizo con la verticalidad que se esperaba de un miembro del Partido Comunista. Va y ahora, libre de esas responsabilidades, puede finalmente realizar su viejo sueño de ser cardiólogo.

HACIA LA LIBERTAD EN TIEMPOS DE GLOBALIZACION

Lcdo. Juan José López.

Fundador de la Corriente Agramontista

Creo en la influencia externa en la historia de Cuba. "La Guerra Necesaria" liderada por José Marti lo corrobora. En ese sentido el grupo "Contadora", protagonista de la pacificación centroamericana, debiera ser instado por la comunidad cubana.

Debe "Contadora" estar integrado por Presidentes del área y personalidades internacionales. Trasladarse a la Habana con agenda concreta: libertad de los presos políticos y el reconocimiento de la oposición, el acceso a los medios de difusión masiva tanto de instituciones religiosas como de sectores civiles, etc.

A tenor con este tipo de búsqueda de soluciones para Cuba se debe invitar al Cardenal Jaime Ortega , a algun líder religioso de nuestra comunidad. El prelado cubano que preside la conferencia de obispos en la Habana, conoce bien el camino.

Recordemos la Pastoral “El amor todo lo puede”.

El compromiso internacional con la libertad de Cuba en los tiempos que corren y luego de cincuenta años puede evitar un actuar inadecuado.

Soy partidario de cualquier método realizable, no de la predica imposible que nos describa como si habláramos de esa pelea de boxeadores fuera del cuadro. Solo que en el pugilismo la campaña mediática le da promoción al evento futuro y cierto.

Integrar ese grupo "Contadora" debe ser tarea inminente para los cubanos. Después entrara en juego el sistema interamericano y cuanta organización internacional lo amerite.

viernes, 28 de agosto de 2009

«Si la gente se expresa, la tiranía tiembla»

“Los derechos humanos son como el aire que se respira, como la luz del sol que nos alumbra. Derechos irrenunciables. Una especie de mística de que está revestida la existencia de los seres humanos, y que vale la pena defender.”

“Un simple coloquio entre cuatro personas puede poner en jaque al despotismo. No hay que tirar tiros. No hay que poner bombas. Una trompetilla es un arma tremenda.”

Ricardo Bofill .

Ricardo Bofill, el afán de la interrogante.

Entrevista al fundador del Comité Cubano Pro Derechos Humanos.

Por Armando Añel, Miami - 23/02/2007 cubaencuentro.com

TEXTO: 8 PAGINAS – 3, 407 PALABRAS – TIEMPO DE LECTURA APROXIMADO: 7 minutos

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Ricardo Bofill. En 1988 el ex profesor de Historia de la Filosofía de la Universidad de La Habana fue conducido ante las cámaras de la televisión por el régimen cubano, en una operación de ultraje contraproducente, que pondría en el candelero a la disidencia interna. Todavía puedo paladear el asombro, la incredulidad del joven de veinte años, políticamente casto, al ver al fundador del Comité Cubano Pro Derechos Humanos bajo los reflectores de la policía del pensamiento.

La puesta en escena, impresentable como todos y cada uno de los montajes segregados por el aparato mediático del castrismo, desnudaba una vez más al rey, pero por partida doble. Castro llevaba ante las cámaras de la televisión a un opositor, luego la oposición existía (y se atrevía). El rey, no contento con arremeter contra su opositor maniatado, manipulaba a los jueces y hasta al público… luego la abyección del rey estaba más allá de toda duda.

El surgimiento del Comité Cubano Pro Derechos Humanos, en 1976, marca un antes y un después en la lucha contra el totalitarismo en Cuba. A partir de su fundación, el crecimiento de la oposición pacífica alcanza un ritmo sostenido, hasta desembocar en el pujante movimiento civil que ha forzado al régimen a decretar leyes especiales —como la 88 o Mordaza—, e incluso, en un hecho inédito en la historia nacional, a enfrentar y alterar su propia Constitución.

Alrededor de temas similares, incluyendo el del futuro cubano tras la desaparición de Fidel Castro, gira la entrevista concedida por Ricardo Bofill a Encuentro en la Red:

¿Cómo se convierte Ricardo Bofill en un activista de los derechos humanos?

Por mi mente no cruzaba eso de ir a la cárcel. Soy de un origen muy humilde, y durante los primeros años de la revolución había logrado hacer cosas que de alguna manera añoraba, como dedicarme a la educación. Yo aún no había finalizado mi carrera, pero gracias a gestiones del destacado historiador Elías Entralgo, decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Habana, ejercí como profesor auxiliar de Historia de la Filosofía en esa institución. Fue el inicio de mis actividades. Yo había generado un espíritu crítico ante situaciones que creía merecían ser criticadas, había emitido opiniones al azar, informales. Lo cual era ya un germen de disidencia.

En este período no faltaron advertencias, policíacas inclusive. El entonces capitán José Abrahantes me citó en dos ocasiones. Recuerdo que años más tarde, tras haber caído preso en varias oportunidades, Abrahantes me acusó de haber actuado con soberbia, de ser un resentido. "¿Pero cómo resentido?", le contesté. "¡No… no… si yo lo que tengo es un volcán… ustedes fueron injustos, en lugar de botarme de la Universidad, de perseguirme, esperaba que me dieran un diploma, un reconocimiento! ¡A mí me pagaban ocho horas y yo trabajaba catorce!".

Entonces me separaron de la Facultad. Fui enviado al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), casualmente a la división que dirigía un viejo amigo, Raúl Calcines. Nadie me maltrató en el INRA, yo desempeñaba una labor más bien burocrática, pero el hecho de ser separado de la docencia y que se me enviara allí tenía una cierta connotación.

La gente decía: "Lo condenaron a trabajar en la agricultura… lo botaron de la Universidad porque tiene desviaciones ideológicas". Aquello representaba una afrenta para un joven de veintitantos años, con una serie de aspiraciones en la Cuba de los años sesenta.

Cuándo es encarcelado por primera vez?

Tenía 28 años cuando fui arrestado por primera vez, en 1967. Luego fui condenado a doce años de privación de libertad, en el marco del proceso contra "La Microfracción". Pero yo era inocente… ¿cómo iba a estar en la cárcel?

En la prisión me encontré, digamos, con los delincuentes reales. Y me di cuenta de que el presidio es durísimo, incluso para las personas que han cometido crímenes reales. Gente que había violado, matado, robado… era durísimo incluso para aquellas personas que tenían la comprensión de su delito. ¡Pero yo era inocente!

¿Cómo encaja el preso común la cercanía del preso político?

Se producía una comunicación espontánea. Ya en los años sesenta había personas en prisión como consecuencia de una institución creada por el gobierno, el Consejo de Defensa Social (posteriormente tomó auge la llamada ley de "peligrosidad"). Muchas de estas personas eran, únicamente, delincuentes en potencia. No se había probado su culpabilidad. Y yo, que siempre consideré a los presos mis hermanos, me comunicaba muy bien con ellos.

Es así como surge la idea del Comité Cubano Pro Derechos Humanos, dentro de la prisión. Preguntándonos cómo era posible que aquellas personas fueran condenadas sin siquiera tener el derecho de demostrar su inocencia, encarceladas a base de pura presunción.

En la prisión teníamos todo el tiempo del mundo para hablar. Si no hablabas, te morías de angustia. Entonces discutíamos con la gente los términos que los habían conducido a prisión. Conductas predelictivas… comportamientos antisociales… que si parecías homosexual… ¿Qué significaba eso? Que si estos negros delincuentes… ¿Pero cómo que negros delincuentes? Alguien podía haber llamado así a Jesús Menéndez o a Lázaro Peña. Yo era vecino de Guanabacoa, donde la población negra es numerosa, y probablemente esto contribuyó a crear una empatía.

Caí en la cuenta de la injusticia que significaba perseguir a personas en la calle por su aspecto, o por sus ideas, o por sus creencias religiosas (en aquellos tiempos también se encarcelaba a los testigos de Jehová, a los "brujeros", etcétera. "Esos negros brujeros que dan fiestas de santos"). Y había que enfrentarse a eso. Fue así que tomó fuerza la idea de denunciar las violaciones de los derechos humanos en Cuba.

Hablemos del proceso contra 'La Microfracción'… ¿de qué se les acusaba?

En esencia, de decir lo que nos daba la gana. Porque no habíamos emitido otra cosa que opiniones, vertidas en el foro público. Incluso, argumentamos, podía suceder que todo lo que habíamos dicho fuera mentira, o una tergiversación de la verdad. A quien tergiversa la verdad hay que exponerlo a la burla de la opinión pública… ¿Pero meterlo en la cárcel?

Para empezar, algunos estuvimos once meses en Villa Marista, desde la detención hasta el juicio. A mí me impusieron doce años de privación de libertad. ¿Doce años por decir disparates? Bueno, una trompetilla está bien… ¿pero doce años?

¿Que no teníamos la razón? Bueno, ¿y qué? ¿Acaso yo tenía un cargo público? Si hubiera sido aspirante en unas elecciones, pues que me derrotaran en las elecciones. Uno tiene el derecho a equivocarse. Incluso a apostarle en el terreno de la opinión al bando equivocado. O al minoritario. ¿Y qué?

Es la esencia de este asunto. Defender el derecho a equivocarse. En ningún momento hemos planteado a las autoridades cubanas que tenemos el monopolio de la verdad. No. Quién sabe. Es la búsqueda. El afán de la interrogante. Como jóvenes que éramos en aquellos momentos —y posteriormente hemos tratado de mantener vivo ese empeño indagador que caracteriza a la juventud—, perseguíamos el conocimiento, nos planteábamos preguntas.

Algunos de nosotros éramos ávidos lectores, habíamos leído a Kafka, La metamorfosis… ¿Cómo nos sentimos cuando fuimos condenados a prisión? Como una suerte de Gregorio Samsa. Un día eres persona y al siguiente amaneces en la cárcel, convertido en poco menos que una cucaracha. ¿Pero cómo puede ser? ¿Qué ha pasado aquí, cómo va la sociedad a meternos en la cárcel? ¡Qué injusticia!

Francamente, yo y otros en prisión nos considerábamos, en primer lugar, profundamente ofendidos. ¡Pero si nosotros habíamos sido maestros, personas de bien, personas decentes! No entendíamos que aquello no era una expresión de la sociedad, sino de un gr

Han pasado los años y me sigue pareciendo un sueño, una pesadilla. Para nosotros fue un episodio surrealista.

Kafkiano por definición…

Efectivamente. Y luego, la vida da muchas vueltas. Aquellos represores, los generales, el general Abrahantes, Pascual Martínez Gil, los hermanos De la Guardia… en el devenir, resulta que ellos a su vez fueron a parar a la cárcel. Me encontré un día con que la esposa del general Abrahantes me visitaba para denunciar que iban a matar a su esposo, que estaba preso. ¿Por qué? Porque tenía discrepancias con Fidel Castro.

Ileana de la Guardia, hija de Antonio de la Guardia, también hizo gestiones con nosotros para salvar a su padre y a su tío. Con la mejor disposición del mundo la ayudamos. No se pudo salvar a Tony, pero salvamos a Patricio, está vivo. He recibido mensajes de agradecimiento del ex general Patricio de la Guardia.

El ciclo se repite. Del Capitolio a la roca Tarpeya no hay más que dos pasos. Cuidado. Los carceleros un día también terminan en la cárcel.

Y tú preguntas: ¿Cuál fue el delito? No se sabe. Que si discreparon de no sé qué… que si Arnaldo Ochoa dijo no sé qué cosa… ¿Pero cuál fue el delito? Están muertos.

Es más, recientemente recibimos un mensaje. De una persona que hace seis meses era miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba. Juan Carlos Robinson. Está en la cárcel, supuestamente por corrupción. Sus familiares nos han pedido ayuda. Dicen que fue un chivo expiatorio para hacer ver a la población que, dentro de las calamidades, el gobierno hace correcciones.

Pero… ¿dónde está el abogado defensor de Robinson? ¿Cuáles son los delitos? El mismo proceso que me llevó a mí a la cárcel. El abogado defensor dijo en el juicio que Robinson era un canalla. Es una aberración, los abogados defensores en Cuba son empleados de los bufetes colectivos, y a los bufetes colectivos les paga el gobierno. De manera que el abogado que supuestamente te defiende es empleado de la parte acusadora. ¡Pero cómo va a ser!

No. Esto no es historia antigua. Esto sigue sucediendo. Es un ciclo que hay que detener en algún momento. Son situaciones irracionales, contra natura.

Usted funda el Comité Cubano Pro Derechos Humanos luego de salir de la cárcel, en 1976…

Sí. Se trataba de defender los derechos fundamentales del individuo, incluyendo su derecho a equivocarse. ¿Qué quiere ser usted, agnóstico? Caramba, pues magnífico. ¿O un fiel adherente a un credo ortodoxo? ¡Excelente! ¿Cuáles son los límites? Pues las reglas inherentes al Estado de derecho. Incluso lo que está establecido en el derecho romano hace más de 2000 años. No matar, no robar… una serie de decálogos que son los respetados en el mundo civilizado. Las reglas mínimas de convivencia civilizada.

En la prisión, en esa búsqueda, encontramos la Declaración Universal de los Derechos Humanos, del 10 de diciembre de 1948. En treinta artículos, después del fin de la Segunda Guerra Mundial, tras la experiencia horrible del Holocausto, la Declaración recogía un poco ese espíritu de que la libertad religiosa, la libertad de conciencia, la libertad de reunión, la libertad de asociación, la libertad de expresión del pensamiento, junto con el derecho a la vida, son sagrados.

Así que adoptamos la Declaración en nuestra primera época de encarcelamiento (1967-1976). Ella posibilitó el surgimiento del Comité Cubano Pro Derechos Humanos.

Más tarde usted volvió a ser encarcelado, permaneció en prisión entre 1980 y 1985…

Así es. Pero quiero referirme a la naturaleza del Comité Cubano Pro Derechos Humanos. El Comité fue, y sigue siendo, una idea no recogida institucionalmente. Es decir, no está inscrito en ningún lugar. Desde entonces, para la pregunta de cuántos miembros tiene el Comité, por ejemplo, no hay una respuesta. ¿Cuántas personas conforman el Comité en Caibarién? No se sabe. No se le pide a nadie que ingrese. No se sugiere nada. Hablamos de un espacio abierto.

Los derechos humanos son como el aire que se respira, como la luz del sol que nos alumbra. Derechos irrenunciables. Una especie de mística de que está revestida la existencia de los seres humanos, y que vale la pena defender.

Una mística que sólo es defendida por grupúsculos, como los llama el régimen de La Habana…

Un día fui a una conferencia en la Universidad Autónoma de México, que indudablemente ha sido un centro de apoyo al régimen cubano. Alguien me interpeló aduciendo que éramos unos pocos en relación a los once millones de habitantes que hay en Cuba. Cité a Albert Camus, un dato que había llevado conmigo. Camus se preguntaba cuántos franceses estuvieron en la resistencia contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Del total de la población francesa, ¿cuántos eran los militantes de la resistencia? Según Camus, menos de un cuarto del uno por ciento.

La resistencia contra el totalitarismo siempre está conformada por grupos minúsculos. ¿Cuántos eran en la Unión Soviética junto a Sajarov, en un país de más de 200 millones de habitantes? ¿Cuántos conformaban el grupo de observadores de los Acuerdos de Helsinki? Elena Bonner confiesa que nunca llegaron a veinte.

El primer inquisidor es el hambre. A lo primero que estás sujeto cuando disientes es a perder el empleo. En sistemas como el cubano, el Estado es el único empleador. Y debes cuidar a tu familia, criar a tus hijos, protegerlos. Cuando te conviertes en un disidente lanzas por la borda a la familia, a los padres, a los hijos.

Inicialmente, cuando entré en prisión, en 1967, integraba una familia de cinco miembros: mi padre, mi madre, mi esposa, mi hijo y yo mismo. Pero en 1985 esa familia había desaparecido completamente. Del núcleo original, de la familia donde crecí, no quedó nada. Ni las personas, ni los recuerdos, ni las fotografías, ni el muchacho aquel… Nada. A veces me pregunto: ¿tenía derecho a imponerles ese sufrimiento?

Como he dicho otras veces, sí, tengo entusiasmo para trabajar, desde el punto de vista del activismo. PeJustificar a ambos ladosro en el terreno personal padezco una profunda depresión. No me repongo de la tristeza. Nada puede retribuir el precio que he debido pagar por mis actividades. No hay retribución posible.

Háblenos un poco de la fundación del Comité Cubano Pro Derechos Humanos…

Han pasado treinta años desde la fundación del Comité. No me considero ni muchos menos su centro, sólo un miembro más. Hoy en día muchos de los fundadores han muerto… no me gusta hacer listas de ninguna índole, es algo a aclarar de parte de los historiadores. No soy un historiador, más bien sigo siendo un activista.

Dentro de Cuba acaba de morir Gustavo Arcos Bergnes. Él también accedió a integrar el Comité. Lo menciono porque era un hombre muy especial. Había sido asaltante del cuartel Moncada con Fidel Castro, había estado involucrado en los preparativos de la expedición del Granma —no pudo embarcarse por la invalidez de una de sus piernas, consecuencia de una herida sufrida durante el asalto al Moncada—, había sido embajador de Cuba en Bélgica y había renunciado a ese cargo… Luego había regresado a Cuba y por sus actitudes contestatarias lo habían encarcelado dos veces.

A través de Gustavo entramos en contacto con Marta Frayde, que había sido amiga de Fidel Castro ya desde la época de la ortodoxia. La habían designado embajadora en la UNESCO en 1959, y había renunciado a su cargo también. Había regresado a Cuba para protestar.

Hacia 1972 ó 1973, desde la cárcel, comenzamos a enviarle cartas, pequeñas notas, a Marta Frayde, para que nos ayudara en la UNESCO. Sabíamos que había conocido a algunos de los fundadores de Amnistía Internacional, al embajador de Irlanda, a otras personalidades.

Hablo de una época en que el movimiento mundial de derechos humanos apenas existía. Amnistía Internacional surge en 1967, pero sólo adquiere fuerza en los años setenta. Humans Rights Watch no aparece hasta 1982. A mediados de los setenta, en Europa del Este, con el movimiento de Sajarov en la antigua Unión Soviética o la Carta de los 77 en Checoslovaquia, se produce un despegue. Y luego, a principios de los años ochenta, surge el Sindicato Solidaridad en Polonia.

En prisión recibíamos estos reflujos a través de la radio internacional, de alguna manera se introducían radios portátiles. Escuchábamos la BBC de Londres. Luego intentamos dirigirnos a algunos de estos movimientos europeos, comunicarnos con ellos, pero ya durante mi segunda etapa en presidio (1980-1985). Es la etapa de mayor auge del Comité.

Ustedes han sido acusados por el régimen cubano de mercenarios al servicio de una potencia extranjera. A su defensa de los derechos humanos, el régimen contrapone la defensa de la patria, el patriotismo, el nacionalismo…

Esa versión es un pretexto para perpetuarse en el poder. Es el disfrute del poder omnímodo. Y a un precio en sufrimiento humano inenarrable.

Ah, bueno… porque tú eres más fuerte que yo. Se trata de que tú tomaste las armas, los cuarteles. Pero es que no tiene ningún mérito. ¿Que tú con las armas me encañones? No, no… Eso me lo hacen en cualquier barrio, me arrinconan cuatro tipos y violan a mi mujer y me violan a mí. Empleo de la fuerza bruta. Tú cogiste los fusiles y me encañonas. No, eso es viejo, no me jodas. No me busques pretextos.

Conquistaste el poder con el triunfo de la revolución, te apoderaste de las armas, de los cuarteles, y los mantienes. Y utilizas el pretexto del nacionalismo. Pues ese pretexto debes utilizarlo en una campaña electoral y ganar unas elecciones.

Hay que ver el grandísimo mérito de la disidencia interna cubana. El mismo Oswaldo Payá recogió casi 30.000 firmas con el Proyecto Varela. ¡Treinta mil firmas en un Estado totalitario! Aquí las tengo, nombre por nombre y apellido por apellido. Gente jugándose el empleo, jugándose la educación de sus hijos… ¡Esto no se ha visto nunca!

Pero Oswaldo Payá no tiene un ejército a su disposición…

¡Ah, no! Esta gente ha hecho una suerte de principio de referendo nacional en un Estado totalitario. Es una nueva fase del movimiento disidente.

La disidencia cubana ha retado al gobierno a un diálogo nacional. La mayoría de ellos, en su fuero interno, están convencidos de que el gobierno no lo aceptará jamás. Pero el esfuerzo en sí mismo tiene un mérito extraordinario.

El gobierno los considera unos insectos. Y ellos son unos gigantes. Y claro, el régimen se siente ofendido de manera superlativa ante este reto. Ha valido la pena, aunque el esfuerzo no arroje soluciones inmediatas.

Yo sí tengo que confesar que en cierta medida, junto a otras personas, no me di por vencido. Había una noción de que nos asistía la razón. Y sigo pensando igual. Sigo creyendo que la esencia del ser humano es esa: hablar y pensar con libertad, opinar, reunirse con los amigos. Esto prevaleció. Hay un grupo que aún permanece en el poder, pero hasta el día de hoy no ha podido derrotar el espíritu contestatario en Cuba.

Después de Castro, ¿qué?

Hemos recibido con mucha alegría las noticias de la celebración del Día de Reyes en La Habana. El 6 de enero hubo una gran fiesta espontánea. Un gran desdoblamiento de la población en su espíritu festivo, de dar fiestas en las casas, en las iglesias. El diario oficialista Juventud Rebelde lo criticó hablando de "espíritu consumista". Porque la gente había acudido a las tiendas a comprar juguetes…

¿Celebraban mientras el comandante se moría?

La gente lo que hizo fue abrir su corazón, confraternizar, en un día como el de Reyes. Pienso que independientemente de lo ocurrido en el último medio siglo, la sociedad cubana sigue siendo la misma. El día que se produzca un cambio político la nación renacerá espiritualmente. Los valores se han mantenido.

¿Que hay alteraciones, problemas nuevos, nuevos vicios? Puede ser. Pero no temo al futuro de la sociedad cubana en cuanto al espíritu de la gente. En términos generales, la familia, los vecinos, la comunidad, esos valores, subsisten. Son la base de la civilización.

¿Los vecinos que delatan al vecino?

Pero eso es artificial. Lo hemos sufrido, pero también hemos recibido mucha solidaridad. Si algún vecino cometió una falta, otros me ayudaron a sobrevivir. Y mi familia dio el máximo mientras pudo.

El episodio del comunismo es un episodio del siglo XX. Estos miserables son de ayer. Ya veníamos de déspotas con distintas etiquetas desde Roma, Persia, Macedonia. Y soy un optimista en el sentido de que este instrumento que modestamente contribuimos a crear, la defensa de los derechos humanos, será muy útil en el futuro.

En la medida en que la gente puede comunicarse, expresar libremente su juicio, la tiranía tiembla. Un simple coloquio entre cuatro personas puede poner en jaque al despotismo. No hay que tirar tiros. No hay que poner bombas. Una trompetilla es un arma tremenda.

miércoles, 26 de agosto de 2009

JUANES Y LA MANIPULACION CASTRISTA

Por: Pablo Silva Cabrera.

DESDE LA HABANA

El debate originado por el futuro concierto de Juanes en La Habana, parece ser uno de los más candentes en este caluroso verano. Unos, tanto en el exilio como dentro de la oposición interna, consideran que Juanes tiene todo el derecho de cantar a donde se le venga en gana y los cubanos en La Isla a disfrutar de un artista de la talla del colombiano; otros opinan que Juanes no debía compartir escenarios con figuras como Silvio Rodríguez y Amaury Pérez, conocidas por su complicidad con la dictadura cubana. Incluso en días recientes un pequeño grupo de furibundos exiliados rompían a martillazos discos y quemaban camisetas con la imagen del interprete de ¨Sólo le Pido a Dios¨ todo esto ante las cámaras.

Como nadie puede calificar a Juanes de socialista o seguidor de Chávez y Fidel; la mayor preocupación de los que se oponen al concierto es que éste ya una vez en la Plaza Cívica – rebautizada como de La Revolución – pueda se manipulado por los castristas. La preocupación es válida, porque si de algo estoy convencido es de la capacidad de los castristas para la manipulación; la mejor prueba de esto es que desde que se anunció el presunto concierto, entre los exiliados no se habla de otra cosa. Asuntos como el grave estado de salud del prisionero de conciencia Ariel Sigler Amaya o las dificultades que en estos momentos están atravesando los también prisioneros de conciencia, Alfredo Domínguez Batistas y José Daniel Ferrer García; han pasado a un segundo plano.

Cada cierto tiempo el Régimen de los Castros organiza presentaciones de artistas residentes en La Isla, en el sur de la Florida; si tenemos en cuenta que a los castristas no les interesa la cultura y mucho menos el acercamiento entre los cubanos de ambas orillas, estas embajadas ¨culturales¨ solo pueden tener como objetivo provocar al sector más duro de los exiliados para que acaparen la atención de los medios con sus actitudes agresivas e intolerantes. Conocemos que los furibundos son un sector minoritario dentro del exilio, pero son escandalosos, por lo que resultan más atractivos para una prensa y un público más gustoso de los espectáculos fuertes que de las declaraciones sosegadas.

Durante años estos desaguisados han sido utilizados para hacerle creer a medio mundo, que los opositores a la dictadura castrista son personas incapaces de respetar las más elementales normas de convivencia, por lo tanto están descalificados para edificar una sociedad democrática en Cuba.

Es lamentables que personas bienintencionadas, como pueden ser estos exiliados, no se acaben de percatar del poco favor que le están haciendo a la causa cubana con su irracional actitud. Sería bueno que reflexionaran que cuando Cuba sea libre; no podremos ni perseguir, ni encarcelar, ni enviar al exilio a los artistas castristas y mucho menos dinamitar la Plaza Cívica, porque esa Plaza es de José Martí no de Fidel Castro. La Cuba que todos soñamos no es la del odio y la intolerancia con el diferente, esa es la que padecemos desde hace cincuenta años, la Cuba que vamos a construir entre todos los cubanos, tendrá que ser la de la concordia.

martes, 25 de agosto de 2009

LOS CUBANOS

POR VICTOR MONA
PERIODISTA MEXICANO

Los cubanos salen de una isla pequeña y se han diseminado por todo el mundo. Uno es profesor en una universidad de Australia ; otro, inauguró en Alaska un restaurante. Nada los detiene, ni el frío ni el calor. Los seduce el trópico de la Florida , pero soportan igualmente a pie firme los hielos de Boston y Nueva York. No mendigan, trabajan. Los que en Cuba eran pobres, aquí son ricos. Los que allá eran medio pelo, aquí son pelo y medio.
Ningún obstáculo detiene su laboriosidad beligerante si la oferta es digna. Uno es rector de la Universidad; otro, maquilla muertos. Cambian, pero sólo en la superficie. En Miami siguen jugando la bolita (lotería Prohibida), peleando gallos a escondidas y enviando los hijos a la escuela privada. En Madrid , están contra José Luís Rodríguez Zapatero y en Caracas , contra Hugo Chávez, siempre en la oposición. Se les critica y se les envidia pero en el fondo se les admira. Gallegos por el trabajo y judíos por la voluntad de sobrevivir, constituyen una legión empecinada que no se deja ignorar. Traen su música calurosa, el ruido de sus tambores, los frijoles negros y el bistec de palomilla con moros y maduros. Pero traen sobre todo la simpatía, la cordialidad y la laboriosidad.
¿Quiénes son? Son los cubanos del destierro, la única población mundial trasplantada, que (salvo los hebreos) en más de un tercio de siglo no han perdido su identidad. Los que admiraban a Cuba desde lejos como ejemplo supremo de pujanza latinoamericana, los que veían a Cuba como un milagro étnico y cultural, donde todo parecía un relajo pero todo funcionaba bien, ya no tienen que ir a Cuba para conocerla! . Aquí la tienen dentro de los mismos E stados Unidos. Esta es Cuba . Estos son los cubanos. Exagerados, fanfarrones, ruidosos, sí, pero también intensos, profundamente creadores y Buenos amigos. ¿Y qué no han hecho en estos 50 años de destierro los cubanos para poder sobrevivir con dignidad? Cuál actividad manual o intelectual no han ensayado en éste o en aquél país, por complicada que pareciera, lo han realizado para no quedarse detrás, para no dejarse discriminar.
En alguna de esas actividades han llegado tan lejos que superan a emigracione s que los precedieron por cerca de medio siglo No hay hospital en Estados Unidos donde no haya hoy un médico cubano. No hay periódico donde no haya un periodista cubano, ni banco donde no haya un banquero cubano, ni publicitaria donde no haya un publicitario cubano, ni escuela donde no haya un maestro cubano, ni universidad donde no haya un profesor cubano, ni comercio donde no haya un manager cubano.
En las Grandes Ligas del béisbol sus nombres también brillan. En Madrid , el primer poeta latinoamericano es un negro cubano. En la Coca Cola, Kellog's, McCormick, Pepsi Cola y tantas otras su dirigente es o fue un cubano. En el Congreso de Washington hay cinco cubanos, en el Senado federal se sientan tres cubanos, el Ministro de Comercio de E. U. es un cubano, la Viceministra de Salud es una doctora cubana. Caramba, son unos pocos en éste país y llegaron hace muy poco tiempo.
En las tierras prestadas del extranjero parecen llevar siempre en la frente la marca del sitio de donde vienen. Los cubanos llevan a Cuba .. La enaltecen y la honran, porque ademss de en la frente la llevan en el corazón. Pero hay algo en el desterrado cubano, a mi juicio, superior a esa actividad profesional triunfante, y es su odio al despotismo del que huyen, su amor a la tierra que deja ron. Eso lo separa y lo define. Eso da a sus triunfos en medio del desarraigo, una grande za que de otro modo no tendría.
Se han afincado definitivamente en estas tierras hospitalarias que los han acogido y donde viven en lo material muchas veces mejor que como vivían en Cuba .. Aún teniéndolo todo, si les falta Cuba , no tienen nada. Quizás por ello han hecho su Cuba aquí. Por eso, si se le mira bien, se verá que a veces parece que el cubano ríe, pero en realidad esta llorando por dentro.
Le nace el hijo, le crece, se le gradúa en la Universidad, pero el cubano suspira. ¡Ay, si estuviera en mi Cuba !.. Compra una casa, un auto, o una lancha y sigue suspirando. ¡Ay!. ¡Si todo esto lo tuviera en Cuba ! De una manera misteriosa, que no puede definir hay un vínculo con aquello que tira de aquí hacia allá. Ahora que perdió a su país, sabe que no puede vivir sin Cuba, y la sueña de noche, y le agiganta los valores y la embellece y la idealiza, y se culpa de no haberla entendido mejor, y la recrea en sus cantos y bailes, y la revive en sus historias en sus costumbres y en sus comidas.
¿Por qué compran hoy los cubanos más libros cubanos que nunca? ¿Por qué tienen sus casas, sus negocios y sus oficinas llenas de palmas, de banderas, de escudos y de retratos de José Martí? ¿Por qué aunque sean USA citizens SIGUEN SIENDO CUBANOS? ¿Por qué se reúnen en sus municipios formados en el exilio, borrando antiguos antagonismos de partido o clase? Porque el cubano sabe que lo único auténticamente suyo fue SU CUBA y que a ella quisiera el poder regresar. No les preocupa que le devuelvan la residencia o el negocio, si lo tenían. Lo único que desean es volver a su tierra. La casa donde nació esta destruida, al pueblo se lo han puesto desconocido, la madre ha muerto.
Pero no imp orta. El exiliado cubano quiere de todos modos ir a esa casa, a ese pueblo y a esa tumba. La Patria empieza ahí.

sábado, 22 de agosto de 2009

NOVELA SOBRE EL PERIODISMO INDEPENDIENTE EN CUBA

Durante estos 12 años de destierro en España he recordado mucho aquel mediodía, de mediados de 1995, cuando, más movido por la necesidad de vender un artículo que por el imperativo de luchar por la libertad de prensa, llegué a la casa de Raúl Rivero, y después de una conversación breve, el gran poeta y periodista, hoy también en el destierro en España, me dijo,

“Julito, te convoco a que te incorpores ha Habana Press”.

El 1ro. De Mayo de 2009, a las 12 M. (hora de Cuba) se cumplieron 14 años de la fundación de Habana Press, la primera agencia de prensa privada y libre en Cuba en medio siglo de tiranía totalitaria.

Aquél doblemente histórico día, el periodista Rafael Solano, emitía desde la isla al éter el primer despacho puramente, estrictamente, pulcramente noticioso, libre.

El oyente cubano, dentro de la isla, oía por primera vez, una voz de locutor altamente profesional –aquella voz ya conocida, que ahora traía un contenido distinto del del periodismo oficialista, 20 ó 30 líneas opuestas a la tiranía castrista que desconcertaron durante meses a la policía política cubana y su cuartel general: la tenebrosa Villa Maristas, pues tendrían que empezar de inmediato a combatir algo para lo cual sí no tenían ni previstos, ni antídotos.

Un grupo de jóvenes –tan patrióticos como tan desconocedores de cómo se redactaba el lead de una nota noticiosa, encabezados por Osmel Lugo, del histórico Partido 30 de Noviembre,- lo secundaban.

Con aquellas 20 ó 30 líneas y la despedida “Rafael Solano – Habana Press” quedaba inaugurada dicha agencia y, sin saberlo nadie, lo que muy pronto pasó a llamarse “Movimiento Cubano de Periodismo Independiente”, que siempre he preferido – y así lo he hecho- denominarlo libre.

ANTECEDENTES

Los vientos de la perestroica soplaban sobre La Habana ‘contaminando’ de un nuevo tipo de información, entre otros, a los propios informadores oficiales del momento, en tanto que los luchadores pacíficos cubanos emitían notas, fundamentalmente en el área de denuncia de violaciones de Derechos Humanos, desde todos los rincones del país.

Rafael Solano ya no trabajaba en Radio Rebelde, Raúl Rivero ya no trabajaba en Tribuna de La Habana, yo no trabajaba ya en Trabajadores.

Algunos otros periodistas, como nosotros, o habían sido despedidos de los medios oficiales o habían renunciado a ellos. Nos sentíamos, en general, frustrados y estafados. Estábamos en la calle. Queríamos hacer algo desde nuestra profesión contra la tiranía, pero no sabíamos cómo.

Contábamos, sin embargo, con antecedentes también en el campo de la información: recuerdo –que me perdonen los que pueda olvidar- el caso de Pablo Reyes con su grabadora por las calles recogiendo testimonios libres de los pocos cubanos que se atrevían a hablar para, como los defensores de los Derechos Humanos y los dirigentes de los partidos políticos –todos ilegales y perseguidos hasta hoy- ofrecer una información alternativa al pueblo cubano.

EL MÉTODO

Era muy sencillo. También muy riesgoso. Llamar al teléfono de Radio Martí, fundada en 1985, o de una de las muchas emisoras cubanas o no cubanas de Miami (que se oían en Cuba), las cuales pagarían dicha llamada, grabarían nuestros despachos y, de rebote, en directo o en diferido, se oirían en determinados puntos cardinales de todo el territorio nacional cubano dada la proximidad (90 millas – 180 kilómetros) entre la consta Norte cubana y la costa Sur americana.

Iniciábamos así un hecho sin precedentes en la Historia del periodismo mundial: luchar por la libertad de prensa desde el mismísimo corazón del monstruo totalitario comunista agrupados en una agencia sui géneris.

EL APRENDIZAJE

No era muy sencillo. No sabíamos qué estructura se necesitaba. No contábamos con otros medios que no fueran, en la mejor de las manifestaciones de las “Nuevas Tecnologías”, con una vieja máquina de escribir, en la peor, con un bolígrafo colectivo. No teníamos amplio staff. No había una política editorial definida y, finalmente, no poseíamos un método eficaz, una caja mundial de resonancia y una red de apoyos internacionales. Surgían dos criterios fundamentales: uno, elaborar comentarios y artículos, fundamentalmente, y venderlos a medios en Estados Unidos e Hispanoamérica a través de representantes en Miami. Dos, por un lado, elaborar comentarios y artículos, fundamentalmente, y venderlos a medios en Estados Unidos e Hispanoamérica a través de representantes y, simultáneamente, diariamente, emitir despachos noticiosos en los horarios informativos estelares de Radio Martí y de todas las emisoras posibles de Miami.

También en medios de prensa escrita de la capital del exilio cubano como El Nuevo Herald y el Diario Las Américas. Europa aún nos quedaba muy lejos.

Ese mismo año, en Septiembre, ocurren dos hechos decisivos para la concreción y el lanzamiento del insólito proyecto de Habana Press y de su extensión a lo que pronto se convirtió en El Movimiento Cubano de Periodismo Libre: empieza a gestarse Concilio Cubano, desde la inteligencia y la valentía de su Delegado Nacional, el brillante abogado demócrata Leonel Morejón Almagro, hoy también en el destierro, en Estados Unidos, y el no menos brillante periodista demócrata, también cubano, Raúl Rivero, también hoy en el destierro, en España, después de una larga escala en la cárcel, de la directiva hasta entonces de Habana Press, decide fundar CubaPress. Ya habíamos aprendido algo, seguramente.

En Habana Press nos quedamos su Director y Fundador, Rafael Solano, Premio Rey de España de Periodismo 1988, y yo, -entonces conocido como Julio Martínez por mis textos en el periódico, primero Victoria, de Isla de Pinos, y, después, en el periódico nacional Trabajadores- como Sub Director Editorial. Teníamos establecido con Morejón Almagro –por mi amistad con el Miembro Fundador de la Corriente Agramontista, organización de juristas independientes y Fundador de NATURPAZ, organización de ecologistas independientes- el compromiso de que nuestra agencia sería la agencia de Concilio Cubano. Así sería y así fue. Solano y yo empezamos a crear el embrionario staff y mientras el Director captaba al brillante periodista Héctor Peraza Linares, yo lo hacia con el no menos brillante editor de celuloide Joaquín Torres Álvarez.

También contamos con Jorge Olivera Castillo, Lázaro Lazo y el fotógrafo Omar Rodríguez Saludes. Solano y yo nombramos como nueva representante de Habana Press en Miami a la querida Iraida Montalvo, pues la amiga Nancy Pérez Crespo, representante nuestra hasta la fundación de CubaPress, había pasado a ser la representante de esta agencia. En Puerto Rico designamos, también como representantes, a Sergio Ramos y Belkis Rodríguez. La también amiga querida Rosa Berre ponía on line nuestros textos en CubaNet. Este capital en recursos materiales y humanos alcanzaba para satisfacer nuestra ilusión, para cumplir nuestra misión.

Todos reportábamos desde un lugar de La Habana de cuyo nombre sí quiero acordarme, El Caballo Blanco, del barrio habanero San Miguel del Padrón, donde estaba –y está- la casa de la familia Solano, diariamente, con nuestros nombres propios, para Radio Martí y otras emisoras de Miami.

Ocasionalmente, también para Puerto Rico. Intentamos hacer lo mismo para España, pero no fue posible. Las naves estaban quemadas. La suerte estaba echada.

CONCILIO CUBANO

El hecho de que Habana Press haya dado a conocer las Bases de Concilio (la primera información sobre este primer e histórico intento de unidad de los pacíficos demócratas cubanos dentro del país), la caída en La Habana de octavillas lanzadas en su apoyo por Hermanos Al Rescate, los acuerdos de la única reunión clandestina de la dirección nacional de Concilio Cubano, el juicio contra su delegado nacional, el abogado Morejón Almagro, la comunicación de que no podría efectuarse la reunión en Concilio anunciada para el 24 de Febrero de ese año 1996 porque dicho intento había sido aplastado por la represión y el derribo de las avionetas de Hermanos Al Rescate en aguas internacionales –donde fueron asesinados vilmente los pilotos Carlos Acosta, Armando Alejandro Jr., Mario de la Peña y Pablo Morales- por un lado desató la furia de los demonios que cayeron con todos sus tridentes contra aquella Junta Directiva de Habana Press, a saber, Rafael Solano, Héctor Peraza Linares y quien suscribe, entonces Julio Martínez, hoy Julio San Francisco, la única de una agencia libre cubana que ha sido desterrada en pleno hasta hoy. Por otro, los dioses tampoco se quedaron con las manos atadas y Habana Press, en aquella temprana fecha ya tenía ganado el reconocimiento de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), Reporteros Sin Fronteras (Reporters sans frontières), entre otras de periodistas y medios, en tanto que Amnistía Internacional y numerosas organizaciones de Derechos Humanos monitoreaban nuestro destino en el infierno. Nos apoyaban igualmente numerosas personalidades y organizaciones del exilio, entre ellas el Grupo de Apoyo a la Disidencia Interna, de Chuny Montaner. Cuando tomamos el avión –o mejor, cuando nos obligaron a ser tragados por el avión de “salida definitiva por un término de definitivo” a Solano, a Peraza y a mí, el querido y valeroso Joaquín tomó el relevo y, poco después, también fue a parar a las entrañas de uno de esos pájaros metálicos que vuelan y que, como en nuestros casos, en manos de una tiranía se convierten en buitres y no transportan turistas, sino “gusanos”, carroña enamorada.

Concilio Cubano y Habana Press, con sus hombres en La Habana y sus amigos allende los mares, fueron –y siguen siendo- los hechos que lanzaron, sin páginas webs ni blogs, ni red sociales, un hito informativo sobre la oposición interna a la tiranía cubana, dieron la versión real de la vida en Cuba en una dimensión informativa nunca conocida hasta entonces y se convirtieron, probablemente sin pretenderlo, en materia de estudio de los programas de Historia del Periodismo en Cuba en las futuras facultades de Ciencia de la Comunicación en todas las universidades del mañana, donde habrá de decirse que, en las peores circunstancias, un grupo, cada vez más numeroso de periodistas cubanos demócratas, cumplieron con su deber de informadores y dejaron un testimonio ético para el ejercicio de esta misionera profesión en la Cuba Libre.

14 años después, el Movimiento Cubano de Periodismo Libre se ha consolidado de forma irreversible. Existen incontables agencias libres en todo el país, incontables periodistas libres en todo el país, que, como en aquellos históricos días de privaciones, temeridades, riesgos, miedos, siguen luchando desde Cuba por la libertad de prensa con teléfonos siempre pinchados y corazones siempre heridos. Entre ellos, Jorge Olivera Castillo, encarcelado en la Primavera Negra Cubana y en libertad condicional por enfermedad en mi patria, y Omar Rodríguez Saludes, preso aún. Por otro lado, en desde el exilio durante medio siglo incontables periodistas cubanos, algunos ilustrísimos, han escrito la misma metáfora de lucha por la libertad de expresión, de prensa, por la libertad.

Solano, -a quien pertenece además la autoría del magnífico y simbólico nombre de Habana Press- Peraza, Joaquín, Olivera, Saludes, Raúl y yo rememoramos aquellos días, con la pequeña dosis de satisfacción que puede entregarnos esta entrega, con dolor y rabia: Lazo yace en una tumba, Saludes, como ya dije, en un calabozo cubano, Olivera, prisionero en la cárcel grande cuyos muros son la mar roja, cuya alambrada son los tiburones hambrientos, nosotros, Rafael Solano, Raúl Rivero, Héctor Peraza, Joaquín Torres y yo, en el destierro.

Todavía en Cuba empecé a escribir sobre esta historia un texto que titulé Corto Cuento contra Castro, que alcanzó 500 páginas y que era una mezcla de novela, relato, testimonio, ensayo, autobiografía, periodismo literario o de creación. Finalmente consideré que nunca debía publicarlo y lo destruí. Publiqué entonces, ya en el destierro, los ensayos El Movimiento Cubano de Periodismo Libre, un hecho sin precedentes en la Historia del Periodismo Mundial, Los cinco grupos de periodistas oficiales cubanos y La gran estafa y las Letras Cubanas, así como los reportajes Octavillas sobre La Habana, La reunión clandestina de Concilio Cubano, El juicio de Leonel, y la –digamos- crónica sobre mi amor con la cantante mexicana, Amparo Ochoa, titulada Amor y drama de Amparo Ochoa en La Habana, vivencia esencial recogida en este libro.

Todos ellos han tenido gran difusión en la red y en todos ellos está la síntesis de aquella realidad dura vivida e interpretada por mi con la mayor exactitud que me fue posible. Algunos de esos textos fueron publicados en más de 100 páginas web de todo el mundo, aunque el récord, en mi caso, lo tiene otro sobre el gran cantautor Silvio Rodríguez que, en seis meses, apareció en 203 espacios digitales. El más importante de todos, Octavillas sobre La Habana, se publicó originalmente en el periódico digital CubaNet y en el sitio de Hermanos Al Rescate y probablemente aún pueda encontrarse en más lugares del ciberespacio.

Subrayo finalmente que esta es una novela, pues, con fondo de ficción y trasfondo autobiográfico. Dice en el prólogo el prestigioso académico de la Academia Española de la Lengua, Luís María Anson, Prensa Gulag “a mi me ha llegado al alma”. Ojalá a todos sus hipotéticos lectores también les llegue al alma. Los dejo con aquellos hechos noveladamente recreados.

El Autor

SINOPSIS DE LA NOVELA:

Un periodista disidente, Arturo Estuardo, decide fundar la primera agencia privada de prensa en el mismísimo corazón de la Cuba totalitaria y de forma ilegal y perseguida lucha por la libertad de expresión. Su vida está destinada a protagonizar, en medio de traiciones y fidelidades, bajo continuos arrestos y teléfonos siempre ‘pinchados’, un hecho sin precedentes en la historia del periodismo mundial, pero deberá pagar el precio de sus ideales. La historia de la lucha por la libertad de prensa en Cuba, una magnífica radiografía de la vida en el país caribeño escrita por uno de los principales protagonistas de esa lucha y un experimentado periodista. “El lenguaje de esta novela es –dice el académico Luis María Anson- certero, conmovedor, provocador, descarnado, electrizante, un fuego permanente de lirismo y procacidad. (…). Una novela, en fin, ésta que el lector tiene entre las manos, de alto voltaje literario, interesante, apasionada, de escritura como un fulgor y conocimiento profundo de la condición del hombre.”

SOBRE EL AUTOR:

Julio San Francisco (Matanzas, Cuba, 1951). Poeta, prosista y periodista cubano desterrado residente en España desde 1997. Autor de Acrobacia Roja, poemas contra el oportunismo, La Habana, 1987, y que pudiera constituir, según un despacho noticioso del corresponsal de AFP en la capital isleña entonces, el primer samizdat cubano, vocablo que tiene su origen en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y que podría traducirse como auto publicación de distribución clandestina de literatura prohibida por los regímenes comunistas, principalmente el soviético y los de Europa Oriental (Bloque del Este) y, por supuesto, el de Cuba.

De esta manera, San Francisco logró sortear la fuerte censura política castrista, pero no pudo evitar su primer encontronazo con la policía política que lo amenazó con llevarlo a la cárcel. La KGB tropical no ha podido impedir, sin embargo, que desde aquel año algunos de aquellos 100 ejemplares mimeografiados y firmados con el nombre real del autor se reproduzcan y hasta hoy continúen pasándose de mano en mano entre conocidos y desconocidos. En 2002 el autor de Prensa Gulag editó en Madrid un compendio de su poesía bajo el título Todo mi corazón y otros agravantes, poemas escritos en La Habana y Madrid, cuyo poema El desterrado se estudió en 2005 en la universidad parisina de La Sorbona en el grupo de la catedrática Nuria Rodríguez Lázaro. Presentó en la Feria del Libro de Madrid 2006 Nada y otros cuentos del absurdo, de cercana filiación con el Teatro Francés del Absurdo, la obra de Frank Kafka y, por supuesto, los Cuentos Fríos del también cubano Virgilio Piñeira.

Julio San Francisco no perteneció nunca como escritor a ninguna institución oficial de artistas, no participó en ningún concurso auspiciado por la tiranía cubana, no editó ningún libro en editoriales cubanas y no hizo vida literaria en su patria.


jueves, 20 de agosto de 2009

PRE3SOOS CUBANOS EN HUELGA DE HAMBRE

Prisionero de conciencia cubano cumple 22 días en huelga de hambre

19/08/2009 | Directorio Democrático Cubano

Hermana se declara en huelga solidaria mientras autoridades comunistas hacen caso omiso

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José Daniel Ferrer García

Alfredo Domínguez Batista




Fotos de archivo – Cortesía de Payolibre.com

Las Tunas, Cuba. 19 de agosto de 2009. Directorio Democrático Cubano. Una huelga de hambre iniciada por dos prisioneros de conciencia cubanos ha cumplido tres semanas y ha inspirado una huelga solidaria por parte de la hermana de una de ellos.

José Daniel Ferrer García y Alfredo Domínguez Batista, encarcelados por el régimen comunista en la Primavera Negra del 2003, comenzaron la huelga en protesta por arbitrariedades y maltratos cometidos en su contra por parte de las autoridades carcelarias. Domínguez Batista fue trasladado el 14 de agosto a una prisión rural llamada El Potosí y allí su esposa Melba Santana Ariz lo pudo ver y constatar que había depuesto la huelga de hambre. Sin embargo, Ferrer García permanece hasta el momento en una celda de aislamiento en la Prisión Provincial El Típico, en Las Tunas.

Ana Belkis Ferrer García, hermana de José Daniel, se declaró en huelga el 13 de agosto tras reclamar los derechos de su hermano frente las autoridades de la provincia. En este momento, Ana Belkis se encuentra incomunicada en la ciudad de Santiago de Cuba realizando la huelga. Su servicio de teléfono ha sido interrumpido, así como el de Juan Carlos González Leiva del Consejo de Relatores de Derechos Humanos de Cuba quien ha seguido el caso de José Daniel con atención.

“La salud de Ana Belkis se va deteriorando. Tiene la presión arterial baja, dolores abdominales, mareos y todos los síntomas que provoca la falta de ingerir alimentos,” reportó el periodista independiente Raudel Avila por vía telefónica al Directorio Democrático Cubano.

Ana Belkis y Amalia García, madre de José Daniel, se plantaron en elsalón de espera de visitas de la prisión El Típico el 5 de agosto, de donde fueron removidas a la fuerza hasta su lugar de residencia el 8 de agosto. Estas Damas de Blanco no cesaron en sus reclamos por los derechos de José Daniel, recurriendo a las instancias del Partido Comunista en Las Tunas donde fueron reprimidas nuevamente. Ana Belkis se declaró en huelga el 13 de agosto.

Asmismo, los activistas Maiky Martorell Mayáns y Asdrúbal Delgado Pérez fueron detenidos en horas de la tarde el jueves 6 de agosto a la entrada a la prisión El Típico, cuando se disponían a brindar asistencia a los familiares de Ferrer García. Marta Beatriz Ferrer Cantillo, hija da Ferrer García, es una niña diabética y se encontraba aún sin tomar agua ni alimentos, razón por la que los activistas se dirigían al penal.

Mientras tanto, Ferrer García y Domínguez Batista fueron recluidos el viernes 7 de agosto en celdas de castigo por los carceleros del régimen totalitario en represalia por su reclamo no violento a favor de sus derechos.

José Daniel Ferrer García y Alfredo Domínguez Batista, ambos miembros del Movimiento Cristiano Liberación y reconocidos como prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional, cumplen 25 y 14 años de prisión, respectivamente.

Ferrer García tomó la decisión de comenzar su huelga al cumplirse meses desde que las autoridades del penal le prometieran la restauración de sus reglamentadas visitas familiares. Domínguez Batista protestó en contra de maltratos tales como negarle que salga al sol. Además reclaman una buena calidad de los alimentos y adecuada atención médica para los prisioneros políticos en condiciones graves de salud como Ariel Sigler Amaya, Alfredo Pulido López, Juan Carlos Herrera Acosta y Normando Hernández González

martes, 18 de agosto de 2009

CARTA DEL DR DARSY FERRER A CORONELA CASTRISTA

A: Sra. Coronela Walkiria

Jefa de la oficina nacional de atención a la ciudadanía del Ministerio del Interior.

De: Dr. Darsi Ferrer Ramírez.

Prisión “Valle Grande”, La Habana, Cuba. 10 de agosto de 2009.

Usted disculpe, pues no conozco su nombre completo ni tengo la certeza de que los mencionados sean sus cargos o grados militares correctos, así que no es por irrespeto sino por desconocimiento que la nombro de este modo.

Le escribo desde la prisión “Valle Grande”, donde estoy encerrado desde el pasado 21 de julio, en condición de preso. No le pido clemencia ni justicia, simplemente le recuerdo que soy un ser humano y deseo contarle las injusticias que sufro por el mero hecho de preferir un sistema político, económico y social distinto al vigente en nuestro país, y por realizar una labor social independiente del Estado, a favor de que mejore la difícil situación del pueblo cubano.

El jueves 9 de julio de 2009, para impedir que mi esposa y yo paseáramos por el malecón habanero, un lugar público de nuestro país, a donde invité públicamente a través de la Internet a otras personas que desearan compartir sueños comunes, sin otra intención, la seguridad del estado ordenó a la policía de la estación de Aguilera que nos arrestaran, nos hicieran un registro en nuestra casa, decomisaran algunos de nuestros bienes personales, y que más de ocho policías me agredieran esposado, los que me provocaron lesiones corporales y uno de ellos por poco me mata con una técnica de estrangulamiento.

Con mi esposa y yo detenidos en la estación la policía puso a un vecino que les sirvió de testigo en el registro a romperme la puerta de la casa con una pata de cabra de su propiedad, de esto son testigos los demás vecinos del barrio, como no pudo, entonces el instructor de la policía Abigail Milán León con número de chapa 36275 le dio una patada y la rompió, en presencia de nuestro pequeño niño de 8 años de edad recién cumplidos.

Me ocuparon durante el registro 2 sacos de cemento, 100 tiras de planchuelas de hierro de 1,50 metros de altura y 2,5 cm de ancho, varios pedazos de aluminio y dos ventanas de cristal y aluminio que desmontaron de la pared interior de la casa y se las llevaron, dejando la casa a expensa de que entre cualquier ladrón y mate o le haga daño a nuestra familia.

Hace más de dos años tenía no 2 sino 5 sacos de cemento, un poco de arena y algunos sacos de polvo de piedra, estos últimos no fueron de interés de la policía, los tengo tan escondidos que aún hoy la arena y el polvo de piedra permanecen en un rincón del portal de la casa que da a la calle, donde siempre los he guardado. Esos pocos materiales de la construcción me los regaló uno de mis pacientes, que le sobraron cuando terminó la reparación de su casa, sensibilizado por mi precariedad financiera y por el mal estado de mi casa. Es algo común en Cuba como usted conoce, que muchos médicos estemos obligados a resolver nuestros problemas personales con la caridad de pacientes solidarios que cuentan con posibilidades.

Las dos ventanas que me quitaron de la pared, al igual que las cuatro restantes y la puerta que están puestas en la casa, todas idénticas de cristal y aluminio, me las regaló nuestro querido amigo Agustín Hernández Lara, que además de la amistad era el profesor de Tae Kuon Do de nuestro pequeño. Él las iba a poner en su casa, pero cuando le confirmaron la salida del país, junto a su esposa Rebeca Villate y su hijastro Pedrito, no solo nos regaló las seis ventanas y las puertas, sino también el multimueble que tenemos en la sala y nos cambió el juego de sala nuestro, en muy mal estado, por el de ellos que está un poco mejor. Esto fue hace como un año, antes de que se marcharan para los EEUU por reunificación familiar. Desde esa fecha están puestas en la casa las ventanas y la puerta a la vista de todo el que pasa por el frente, pues vivimos en una casa con portal a la calle.

Las planchuelas de hierro las compré a un herrero, como mismo han hecho los millones de cubanos que tienen sus casas enrejadas, de eso hace más de dos años, después que nos robaron el 13 de marzo de 2005 y de que nunca aparecieran los malhechores ni los bienes perdidos, a pesar de la denuncia que hice en la estación de Aguilera. Incluso en todo este tiempo no logré reunir el dinero necesario para pagar la mano de obra que cuesta ese trabajo, por lo que no había podido hacer las rejas que le darían más seguridad a la casa.

En esta ocasión me negué al registro en mi domicilio porque unos 4 años atrás, el 29 de noviembre de 2005 varios policías en un patrullero se presentaron con una orden de registro, me decomisaron una laptó y una impresora que me regaló un amigo Checo, además de medicamentos que recibo con frecuencia enviados por personas que residen en el extranjero y que me las donan para que ayude gratuitamente a enfermos necesitados. También me decomisaron literatura, recordando los tiempos de la Alemania nazi, cuando los libros eran considerados armas nocivas y peligrosas. Luego aquellos militares me dejaron una citación, de la que aún conservo copia, para el otro día en la estación de Acosta. Al día siguiente los oficiales no se presentaron en la estación y nunca supe de mis bienes ni el por qué me los quitaron. No encuentro otro calificativo que no sea robo para denominar esa acción realizada por los uniformados que portaban una orden de registro.

Como antecedentes de arbitrariedades y atropellos que he sufrido por parte de esa policía de Aguilera cuentan entre otros:

- El día 31 de agosto de 2006 una veintena de policías allanó mi casa y me arrestaron sobre las 2:00 am de la madrugada, cuando me llevaron para la estación de Aguilera y dejaron a mi niño solo en la casa y le cerraron la puerta. Les pedí que lo llevaran conmigo y la respuesta fue que a ellos mi hijo no les importaba, en aquel momento solo tenía 5 años. Un vecino vio lo que pasó y a esa hora llamó a otro, que no menciono nombre por no perjudicarlos, y este tenía un carro, ambos fueron a Lawton y buscaron a mi esposa, ella cuando entró a la casa encontró al niño solito y la llave del gas del fogón abierta. Nuestro pequeño es asmático severo.

- El 19 de marzo de 2005, en horas de la mañana el señor Alexander López Meriño y otras 4 personas, invadieron mi domicilio y me agredieron físicamente, uno de ellos llegó a herirme en la muñeca derecha con un arma blanca. Este señor Meriño en ese momento era el jefe de servicio del Partido Comunista en el municipio 10 de Octubre.

- Ese mismo día por la tarde, más de 80 personas vestidas de civil entraron a mi casa y me sacaron a golpes hasta el medio de la calle. Algunos utilizaron para agredirme porras de goma, de los conocidos como tonfas, las que son armas oficiales de la policía. Ambos sucesos ocurrieron a la vista de todos mis vecinos. En ningún momento la policía tomó parte para cumplir su supuesto rol de proteger a los ciudadanos, a pesar de la magnitud de los actos de los cuales fui víctima. Aún conservo el certificado y fotos de las lesiones que me provocaron.

Precisamente uno de los integrantes de la turba agresora fue el señor vecino, el mismo por el que supuestamente la policía me trajo para la prisión por ofenderlo de palabra, después de que conocí que con una pata de cabra de su propiedad intentó en este último registro romperme la puerta de la casa, para que la policía entrara a efectuar el registro. Esto fue delante de todos mis vecinos del barrio.

También en Aguilera fue donde acusé al señor Peña, un militar de alto rango, que vive a unas manzanas de mi casa en la calle San Indalecio esquina San Bernandino el día 21 de marzo de 2008, mientras caminaba con mi pequeño niño me abordó en plena vía pública, me ofendió moralmente a toda voz delante de las personas y me amenazó con agredirme físicamente, sin razón alguna. Tengo copia de la denuncia, la que jamás procedió.

Este señor Peña tiene una pistola y con el nivel de impunidad que disfruta perfectamente me da un tiro cuando quiera. Además, como puede comprobarse fácilmente con las inmensas dificultades económicas que atraviesa el país, este señor pasó los dos últimos años, descargando decenas de rastras, “no sacos”, de materiales de la construcción en su casa y tenía una brigada de trabajadores particulares contratados y pagados por su bolsillo para que le construyeran, lo que no se corresponde con la llamada moral revolucionaria, y de hacerlo cualquier otro cubano común, se adoptaría como un delito grave.

Después de terminada la reconstrucción, la casa del señor Peña es una mansión de dos plantas y media, que abarca casi la mitad de la manzana, y que no tiene parecido alguno con ninguna de las viviendas de su entorno, y menos con la inmensa mayoría de las casas de los cubanos trabajadores. Su residencia sólo se asemeja a las que son propiedad de los burgueses y oligarcas de naciones capitalistas. Pero igual que con la denuncia por amenaza y ofensas, tampoco ese señor es objeto de registro o procesamiento penal, todo lo contrario.

En relación a la situación actual, el jueves 9 de julio de 2009 pasado, en horas de la tarde, tenía planificado pasear por el malecón, “casualmente” sobre las 12:00 pm del día aparecieron en la casa siete policías en dos patrulleros uno de ellos con número de chapa 1187 con una orden de registro, como explique anteriormente me negué al registro por las razones descritas, nos arrestaron a mi esposa y a mí y condujeron para la estación de Aguilera. Soy el dueño de la casa y quien se negó al registro, el arresto de mi esposa junto conmigo demuestra que la seguridad del estado mandó a encerrarnos para que ninguno de los dos pudiéramos ir al malecón ese día. A ella durante las once horas de arresto ni siquiera la entrevistaron. En horas de la tarde vimos a varios policías entrar a la unidad con algunos de nuestros bienes personales. Cerca de las 11:30 pm de la noche nos dijeron que podíamos marcharnos. Cansado de tantos abusos me negué a salir de la estación y le pedí pacíficamente a los oficiales que acabaran de encarcelarme. La solución que buscó la policía fue caerme a golpes para sacarme por la fuerza. En medio del lobby de la estación más de 8 policías, encabezados por un mayor que estaba de oficial de guardia superior, primero me esposaron para luego emprenderla a patadas, puñetazos y empujones. De ese modo violento me montaron en un patrullero y después a mi esposa, en el que nos regresaron a nuestra casa. Un guardia apodado Camagüey fue quien más se destacó en la golpiza, casi me mata cuando me aplicó en el cuello una técnica de estrangulamiento. A esa hora fui al cuerpo de guardia del hospital “10 de Octubre”, donde certificaron las lesiones corporales provocadas por la brutalidad policial.

De regreso en la casa es que me comentan algunos vecinos que mientras estábamos detenidos, el mismo vecino que el 19 de marzo de 2005 participó en la turba que me agredió salvajemente, esta vez tomó una pata de cabra e intentó romperme la puerta para que entrara la policía a mi casa.Acción que me provocó ira y reaccioné gritándole algunas ofensas a ese señor desde el portal de mi casa. Él ni siquiera abrió su puerta, que está en la acera de enfrente.

A la semana siguiente, el sábado 18 de julio de julio de 2009 por la mañana, mi esposa y yo viajamos a Pinar del Río por cuestiones familiares. Regresando el lunes en la tarde y el martes 21 de julio de 2009 a las 7:00 am de la mañana me despertó el policía Abigail Milán León con chapa 36275, junto a otros 3 policías con número de chapa 11370, 07827 y el tercero que dice que no tenía chapa, me pidieron que los acompañara en el patrullero 1187 hasta la estación de Aguilera. Allí me enseñaron unos papeles que no firmé y media hora más tarde ya estaba preso, en esta prisión de Valle Grande, acusado, según me dijo unos de los policías, de atentado a mi vecino, el mismo que con su pata de cabra forcejeó la puerta de mi casa intentando romperla y que 4 años atrás me cayó a golpes junto a otras 80 personas que me provocaron lesiones físicas, y contra el cual nunca tomé represalias.

Más allá del circo montado por la seguridad del estado, para el que utilizó a la policía de Aguilera, la razón por la que estoy confinado detrás de estas rejas y muros, sobreviviendo en condiciones precarias, es para castigarme por no dejar que me arrebaten mis sueños de libertad, por aspirar que en nuestra nación la justicia, la equidad y las oportunidades sean una realidad que permita a todos los cubanos la posibilidad de una vida digna, por no permitir que me quiten la esperanza. Y sobre todo para que la ley sea una sola y para todos por igual, lo que no ocurre en el presente.

Mi situación no es exclusiva, simplemente representa un hecho más en medio de un gran océano de injusticias. Si usted también considera que por tener una opinión política distinta a la del gobierno debo sufrir un trato discriminatorio, entonces tire este papel y encuentre el modo de seguir viviendo sin cargo de conciencia. Pero si para usted tiene significación el sacrificio de patriotas como José Martí, Máximo Gómez, Antonio Maceo y muchos otros, que ofrecieron su vida por el pueblo cubano, entonces investigue lo expuesto e influya en la situación de otras tantas víctimas de injustificables arbitrariedades y atropellos.

Yo seguiré preso físicamente pero soy un hombre libre de espíritu y de conciencia.

Dios la bendiga a usted y su familia,

Dr. Darsi Ferrer Ramírez.

Nota: De estos hechos y otros que no mencioné, pueden dar fe la inmensa mayoría de mis vecinos, los que han sido testigos presenciales.

Dirección de nuestra casa: Calle San Bernandino # 265 entre Serrano y Durege, Localidad Santo Suárez, Municipio 10 de Octubre, La Habana, Cuba.

Nombre de mi esposa: Yusnaimy Jorge Soca. Teléfono: 05-2732793