NUEVA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS.
INFORME DESDE LA ISLA DEL AZUCAR
PALABRAS PRELIMINARES.
INFORME DESDE LA ISLA DEL AZUCAR
PALABRAS PRELIMINARES.
Este nuevo trabajo de la NSEAP (Nueva Sociedad Económica de Amigos del País), es el resultado de las discusiones de un grupo multidisciplinario integrado por políticos, científicos, investigadores, escritores y artistas; que ocuparon altos cargos de las OACE, la dirección politica, órganos de la Defensa y en los medios culturales. Su objetivo principal: precisar las condiciones y causas que motivaron el fracaso de los más importantes, y costosos, proyectos económicos cubanos, y el pobre desempeño de la economía de la Isla en los últimos cincuenta años y proporcionar un documento que sirva de marco a una discusión publica que contribuya a evitar que dicho fenómeno se prolongue poniendo en riesgo la propia existencia de la nación.
El inicio de estos trabajos se sitúa entre el 2001 y el 2005; las discusiones y el informe final a partir de esa fecha. El tiempo que cubre este trabajo, lo complejo de los temas que aborda y las dificultades para la obtención y análisis de las informaciones prolongaron, por casi diez años su emisión.
Un segundo trabajo del Comité, programado para Junio del 2008, abordara el estudio del bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba sus efectos y consecuencias, reales, sobre la economía cubana.
NUEVA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS
LA REPUBLICA. 1902-1959. pagina 1
LOS CINCUENTA AÑOS DE FCR. 4
DIEZ AÑOS QUE ESTREMECIERON A CUBA. (1959-1970). 6
MEGAPROYECTOS 8
CUBA DECRETA EL CAOS ECONÓMICO (NSDE) 10
La “ofensiva” revolucionaria. 12
Lucha contra el burocratismo. 13
Movimiento de Avanzada.
Ley 270. 14
Escuelas en el campo
El Banco Nacional de Cuba y el Control del NSDE. 15
El azul y el negro. 17
CUBA EN EL CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica). 18
El COSTO DE LA GUERRA.
EL PERIODO ESPECIAL. 23
EL 1993. 25
REMESAS DEL EXTRANJERO E INGRESOS EN DIVISAS
RETOS Y ENIGMÁS DE LA ECONOMIA CUBANA 27
SIN AZUCAR NO HAY PAÍS
MINERIA Y PETROLEO.
EL MERCADO LABORAL 29
DIFERENCIAS REGIONALES: ORIENTE-OCCIDENTE
EL SECTOR EXTERNO 30
EL BLOQUEO ESTADOUNIDENSE A CUBA 31
CUBA HOY. 35
AZUCAR.
AGROPECUARIA
INFRAESTRUCTURA Y VIVIENDAS 36
INVERSIONES. 37
La POBLACIÖN TAMBIEN DECRECE 38
La DEUDA EXTERNA. 39
ESTADISTICAS. 40
LA REPUBLICA. 1902-1959.
Los primeros cincuenta años de Republica, 1902-1959, fueron turbulentos, inestables, sangrientos y corruptos; la violencia politica era endémica. Los golpes militares, alzamientos y movimientos armados de 1906,1912, 1916, 1933,1935 y 1952 fueron verdaderas guerras civiles, con un elevado número de presos, muertos, y desaparecidos; en especial el de 1933, contra Machado, por verificarse en medio de la crisis mundial de 1929 que paralizo el ochenta porciento de las actividades económicas de la Isla.
Como consecuencia de todo ello el país tuvo, ocho presidentes “electos”; más doce provisionales y dos dictadores, Machado y Batista. A ello, deben sumarse las intervenciones militares norteamericanas en aplicación de la Enmienda Platt, en la ultima de ellas las tropas norteamericanas permanecieron en Cuba por varios años; una mediación, la de Welles; y el nombramiento de un procónsul, Crowder, que presidio sobre dos gobiernos cubanos.
Al establecerse, en 1902, después de una cruenta guerra marcada por la destrucción causada por una politica de tierra arrasada, aplicada por ambos contendientes, donde se quemaron sembrados, centrales azucareros, edificaciones, viviendas; una reconcentración de personas y ganado, por parte de las autoridades españolas, que envió toda la población campesina a instalaciones en las poblaciones y ciudades.
La Isla quedo en ruinas unas pocas instalaciones, especialmente en Occidente, lograron salvarse de la tea incendiaria.
El azúcar, la ganadería, el tabaco y el café, principales rubros de producción, habían quedado seriamente afectados; lo mismo que caminos, viviendas y la población.
A pesar de las difíciles condiciones, de todo tipo, en la que arriba a su Independencia, en especial la limitación de la soberanía politica impuesta por la Enmienda Platt; Cuba logra, en treinta años, quintuplicar su producción azucarera, gracias a una multimillonaria inversión norteamericana, llegando a producir cinco millones de toneladas anuales; recupera, asi, su posición como mayor exportador del dulce en el mundo.
En estas tres primeras décadas la Republica alcanza y sobrepasa los tres millones de población; con más de un millón de inmigrantes, la mayor parte blancos europeos.
El primer gobierno cubano, Estrada Palma, continúo con los planes de saneamiento de las condiciones en ciudades y poblados, de educación y obras de infraestructuras, comenzados por el gobierno interventor norteamericano, logrando resultados positivos. Su propósito de modificar la constitución y prorrogarse en el poder desato la primera guerra civil; que trajo como consecuencia una nefasta segunda intervención norteamericana, de corta duración, cuyo principal aporte fue el consolidar la corrupción administrativa y el robo de fondos públicos; en contraposición con la honestidad administrativa observada por Estrada Palma.
Es tambien, en este periodo, que completa su infraestructura básica con carreteras y ferrocarriles nacionales y azucareros, miles de kilómetros de vía, instalaciones portuarias de primer orden, todo lo anterior en función de la producción de azúcar; aumentan en similar proporción las producciones tabacalera, ganadera, cafetalera y de la agricultura no cañera.
En el terreno industrial, aparecen y se consolidan los sectores energéticos y de comunicaciones, una creciente industria de elaboración de alimentos y ligera. La construcción de viviendas, de todo tipo, se incrementa hasta acumular alrededor de dos millones de viviendas a finales de la década de 1950
Como resultado de todo ello el PIB de Cuba se cuadriplica; al tiempo que se produce una notable concentración de la riqueza en manos de la elite blanca; mientras que se consolida un modelo social excluyente, donde negros y mulatos viven con menos del 10 porciento de los ingresos del país, este grupo es, desde el inicio de la Republica, el 70% de todos los pobres del país.
La población de Cuba pasa de, un millón quinientos mil habitantes, en 1899; a más de cinco millones seiscientos mil, en 1958; a pesar de haber abandonado el país cerca de seiscientos mil de los inmigrantes blancos arribados entre 1910-1932.
En el terreno educativo el logro más importante es la alfabetización, incluido el sector negro, que en los primeros cuarenta años de republica logra alcanzar los niveles de la población blanca; la universidad alcanza los 55 mil egresados en estas, casi, seis décadas.
Los favorables resultados económicos de la joven Republica en sus primeros cincuenta años se obtienen en medio de dos guerra mundiales y un conflicto internacional: la guerra de Corea, en la que Cuba alcanza su mayor producción de azúcar 6,1 millón de toneladas; todo ello se logra a pesar de las constantes luchas armadas, golpes de estado y conflictos electorales en el seno de la sociedad cubana.
Capitulo aparte merecería la corrupción que afectaba a todos los poderes del estado, al sector privado y a la sociedad cubana, en especial a la Habanera que, por su extensión no puede ser tratada en el presente trabajo, baste decir que cálculos conservadores, sitúan en, no menos, de 20 mil millones de dólares (de 1945) lo sustraído por los gobernantes cubanos, y sus camarillas, en estas primeras décadas
Aun asi, en medio de las más adversas situaciones imaginables, la Isla habia alcanzado, en sus primeros cincuenta años, resultados económicos sorprendentes y superaba en todos los indicadores económicos al resto de los países latinoamericanos y, a por lo menos seis naciones europeas que hoy se encuentran entre las más industrializados del planeta.
El sector externo. Entre 1902-1958 la balanza comercial opero con saldos positivos; tan solo en tres años, 1907, 1921 y 1958, fueron estos desfavorables a la Isla. Las finanzas externas del país concluyen este periodo sin compromisos o deudas con otras naciones o entidades extranjeras.
LOS CINCUENTA AÑOS DE FCR.
El último medio siglo de historia de Cuba transcurre bajo el gobierno surgido al triunfo de la Revolución, Enero de 1959, que hasta la fecha se mantiene en el poder. A el corresponde la responsabilidad por los resultados económicos obtenidos en este periodo.
Durante estos cincuenta años el país ha tenido un solo gobierno y gobernante: Fidel Castro Ruz; (1959- Feb. 2008) quien se mantuvo ininterrumpidamente en el poder.
FCR ha gobernó durante más tiempo que todos los anteriores Presidentes de Cuba, considerados en su conjunto; y dos y media veces que el de mayor permanencia, el dictador Fulgencio Batista, quien acumuló dieciocho años en el poder.
Durante la primera década, 1959 y 1970, la Isla registró violentos cambios que modificaron los fundamentos económicos sobre los que habia sido erigida la Republica dando paso a un modelo basado en la propiedad estatal, centralmente planificado y socialista; ocasionando profundas transformaciones en la estructura económica-politica; de larga duración y prolongados efectos.
En esta etapa se suceden una serie de eventos y medidas económicas, algunas de ellas impulsadas por la dinámica del proceso revolucionario; otras, por decisión y voluntad de su principal dirigente, que van a crear un marco de relaciones institucionales e internacionales que determinaran el siguiente medio siglo.
En la mayor parte de este tiempo, las acciones exteriores del Gobierno cubano tienen prioridad sobre las desarrolladas al interior de la Isla.
La primera y más importante de todas es la ruptura de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba; y la instauración de una virtual situación de guerra entre ambos estados, que aún se mantiene.
Las relaciones entre los dos gobiernos, siempre fueron complejas; estaban caracterizadas por la dependencia y subordinación de la Isla a su poderoso vecino del Norte que durante los primeros cincuenta años mantuvo su tutelaje e interfirió en todos los eventos internos de un país que, económicamente, dominaba desde la primera mitad del siglo XIX, cuando aun era colonia española, y donde poseía más inversiones y propiedades que en todas las naciones latinoamericanas; para finales de1960, no quedaba nada de ellas.
El enfrentamiento USA-Cuba, tiene su origen en la no aceptación, por parte de la potencia del Norte, de un cambio de régimen que destruía su poder sobre la Isla, al eliminar a los grupos sociales a través de los cuales mantenía su control; lo que la conduce a adoptar, desde los primeros meses, una política de hostilidad contra el recién estrenado gobierno Cubano; aún antes de que se produjeran las primeras medidas de cambio; según establecen documentos secretos desclasificados por el Gobierno estadounidense.
La hostilidad inicial pronto se convirtió en planes de desestabilización y ataques directos contra el gobierno cubano; que culminaron con la derrotada, en tres dias, invasión contra la Isla por Playa Girón, concebida a partir de ataques aéreos, desembarcos aerotransportado y navales de una brigada, reforzada con blindados y aviación de apoyo.
Antes, y en rápida sucesión, EE.UU. había eliminado la cuota azucarera e impuesto una serie de restricciones al comercio bilateral que, tras constantes adiciones se convirtió en la Ley de Bloqueo; y rotó las relaciones diplomáticas, después de una profunda y expropiadora Ley cubana de Reforma Agraria, 17 de Mayo 1959, que limitaba a treinta caballerías el máximo de tierras por propietario; el 60% de todas las tierras agrícolas del país, paso a manos del estado cubano que carecía de las estructuras administrativas adecuadas; del personal técnico o profesional para su explotación; y que nunca más fueron usadas con eficiencia y rendimiento.
Una segunda Ley de Reforma Agraria (Oct / 1965), reduce el máximo de tierras en manos privadas, a cinco caballerías, aprox. 72 hectáreas; ahora, el 93% de las tierras agrícolas de Cuba eran de propiedad estatal.
Antes, en menos de dos años habia confiscado todas las compañías y bienes de ciudadanos norteamericanos; el 99% de todas las posesiones estadounidenses en la Isla, pasó a manos del Gobierno revolucionario; en respuesta a medidas contra Cuba adoptadas por Estados Unidos. Junto a ellas, pasaron las propiedades de capital cubano.
Tan solo veinte meses después de Playa Girón, en Octubre de 1962, la presencia en Cuba de cohetes soviéticos de mediano alcance con proyectiles nucleares, más de cien, desencadena la mayor confrontación de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que condujo al mundo al borde de un cataclismo de proporciones bíblicas.
Evitado, finalmente, en discusiones entre las dos superpotencias, con un compromiso verbal, que garantizaba la suspensión de acciones militares directas de los EE.UU. contra territorio de la Isla.
Desde el inicio de la confrontación USA-CUBA, el Gobierno cubano comienza el apoyo a diferentes movimientos de liberación de A. Latina que culminan con la caída del Che Guevara, en Bolivia, 1967.
Desaparecido Guevara, Cuba desplaza su actividad hacia el Continente africano, donde participa, primero, en numerosos conflictos en apoyo de los movimientos guerrilleros en las colonias portuguesas, belgas y francesas; el iniciador de esta actividad fue el propio Guevara, con su participación en la guerrilla a del Congo, a mediados de 1965.
Del apoyo al movimiento guerrillero pasa, a mediados de 1975, a una guerra convencional, prolongada y costosa: en Angola, que va a extenderse por 16 años, en la que participan 450 mil combatientes cubanos; donde su real contendiente será la Republica de Sudáfrica, principal potencia económica y militar del continente; que contaba con el noveno ejercito del mundo; poseedora, además, de armas nucleares.
En medio del conflicto de Angola, Cuba se involucra, en otra onerosa guerra africana de gran intensidad, entre Etiopia y Somalia; al que envía cerca 20 mil combatientes cubanos.
Aun sin concluir sus campañas africanas, el gobierno de Cuba relanza su participación en el conflicto centroamericano, apoyando a los movimientos de liberación de Guatemala, Nicaragua y el Salvador; otro prolongado y sangriento conflicto que se extiende por diez años.
De 1965 a 1990, todos los conflictos en los que Cuba participa van a tener carácter externo; mientras en la Isla reinaba la normalidad y el orden.
En estos años Cuba se ve envuelta en más de 50 conflictos, en África, Asia y A. Latina; tres de los cuales son de alta intensidad e implicaban riesgos extraordinarios: Angola, Etiopia y Granada; este último por el choque directo, por primera y única vez en nuestra historia, con tropas norteamericanas.
La única potencia que en estos años interviene en mayor número de conflictos extranjeros es los EE.UU. de Norteamérica.
Al tiempo que Cuba desarrollaba esta complicada agenda militar externa, sus FFAA figuraban entre las mayores del mundo; y eran las mayores y más poderosas del continente americano; superiores a las de Brasil, Méjico y Argentina.
NUEVA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS
DIEZ AÑOS QUE ESTREMECIERON A CUBA. (1959-1969).
En tan solo una década la economía cubana iba a tomar un derrotero imprevisible, que no respondía a ningún proyecto, programa o modelo, del que carecía el movimiento revolucionario triunfante encabezado por FCR.
Todos los cambios y medidas adoptadas en estos diez años respondieron; en primer lugar a decisiones individuales y, a esquemas teórico apartados de la realidad cubana; que el amplio espectro político cubano de esa época no compartió por considerarlos excesivos, peligrosos y sobre todo, poco prácticos; desde el Presidente de los Hacendados de Cuba, Caiñas Milanes, hasta Blas Roca, Secretario del PSP (comunista).
Las primeras medidas adoptadas por el gobierno revolucionario tienen como objetivo la redistribución del ingreso por distintas vías; la primera de ella, la reducción de precios. Para su aplicación no se efectuaron investigaciones, cálculos o análisis previos; en menos de 90 dias se redujeron los precios, en más de un 50%, de: los alquileres, el teléfono, la electricidad, los libros de enseñanzas, y fármacos; entre otros,
Estas medidas, estaban diseñadas para favorecer a los sectores de bajos ingresos, sin embargo, se aplicaron a todo la población, provocando un incremento inmediato y sustancial en la liquidez; que aumentó el consumo personal y la demanda de importaciones, de las que dependía, en cerca de un 65%, el mercado cubano.
Al mismo tiempo expandía, por la vía del sector no productivo, el empleo logrando la incorporación al trabajo de algo más de medio millón personas en tres años, a ellos sumo otros trescientos mil puestos al convertir el trabajo de la industria azucarera, el agrícola y el industrial, de temporal en permanente.
El incremento de la liquidez en manos de la población desato presiones inflaccionarias que se agudizaron a extremos críticos, con la supresión de las relaciones comerciales con los Estados Unidos, 1960, qué suministraba el 70% de todas las importaciones cubanas y la supresión de la cuota azucarera norteamericana; los principales intercambios comerciales con el país del norte que era la principal fuente de divisas de su economía.
Con ello se propicia la primera crisis del periodo, que va acompañada de una reducción violenta del consumo personal; agravada por el desplome de la producción alimentaría nacional resultante de la estatización de la agricultura, que se completa, con una nueva intervención de las tierras de propiedad privada en la que se reduce a 70 hectáreas (5 caballerías) el máximo de tierra en manos de los agricultores individuales.
Al concluir 1965, el 96% de todas las propiedades: financieras, industriales y agrícolas de Cuba, pertenecían al estado cubano con toda la complejidad derivada del hecho; en especial la falta de personal dirigente, técnico y administrativo calificado, que se iba a agravar con nuevas he inesperadas medidas del régimen que van a agudizar la situación debido al abandono del país por los gerentes y directivos de las entidades intervenidas, en su casi totalidad.
Ese mismo año 1965, FCR reconoce, internamente, que la Reforma Agraria esta a punto de fracasar por completo; la caída constante de los rendimientos y la producción a partir de la reforma agraria (estatización); estaban seriamente afectadas: el azúcar, la ganadería y todos los cultivo; el marabú habia invadido los feudos intervenidos inutilizando tierras anteriormente productivas; atribuye el hecho a Carlos Rafael Rodríguez (CRR) y sus métodos burocráticos (soviéticos), para solucionar el problema; decide destituir a éste como Presidente de INRA y asumir directamente sus responsabilidades y completar la estatización de todas las fincas mayores de cinco caballerías (70 hectáreas), con lo que agrava el problema.
Unos meses antes de la destitución del Ministro Presidente del INRA, y de que FCR se hiciera cargo de este organismo, comenzó a notarse la ausencia en actos oficiales y públicos del legendario guerrillero Ernesto Che Guevara después de pronunciar un controvertido discurso ante los No Alineados, en Argel, donde denunció el intercambio desigual en el comercio entre los países socialista y el Tercer Mundo y los beneficios que obtenían del mismo. Dicho discurso sólo se publico en Cuba cuarenta años después de pronunciado.
Che Guevara, quien se habia desempeñado durante un breve periodo al frente del Banco Nacional, fue posteriormente designado como responsable de toda la actividad industrial, 1962, es a el que se debe la creación del Ministerio de Industria.
El titular del INRA, Carlos R. Rodríguez y el de Industria; Guevara venían sosteniendo una polémica sobre los sistemas de dirección de la economía: autofinanciamiento o Presupuestario, iniciada en la Asamblea Nacional de producción de 1960; a la que se sumo, posteriormente, el entonces Ministro de Comercio Exterior, Comandante Alberto Mora, área clave de la administración del país, a favor del autofinanciamiento, En un breve periodo desaparecen los tres, de la escena nacional.
En menos de cinco años al frente de M. de Industria, Guevara logra integrar y convertir un variado conglomerado de cientos de plantas fabriles, de múltiples ramas y sectores en un ente funcional y capaz, dirigido por un organismo central; el modelo que siguió para ello fue el de los grandes monopolios norteamericanos, algunas de cuyas filiales estaban ahora bajo su control; y cuya organización y dirigentes mantuvo cuanto le fue posible; respetó sus sistemas organizativos y trató, por sobre todo de conservar su contabilidad y disciplina financiera; los que hizo extensivos a otras áreas que carecían de el.
Bajo su dirección estaban agrupados el 93% de toda la actividad industrial de Cuba que, con más de tres mil millones de valor de producción anual, representaba el 55% del PSG; sus 540 mil trabajadores (1966), 25% del total nacional; bajo su mando estaban las dos plantas de níquel, las más modernas y mayores del mundo, que logro ampliar y mantener funcionando; refinerías de petróleos, fabricas de neumáticos, cemento, toda la industria azucarera, la metal metalúrgica, la ligera, la alimenticia, de materiales de Construccion, la química y la grafica.
Este imperio productivo, con sus virtudes y defectos, era uno de los pocos ejemplos de orden en la enorme confusión de la Isla durante estos primeros años.
Para 1966 FCR, ahora con el control de las principales áreas de la economía de la Isla bajo su mando, Industria, INRA, Comercio Exterior y Banco Nacional, donde se concentraba el mayor numero de cuadros técnicos y profesionales con amplia experiencia gerencial, lanza sus “megaproyectos experimentales” con el propósito de tratar de revertir el fracaso de la reforma agraria.
Estos, abarcaban sectores agrícolas claves: azúcar, arroz, ganadería, café y cítricos; la revolución verde cubana que contaba como su componente esencial un poderoso eje recién descubierto por FCR: los créditos bancarios capitalistas.
Es en este momento en que FCR, redefine la línea estratégica lanzada en 1959 de industrializar la Isla; la orden del día y consigna única, ahora, es:” La agricultura, futuro y salvación de Cuba; para ello deberán enfrentarse enormes cambios en la administración, la educación y la localización de los sembrados; se eliminaran divisiones “artificiales” a fin de acercar las cañas a los centrales, afectando cultivos tradicionales y la producción alimentaría; se desmontaran otras áreas para convertirlas al café (cordón de la Habana). Todas estas ideas, apenas esbozadas, exigirán un ingente trabajo e importantes inversiones.
La coyuntura internacional favorece la consecución de importantes prestamos en Francia, España, Suecia, Japón e Israel, entre otros, que interesados en el nuevo mercado de la Isla, antiguamente patrimonio de los norteamericanos, que se abre, ahora, como un nuevo destino promisorio para sus bancos e industrias; facilitan abundantes créditos, en especial los vinculados a la agroindustria, que es donde se aplican integralmente; las cosechas de café, el azúcar y sus derivados son colaterales.
Este será el origen de una deuda externa de miles de millones de dólares que se acumula en unos pocos años y que, ante el fracaso de dichos proyectos aun gravita sobre la economía cubana; por los que el país ha debido pagar intereses multimillonarios; en algunos casos, ascendentes a varias veces el monto del principal.
Es este inesperado respaldo financiero, que se habia gestado por el BNC y el MINCEX, el que permite enfrentar los crecientes gastos en divisas de los megaproyectos agrícolas que marcan el lanzamiento de una nueva fase en la que la Isla elimina todos los proyecto industriales, que no estén relacionados directamente a la línea agrícola de FCR y el buró político.
Era la adopción de un camino sin retorno en el que se perpetuaba el monocultivo azucarero y la dependencia, ahora con el mercado soviético, de la agricultura tropical, riesgosa, variable y con un alto componente lúdico.
La incorporación de las “tierras vírgenes”, a los megaproyectos da origen a la Brigada Che Guevara, todos van a terminar sin excepción en costosos fracasos; estaban signados por la precipitación, carencia de personal calificado, falta de investigaciones y proyectos previos; desproporcionados por la magnitud de la inversión, en cada uno de ellos se gastaron decenas de millones de dólares y miles, millones de horas-hombres de trabajo ; hoy no queda ninguna señal física de su existencia; nunca se mencionan, ni son señalados en la historia oficial.
En este enorme esfuerzo se confería a la exportación del café y al azúcar el papel de principales financiadores del resto de los megaproyectos y micro planes. Ante el fracaso de estos, quedaría la tradicional azúcar como única fuente de divisas para el país.
MEGAPROYECTOS:
A continuación se relacionan algunos de los principales planes concebidos en este convulso periodo:
La recuperación al mar de la ensenada de Broa (unir la Isla de Pinos con Cuba).
- Desecación de la Cienaga de Zapata (humedal de la Costa Sur de miles de caballerías).
- Modificación genética de toda la masa ganadera cruce F1, F2, para obtener un híbrido capaz de producir leche y carne.
-Pastoreo intensivo “Voisin”. Implantación de un metodo experimental francés en los millones de hectáreas dedicados a la ganadería cubana.
-La “Brigada Che Guevara.” Recuperación de tierras “vírgenes”, en verdad erradicación del marabú que cubría la mayoría de las tierras estatizadas, para otros megaproyectos en desarrollo: el azucarero, ganadero, citricola y arrocero. Más de quinientos equipos pesados y cientos de camiones franceses, apoyados por los zapadores del ejercito para limpiar el terreno de enemigos, árboles centenarios; avanzaron desde el Valle del Cauto, hasta Pinar del Rió dejando tras si cientos de miles de hectáreas de tierras desbrozadas, la mayoría de ellas nunca llego a cultivarse.
Tan solo en la importación de equipos de construcción y transporte el gasto superó los seiscientos millones de dólares (1968).
El desastre ecológico creado por el paso de la Brigada de oriente a occidente aun no ha sido debidamente estudiado, pero sus efectos desertificadores y sobre la fauna fueron devastadores y aún prevalecen.
-Cordón de La Habana. Empleo de tierras urbanas y suburbanas de la Capital y otras ciudades en la producción de cafetos.
-Plan arrocero de las provincias occidentales (Plan Costa Sur).
- Plan ganadero y lechero; nacionales con énfasis en el Plan Costa Norte de
las provincias occidentales (Habana-Matanzas-Santa Clara).
-Autopista Habana-Santiago de Cuba (980 kilómetros) construidos 300.
-Zafra de los Diez Millones. A este megaproyecto se subordinaron todos los medios, fuerza de trabajo y recursos de Cuba, durante más de tres años para lograr producir 10 millones de toneladas de azúcar en una zafra
Desde dos años antes los ministerios de la Construccion, el azúcar, transporte, sidero-mecánica, comercio exterior; entre otros, dedicaron todo sus esfuerzos a los 10 millones.
Para tratar de alcanzar este objetivo se toma una decisión aventurada: cambiar el secular sistema de explotación de la caña y modificar las semillas tradicionales, avaladas por décadas de experiencia, por nuevas variedades de mayor rendimiento (Barbados, Cubas etc., etc.), pero con escasa o total ausencia de investigación sobre su adaptación a la Isla, que terminaron degradándose y haciéndose vulnerables a las plagas criollas.
Estas nuevas variedades presuponían la resiembra anual del 30% de toda el área cañera, ciento de miles de hectáreas cada año; una colosal inversión desconocida en la centenaria historia de la gramínea en Cuba.
El corte y transportación de la caña, tambien sufririan dramáticos cambios que presuponían; desde la sustitución del tiro animal por camiones, hasta centros de acopio; en lugar de los chuchos y el ferrocarril tradicional.
Estas innovaciones cuadruplicaban el costo de producción y requerían fuertes inversiones en nuevos caminos; equipos de transportes y centros de acopios, (proceso intermedio) ahora necesario, por el cambio en la modalidad de corte y la transportación.
Todo ello con vista a triplicar la producción de azúcar, lo que no se logra.
Todas estas innovaciones no arrojaron los resultados esperados y tanto, el rendimiento agrícola, como industrial lejos de incrementarse, bajaron; determinando el estancamiento de la producción azucarera y su posterior declinación.
Para lograr este objetivo se lanzaran durante los próximos cuatro años cambios estructurales y organizativos que al concluir habrán destruido los cimientos mismos de la Republica.
Una vez iniciada la molida toda la fuerza de trabajo del país se empleó en tareas relacionado con ella; cientos de instalaciones fabriles, oficinas, escuelas, universidades, prisiones, ministerios fueron cerrados y su personal enviado a la caña; Se calcula que durante el periodo de esta movilización, al menos dos millones de hombres, fueron empleados en tareas relacionadas con la zafra.
El costo total de esta zafra de 1970, quizás nunca pueda ser establecido debido a los cambios institucionales introducidos, por FCR, pocos meses después de asumir el control de la economía cubana; aun asi, empleando índices e informaciones anteriores y extrapolándolas a la nueva situación, las nuevas inversiones; gastos directos e inducidos, hasta de tercer orden, excede los dos mil quinientos millones de dólares.
Al final, se produjeron solo 8 millones de toneladas en, algo más de 150 dias de molida; se molieron 80 millones de toneladas de caña a un rendimiento promedio industrial de 10,0%, contra el 12,5% histórico. Se exportaron menos de siete MM de toneladas; por un valor de 800 millones de pesos. Debido a los bajos rendimientos, el nivel de mieles finales (subproducto) fue de 2,9 millones de toneladas; el doble que en zafras normales, por cuya exportación sólo se recibieron 17 millones de dólares.
Dieciocho años antes, en 1952, la Isla había producido 7 millones doscientos noventa y ocho toneladas, para ello molieron 59,5 millones de toneladas de cañas a un 12,26% de rendimiento, en 120 dias de molida.
Cuba decreta el caos económico.
Las estrechas relaciones económica, financieras, y mercantiles con el mercado norteamericano por más de un siglo, contribuyeron a la formación en la Isla de un eficiente y extenso sistema contable, de control económico-financiero que llegaba hasta los últimos rincones de Cuba; junto a ello surgió una extensa red bancaria, imprescindible para la financiación de estas operaciones, ambos al mayor nivel de la técnica de su época.
Para 1958, la Isla era considerada como ejemplo de excelencia en este difícil campo; por encima de toda A. Latina y del resto del Tercer Mundo; y de la mayor parte de los países de Europa Occidental.
Por razones que aun permanecen desconocidas, en 1966, después de lanzar sus megaproyectos, el Gobierno Revolucionario inicia un experimento general: la ofensiva contra las leyes de la economía y algunos de sus principales instrumentos; el primero de ellos: la contabilidad fue el objetivo visible; antes se habían eliminado las relaciones monetarias mercantiles, RMM; el objetivo final: eliminar el dinero.
Las ideas fueron explicadas, por el entonces, Presidente Osvaldo Dorticós, como: “las concepciones de la Revolución Cubana y estaban en franca contradicción e inevitable pugna con las otras concepciones sobre como construir el socialismo”. (“Acerca de los Principios y Concepciones referentes a la Dirección de la Economía”, Septiembre 19 de 1967; Pagina 5, 4to párrafo)
Se trataba, nada más ni nada menos: “que de crear su propio Sistema de Dirección de la economía, con sus concepciones teóricas” y asi lo anuncio, el entonces tambien titular de la Junta Central de Planificación.
El evento se efectúa por orden y acuerdo del Buró Político y su Secretario general, FCR, el acto fue celebrado el, 17 de Septiembre de 1967, un mes antes de la muerte, en Bolivia, de Ernesto Che Guevara; estaban presentes un escogido auditorio integrado por Ministros y cuadros dirigentes del sector económico; entre ellos Carlos Rafael Rodríguez, miembro del BP; Orlando Pérez, Presidente del Banco Nacional de Cuba; Marcelo Fernández, ministro de comercio exterior; Jose Llanuza, Ministro de Educación; los Embajadores en los países socialistas y los estudiantes de economía becados en el extranjero.
Siempre de acuerdo con la explicación del Presidente Dorticós:
“El documento fue elaborado, modificado, revisado, ampliado y discutido en el seno del Buró Político” (Pag.8 párrafo 2).
“Las cuestiones fundamentales que se plantean son estas: ¿que nos proponemos o que postulamos? En primer lugar, la supresión en esencia y la forma, en todo el sector de la economía estatal, de las relaciones mercantiles.”
Segundo- El ordenamiento en primero y segundo obedece a un intento de numeración y no de jerarquización de las cuestiones: La convicción y postulación teórica y práctica de la no vigencia de la ley del valor en la economía socialista en su etapa de transición.
Tercero: La supresión total, en el sector estatal de la economía, de las finanzas. (Pag. 11)
“Y por lo tanto no cabria hablar de autofinanciamiento o de autogestión. Y, además, tampoco de financiamiento presupuestario. Se trata de la supresión de las finanzas en el sector estatal. Continuaran los recursos financieros para los salarios de los trabajadores; para el crédito al sector privado, para las relaciones internacionales y para el intercambio entre el sector estatal y el privado.”
La mención en el párrafo anterior al autofinanciamiento y el financiamiento presupuestario esta relacionada con la polémica sobre métodos de dirección de la economía ya mencionada.
Continúa el Presidente:
“Pero dentro del sector estatal, es decir las empresas u organismos productivos estatales entre si, transferirán sus productos sin que medie ninguna relación mercantil, ni siguiera formal; por lo tanto, sin que medie cobro y pago; al no mediar ni cobro ni pago, hagan falta finanzas.”
“Se suprime, por lo tanto el Presupuesto; se suprimen, por lo tanto, las finanzas. Hay una transmisión física.”
“Desde luego que el Banco Nacional inmediatamente se ve afectado. Se elimino el Ministerio de Hacienda, encargado de entregar esos fondos financieros.”
“De manera que desaparecen las Finanzas, el Presupuesto, la Planificación financiera estatal y desaparece el Banco del que va a quedar el rotulo ese, de bronce, que tiene en la fachada que dice: Banco Nacional.” Págs. 12-15.
Todo el complejo entramado de la Ley del Valor, RMM, circulación monetaria, controles fiscales, presupuestos, contabilidad y auditoria, entre muchos otros, son sustituidos por unos pocos documentos; el más importante de ellos es el llamado de entrega- recepción; que, según la explicación de Dorticós:
“Un documento que es el básico es el documento de entrega-recepción, más o menos es el trasunto del conduce, donde va el numero del producto que es y el consumidor lo registra en su inventario. Es decir se registra, se registra físicamente toda esta transferencia del productos dentro del sector estatal de la economía.”
Las consecuencias de la aplicación del “Nuevo Sistema de Dirección de la Economía” del Buró Político de inmediato se hicieron sentir; las interrelaciones existentes en todo el aparato administrativo-productivo de la Isla, se redujeron a simples manifestaciones cuantitativas de intercambios, físicos, donde estas eran directas, a partir de este momento y por más de diez años nadie tenia una clara imagen de la situación económica y financiera del país.
Las primeras victima fueron el ministerio de Hacienda, el Presupuesto Nacional y todo el sistema de control financiero del país.
El Banco Nacional perdio sus funciones y preeminencia en la formulacion de la politica y emisiones monetarias, como resultado de ello se ponen en circulación nuevo billetes teniendo como únicos criterios, la demanda de dinero para incrementos salariales y el inventario físico de sus bóvedas; y asume funciones de Control fisico de materias primas, maquinarias y productos.
Se reubico al personal de contabilidad y finanzas en posiciones productivas, provocando el abandono de la profesión, o el país, a un número elevado de especialistas; el número de CP emigrados se calcula en miles.
Se elimina de los planes educativos, en todos los niveles, la Contabilidad, desde la elemental, media superior, hasta la Universitaria; esta ausencia, de más de 10 años, crea un déficit en el numero de profesionales, su experiencia y calificación; que a pesar de las cuatro décadas transcurridas aun se manifiesta en la practica de los especialistas y hacen más difícil cualquier intento por corregir los problemas prevalecientes, cuarenta años después no existe en Cuba un sistema eficiente de contabilidad y finanzas.
Al mismo tiempo se limitan hasta nivel cero los nuevos ingresos en las carreras de Humanidades, Derecho, Filosofía e Historia; desaparecen tambien Ciencias Sociales, que no son necesarias; se favorecen Veterinaria, Agronomía e Ingeniería Hidráulica, Mecanización; el futuro cubano, repiten los principales dirigentes, será agrícola.
Se establece un “Nuevo Sistema de Registro”, en sustitución de la contabilidad, sobre la base del documento de entrega-recepción que pronto entró en crisis por omisión, errores e indisciplina, lo que provoca, en primera instancia, el descontrol de insumos y productos terminados, y el cese de toda disciplina administrativa y económica, que se traduce en la suspensión del flujo de información desde la base hacia todos los niveles de dirección; introduciendo el caos en el lugar que habia ocupado las RMM; dando origen a desvíos generalizados de recursos, malversación, robo y corrupción en todo el aparato productivo-administrativo.
Para completar la eliminación de las relaciones monetarias mercantiles con la población y eliminar el dinero, se adoptan medidas de gratituidad en algunos pagos como: el teléfono, el agua, los círculos infantiles, entierros; el transporte publico adopta un precio simbólico, cinco centavos por viajes; se entregan la ropa y el calzado de trabajo por los centros fabriles sin que medie pago. A partir de ahora el efectivo de pagos menores de las empresas y organismos, viajes, dietas, gasolina se hará mediante bonos, no dinero.
Resultado directo de ello se duplican y triplican los gastos de estas partidas; en especial del combustible, en todos sus usos.
El circulante en manos de la población se triplica, creando distorsiones de todos los órdenes, una insostenible presión inflaccionaria; el ausentismo laboral aumenta, hasta alcanzar un 28% diario de todos los trabajadores del país; declina, en similar proporción, la producción y la productividad del trabajo
En el marco de las relaciones externas, las reformas cubanas recibieron el rechazo y las más duras críticas de la URSS y el resto de los países socialistas europeos que percibían en la nueva concepción cubana el eco de viejos “errores izquierdistas” del pasado y la influencia del repudiado Mao Tse Tung, en algunos de sus pasajes; en especial el relacionado con la Ley del Valor y las RMM.
A solo seis meses de proclamado, el Nuevo Sistema de Dirección de la Economía (NSDE) del BP, anunciado por el Presidente Dorticós, el panorama de la Isla habia sido afectado por nuevas e importantes medidas que agravaban, aún más, la situación.
La “ofensiva” revolucionaria.
El 13 de Marzo de 1968, FCR, hacia publico a todo el país, en un acto conmemorativo del ataque del DR contra el Palacio Presidencial, una de las medidas decisivas de esta etapa, la expropiación de la ultima parcela de propiedad privada en Cuba, en lo que se denomino: “la ofensiva revolucionaria”.
La ofensiva se basaba en un ataque contra los últimos reductos de la propiedad individual en Cuba; su objetivo era eliminar la propiedad privada de las Pequeñas y Medianas empresas de producción, servicios, reparación y comercialización a la población, y junto a ellos los vendedores ambulantes, pasaran a manos del estado.
En la madrugada del 14 de Marzo, menos de cuatro horas después del discurso y bajo la dirección personal de FCR, se inicia, desde la sede del PCC de C. de La Habana, la campaña contra los pequeños y medianos propietarios; dias antes, el provincial del partido habia entregado un detallado informe con todos los objetivos a expropiar.
Tan solo en C. de La Habana el numero de “propietarios” afectados superó los 65 mil; desde zapateros, limpiabotas, vendedores ambulantes, cafeterías, pequeñas tiendas de abasto, talleres de reparación de todo tipo de efectos caseros, mecánicos, chapistas, transportistas (carretoneros y sus caballos) y jardineros fueron sometidos a la acción confiscatoria; resulto más fácil la expropiación que el reanudar los servicios que prestaban; los efectos fueron instantáneos y jamás pudo ser restituido el nivel de prestaciones que ellos brindaban.
Lucha contra el burocratismo.
La supresión de Ministerios, Organismos Estatales y la reducción de funciones de otros, decretadas por el NSDE; agravados por el abandono de los planes de industrialización tenían efectos directos y variados sobre el personal que desempeñaba las funciones eliminadas, que manifestaban su desacuerdo con las medidas; para resolver el primer problema, a los “excedentes”, les fueron ofrecidos puestos en la producción y la agricultura; los antiguos “burócratas”, en su mayor parte profesionales y técnicos procedentes de los monopolios norteamericanos y cubanos estatizados, responsables, hasta ese momento, de la dirección técnica en los principales organismos eliminados.
A fin de controlar la reacción del aparato administrativo el gobierno lanza la campaña contra el “burocratismo”, cuyo componente externo es una fuerte actividad mediática, acompañada por actos públicos de exorcismo que incluía la destrucción de buroes, archivos, documentos, eliminación de copias y reubicación del personal auxiliar en puestos de la industria y la agricultura. De esta forma desaparece una parte importante de la historia económica de la Isla, especialmente, la de los primeros años de Revolución.
Se rediseña el mobiliario de oficina, se reducen de tamaño y son fabricados con pocas gavetas o sin ellas, los archivos desaparecen.
Pero, tras este rito se esconde algo mucho más importante el rechazo del personal dirigente al “burocratismo”; para ello se instalaron “tribunales”, en la finca La Coronela, allí se juzgaran a los cuadros administrativos, altos y medios; donde solo eran absueltos, después de una “autocrítica” de sus errores, si superaban la prueba les eran asignados puestos en la agricultura, permanente o temporales, o en la nueva administración.
Pasan por el proceso depurador Ministros, profesores universitarios, viceministros, directores generales, directores de las mayores y más importantes empresas y, simples administradores de establecimientos productivos. Los que reconocieron sus “errores” continuaron sus carreras; no pocos persistieron en sus críticas y un número significativo de ambos grupos escogió abandonar el país.
Movimiento de Avanzada.
Los cambios estructurales, metodológicos, teóricos y de toda índole que se estaban efectuando en la Isla requerían, asi lo estimo FCR, la sustitución de todos los métodos de dirección, e inclusive de las instituciones que los regían; es asi que surge la idea de responsabilizar, física y realmente, a los jefes administrativos del trabajo del Partido, la Juventud, Sindicato, FMC, que quedarían unificados en el: “Movimiento de avanzada”. Todas las decisiones quedaban centralizadas en las manos del dirigente.
Se eliminaban todos los puntos de balance y control administrativos, políticos y sindicales; de ahora en adelante los “jefes” solo tendrían que rendir cuentas ante un reducido número de cuadros del poder central, encabezados por FCR.
La implementación acelerada de esta estructura centralizada y vertical permitió la acumulación de poderes excepcionales en pocas personas cuyo común denominador era la juventud, carencia de conocimientos específicos, tanto técnicos, como administrativos e inclusive políticos; al caos se sumaban ahora los métodos de ordeno y mando, la arbitrariedad y el abandono de cualquier criterio técnico o económico de dirección.
El establecimiento por Cuba, a partir de 1966, de un nuevo sistema de dirección de la economía(NSDE), la eliminación de las finanzas y la contabilidad y los reiterados intentos de eliminar las RMM y el dinero; unido a la eliminación de los órganos de dirección politica y administrativa causaron conmoción y protestas en el campo socialista que, publica y privadamente criticaba, en los más duros términos, un camino que se apartaba y negaba toda la experiencia histórica del socialismo real; la parte cubana insistió en sus proyectos hasta que el fracaso de todos ellos y la apremiante situación económica determinaron una nueva “rectificación”.
Este experimento de la dirección cubana, impulsado por FCR, tras la partida de Ernesto Che Guevara y la destitución de Carlos Rafael Rodríguez tuvo consecuencias negativas perdurables en todos los ámbitos de la sociedad; desarticulo el aparato administrativo-productivo; destruyo los registros estadísticos históricos por la desaparición de cientos de miles de documentos; privó al país de sus más experimentados cuadros del sector económico y de la continuidad en la preparación de nuevos profesionales al cerrar, por diez años, la enseñanza de esas especialidades a todos los niveles.
Todavía quedaban por efectuarse algunos capítulos relevantes con los que concluiría este decenio de caos, conmoción y destrucción en la sociedad cubana.
LEY 270.
Uno de los más delirantes proyectos de esta convulsionada etapa, fue el que modifico todos los modelos de jubilación conocidos al instituir el pago del 100% del salario para los que se jubilaran; que ahora recibirían el mismo jornal que los que se mantuvieran en sus puestos de trabajos; los beneficiados serian los trabajadores de “vanguardia” determinados, no por la administración, sino, por una asamblea laboral
La medida constituyo un fuerte aliciente para que se retiraran los que estuvieran en edad de hacerlo e inclusive alentó las falsificaciones de datos sobre nacimiento.
Las asambleas de obreros rara vez impugnaban a sus compañeros candidatos; para los que distantes de la edad de retiro observaban el espectáculo era un desestímulo poderoso ver como los que ya no trabajaban cobraban igual que ellos.
Este bizarro e insostenible sistema de jubilación se mantuvo hasta la entrada de Cuba en el CAME, 1975; la aplicación de la Ley 270, tambien acordada por el BP cubano, dejo más de 400 mil nuevos jubilados que poseían esta condición; casi siempre provenientes de los sectores de mayor ingreso salarial, que incrementaron las erogaciones por Seguridad Social en cientos, miles de millones de pesos; durante los años que se prolongara su vida; multiplicando los gastos y poniendo en crisis todo el sistema de jubilaciones.
DIEZ AÑOS QUE ESTREMECIERON A CUBA. (1959-1969).
En tan solo una década la economía cubana iba a tomar un derrotero imprevisible, que no respondía a ningún proyecto, programa o modelo, del que carecía el movimiento revolucionario triunfante encabezado por FCR.
Todos los cambios y medidas adoptadas en estos diez años respondieron; en primer lugar a decisiones individuales y, a esquemas teórico apartados de la realidad cubana; que el amplio espectro político cubano de esa época no compartió por considerarlos excesivos, peligrosos y sobre todo, poco prácticos; desde el Presidente de los Hacendados de Cuba, Caiñas Milanes, hasta Blas Roca, Secretario del PSP (comunista).
Las primeras medidas adoptadas por el gobierno revolucionario tienen como objetivo la redistribución del ingreso por distintas vías; la primera de ella, la reducción de precios. Para su aplicación no se efectuaron investigaciones, cálculos o análisis previos; en menos de 90 dias se redujeron los precios, en más de un 50%, de: los alquileres, el teléfono, la electricidad, los libros de enseñanzas, y fármacos; entre otros,
Estas medidas, estaban diseñadas para favorecer a los sectores de bajos ingresos, sin embargo, se aplicaron a todo la población, provocando un incremento inmediato y sustancial en la liquidez; que aumentó el consumo personal y la demanda de importaciones, de las que dependía, en cerca de un 65%, el mercado cubano.
Al mismo tiempo expandía, por la vía del sector no productivo, el empleo logrando la incorporación al trabajo de algo más de medio millón personas en tres años, a ellos sumo otros trescientos mil puestos al convertir el trabajo de la industria azucarera, el agrícola y el industrial, de temporal en permanente.
El incremento de la liquidez en manos de la población desato presiones inflaccionarias que se agudizaron a extremos críticos, con la supresión de las relaciones comerciales con los Estados Unidos, 1960, qué suministraba el 70% de todas las importaciones cubanas y la supresión de la cuota azucarera norteamericana; los principales intercambios comerciales con el país del norte que era la principal fuente de divisas de su economía.
Con ello se propicia la primera crisis del periodo, que va acompañada de una reducción violenta del consumo personal; agravada por el desplome de la producción alimentaría nacional resultante de la estatización de la agricultura, que se completa, con una nueva intervención de las tierras de propiedad privada en la que se reduce a 70 hectáreas (5 caballerías) el máximo de tierra en manos de los agricultores individuales.
Al concluir 1965, el 96% de todas las propiedades: financieras, industriales y agrícolas de Cuba, pertenecían al estado cubano con toda la complejidad derivada del hecho; en especial la falta de personal dirigente, técnico y administrativo calificado, que se iba a agravar con nuevas he inesperadas medidas del régimen que van a agudizar la situación debido al abandono del país por los gerentes y directivos de las entidades intervenidas, en su casi totalidad.
Ese mismo año 1965, FCR reconoce, internamente, que la Reforma Agraria esta a punto de fracasar por completo; la caída constante de los rendimientos y la producción a partir de la reforma agraria (estatización); estaban seriamente afectadas: el azúcar, la ganadería y todos los cultivo; el marabú habia invadido los feudos intervenidos inutilizando tierras anteriormente productivas; atribuye el hecho a Carlos Rafael Rodríguez (CRR) y sus métodos burocráticos (soviéticos), para solucionar el problema; decide destituir a éste como Presidente de INRA y asumir directamente sus responsabilidades y completar la estatización de todas las fincas mayores de cinco caballerías (70 hectáreas), con lo que agrava el problema.
Unos meses antes de la destitución del Ministro Presidente del INRA, y de que FCR se hiciera cargo de este organismo, comenzó a notarse la ausencia en actos oficiales y públicos del legendario guerrillero Ernesto Che Guevara después de pronunciar un controvertido discurso ante los No Alineados, en Argel, donde denunció el intercambio desigual en el comercio entre los países socialista y el Tercer Mundo y los beneficios que obtenían del mismo. Dicho discurso sólo se publico en Cuba cuarenta años después de pronunciado.
Che Guevara, quien se habia desempeñado durante un breve periodo al frente del Banco Nacional, fue posteriormente designado como responsable de toda la actividad industrial, 1962, es a el que se debe la creación del Ministerio de Industria.
El titular del INRA, Carlos R. Rodríguez y el de Industria; Guevara venían sosteniendo una polémica sobre los sistemas de dirección de la economía: autofinanciamiento o Presupuestario, iniciada en la Asamblea Nacional de producción de 1960; a la que se sumo, posteriormente, el entonces Ministro de Comercio Exterior, Comandante Alberto Mora, área clave de la administración del país, a favor del autofinanciamiento, En un breve periodo desaparecen los tres, de la escena nacional.
En menos de cinco años al frente de M. de Industria, Guevara logra integrar y convertir un variado conglomerado de cientos de plantas fabriles, de múltiples ramas y sectores en un ente funcional y capaz, dirigido por un organismo central; el modelo que siguió para ello fue el de los grandes monopolios norteamericanos, algunas de cuyas filiales estaban ahora bajo su control; y cuya organización y dirigentes mantuvo cuanto le fue posible; respetó sus sistemas organizativos y trató, por sobre todo de conservar su contabilidad y disciplina financiera; los que hizo extensivos a otras áreas que carecían de el.
Bajo su dirección estaban agrupados el 93% de toda la actividad industrial de Cuba que, con más de tres mil millones de valor de producción anual, representaba el 55% del PSG; sus 540 mil trabajadores (1966), 25% del total nacional; bajo su mando estaban las dos plantas de níquel, las más modernas y mayores del mundo, que logro ampliar y mantener funcionando; refinerías de petróleos, fabricas de neumáticos, cemento, toda la industria azucarera, la metal metalúrgica, la ligera, la alimenticia, de materiales de Construccion, la química y la grafica.
Este imperio productivo, con sus virtudes y defectos, era uno de los pocos ejemplos de orden en la enorme confusión de la Isla durante estos primeros años.
Para 1966 FCR, ahora con el control de las principales áreas de la economía de la Isla bajo su mando, Industria, INRA, Comercio Exterior y Banco Nacional, donde se concentraba el mayor numero de cuadros técnicos y profesionales con amplia experiencia gerencial, lanza sus “megaproyectos experimentales” con el propósito de tratar de revertir el fracaso de la reforma agraria.
Estos, abarcaban sectores agrícolas claves: azúcar, arroz, ganadería, café y cítricos; la revolución verde cubana que contaba como su componente esencial un poderoso eje recién descubierto por FCR: los créditos bancarios capitalistas.
Es en este momento en que FCR, redefine la línea estratégica lanzada en 1959 de industrializar la Isla; la orden del día y consigna única, ahora, es:” La agricultura, futuro y salvación de Cuba; para ello deberán enfrentarse enormes cambios en la administración, la educación y la localización de los sembrados; se eliminaran divisiones “artificiales” a fin de acercar las cañas a los centrales, afectando cultivos tradicionales y la producción alimentaría; se desmontaran otras áreas para convertirlas al café (cordón de la Habana). Todas estas ideas, apenas esbozadas, exigirán un ingente trabajo e importantes inversiones.
La coyuntura internacional favorece la consecución de importantes prestamos en Francia, España, Suecia, Japón e Israel, entre otros, que interesados en el nuevo mercado de la Isla, antiguamente patrimonio de los norteamericanos, que se abre, ahora, como un nuevo destino promisorio para sus bancos e industrias; facilitan abundantes créditos, en especial los vinculados a la agroindustria, que es donde se aplican integralmente; las cosechas de café, el azúcar y sus derivados son colaterales.
Este será el origen de una deuda externa de miles de millones de dólares que se acumula en unos pocos años y que, ante el fracaso de dichos proyectos aun gravita sobre la economía cubana; por los que el país ha debido pagar intereses multimillonarios; en algunos casos, ascendentes a varias veces el monto del principal.
Es este inesperado respaldo financiero, que se habia gestado por el BNC y el MINCEX, el que permite enfrentar los crecientes gastos en divisas de los megaproyectos agrícolas que marcan el lanzamiento de una nueva fase en la que la Isla elimina todos los proyecto industriales, que no estén relacionados directamente a la línea agrícola de FCR y el buró político.
Era la adopción de un camino sin retorno en el que se perpetuaba el monocultivo azucarero y la dependencia, ahora con el mercado soviético, de la agricultura tropical, riesgosa, variable y con un alto componente lúdico.
La incorporación de las “tierras vírgenes”, a los megaproyectos da origen a la Brigada Che Guevara, todos van a terminar sin excepción en costosos fracasos; estaban signados por la precipitación, carencia de personal calificado, falta de investigaciones y proyectos previos; desproporcionados por la magnitud de la inversión, en cada uno de ellos se gastaron decenas de millones de dólares y miles, millones de horas-hombres de trabajo ; hoy no queda ninguna señal física de su existencia; nunca se mencionan, ni son señalados en la historia oficial.
En este enorme esfuerzo se confería a la exportación del café y al azúcar el papel de principales financiadores del resto de los megaproyectos y micro planes. Ante el fracaso de estos, quedaría la tradicional azúcar como única fuente de divisas para el país.
MEGAPROYECTOS:
A continuación se relacionan algunos de los principales planes concebidos en este convulso periodo:
La recuperación al mar de la ensenada de Broa (unir la Isla de Pinos con Cuba).
- Desecación de la Cienaga de Zapata (humedal de la Costa Sur de miles de caballerías).
- Modificación genética de toda la masa ganadera cruce F1, F2, para obtener un híbrido capaz de producir leche y carne.
-Pastoreo intensivo “Voisin”. Implantación de un metodo experimental francés en los millones de hectáreas dedicados a la ganadería cubana.
-La “Brigada Che Guevara.” Recuperación de tierras “vírgenes”, en verdad erradicación del marabú que cubría la mayoría de las tierras estatizadas, para otros megaproyectos en desarrollo: el azucarero, ganadero, citricola y arrocero. Más de quinientos equipos pesados y cientos de camiones franceses, apoyados por los zapadores del ejercito para limpiar el terreno de enemigos, árboles centenarios; avanzaron desde el Valle del Cauto, hasta Pinar del Rió dejando tras si cientos de miles de hectáreas de tierras desbrozadas, la mayoría de ellas nunca llego a cultivarse.
Tan solo en la importación de equipos de construcción y transporte el gasto superó los seiscientos millones de dólares (1968).
El desastre ecológico creado por el paso de la Brigada de oriente a occidente aun no ha sido debidamente estudiado, pero sus efectos desertificadores y sobre la fauna fueron devastadores y aún prevalecen.
-Cordón de La Habana. Empleo de tierras urbanas y suburbanas de la Capital y otras ciudades en la producción de cafetos.
-Plan arrocero de las provincias occidentales (Plan Costa Sur).
- Plan ganadero y lechero; nacionales con énfasis en el Plan Costa Norte de
las provincias occidentales (Habana-Matanzas-Santa Clara).
-Autopista Habana-Santiago de Cuba (980 kilómetros) construidos 300.
-Zafra de los Diez Millones. A este megaproyecto se subordinaron todos los medios, fuerza de trabajo y recursos de Cuba, durante más de tres años para lograr producir 10 millones de toneladas de azúcar en una zafra
Desde dos años antes los ministerios de la Construccion, el azúcar, transporte, sidero-mecánica, comercio exterior; entre otros, dedicaron todo sus esfuerzos a los 10 millones.
Para tratar de alcanzar este objetivo se toma una decisión aventurada: cambiar el secular sistema de explotación de la caña y modificar las semillas tradicionales, avaladas por décadas de experiencia, por nuevas variedades de mayor rendimiento (Barbados, Cubas etc., etc.), pero con escasa o total ausencia de investigación sobre su adaptación a la Isla, que terminaron degradándose y haciéndose vulnerables a las plagas criollas.
Estas nuevas variedades presuponían la resiembra anual del 30% de toda el área cañera, ciento de miles de hectáreas cada año; una colosal inversión desconocida en la centenaria historia de la gramínea en Cuba.
El corte y transportación de la caña, tambien sufririan dramáticos cambios que presuponían; desde la sustitución del tiro animal por camiones, hasta centros de acopio; en lugar de los chuchos y el ferrocarril tradicional.
Estas innovaciones cuadruplicaban el costo de producción y requerían fuertes inversiones en nuevos caminos; equipos de transportes y centros de acopios, (proceso intermedio) ahora necesario, por el cambio en la modalidad de corte y la transportación.
Todo ello con vista a triplicar la producción de azúcar, lo que no se logra.
Todas estas innovaciones no arrojaron los resultados esperados y tanto, el rendimiento agrícola, como industrial lejos de incrementarse, bajaron; determinando el estancamiento de la producción azucarera y su posterior declinación.
Para lograr este objetivo se lanzaran durante los próximos cuatro años cambios estructurales y organizativos que al concluir habrán destruido los cimientos mismos de la Republica.
Una vez iniciada la molida toda la fuerza de trabajo del país se empleó en tareas relacionado con ella; cientos de instalaciones fabriles, oficinas, escuelas, universidades, prisiones, ministerios fueron cerrados y su personal enviado a la caña; Se calcula que durante el periodo de esta movilización, al menos dos millones de hombres, fueron empleados en tareas relacionadas con la zafra.
El costo total de esta zafra de 1970, quizás nunca pueda ser establecido debido a los cambios institucionales introducidos, por FCR, pocos meses después de asumir el control de la economía cubana; aun asi, empleando índices e informaciones anteriores y extrapolándolas a la nueva situación, las nuevas inversiones; gastos directos e inducidos, hasta de tercer orden, excede los dos mil quinientos millones de dólares.
Al final, se produjeron solo 8 millones de toneladas en, algo más de 150 dias de molida; se molieron 80 millones de toneladas de caña a un rendimiento promedio industrial de 10,0%, contra el 12,5% histórico. Se exportaron menos de siete MM de toneladas; por un valor de 800 millones de pesos. Debido a los bajos rendimientos, el nivel de mieles finales (subproducto) fue de 2,9 millones de toneladas; el doble que en zafras normales, por cuya exportación sólo se recibieron 17 millones de dólares.
Dieciocho años antes, en 1952, la Isla había producido 7 millones doscientos noventa y ocho toneladas, para ello molieron 59,5 millones de toneladas de cañas a un 12,26% de rendimiento, en 120 dias de molida.
Cuba decreta el caos económico.
Las estrechas relaciones económica, financieras, y mercantiles con el mercado norteamericano por más de un siglo, contribuyeron a la formación en la Isla de un eficiente y extenso sistema contable, de control económico-financiero que llegaba hasta los últimos rincones de Cuba; junto a ello surgió una extensa red bancaria, imprescindible para la financiación de estas operaciones, ambos al mayor nivel de la técnica de su época.
Para 1958, la Isla era considerada como ejemplo de excelencia en este difícil campo; por encima de toda A. Latina y del resto del Tercer Mundo; y de la mayor parte de los países de Europa Occidental.
Por razones que aun permanecen desconocidas, en 1966, después de lanzar sus megaproyectos, el Gobierno Revolucionario inicia un experimento general: la ofensiva contra las leyes de la economía y algunos de sus principales instrumentos; el primero de ellos: la contabilidad fue el objetivo visible; antes se habían eliminado las relaciones monetarias mercantiles, RMM; el objetivo final: eliminar el dinero.
Las ideas fueron explicadas, por el entonces, Presidente Osvaldo Dorticós, como: “las concepciones de la Revolución Cubana y estaban en franca contradicción e inevitable pugna con las otras concepciones sobre como construir el socialismo”. (“Acerca de los Principios y Concepciones referentes a la Dirección de la Economía”, Septiembre 19 de 1967; Pagina 5, 4to párrafo)
Se trataba, nada más ni nada menos: “que de crear su propio Sistema de Dirección de la economía, con sus concepciones teóricas” y asi lo anuncio, el entonces tambien titular de la Junta Central de Planificación.
El evento se efectúa por orden y acuerdo del Buró Político y su Secretario general, FCR, el acto fue celebrado el, 17 de Septiembre de 1967, un mes antes de la muerte, en Bolivia, de Ernesto Che Guevara; estaban presentes un escogido auditorio integrado por Ministros y cuadros dirigentes del sector económico; entre ellos Carlos Rafael Rodríguez, miembro del BP; Orlando Pérez, Presidente del Banco Nacional de Cuba; Marcelo Fernández, ministro de comercio exterior; Jose Llanuza, Ministro de Educación; los Embajadores en los países socialistas y los estudiantes de economía becados en el extranjero.
Siempre de acuerdo con la explicación del Presidente Dorticós:
“El documento fue elaborado, modificado, revisado, ampliado y discutido en el seno del Buró Político” (Pag.8 párrafo 2).
“Las cuestiones fundamentales que se plantean son estas: ¿que nos proponemos o que postulamos? En primer lugar, la supresión en esencia y la forma, en todo el sector de la economía estatal, de las relaciones mercantiles.”
Segundo- El ordenamiento en primero y segundo obedece a un intento de numeración y no de jerarquización de las cuestiones: La convicción y postulación teórica y práctica de la no vigencia de la ley del valor en la economía socialista en su etapa de transición.
Tercero: La supresión total, en el sector estatal de la economía, de las finanzas. (Pag. 11)
“Y por lo tanto no cabria hablar de autofinanciamiento o de autogestión. Y, además, tampoco de financiamiento presupuestario. Se trata de la supresión de las finanzas en el sector estatal. Continuaran los recursos financieros para los salarios de los trabajadores; para el crédito al sector privado, para las relaciones internacionales y para el intercambio entre el sector estatal y el privado.”
La mención en el párrafo anterior al autofinanciamiento y el financiamiento presupuestario esta relacionada con la polémica sobre métodos de dirección de la economía ya mencionada.
Continúa el Presidente:
“Pero dentro del sector estatal, es decir las empresas u organismos productivos estatales entre si, transferirán sus productos sin que medie ninguna relación mercantil, ni siguiera formal; por lo tanto, sin que medie cobro y pago; al no mediar ni cobro ni pago, hagan falta finanzas.”
“Se suprime, por lo tanto el Presupuesto; se suprimen, por lo tanto, las finanzas. Hay una transmisión física.”
“Desde luego que el Banco Nacional inmediatamente se ve afectado. Se elimino el Ministerio de Hacienda, encargado de entregar esos fondos financieros.”
“De manera que desaparecen las Finanzas, el Presupuesto, la Planificación financiera estatal y desaparece el Banco del que va a quedar el rotulo ese, de bronce, que tiene en la fachada que dice: Banco Nacional.” Págs. 12-15.
Todo el complejo entramado de la Ley del Valor, RMM, circulación monetaria, controles fiscales, presupuestos, contabilidad y auditoria, entre muchos otros, son sustituidos por unos pocos documentos; el más importante de ellos es el llamado de entrega- recepción; que, según la explicación de Dorticós:
“Un documento que es el básico es el documento de entrega-recepción, más o menos es el trasunto del conduce, donde va el numero del producto que es y el consumidor lo registra en su inventario. Es decir se registra, se registra físicamente toda esta transferencia del productos dentro del sector estatal de la economía.”
Las consecuencias de la aplicación del “Nuevo Sistema de Dirección de la Economía” del Buró Político de inmediato se hicieron sentir; las interrelaciones existentes en todo el aparato administrativo-productivo de la Isla, se redujeron a simples manifestaciones cuantitativas de intercambios, físicos, donde estas eran directas, a partir de este momento y por más de diez años nadie tenia una clara imagen de la situación económica y financiera del país.
Las primeras victima fueron el ministerio de Hacienda, el Presupuesto Nacional y todo el sistema de control financiero del país.
El Banco Nacional perdio sus funciones y preeminencia en la formulacion de la politica y emisiones monetarias, como resultado de ello se ponen en circulación nuevo billetes teniendo como únicos criterios, la demanda de dinero para incrementos salariales y el inventario físico de sus bóvedas; y asume funciones de Control fisico de materias primas, maquinarias y productos.
Se reubico al personal de contabilidad y finanzas en posiciones productivas, provocando el abandono de la profesión, o el país, a un número elevado de especialistas; el número de CP emigrados se calcula en miles.
Se elimina de los planes educativos, en todos los niveles, la Contabilidad, desde la elemental, media superior, hasta la Universitaria; esta ausencia, de más de 10 años, crea un déficit en el numero de profesionales, su experiencia y calificación; que a pesar de las cuatro décadas transcurridas aun se manifiesta en la practica de los especialistas y hacen más difícil cualquier intento por corregir los problemas prevalecientes, cuarenta años después no existe en Cuba un sistema eficiente de contabilidad y finanzas.
Al mismo tiempo se limitan hasta nivel cero los nuevos ingresos en las carreras de Humanidades, Derecho, Filosofía e Historia; desaparecen tambien Ciencias Sociales, que no son necesarias; se favorecen Veterinaria, Agronomía e Ingeniería Hidráulica, Mecanización; el futuro cubano, repiten los principales dirigentes, será agrícola.
Se establece un “Nuevo Sistema de Registro”, en sustitución de la contabilidad, sobre la base del documento de entrega-recepción que pronto entró en crisis por omisión, errores e indisciplina, lo que provoca, en primera instancia, el descontrol de insumos y productos terminados, y el cese de toda disciplina administrativa y económica, que se traduce en la suspensión del flujo de información desde la base hacia todos los niveles de dirección; introduciendo el caos en el lugar que habia ocupado las RMM; dando origen a desvíos generalizados de recursos, malversación, robo y corrupción en todo el aparato productivo-administrativo.
Para completar la eliminación de las relaciones monetarias mercantiles con la población y eliminar el dinero, se adoptan medidas de gratituidad en algunos pagos como: el teléfono, el agua, los círculos infantiles, entierros; el transporte publico adopta un precio simbólico, cinco centavos por viajes; se entregan la ropa y el calzado de trabajo por los centros fabriles sin que medie pago. A partir de ahora el efectivo de pagos menores de las empresas y organismos, viajes, dietas, gasolina se hará mediante bonos, no dinero.
Resultado directo de ello se duplican y triplican los gastos de estas partidas; en especial del combustible, en todos sus usos.
El circulante en manos de la población se triplica, creando distorsiones de todos los órdenes, una insostenible presión inflaccionaria; el ausentismo laboral aumenta, hasta alcanzar un 28% diario de todos los trabajadores del país; declina, en similar proporción, la producción y la productividad del trabajo
En el marco de las relaciones externas, las reformas cubanas recibieron el rechazo y las más duras críticas de la URSS y el resto de los países socialistas europeos que percibían en la nueva concepción cubana el eco de viejos “errores izquierdistas” del pasado y la influencia del repudiado Mao Tse Tung, en algunos de sus pasajes; en especial el relacionado con la Ley del Valor y las RMM.
A solo seis meses de proclamado, el Nuevo Sistema de Dirección de la Economía (NSDE) del BP, anunciado por el Presidente Dorticós, el panorama de la Isla habia sido afectado por nuevas e importantes medidas que agravaban, aún más, la situación.
La “ofensiva” revolucionaria.
El 13 de Marzo de 1968, FCR, hacia publico a todo el país, en un acto conmemorativo del ataque del DR contra el Palacio Presidencial, una de las medidas decisivas de esta etapa, la expropiación de la ultima parcela de propiedad privada en Cuba, en lo que se denomino: “la ofensiva revolucionaria”.
La ofensiva se basaba en un ataque contra los últimos reductos de la propiedad individual en Cuba; su objetivo era eliminar la propiedad privada de las Pequeñas y Medianas empresas de producción, servicios, reparación y comercialización a la población, y junto a ellos los vendedores ambulantes, pasaran a manos del estado.
En la madrugada del 14 de Marzo, menos de cuatro horas después del discurso y bajo la dirección personal de FCR, se inicia, desde la sede del PCC de C. de La Habana, la campaña contra los pequeños y medianos propietarios; dias antes, el provincial del partido habia entregado un detallado informe con todos los objetivos a expropiar.
Tan solo en C. de La Habana el numero de “propietarios” afectados superó los 65 mil; desde zapateros, limpiabotas, vendedores ambulantes, cafeterías, pequeñas tiendas de abasto, talleres de reparación de todo tipo de efectos caseros, mecánicos, chapistas, transportistas (carretoneros y sus caballos) y jardineros fueron sometidos a la acción confiscatoria; resulto más fácil la expropiación que el reanudar los servicios que prestaban; los efectos fueron instantáneos y jamás pudo ser restituido el nivel de prestaciones que ellos brindaban.
Lucha contra el burocratismo.
La supresión de Ministerios, Organismos Estatales y la reducción de funciones de otros, decretadas por el NSDE; agravados por el abandono de los planes de industrialización tenían efectos directos y variados sobre el personal que desempeñaba las funciones eliminadas, que manifestaban su desacuerdo con las medidas; para resolver el primer problema, a los “excedentes”, les fueron ofrecidos puestos en la producción y la agricultura; los antiguos “burócratas”, en su mayor parte profesionales y técnicos procedentes de los monopolios norteamericanos y cubanos estatizados, responsables, hasta ese momento, de la dirección técnica en los principales organismos eliminados.
A fin de controlar la reacción del aparato administrativo el gobierno lanza la campaña contra el “burocratismo”, cuyo componente externo es una fuerte actividad mediática, acompañada por actos públicos de exorcismo que incluía la destrucción de buroes, archivos, documentos, eliminación de copias y reubicación del personal auxiliar en puestos de la industria y la agricultura. De esta forma desaparece una parte importante de la historia económica de la Isla, especialmente, la de los primeros años de Revolución.
Se rediseña el mobiliario de oficina, se reducen de tamaño y son fabricados con pocas gavetas o sin ellas, los archivos desaparecen.
Pero, tras este rito se esconde algo mucho más importante el rechazo del personal dirigente al “burocratismo”; para ello se instalaron “tribunales”, en la finca La Coronela, allí se juzgaran a los cuadros administrativos, altos y medios; donde solo eran absueltos, después de una “autocrítica” de sus errores, si superaban la prueba les eran asignados puestos en la agricultura, permanente o temporales, o en la nueva administración.
Pasan por el proceso depurador Ministros, profesores universitarios, viceministros, directores generales, directores de las mayores y más importantes empresas y, simples administradores de establecimientos productivos. Los que reconocieron sus “errores” continuaron sus carreras; no pocos persistieron en sus críticas y un número significativo de ambos grupos escogió abandonar el país.
Movimiento de Avanzada.
Los cambios estructurales, metodológicos, teóricos y de toda índole que se estaban efectuando en la Isla requerían, asi lo estimo FCR, la sustitución de todos los métodos de dirección, e inclusive de las instituciones que los regían; es asi que surge la idea de responsabilizar, física y realmente, a los jefes administrativos del trabajo del Partido, la Juventud, Sindicato, FMC, que quedarían unificados en el: “Movimiento de avanzada”. Todas las decisiones quedaban centralizadas en las manos del dirigente.
Se eliminaban todos los puntos de balance y control administrativos, políticos y sindicales; de ahora en adelante los “jefes” solo tendrían que rendir cuentas ante un reducido número de cuadros del poder central, encabezados por FCR.
La implementación acelerada de esta estructura centralizada y vertical permitió la acumulación de poderes excepcionales en pocas personas cuyo común denominador era la juventud, carencia de conocimientos específicos, tanto técnicos, como administrativos e inclusive políticos; al caos se sumaban ahora los métodos de ordeno y mando, la arbitrariedad y el abandono de cualquier criterio técnico o económico de dirección.
El establecimiento por Cuba, a partir de 1966, de un nuevo sistema de dirección de la economía(NSDE), la eliminación de las finanzas y la contabilidad y los reiterados intentos de eliminar las RMM y el dinero; unido a la eliminación de los órganos de dirección politica y administrativa causaron conmoción y protestas en el campo socialista que, publica y privadamente criticaba, en los más duros términos, un camino que se apartaba y negaba toda la experiencia histórica del socialismo real; la parte cubana insistió en sus proyectos hasta que el fracaso de todos ellos y la apremiante situación económica determinaron una nueva “rectificación”.
Este experimento de la dirección cubana, impulsado por FCR, tras la partida de Ernesto Che Guevara y la destitución de Carlos Rafael Rodríguez tuvo consecuencias negativas perdurables en todos los ámbitos de la sociedad; desarticulo el aparato administrativo-productivo; destruyo los registros estadísticos históricos por la desaparición de cientos de miles de documentos; privó al país de sus más experimentados cuadros del sector económico y de la continuidad en la preparación de nuevos profesionales al cerrar, por diez años, la enseñanza de esas especialidades a todos los niveles.
Todavía quedaban por efectuarse algunos capítulos relevantes con los que concluiría este decenio de caos, conmoción y destrucción en la sociedad cubana.
LEY 270.
Uno de los más delirantes proyectos de esta convulsionada etapa, fue el que modifico todos los modelos de jubilación conocidos al instituir el pago del 100% del salario para los que se jubilaran; que ahora recibirían el mismo jornal que los que se mantuvieran en sus puestos de trabajos; los beneficiados serian los trabajadores de “vanguardia” determinados, no por la administración, sino, por una asamblea laboral
La medida constituyo un fuerte aliciente para que se retiraran los que estuvieran en edad de hacerlo e inclusive alentó las falsificaciones de datos sobre nacimiento.
Las asambleas de obreros rara vez impugnaban a sus compañeros candidatos; para los que distantes de la edad de retiro observaban el espectáculo era un desestímulo poderoso ver como los que ya no trabajaban cobraban igual que ellos.
Este bizarro e insostenible sistema de jubilación se mantuvo hasta la entrada de Cuba en el CAME, 1975; la aplicación de la Ley 270, tambien acordada por el BP cubano, dejo más de 400 mil nuevos jubilados que poseían esta condición; casi siempre provenientes de los sectores de mayor ingreso salarial, que incrementaron las erogaciones por Seguridad Social en cientos, miles de millones de pesos; durante los años que se prolongara su vida; multiplicando los gastos y poniendo en crisis todo el sistema de jubilaciones.
ESCUELAS EN EL CAMPO.
A un país fundamentalmente agrícola, como el proyectado a partir de 1966, debía corresponderle una educación que se desarrollara en el campo, con tareas agrícolas que condicionaran la formación de las nuevas generaciones; consecuentemente se comenzaron las labores para relocalizar a los educando de secundaria y preuniversitario de todas las ciudades de Cuba, un país con el 63% de población urbana, en áreas rurales; para ello se inició un enorme proyecto de edificaciones escolares, infraestructuras y caminos, ubicados en los planes especiales y megaproyectos a todo lo largo de la Isla, hacia finales de la década de 1960, las primeras de estas instituciones estaban funcionando.
Al alcanzar el proyecto su madurez, cuatrocientos mil educando de secundaria y preuniversitario de áreas urbanas estaban becados en el campo; allí recibían albergue, uniformes y comida, además, eran trasladados, semanalmente, en ómnibus desde los centros de enseñanzas, hasta sus poblaciones de origen, un trayecto promedio de ochenta kilómetros de ida y retorno. El costo del plan superaba el 30 % del presupuesto total de educación; y, por lo menos diez veces más que el costo anual de un estudiante del mismo nivel de las zonas urbanas.
El trabajo de los estudiantes en las tareas agrícolas resulto mal organizado, peor ejecutado y nunca alcanzo resultados positivos; contribuyó muy poco al desarrollo de la conciencia agrícola de los jóvenes.
A pesar de sus altos costos y pobres resultados, aun hoy, 2008, se mantienen en operación un número importante de estas instituciones en el país.
El Banco Nacional de Cuba y el Control del NSDE.
La tarea principal asignada al BNC, en el NSDE, era la de control económico, pero, en su aspecto material; tratar de obtener, de alguna forma, el consumo e inventario de los principales insumos, medios básicos y bienes intermedios. Era una tarea ingente para el aparato bancario a pesar de su excelencia, en cuanto a organización y experiencia, tratar de lograr sin registros contables, ni contadores, el control de un universo de miles de productos diseminados a lo largo de la Isla.
Al final, después de un logrado esfuerzo de sistematización, mediante el empleo de la red bancaria, fueron capaces de efectuar controles puntuales de productos de vital importancia y peso determinante en las producciones cubanas; fueron pocos, pero los suficientes para revelar la magnitud del descontrol y la extensión de los males creados por el caos administrativo reinante.
Desde los primeros informes del BNC, a finales de la década de 1960, y a pesar de su limitada circulación fuera de los más altos niveles del partido comunista y de la administración, atrajo la atención y el temor ante el grave cuadro que arrojaban en cada de uno de los temas analizados; eran monografías de proyección nacional donde se reflejaban los primeros efectos negativos de la eliminación de los sistemas primarios de control, contabilidad y finanzas; en primer y más importante lugar; pero que se extendían a todos los ámbitos de la administración y las organizaciones estatales.
De un extremo al otro de la Isla se repetían los patrones de descontrol y desviación de recursos, aumentos de inventarios ociosos por millones de dólares; baja productividad y disciplina laboral. Era solo la punta de un iceberg que crecía exponencialmente.
El éxito alcanzado en la tarea se convirtió en el principal problema del organismo; cada nuevo informe generaba la hostilidad de los principales dirigentes administrativos y políticos directamente relacionados con el tema.
Desde todos los puntos de la jerarquía cubana se hacia presión para eliminar los informes, que solo se mantenían y ampliaban por el interés del binomio integrado por el Presidente de la Republica y Ministro de la Junta Central de Planificación, Osvaldo Dorticós, y Carlos Rafael Rodríguez, quien después de ser destituido del INRA, y sustituido por FCR; desplazado, pero con un gran ascendente sobre su coterráneo Dorticós, se ocupaba de esta y otras tareas técnicas en el aparato del Partido.
Los informes del BNC no podían se refutados, ni suspendidos administrativamente, cada uno de ellos constituía una evidencia palpable del fracaso de la “nueva politica económica” impulsada por FCR; informes sobre el ácido clorhídrico, los fertilizantes importados, los neumáticos, aceros especiales, maquinas herramientas, insumos de la zafra 1970 o el de plantas completas (sin instalar); mostraban una imagen generalizada de descontrol e ilegalidades; de paralizaciones por desabastecimientos cuando existian inventarios, que duplicaban y triplicaban las necesidades anuales del país.
En otros casos, como el de los fertilizantes, además, de enormes inventarios; quedaban al desnudo el mal empleo, fuera de época, sin control tecnológico, con miles de toneladas aplicadas en áreas donde no surtían efectos, en las guardarrayas, o en el mejor de los casos sustraídos y empleados por campesinos privados .
En otras ocasiones, como el caso del informe sobre “aceros especiales”, la irresponsabilidad administrativa habia “inventado” el almacenaje al “aire libre”; se encontraron cientos de toneladas de estos, que en el mercado mundial tenían un elevado valor, procedentes de Suecia, Alemania o Francia, bajo capas de tierra desde hacia años; nadie sabia quien habia dado la orden de “almacenarlos”, ni a que organismo pertenecían.
El de Insumos de Zafra reveló, entre otros fenómenos, que existian miles de limas en almacenes; al tiempo que el Ministerio del azúcar habia informado que millones de toneladas de caña quedaron sin cortar, en la zafra de 1970, debido al poco filo de los machetes: por falta de: limas.
El informe acerca de Plantas Completas rebaso todos los límites admisibles y sus resultados demostraron el nivel de abandono, la negligencia y la escasa capacidad inversionista del pais, más allá de toda duda.
A lo largo de la Isla, sin orden, ni concierto, existian cientos, miles de voluminosas cajas que contenían los componentes de plantas industriales, adquiridas en área capitalista y socialista con un valor superior a diez mil millones de dólares; almacenadas en cualquier lugar, dispersos en diferentes zonas del país; muchos de estos, de uso común, fueron empleados en destinos desconocidos y jamás recuperados.
Era una fotografía panorámica del desastre ocasionado por el llamado “nuevo sistema de dirección de la economía”, por la eliminación de la contabilidad, las finanzas y el dinero e indicaba la necesidad de urgentes cambios y rectificaciones que los responsables de la formulación del mismo se rehusaban a aceptar a pesar de todas las evidencias.
A menos de siete años del establecimiento del NSR y el NSDE Cuba habia derrochados o tenia inmovilizados recursos financieros, en forma de inventarios ociosos por un valor superior a los veinte mil millones de pesos; sin que se adoptaran medidas para solucionar esta situación; y, a pesar de ello se seguían importando.
Tan solo las negociaciones para el ingreso de Cuba en el CAME y la revalorización de Carlos R. Rodríguez, por sus relaciones con la URSS, unidos al fracaso y las graves consecuencias de las medidas adoptadas por FCR, proporcionaron el marco propicio para intentar resolver el desorden.
Aprovechando su nueva posición y exponiéndolo como un prerrequisito exigido por el CAME, CRR ordeno la ejecución de un estudio de la situación económica de la Isla y un programa de medidas para adecuar las estructuras financieras, bancarias y contables a los aplicados en el CAME.
Bajo la dirección del Presidente Osvaldo Dorticós; Orlando Pérez, ministro presidente del BNC y de propio Carlos Rafael, se creó un grupo de estudio encabezado por el vicedecano de la Facultad de Economía, Jose “Cheo” Acosta y Guillermo Jiménez Soler, director general del Banco Nacional, quienes estuvieron responsabilizados con el diseño y análisis del trabajo.
El trabajo de sistematización y de campo seria ejecutado por el personal del BNC; el informe y las recomendaciones, por el grupo central bajo la dirección de CRR y Dorticós.
EL AZUL Y EL NEGRO.
Al alcanzar el proyecto su madurez, cuatrocientos mil educando de secundaria y preuniversitario de áreas urbanas estaban becados en el campo; allí recibían albergue, uniformes y comida, además, eran trasladados, semanalmente, en ómnibus desde los centros de enseñanzas, hasta sus poblaciones de origen, un trayecto promedio de ochenta kilómetros de ida y retorno. El costo del plan superaba el 30 % del presupuesto total de educación; y, por lo menos diez veces más que el costo anual de un estudiante del mismo nivel de las zonas urbanas.
El trabajo de los estudiantes en las tareas agrícolas resulto mal organizado, peor ejecutado y nunca alcanzo resultados positivos; contribuyó muy poco al desarrollo de la conciencia agrícola de los jóvenes.
A pesar de sus altos costos y pobres resultados, aun hoy, 2008, se mantienen en operación un número importante de estas instituciones en el país.
El Banco Nacional de Cuba y el Control del NSDE.
La tarea principal asignada al BNC, en el NSDE, era la de control económico, pero, en su aspecto material; tratar de obtener, de alguna forma, el consumo e inventario de los principales insumos, medios básicos y bienes intermedios. Era una tarea ingente para el aparato bancario a pesar de su excelencia, en cuanto a organización y experiencia, tratar de lograr sin registros contables, ni contadores, el control de un universo de miles de productos diseminados a lo largo de la Isla.
Al final, después de un logrado esfuerzo de sistematización, mediante el empleo de la red bancaria, fueron capaces de efectuar controles puntuales de productos de vital importancia y peso determinante en las producciones cubanas; fueron pocos, pero los suficientes para revelar la magnitud del descontrol y la extensión de los males creados por el caos administrativo reinante.
Desde los primeros informes del BNC, a finales de la década de 1960, y a pesar de su limitada circulación fuera de los más altos niveles del partido comunista y de la administración, atrajo la atención y el temor ante el grave cuadro que arrojaban en cada de uno de los temas analizados; eran monografías de proyección nacional donde se reflejaban los primeros efectos negativos de la eliminación de los sistemas primarios de control, contabilidad y finanzas; en primer y más importante lugar; pero que se extendían a todos los ámbitos de la administración y las organizaciones estatales.
De un extremo al otro de la Isla se repetían los patrones de descontrol y desviación de recursos, aumentos de inventarios ociosos por millones de dólares; baja productividad y disciplina laboral. Era solo la punta de un iceberg que crecía exponencialmente.
El éxito alcanzado en la tarea se convirtió en el principal problema del organismo; cada nuevo informe generaba la hostilidad de los principales dirigentes administrativos y políticos directamente relacionados con el tema.
Desde todos los puntos de la jerarquía cubana se hacia presión para eliminar los informes, que solo se mantenían y ampliaban por el interés del binomio integrado por el Presidente de la Republica y Ministro de la Junta Central de Planificación, Osvaldo Dorticós, y Carlos Rafael Rodríguez, quien después de ser destituido del INRA, y sustituido por FCR; desplazado, pero con un gran ascendente sobre su coterráneo Dorticós, se ocupaba de esta y otras tareas técnicas en el aparato del Partido.
Los informes del BNC no podían se refutados, ni suspendidos administrativamente, cada uno de ellos constituía una evidencia palpable del fracaso de la “nueva politica económica” impulsada por FCR; informes sobre el ácido clorhídrico, los fertilizantes importados, los neumáticos, aceros especiales, maquinas herramientas, insumos de la zafra 1970 o el de plantas completas (sin instalar); mostraban una imagen generalizada de descontrol e ilegalidades; de paralizaciones por desabastecimientos cuando existian inventarios, que duplicaban y triplicaban las necesidades anuales del país.
En otros casos, como el de los fertilizantes, además, de enormes inventarios; quedaban al desnudo el mal empleo, fuera de época, sin control tecnológico, con miles de toneladas aplicadas en áreas donde no surtían efectos, en las guardarrayas, o en el mejor de los casos sustraídos y empleados por campesinos privados .
En otras ocasiones, como el caso del informe sobre “aceros especiales”, la irresponsabilidad administrativa habia “inventado” el almacenaje al “aire libre”; se encontraron cientos de toneladas de estos, que en el mercado mundial tenían un elevado valor, procedentes de Suecia, Alemania o Francia, bajo capas de tierra desde hacia años; nadie sabia quien habia dado la orden de “almacenarlos”, ni a que organismo pertenecían.
El de Insumos de Zafra reveló, entre otros fenómenos, que existian miles de limas en almacenes; al tiempo que el Ministerio del azúcar habia informado que millones de toneladas de caña quedaron sin cortar, en la zafra de 1970, debido al poco filo de los machetes: por falta de: limas.
El informe acerca de Plantas Completas rebaso todos los límites admisibles y sus resultados demostraron el nivel de abandono, la negligencia y la escasa capacidad inversionista del pais, más allá de toda duda.
A lo largo de la Isla, sin orden, ni concierto, existian cientos, miles de voluminosas cajas que contenían los componentes de plantas industriales, adquiridas en área capitalista y socialista con un valor superior a diez mil millones de dólares; almacenadas en cualquier lugar, dispersos en diferentes zonas del país; muchos de estos, de uso común, fueron empleados en destinos desconocidos y jamás recuperados.
Era una fotografía panorámica del desastre ocasionado por el llamado “nuevo sistema de dirección de la economía”, por la eliminación de la contabilidad, las finanzas y el dinero e indicaba la necesidad de urgentes cambios y rectificaciones que los responsables de la formulación del mismo se rehusaban a aceptar a pesar de todas las evidencias.
A menos de siete años del establecimiento del NSR y el NSDE Cuba habia derrochados o tenia inmovilizados recursos financieros, en forma de inventarios ociosos por un valor superior a los veinte mil millones de pesos; sin que se adoptaran medidas para solucionar esta situación; y, a pesar de ello se seguían importando.
Tan solo las negociaciones para el ingreso de Cuba en el CAME y la revalorización de Carlos R. Rodríguez, por sus relaciones con la URSS, unidos al fracaso y las graves consecuencias de las medidas adoptadas por FCR, proporcionaron el marco propicio para intentar resolver el desorden.
Aprovechando su nueva posición y exponiéndolo como un prerrequisito exigido por el CAME, CRR ordeno la ejecución de un estudio de la situación económica de la Isla y un programa de medidas para adecuar las estructuras financieras, bancarias y contables a los aplicados en el CAME.
Bajo la dirección del Presidente Osvaldo Dorticós; Orlando Pérez, ministro presidente del BNC y de propio Carlos Rafael, se creó un grupo de estudio encabezado por el vicedecano de la Facultad de Economía, Jose “Cheo” Acosta y Guillermo Jiménez Soler, director general del Banco Nacional, quienes estuvieron responsabilizados con el diseño y análisis del trabajo.
El trabajo de sistematización y de campo seria ejecutado por el personal del BNC; el informe y las recomendaciones, por el grupo central bajo la dirección de CRR y Dorticós.
EL AZUL Y EL NEGRO.
Tras seis meses de meticuloso trabajo quedo finalmente plasmado en dos informes; el azul, más voluminoso, contenía el diagnostico, investigaba el estado actual de sectores y ramas de la economía y de sus organismos rectores; era, tambien el de mayor numero de ejemplares (10), ambos eran secretos, personales, estaban debidamente numerados y celosamente custodiados.
Del Libro Negro, se distribuyeron solo tres ejemplares; su circulación y préstamo estaba terminantemente prohibido; contenía las medidas generales, y específicas para tratar revertir el caos existente.
Las medidas proponían un rápido retorno a la normalidad; restablecimiento pleno de las RMM, la contabilidad, las finanzas y los planes de estudios de ambas especialidades; y el rápido abandono de la, original, línea adoptada por FCR y el BP cubano en 1966.
El paquete de medidas económicas hacia énfasis en los aspectos monetarios encaminados a restituir el valor de la moneda y la reducción del dinero en circulación, estimado en, por lo menos, el doble del los ingresos anuales; eliminación de todas las “gratituidades” establecidas en los últimos años; creación de un mercado paralelo de productos diferenciados que permitiera restablecer la función del dinero y las finanzas en la Isla. Reducción del trabajo voluntario; incrementos de tarifas publicas; entre otras.
Nunca se tuvo respuesta de la Dirección del país a los informes; tampoco se menciono de forma pública o secreta. La adopción de muchas de las medidas propuestas se hizo de forma parcial y después de un prolongado periodo de tiempo bajo el impulso de la integración al mercado común de los países socialistas.
Los principales dirigentes de este proyecto fueron demovidos en un corto periodo de tiempo y no volvieron a ocupar posiciones de primer nivel, salvo su principal impulsor, Carlos Rafael Rodríguez.
Del Libro Negro, se distribuyeron solo tres ejemplares; su circulación y préstamo estaba terminantemente prohibido; contenía las medidas generales, y específicas para tratar revertir el caos existente.
Las medidas proponían un rápido retorno a la normalidad; restablecimiento pleno de las RMM, la contabilidad, las finanzas y los planes de estudios de ambas especialidades; y el rápido abandono de la, original, línea adoptada por FCR y el BP cubano en 1966.
El paquete de medidas económicas hacia énfasis en los aspectos monetarios encaminados a restituir el valor de la moneda y la reducción del dinero en circulación, estimado en, por lo menos, el doble del los ingresos anuales; eliminación de todas las “gratituidades” establecidas en los últimos años; creación de un mercado paralelo de productos diferenciados que permitiera restablecer la función del dinero y las finanzas en la Isla. Reducción del trabajo voluntario; incrementos de tarifas publicas; entre otras.
Nunca se tuvo respuesta de la Dirección del país a los informes; tampoco se menciono de forma pública o secreta. La adopción de muchas de las medidas propuestas se hizo de forma parcial y después de un prolongado periodo de tiempo bajo el impulso de la integración al mercado común de los países socialistas.
Los principales dirigentes de este proyecto fueron demovidos en un corto periodo de tiempo y no volvieron a ocupar posiciones de primer nivel, salvo su principal impulsor, Carlos Rafael Rodríguez.
REGRESO AL ORDEN.
No será hasta finales de 1977, tras su ingreso en el CAME y debido a los requerimientos de éste, que el Gobierno cubano elimina las medidas del experimento NSDE, (1966-68), y restituye el Sistema Nacional de Contabilidad (SNC) y del Sistema de Información Estadística Nacional (SIE-N) y trata de reestructurar su aparato administrativo a imagen y semejanza del soviético.
Sin embargo, los efectos del caos se prolongarían, apenas atenuadas; en especial en forma de una crónica deficiencia en sus sistemas contable y financiero; del descontrol y el robo sistemático de bienes públicos.
El paso del caos al ortodoxo sistema centralizado soviético no pudo ser implementado en su totalidad, los viejos hábitos no mueren; pero, a pesar de sus limitaciones y deficiencias el nuevo ordenamiento de la economía; al menos creaba un marco de relaciones más apropiado que el desorden de los diez años precedentes; lo que unido a abundantes recursos externos, materiales y financieros, permite la reconstrucción de las producciones tradicionales e incrementos sustanciales en el sector industrial y el comercio; sus efectos pronto se hicieron sentir principalmente en los aspectos productivos; mucho más lentamente en los organizativos y administrativos, donde, además, aportaron una amplia carga de burocratismo e ineficiencia.
Sin embargo, los efectos del caos se prolongarían, apenas atenuadas; en especial en forma de una crónica deficiencia en sus sistemas contable y financiero; del descontrol y el robo sistemático de bienes públicos.
El paso del caos al ortodoxo sistema centralizado soviético no pudo ser implementado en su totalidad, los viejos hábitos no mueren; pero, a pesar de sus limitaciones y deficiencias el nuevo ordenamiento de la economía; al menos creaba un marco de relaciones más apropiado que el desorden de los diez años precedentes; lo que unido a abundantes recursos externos, materiales y financieros, permite la reconstrucción de las producciones tradicionales e incrementos sustanciales en el sector industrial y el comercio; sus efectos pronto se hicieron sentir principalmente en los aspectos productivos; mucho más lentamente en los organizativos y administrativos, donde, además, aportaron una amplia carga de burocratismo e ineficiencia.
NUEVA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS
CUBA EN EL CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica).
Entre 1975 y 1990 la Isla se beneficia de relaciones privilegiadas con el CAME lo que contribuye a lograr la estabilización de su economía después de la década destructiva; sin embargo, justo al comenzar la recuperación y en medio de conversaciones, secretas, con los EE.UU., en Nueva York, entre el Vicepresidente cubano Carlos Rafael Rodríguez y el Secretario del Exterior norteamericano, Henry Kiesinger para tratar sobre la normalización en las relaciones entre ambos paises; FCR inicia una nueva y costosa campaña: las guerras africanas de Angola y Etiopia, cuya duración y costo, consumieron, no solo los crecimientos logrados en este periodo, y una gran parte de los recursos recibidos del CAME para su desarrollo; creando una crisis económica, en la segunda mitad de 1980, que debilito el país, que incidirá directamente en los efectos de otra posterior y mucho más grave: la desaparición de la URSS .
EL COSTO DE LA GUERRA.
“Ningún país se ha beneficiado de una guerra prolongada; porque cuando un Ejercito se arriesga en este tipo de campaña todos los recursos del Estado no son suficientes” Sun Tzu, El Arte de la Guerra; Año 400. AC.
La presencia militar de Cuba en África, iniciada en 1965, en Zaire, se prolonga por 26 años, un mes y un día, hasta 1991; el 52% del tiempo que permaneció en el gobierno FCR.
En 1975, Cuba iba a incorporarse a una guerra prolongada: Angola, cuyo teatro de operaciones a 14 mil kilómetros de Cuba, en la que participarían más de 600 mil combatientes cubanos, equivalente al veinte por ciento del total de los trabajadores de la Isla; implicaba un enorme y costoso esfuerzo logístico que agotaría los recursos materiales y financieros de cualquier potencia mundial; mucho más los de un país pobre del tercer mundo.
Tan solo en transportación de tropas, equipos y abastecimientos; más la rotación del contingente (sustitución, vacaciones y heridos), con un periodo de recambio de tropas menor de dos años, supera los miles de millones de pesos; por ejemplo, FCR, solicitó a la Comisión Internacional que discutía el cese de hostilidades, el pago de los costes del viaje de regreso del contingente, una sola dirección; 600 millones de dólares; lo que fue rechazado. A ello debe agregarse el costo ocasionado por la sustracción del ejército de voluntarios que dejaban de producir en la Isla.
Durante la contienda de Angola, las tropas cubanas se vieron en la necesidad de construir pistas de aterrizajes, puentes y carreteras para sus operaciones militares; para ello fue necesario instalar unidades para la producción de materiales de construcción, plantas mezcladoras de cemento, adquisición y traslado de equipos pesados y fuerza de trabajo altamente calificada.
La operación de construcción del aeropuerto de Cahama, con una pista de 2700 metros de longitud y 30 de ancho, efectuado en condiciones extremas, cerca de la frontera con Namibia, se ejecuto en cuatro meses.
A este esfuerzo constructivo, debe agregarse el de otro aeropuerto construido por el Gobierno cubano, en el mismo periodo; esta vez en la Isla caribeña de Granada con un costo superior a los ochenta millones de dólares.
Al momento de concluir estas instalaciones, 25 años después del triunfo de la Revolución, en Cuba no se habia construido ningún aeropuerto nuevo. El gasto total en inversiones, construcción y montaje, para el transporte aéreo en Cuba, entre 1980 y 1990, apenas supera los cien millones de pesos, menos de diez millones anuales.
Igualmente se invirtió cientos de millones de pesos en obras de ingeniería para el acondicionamiento del teatro de operaciones militares, para la creación de rutas de columnas, instalaciones defensivas y otras obras de reparación y construcción.
Entre 1975-1985, la economía cubana alcanzo sus más altas cotas de crecimiento del periodo post revolucionario; el incremento anual del PSG promedia un 4.2 % aproximadamente, 13 mil millones de pesos en diez años.
El costo estimado, extraoficial, tan solo de la campaña angolana, se sitúa en el entorno los diecisiete mil millones de pesos; otros investigadores consideran esta cifra como demasiado conservadora; aún asi, es un 30% mayor que el aumento del PSG en el mismo periodo.
Si consideramos el costo de la segunda guerra cubana en África: Etiopia, el total superaría, holgadamente, los veinte mil millones lo que representa, aproximadamente, aproximadamente el doble de los incrementos del PSG obtenidos durante los diez mejores años de la economía cubana.
Sin concluir el conflicto angoleño, en 1986, los principales indicadores económicos comienzan a declinar; a registrar una disminución del crecimiento que los economistas oficiales atribuyen a varias causas; que van desde; el “agotamiento del sistema intensivo”, como Julio Carranza Valdez o Aurelio Alonso; hasta problemas de la producción azucarera, a pesar que las mayores zafras, todas superiores a los siete millones de toneladas se registran entre 1976 y 1990, vendidas a un precio superior a los 0.28 centavos, por libra; el costo de las campañas militares cubanas en África, que no se menciona nunca, juega el papel decisivo en el desencadenamiento de la nueva crisis.
En 1985, el gobierno cubano cae en una cadena de impagos de su deuda externa capitalista, que provoca la negativa de sus acreedores, a una renegociación, lo que ocasiona una moratoria cubana y el cierre de los créditos de parte de la banca occidental.
Las relaciones con la Unión Soviética, alarmada por el decline de la economía de la Isla, el aumento indetenible del consumo productivo y de la demanda de recursos, tampoco eran buenas noticias; el gasto de combustible por unidad de PSG, (eficiencia energética) habia crecido en un 25%, el consumo material aumentaba en igual proporción; mientras que la producción desciende y se incumplen los compromisos de exportación a la URSS y los países del CAME.
La situación se resuelve, aparentemente, con la adopción de medidas “sugeridas” por una delegación soviética presidida por A. Kosyguin, que impone la aplicación de estímulos y sanciones económicas para trabajadores y empresas dependiendo de sus ahorros, especialmente combustibles, y la adopción de otras medidas financieras que fortalecieran la eficiencia y disciplina económica; como resultado de ellas el ahorro de combustible, del próximo año, alcanzo un millón de toneladas y el PSG se estabiliza.
Esta intervención directa en los asuntos del país fue interpretada por la parte cubana como un intento de aprovechar su difícil situación para imponer la completa sovietización del país; la respuesta fue; un rechazo total al modelo y el retorno, a esquemas heroicos de retribución donde se eliminaban los estímulos materiales y se reinstalaban los morales; y un supuesto énfasis en la satisfacción de las demandas “sociales” en contraposición al consumo personal.
Para mejorar la situación se intentó incrementar las exportaciones no tradicionales y la sustitución de importaciones, lo que implicaría cambios no solo en objetivos; sino en su estructura productiva.
La presencia militar de Cuba en África, iniciada en 1965, en Zaire, se prolonga por 26 años, un mes y un día, hasta 1991; el 52% del tiempo que permaneció en el gobierno FCR.
En 1975, Cuba iba a incorporarse a una guerra prolongada: Angola, cuyo teatro de operaciones a 14 mil kilómetros de Cuba, en la que participarían más de 600 mil combatientes cubanos, equivalente al veinte por ciento del total de los trabajadores de la Isla; implicaba un enorme y costoso esfuerzo logístico que agotaría los recursos materiales y financieros de cualquier potencia mundial; mucho más los de un país pobre del tercer mundo.
Tan solo en transportación de tropas, equipos y abastecimientos; más la rotación del contingente (sustitución, vacaciones y heridos), con un periodo de recambio de tropas menor de dos años, supera los miles de millones de pesos; por ejemplo, FCR, solicitó a la Comisión Internacional que discutía el cese de hostilidades, el pago de los costes del viaje de regreso del contingente, una sola dirección; 600 millones de dólares; lo que fue rechazado. A ello debe agregarse el costo ocasionado por la sustracción del ejército de voluntarios que dejaban de producir en la Isla.
Durante la contienda de Angola, las tropas cubanas se vieron en la necesidad de construir pistas de aterrizajes, puentes y carreteras para sus operaciones militares; para ello fue necesario instalar unidades para la producción de materiales de construcción, plantas mezcladoras de cemento, adquisición y traslado de equipos pesados y fuerza de trabajo altamente calificada.
La operación de construcción del aeropuerto de Cahama, con una pista de 2700 metros de longitud y 30 de ancho, efectuado en condiciones extremas, cerca de la frontera con Namibia, se ejecuto en cuatro meses.
A este esfuerzo constructivo, debe agregarse el de otro aeropuerto construido por el Gobierno cubano, en el mismo periodo; esta vez en la Isla caribeña de Granada con un costo superior a los ochenta millones de dólares.
Al momento de concluir estas instalaciones, 25 años después del triunfo de la Revolución, en Cuba no se habia construido ningún aeropuerto nuevo. El gasto total en inversiones, construcción y montaje, para el transporte aéreo en Cuba, entre 1980 y 1990, apenas supera los cien millones de pesos, menos de diez millones anuales.
Igualmente se invirtió cientos de millones de pesos en obras de ingeniería para el acondicionamiento del teatro de operaciones militares, para la creación de rutas de columnas, instalaciones defensivas y otras obras de reparación y construcción.
Entre 1975-1985, la economía cubana alcanzo sus más altas cotas de crecimiento del periodo post revolucionario; el incremento anual del PSG promedia un 4.2 % aproximadamente, 13 mil millones de pesos en diez años.
El costo estimado, extraoficial, tan solo de la campaña angolana, se sitúa en el entorno los diecisiete mil millones de pesos; otros investigadores consideran esta cifra como demasiado conservadora; aún asi, es un 30% mayor que el aumento del PSG en el mismo periodo.
Si consideramos el costo de la segunda guerra cubana en África: Etiopia, el total superaría, holgadamente, los veinte mil millones lo que representa, aproximadamente, aproximadamente el doble de los incrementos del PSG obtenidos durante los diez mejores años de la economía cubana.
Sin concluir el conflicto angoleño, en 1986, los principales indicadores económicos comienzan a declinar; a registrar una disminución del crecimiento que los economistas oficiales atribuyen a varias causas; que van desde; el “agotamiento del sistema intensivo”, como Julio Carranza Valdez o Aurelio Alonso; hasta problemas de la producción azucarera, a pesar que las mayores zafras, todas superiores a los siete millones de toneladas se registran entre 1976 y 1990, vendidas a un precio superior a los 0.28 centavos, por libra; el costo de las campañas militares cubanas en África, que no se menciona nunca, juega el papel decisivo en el desencadenamiento de la nueva crisis.
En 1985, el gobierno cubano cae en una cadena de impagos de su deuda externa capitalista, que provoca la negativa de sus acreedores, a una renegociación, lo que ocasiona una moratoria cubana y el cierre de los créditos de parte de la banca occidental.
Las relaciones con la Unión Soviética, alarmada por el decline de la economía de la Isla, el aumento indetenible del consumo productivo y de la demanda de recursos, tampoco eran buenas noticias; el gasto de combustible por unidad de PSG, (eficiencia energética) habia crecido en un 25%, el consumo material aumentaba en igual proporción; mientras que la producción desciende y se incumplen los compromisos de exportación a la URSS y los países del CAME.
La situación se resuelve, aparentemente, con la adopción de medidas “sugeridas” por una delegación soviética presidida por A. Kosyguin, que impone la aplicación de estímulos y sanciones económicas para trabajadores y empresas dependiendo de sus ahorros, especialmente combustibles, y la adopción de otras medidas financieras que fortalecieran la eficiencia y disciplina económica; como resultado de ellas el ahorro de combustible, del próximo año, alcanzo un millón de toneladas y el PSG se estabiliza.
Esta intervención directa en los asuntos del país fue interpretada por la parte cubana como un intento de aprovechar su difícil situación para imponer la completa sovietización del país; la respuesta fue; un rechazo total al modelo y el retorno, a esquemas heroicos de retribución donde se eliminaban los estímulos materiales y se reinstalaban los morales; y un supuesto énfasis en la satisfacción de las demandas “sociales” en contraposición al consumo personal.
Para mejorar la situación se intentó incrementar las exportaciones no tradicionales y la sustitución de importaciones, lo que implicaría cambios no solo en objetivos; sino en su estructura productiva.
NUEVA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS
Si el experimento de la década de 1960 recibió el nombre de “ofensiva revolucionaria”, el nuevo intento de 1986 fue bautizado como el “proceso de rectificación de errores”.
Aún en estas difíciles condiciones, FCR determina el envió de otro contingente de más de 50 mil hombres, seis divisiones cubanas, dotadas de los más modernos armamentos: sistemas artilleros reactivos, artillería antiaéreas coheteril, tanques y aviación de ultima generación; para tratar de impedir la derrota de las fuerzas angolanas al borde de su destrucción tras la ofensiva del Ejército Surafricano y de la Unita, en Octubre de 1987, en el eje Menongue- Cuito Canavale.
De los factores desencadenantes de esta crisis que va a debilitar a la Isla, el de mayor peso e importancia, por su duración, magnitud y costo son las guerras africanas: Angola y Etiopia que desangraron la economía cubana, en su mejor momento, privándola de los recursos que garantizaban el desarrollo del pais.
La información oficial insistió en la versión de que el “proceso de rectificación” estaba dirigido a resolver problemas generados por el “modelo soviético” y satisfacer demandas sociales acumuladas en viviendas, hospitales y círculos infantiles, entre otras; sin embargo no pudieron o quisieron apreciar la realidad de este momento.
El gobierno cubano habia decidido comprometer sus fuerzas y recursos en un conflicto prolongado y difícil, como el angoleño y el de Etiopia; a lo que se agrega las deficiencias estructurales del mercado laboral, en el que se duplica de 1975 a 1986 el numero de trabajadores del sector no productivo.
El numero hombres sustraídos por las guerras africanas a la economía de la Isla es superior a 100 mil hombres anuales; el 15% del total de los empleados en la esfera productiva durante más de quince años; más que suficiente para asegurar todas las necesidades constructivas del país.
La firma de los acuerdos de paz y el retorno de las tropas expedicionarias en África complica la ya difícil situación de la Isla, que agobiada por la caída de la eficiencia interna, agravada por la “rectificación de errores”; con la supresión de los créditos financieros de los países capitalistas y el endurecimiento de las exigencias de los miembros del CAME, con la URSS, a la cabeza por el constante incumplimiento de los compromisos de entrega de azúcar y el aumento de la deuda cubana a más de 40,000 millones de rublos convertibles.
Si el experimento de la década de 1960 recibió el nombre de “ofensiva revolucionaria”, el nuevo intento de 1986 fue bautizado como el “proceso de rectificación de errores”.
Aún en estas difíciles condiciones, FCR determina el envió de otro contingente de más de 50 mil hombres, seis divisiones cubanas, dotadas de los más modernos armamentos: sistemas artilleros reactivos, artillería antiaéreas coheteril, tanques y aviación de ultima generación; para tratar de impedir la derrota de las fuerzas angolanas al borde de su destrucción tras la ofensiva del Ejército Surafricano y de la Unita, en Octubre de 1987, en el eje Menongue- Cuito Canavale.
De los factores desencadenantes de esta crisis que va a debilitar a la Isla, el de mayor peso e importancia, por su duración, magnitud y costo son las guerras africanas: Angola y Etiopia que desangraron la economía cubana, en su mejor momento, privándola de los recursos que garantizaban el desarrollo del pais.
La información oficial insistió en la versión de que el “proceso de rectificación” estaba dirigido a resolver problemas generados por el “modelo soviético” y satisfacer demandas sociales acumuladas en viviendas, hospitales y círculos infantiles, entre otras; sin embargo no pudieron o quisieron apreciar la realidad de este momento.
El gobierno cubano habia decidido comprometer sus fuerzas y recursos en un conflicto prolongado y difícil, como el angoleño y el de Etiopia; a lo que se agrega las deficiencias estructurales del mercado laboral, en el que se duplica de 1975 a 1986 el numero de trabajadores del sector no productivo.
El numero hombres sustraídos por las guerras africanas a la economía de la Isla es superior a 100 mil hombres anuales; el 15% del total de los empleados en la esfera productiva durante más de quince años; más que suficiente para asegurar todas las necesidades constructivas del país.
La firma de los acuerdos de paz y el retorno de las tropas expedicionarias en África complica la ya difícil situación de la Isla, que agobiada por la caída de la eficiencia interna, agravada por la “rectificación de errores”; con la supresión de los créditos financieros de los países capitalistas y el endurecimiento de las exigencias de los miembros del CAME, con la URSS, a la cabeza por el constante incumplimiento de los compromisos de entrega de azúcar y el aumento de la deuda cubana a más de 40,000 millones de rublos convertibles.
NUEVA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS
EL PERIODO ESPECIAL.
EL PERIODO ESPECIAL.
Antes de 1990, la carencia de los insumos fundamentales, de alimentos, productos intermedios, materias primas comenzó a afectar la dependiente producción de la Isla. Más que eliminación de los envíos, lo que estaban practicando los países socialistas era la reprogramación de sus exportaciones, retardaban la llegada de los mismos a los puertos cubanos ocasionando todo tipo de problemas; era una forma sutil de presión, que anticipaba otras mucho más graves.
La respuesta gubernamental ante la nueva situación es coyuntural e incoherente; en una situación totalmente distinta continúa manteniendo, a todo trance, los esquemas de economía centralizada, confirmando el “inmovilismo” del que habia acusado en sus últimos años el Vice. Presidente Carlos Rafael Rodríguez, publica y privadamente, a la gestión de FCR.
Para el ultimo año de estadística confiable, 1989, el numero de trabajadores del sector estatal alcanzaba los 3 millones quinientos mil; el sector improductivo se habia duplicado con respecto a 1975 y sobrepasaba el millón de empleados; mientras, en el mismo periodo, el incremento en el sector productivo era de menos del 50%.
Los salarios habían pasado de 4 mil millones a 8 mil millones anuales; mientras que la producción y la productividad, a precios constantes de 1975, apenas aumentaba en un 2,0 porciento.
El aumento salarial se concentraba en el sector improductivo y la seguridad social que en su conjunto representaban el 48% del salario y el 44% de todos los ingresos de la población.
Para completar el grave cuadro de la economía de la Isla, desde mucho antes de su entrada al CAME el déficit presupuestario y el desequilibrio financiero había mostrado fuertes incrementos, para la década 1980-1990 alcanzo los dos dígitos; algo más del 73% de las 4000 Empresas y Unidades del país operaban con perdidas.
El excedente monetario en manos de la población, circulación y cuentas personales, que siempre fue elevado, ahora, con la caída en las importaciones y el aumento de los ingresos salariales, por incorporación de jóvenes al mercado laboral, aceleraba su crecimiento y superaba los seis mil millones de pesos, un 52% de los ingresos salariales anuales.
Esta era la situación general de la economía cubana justo antes de que un suceso, difícilmente previsible, desencadenara la más aguda crisis de toda la historia de Cuba.
Uno de los planteamientos fundamentales de la “perestroika soviética” era la suspensión de la ayuda de la URSS al Tercer Mundo; el establecimiento de patrones de intercambios mutuamente beneficiosos y el pago de todas las deudas; Cuba resultaba el principal perjudicado al ser el mayor receptor-deudor del gobierno soviético.
La sola mención de comercio equilibrado significaba, como resulto finalmente, una caída de por lo menos el 60% de las importaciones de ese origen al reducirse a menos de la mitad el precio “especial” pagado por el azúcar cubano y ajustar las importaciones a Cuba, al cumplimientos de sus compromisos de entregas.
De 1989 hasta finales de 1994 se produce la etapa más critica del llamado “periodo especial”, una combinación letal de supresión de las importaciones de los países socialistas (76%), en especial de la URSS (71%); con una relación de intercambio muy favorable as Cuba, por los elevados precios que pagaban por el azúcar y otros productos cubanos y la aceptación de déficits en la balanza comercial de hasta el 30% anual.
A pesar de las importantes ventajas obtenidas con su ingreso en el CAME, Cuba iniciaba la década de 1990 con una desfavorable situación creada por las prolongadas guerras africanas, que habían provocado: un déficit presupuestario crónico; la suspensión de créditos de los países capitalistas, por el impago de los intereses de una deuda, cercana a los quince mil millones; otra deuda, esta de balanza comercial con la URRS, superior a los 35 mil millones cuya amortización reclamaban, ahora, los acreedores.
En el plano interno, los problemas pasaban por la baja constante de la producción y productividad, que abarcaba a todos los sectores; lo que unido al incremento de los índices de consumo y el aumento en el pago de salarios provocaban la caída de la oferta nacional; al mismo tiempo que, aumentaba, de manera acelerada el efectivo en manos de la población y las actividades del mercado negro.
El sistema de distribución de abastecimientos (racionados desde 1960), desaparece, salvo para dos o tres productos: arroz, azúcar y frijoles, 5 libras, seis lb. Y 8 onzas, respectivamente, el resto se hace intermitente.
De 1990 a 1994, el PSG desciende en un cincuenta por ciento, que lo retrotrae, a la década de 1930; y provoca una crisis alimentaría que no tiene antecedentes en la Isla; como resultado de ella en este periodo aparece una enfermedad carencial: “la neuropatía epidémica”, que provoca más de quinientos mil victimas, que tienen como secuela lesiones permanentes. Las cadenas de tiendas de productos industriales dejan de existir y con ellas la oferta de ropa, calzado, productos de limpieza y muebles desaparecen del mercado nacional, hasta hoy, 2008.
Se reducen todas las producciones agropecuarias y los rebaños bovino, ovino-caprino y caballar desaparecen en un 70%; mientras que la producción de huevos y pollos baja en un ochenta %.
La producción industrial, con excepción del azúcar, sufre una caída del 75%, provocando la paralización del parque industrial y el desempleo de cientos de miles de trabajadores que pasan a recibir, transitoriamente, ayuda de la seguridad social.
La realidad liquidaba todo intento de aplicar la anunciada “rectificación de errores del sistema de dirección soviético”, cuyas características y contenido jamás se enunciaron, ni aplicaron.
El manejo de la crisis se hizo sin una formulación, ni sistema, sobre la base de medidas tomadas por la presión de las circunstancias, algunas de ellas contradictorias y antagónicas.
La primera, de rigor, era tratar de reducir el gasto salarial, mediante la supresión de organismos y reducción de plantillas en otros; el primer afectado fue la defensa que fue reorganizado, en dos oportunidades: En el aparato estatal civil la carencia de recursos materiales, energía e insumos, iba determinando el ritmo y la magnitud de las afectaciones; al final, más del 50% de la fuerza de trabajo directa y administrativa fueron al paro, aprox. Un millón de personas estaban ahora subsidiadas.
Desde los meses iniciales de la crisis quedo demostrada la resistencia de FCR y el grupo dirigente a cualquier sugerencia de cambios que afectaran las estructuras patrimoniales, políticas o administrativas de la Isla; en especial, su control absoluto sobre la propiedad de la tierra; cualquier sugerencia de reacomodo de esta fue rechazado; a pesar de que los treinta años previos la propiedad estatal había demostrado su incapacidad para satisfacer las necesidades alimentarías de la población e incrementar su oferta; igual sucedería en el futuro.
En la agricultura, esta decisión produjo una caída del orden del setenta %; no menos del 75% de las proteínas y el 50% de las calorías desaparecieron de la dieta del cubano medio.
A principio del año 1991, en una carta circular del vicepresidente Carlos Lage, a los altos cuadros del estado, se enunciaban las principales afectaciones y las medidas para enfrentarlas; entre las primeras, la suspensión de la leche y reducción del servicio de acueducto a mínimos vitales; largos periodos sin energía eléctrica, graves reducciones del transporte nacional y urbano; el problema de los “trabajadores disponibles”, subvencionados; la aguda carestía de los alimentos esenciales; entre muchas otras.
Segundo, y más importante, en ella se establecían los lineamientos de la politica para enfrentar la crisis que se sustentaban en: mantener las exportaciones: de azúcar; de productos de biotecnología y el desarrollo del turismo.
Se descartaba, en ella, cualquier reordenamiento de la agricultura en lo tocante a formas de propiedad u organización y se insistía en la búsqueda de la solución a partir de las enormes granjas estatales, que en un 80% operaban con pérdidas económicas, provocando enormes déficits presupuestario y subsidios gubernamentales que superaban los mil millones anuales, desde su puesta en marcha.
En cuanto los otros dos vectores del plan salvador de la economía; el turismo, después de veinte años de estar prohibido “por motivos ideológicos”, a pesar de haber sido el segundo rubro de ingresos externos en la década de 1950; en 1976 se reinicio su explotación, a partir de las visitas de los emigrados cubanos en EE.UU. con resultados alentadores; ahora se trataba de convertir La Habana, en lo que siempre habia sido: un gran centro mundial del turismo internacional.
La biotecnología, “proyecto de prestigio”, desarrollado a partir de la década de 1980, debido a la no adjudicación de un fondo ONU solicitado por Cuba y otorgado a Yugoeslava y la India, apenas comenzaba su producción para 1990 y ya habia costado decenas de millones de dólares; era un plan peligroso en la difícil coyuntura cubana.
Al concluir los primeros cinco años de aplicación de estas directivas se habían adquiridos nuevas e importantes deudas, más de 600 millones de dólares, al 16% de interés anual, para financiar la producción de azúcar, que fracasó en su objetivo; esta continúo declinando hasta, reducirse a menos de 2 millones de toneladas para principio del siglo XXI.
El turismo, después de un prometedor inicio comenzó su estancamiento en torno a los 2 millones de visitantes anuales, debido a las altas tasas de cambios impuestas por el gobierno cubano, medidas restrictivas aplicadas por el gobierno norteamericano y a factores externos; a los que se sumaba la baja calidad del servicio, las deficiencias internas y la inexistente oferta extraturistica; el numero de visitantes anuales se mantiene sin superar los niveles obtenidos en el 2000.
Los proyectos centrados en la biotecnología atravesaron por diferentes dificultades para su inserción en un mercado altamente especializado, controlado por grandes monopolios, sin alcanzar, nunca, las expectativas que en el cifraba la dirigencia cubana, sus exportaciones en los últimos quince años no logran recuperar la inversión inicial.
EL 1993.
La agudización de la crisis iniciada en 1986-87; ampliada por la posterior desaparición de la URSS, que retrotrajeron el nivel de vida de la población a los de 1929, a la pobreza absoluta; con la paralización de la industria, la agricultura, el transporte, electricidad provocaron, finalmente, en 1994, violentas protestas callejeras, en Ciudad de La Habana, que amenazaron con extenderse a otras provincias; fueron las que finalmente, empujaron, a FCR, a la adopción de medidas, anteriormente repudiadas, ahora implementadas a toda velocidad; entre ellas:
La apertura controlada al capital extranjero; flexibilización del mercado laboral; pero solo para las compañías extranjeras; autorización de trabajadores “por cuenta propia”, de establecimientos privados de gastronomía; y, el más importante de todos: autorización del envió de remesas del exterior y la libre circulación del dólar; cuyos efectos beneficiosos se hicieron sentir de inmediato y superaron a las otras adoptadas.
Todas ellas eran necesarias, pero, insuficientes, y parciales; aun en esta difícil coyuntura y por decisión personal de FCR, la propiedad y administración de la agricultura continuo siendo un feudo estatal; prolongando de esta forma el fracaso de la producción agropecuaria cubana hasta alcanzar los cincuenta años de catástrofe alimentaría.
A pesar de ceder en la apertura de los mercados campesinos, prohíbe en ellos la venta de café, huevos, pollos, leche, queso, entre otros productos que continuarían vendiéndose en la “bolsa negra.
Como solución intermedia, determinada por el fracaso de la producción cañera, a pesar de los nuevos prestamos multimillonarios de la banca occidental, se crean las UBPC, (unidades básica de producción cooperativa) que agrupaban más de dos millones de hectáreas de áreas cañeras, el setenta por ciento (70%) del total de las tierras cultivadas del país, de las que el estado nunca habia podido obtener resultados aceptables, por sus elevados costos, bajos rendimientos e ineficiencia.
Las UBPC estaban condenadas al fracaso; no eran propiedad cooperativa; ninguno de sus integrantes eran dueños o usufructuarios de su tierra; nacían lastrada con una deuda de cientos de millones de pesos al tener que liquidar los compromisos financieros de las antiguas granjas cañeras; debían, además, amortizar, no solo sus deudas, sino, los edificios, instalaciones y equipos de todo tipo; desde, motobombas, hasta cosechadoras de caña, funcionaran o no; todo ello hacía impagable sus obligaciones y actuaba como un insalvable obstáculo.
Además, eran dirigidas por las delegaciones del Min. De la Agricultura; con las ya conocidas deficiencias de: descapitalización, dilapidación de recursos, decisiones centralizadas, falta de estímulos, total ausencia de autoridad y flexibilidad en el empleo de su fuerza de trabajo, entre otras.
La decadencia de la industria azucarera y el fracaso de la producción cañera de las UBPC, con rendimientos de menos de 15,000@ por caballería, llevan a FCR a tomar una medida extrema: la eliminación del cincuenta % de los centrales azucareros y abandonar, literalmente, un millón de hectáreas, el 50% del área dedicada al azúcar; el 36 % del total de las tierras agrícolas estatales; casi el doble de la extensión dedicada a la producción alimentaría; que se sumaban a más de un millón de hectáreas de la ganadería, improductivas debido a la disminución, a menos de un tercio del rebaño vacuno y la falta de atención cultural.
De esta forma quedan sin atención alrededor de un millón (1, 000,000) hectáreas, el 50% de todas las tierras en producción, que pronto son invadidas por el marabú, como reconoce el periódico oficial Juventud Rebelde, en su edición dominical, de fecha 9 de Diciembre del 2007.
En este momento crucial, que FCR adopta una sorprendente decisión: demoler cincuenta centrales, dejar desempleados a más de doscientos cincuenta mil trabajadores, agrícolas e industriales, que irán a aumentar el sector improductivo de la economía al mantenérseles el pago completo de sus salarios, para que estudien (Misión Álvaro Reynoso).
Un grupo de importante dirigentes y técnicos del Min. Del Azúcar, se opuso al desmantelamiento de la industria y agricultura cañera, sin antes intentar otras producciones relacionadas con la gramínea; en primera instancia como bio-combustible, sus argumentos eran poderosos:
- se trataba abandonar la mitad de las tierras dedicadas al cultivo de la caña, desde mediados del siglo XIX, y destruir cincuenta centrales cuyo valor superaba los mil millones de pesos.
-La producción de etanol en las capacidades industriales eliminadas podían llegar a millones de litros anuales del producto.
- Cuba era un país monocultor de azúcar desde hacia dos siglos y principal exportador mundial de azúcar hasta el triunfo de la Revolución, por lo tanto, al dirigir sus esfuerzos hacia el Etanol, no interfería con otras tierras o producciones.
La tala de sus bosques y selvas, para producir azúcar, ocurrió desde 1795, hasta 1920; cuando Cuba se convirtió en el mayor monocultor de caña del mundo.
- contaban con las instalaciones industriales para ejecutar todo el proceso; y el área de siembra disponible (800 0 900 mil hectáreas) que aportarían sustanciales cantidades de materia prima.
- Una parte importante de la fuerza de trabajo continuaría en el sector agroindustrial y no seria necesario subsidiarlas.
- las inversiones serian mínimas o inexistentes en infraestructura, industria y transportación.
- la demanda interna para el producto serian ilimitadas, crecientes y sustituían importaciones de combustibles.
-Cuba, al contar con una moderna y potente industria biotecnológica, orgullo de FCR, no dependería de las grandes transnacionales de semillas; otro tanto podría decirse del amplio surtido de fertilizantes susceptibles de producirse en la Isla.
- el punto más importante esgrimido por los críticos de FCR, era, que Cuba habia exportado importantes cantidades de las llamadas “mieles finales” y alcoholes, por siglos. La Isla habia consumido millones de galones etanol entre 1943 y 1948 durante la II Guerra Mundial. Y, exportado a países capitalistas, tan solo en la última década 1980-1990, más de diez millones de toneladas de mieles finales a precios menores a los catorce dólares promedio, por tonelada
Las exportaciones de mieles finales antes del gobierno de FCR, 1959, superaban el millón doscientas mil toneladas anuales.
-Finalmente, en las condiciones actuales, debido a los precios del petróleo, era mucho más rentable producir etanol que eliminar la caña de azúcar.
Menos de seis años después de rechazar la alternativa de producir biocombustible, FCR dio a conocer públicamente, su oposición a la producción del etanol como sustituto del azúcar, con los más variados argumentos; ninguno era aplicable en el caso de cubano.
Sin embargo, la espiral alcista de los precios del petróleo; la no explotación de más de 800 mil hectáreas de tierras dedicadas a la caña de azúcar, que hoy permanecen improductivas e infestadas de marabú, hacen previsible la revisión urgente de este tema; sobre todo por la incertidumbre sobre la continuidad del principal proveedor del petróleo a Cuba, Hugo Chávez Frías, de Venezuela, creada por la derrota en sus planes de reelección.
A pesar de los perjuicios económicos que ocasionaba la desaparición de la mitad de la industria azucarera, se ejecuto la decisión de FCR de eliminarla, sin intentar otras producciones alternativas, como el etanol, a pesar de poseer numerosas ventajas relativas para ello.
No transcurrieron tres años de la eliminación de la mitad de los centrales azucareros, cuando la antigua Isla del Azúcar se convirtió en importador neto del producto.
Menos de cinco años después, la mayoría de las medidas adoptadas entre 1994-95 van a ser paralizadas, iniciándose un retorno al modelo centralizado anterior; debido a una nueva alianza política, con ventajas económicas, esta vez con la Quinta Republica de Venezuela, del Presidente Hugo Chávez Frías.
La respuesta gubernamental ante la nueva situación es coyuntural e incoherente; en una situación totalmente distinta continúa manteniendo, a todo trance, los esquemas de economía centralizada, confirmando el “inmovilismo” del que habia acusado en sus últimos años el Vice. Presidente Carlos Rafael Rodríguez, publica y privadamente, a la gestión de FCR.
Para el ultimo año de estadística confiable, 1989, el numero de trabajadores del sector estatal alcanzaba los 3 millones quinientos mil; el sector improductivo se habia duplicado con respecto a 1975 y sobrepasaba el millón de empleados; mientras, en el mismo periodo, el incremento en el sector productivo era de menos del 50%.
Los salarios habían pasado de 4 mil millones a 8 mil millones anuales; mientras que la producción y la productividad, a precios constantes de 1975, apenas aumentaba en un 2,0 porciento.
El aumento salarial se concentraba en el sector improductivo y la seguridad social que en su conjunto representaban el 48% del salario y el 44% de todos los ingresos de la población.
Para completar el grave cuadro de la economía de la Isla, desde mucho antes de su entrada al CAME el déficit presupuestario y el desequilibrio financiero había mostrado fuertes incrementos, para la década 1980-1990 alcanzo los dos dígitos; algo más del 73% de las 4000 Empresas y Unidades del país operaban con perdidas.
El excedente monetario en manos de la población, circulación y cuentas personales, que siempre fue elevado, ahora, con la caída en las importaciones y el aumento de los ingresos salariales, por incorporación de jóvenes al mercado laboral, aceleraba su crecimiento y superaba los seis mil millones de pesos, un 52% de los ingresos salariales anuales.
Esta era la situación general de la economía cubana justo antes de que un suceso, difícilmente previsible, desencadenara la más aguda crisis de toda la historia de Cuba.
Uno de los planteamientos fundamentales de la “perestroika soviética” era la suspensión de la ayuda de la URSS al Tercer Mundo; el establecimiento de patrones de intercambios mutuamente beneficiosos y el pago de todas las deudas; Cuba resultaba el principal perjudicado al ser el mayor receptor-deudor del gobierno soviético.
La sola mención de comercio equilibrado significaba, como resulto finalmente, una caída de por lo menos el 60% de las importaciones de ese origen al reducirse a menos de la mitad el precio “especial” pagado por el azúcar cubano y ajustar las importaciones a Cuba, al cumplimientos de sus compromisos de entregas.
De 1989 hasta finales de 1994 se produce la etapa más critica del llamado “periodo especial”, una combinación letal de supresión de las importaciones de los países socialistas (76%), en especial de la URSS (71%); con una relación de intercambio muy favorable as Cuba, por los elevados precios que pagaban por el azúcar y otros productos cubanos y la aceptación de déficits en la balanza comercial de hasta el 30% anual.
A pesar de las importantes ventajas obtenidas con su ingreso en el CAME, Cuba iniciaba la década de 1990 con una desfavorable situación creada por las prolongadas guerras africanas, que habían provocado: un déficit presupuestario crónico; la suspensión de créditos de los países capitalistas, por el impago de los intereses de una deuda, cercana a los quince mil millones; otra deuda, esta de balanza comercial con la URRS, superior a los 35 mil millones cuya amortización reclamaban, ahora, los acreedores.
En el plano interno, los problemas pasaban por la baja constante de la producción y productividad, que abarcaba a todos los sectores; lo que unido al incremento de los índices de consumo y el aumento en el pago de salarios provocaban la caída de la oferta nacional; al mismo tiempo que, aumentaba, de manera acelerada el efectivo en manos de la población y las actividades del mercado negro.
El sistema de distribución de abastecimientos (racionados desde 1960), desaparece, salvo para dos o tres productos: arroz, azúcar y frijoles, 5 libras, seis lb. Y 8 onzas, respectivamente, el resto se hace intermitente.
De 1990 a 1994, el PSG desciende en un cincuenta por ciento, que lo retrotrae, a la década de 1930; y provoca una crisis alimentaría que no tiene antecedentes en la Isla; como resultado de ella en este periodo aparece una enfermedad carencial: “la neuropatía epidémica”, que provoca más de quinientos mil victimas, que tienen como secuela lesiones permanentes. Las cadenas de tiendas de productos industriales dejan de existir y con ellas la oferta de ropa, calzado, productos de limpieza y muebles desaparecen del mercado nacional, hasta hoy, 2008.
Se reducen todas las producciones agropecuarias y los rebaños bovino, ovino-caprino y caballar desaparecen en un 70%; mientras que la producción de huevos y pollos baja en un ochenta %.
La producción industrial, con excepción del azúcar, sufre una caída del 75%, provocando la paralización del parque industrial y el desempleo de cientos de miles de trabajadores que pasan a recibir, transitoriamente, ayuda de la seguridad social.
La realidad liquidaba todo intento de aplicar la anunciada “rectificación de errores del sistema de dirección soviético”, cuyas características y contenido jamás se enunciaron, ni aplicaron.
El manejo de la crisis se hizo sin una formulación, ni sistema, sobre la base de medidas tomadas por la presión de las circunstancias, algunas de ellas contradictorias y antagónicas.
La primera, de rigor, era tratar de reducir el gasto salarial, mediante la supresión de organismos y reducción de plantillas en otros; el primer afectado fue la defensa que fue reorganizado, en dos oportunidades: En el aparato estatal civil la carencia de recursos materiales, energía e insumos, iba determinando el ritmo y la magnitud de las afectaciones; al final, más del 50% de la fuerza de trabajo directa y administrativa fueron al paro, aprox. Un millón de personas estaban ahora subsidiadas.
Desde los meses iniciales de la crisis quedo demostrada la resistencia de FCR y el grupo dirigente a cualquier sugerencia de cambios que afectaran las estructuras patrimoniales, políticas o administrativas de la Isla; en especial, su control absoluto sobre la propiedad de la tierra; cualquier sugerencia de reacomodo de esta fue rechazado; a pesar de que los treinta años previos la propiedad estatal había demostrado su incapacidad para satisfacer las necesidades alimentarías de la población e incrementar su oferta; igual sucedería en el futuro.
En la agricultura, esta decisión produjo una caída del orden del setenta %; no menos del 75% de las proteínas y el 50% de las calorías desaparecieron de la dieta del cubano medio.
A principio del año 1991, en una carta circular del vicepresidente Carlos Lage, a los altos cuadros del estado, se enunciaban las principales afectaciones y las medidas para enfrentarlas; entre las primeras, la suspensión de la leche y reducción del servicio de acueducto a mínimos vitales; largos periodos sin energía eléctrica, graves reducciones del transporte nacional y urbano; el problema de los “trabajadores disponibles”, subvencionados; la aguda carestía de los alimentos esenciales; entre muchas otras.
Segundo, y más importante, en ella se establecían los lineamientos de la politica para enfrentar la crisis que se sustentaban en: mantener las exportaciones: de azúcar; de productos de biotecnología y el desarrollo del turismo.
Se descartaba, en ella, cualquier reordenamiento de la agricultura en lo tocante a formas de propiedad u organización y se insistía en la búsqueda de la solución a partir de las enormes granjas estatales, que en un 80% operaban con pérdidas económicas, provocando enormes déficits presupuestario y subsidios gubernamentales que superaban los mil millones anuales, desde su puesta en marcha.
En cuanto los otros dos vectores del plan salvador de la economía; el turismo, después de veinte años de estar prohibido “por motivos ideológicos”, a pesar de haber sido el segundo rubro de ingresos externos en la década de 1950; en 1976 se reinicio su explotación, a partir de las visitas de los emigrados cubanos en EE.UU. con resultados alentadores; ahora se trataba de convertir La Habana, en lo que siempre habia sido: un gran centro mundial del turismo internacional.
La biotecnología, “proyecto de prestigio”, desarrollado a partir de la década de 1980, debido a la no adjudicación de un fondo ONU solicitado por Cuba y otorgado a Yugoeslava y la India, apenas comenzaba su producción para 1990 y ya habia costado decenas de millones de dólares; era un plan peligroso en la difícil coyuntura cubana.
Al concluir los primeros cinco años de aplicación de estas directivas se habían adquiridos nuevas e importantes deudas, más de 600 millones de dólares, al 16% de interés anual, para financiar la producción de azúcar, que fracasó en su objetivo; esta continúo declinando hasta, reducirse a menos de 2 millones de toneladas para principio del siglo XXI.
El turismo, después de un prometedor inicio comenzó su estancamiento en torno a los 2 millones de visitantes anuales, debido a las altas tasas de cambios impuestas por el gobierno cubano, medidas restrictivas aplicadas por el gobierno norteamericano y a factores externos; a los que se sumaba la baja calidad del servicio, las deficiencias internas y la inexistente oferta extraturistica; el numero de visitantes anuales se mantiene sin superar los niveles obtenidos en el 2000.
Los proyectos centrados en la biotecnología atravesaron por diferentes dificultades para su inserción en un mercado altamente especializado, controlado por grandes monopolios, sin alcanzar, nunca, las expectativas que en el cifraba la dirigencia cubana, sus exportaciones en los últimos quince años no logran recuperar la inversión inicial.
EL 1993.
La agudización de la crisis iniciada en 1986-87; ampliada por la posterior desaparición de la URSS, que retrotrajeron el nivel de vida de la población a los de 1929, a la pobreza absoluta; con la paralización de la industria, la agricultura, el transporte, electricidad provocaron, finalmente, en 1994, violentas protestas callejeras, en Ciudad de La Habana, que amenazaron con extenderse a otras provincias; fueron las que finalmente, empujaron, a FCR, a la adopción de medidas, anteriormente repudiadas, ahora implementadas a toda velocidad; entre ellas:
La apertura controlada al capital extranjero; flexibilización del mercado laboral; pero solo para las compañías extranjeras; autorización de trabajadores “por cuenta propia”, de establecimientos privados de gastronomía; y, el más importante de todos: autorización del envió de remesas del exterior y la libre circulación del dólar; cuyos efectos beneficiosos se hicieron sentir de inmediato y superaron a las otras adoptadas.
Todas ellas eran necesarias, pero, insuficientes, y parciales; aun en esta difícil coyuntura y por decisión personal de FCR, la propiedad y administración de la agricultura continuo siendo un feudo estatal; prolongando de esta forma el fracaso de la producción agropecuaria cubana hasta alcanzar los cincuenta años de catástrofe alimentaría.
A pesar de ceder en la apertura de los mercados campesinos, prohíbe en ellos la venta de café, huevos, pollos, leche, queso, entre otros productos que continuarían vendiéndose en la “bolsa negra.
Como solución intermedia, determinada por el fracaso de la producción cañera, a pesar de los nuevos prestamos multimillonarios de la banca occidental, se crean las UBPC, (unidades básica de producción cooperativa) que agrupaban más de dos millones de hectáreas de áreas cañeras, el setenta por ciento (70%) del total de las tierras cultivadas del país, de las que el estado nunca habia podido obtener resultados aceptables, por sus elevados costos, bajos rendimientos e ineficiencia.
Las UBPC estaban condenadas al fracaso; no eran propiedad cooperativa; ninguno de sus integrantes eran dueños o usufructuarios de su tierra; nacían lastrada con una deuda de cientos de millones de pesos al tener que liquidar los compromisos financieros de las antiguas granjas cañeras; debían, además, amortizar, no solo sus deudas, sino, los edificios, instalaciones y equipos de todo tipo; desde, motobombas, hasta cosechadoras de caña, funcionaran o no; todo ello hacía impagable sus obligaciones y actuaba como un insalvable obstáculo.
Además, eran dirigidas por las delegaciones del Min. De la Agricultura; con las ya conocidas deficiencias de: descapitalización, dilapidación de recursos, decisiones centralizadas, falta de estímulos, total ausencia de autoridad y flexibilidad en el empleo de su fuerza de trabajo, entre otras.
La decadencia de la industria azucarera y el fracaso de la producción cañera de las UBPC, con rendimientos de menos de 15,000@ por caballería, llevan a FCR a tomar una medida extrema: la eliminación del cincuenta % de los centrales azucareros y abandonar, literalmente, un millón de hectáreas, el 50% del área dedicada al azúcar; el 36 % del total de las tierras agrícolas estatales; casi el doble de la extensión dedicada a la producción alimentaría; que se sumaban a más de un millón de hectáreas de la ganadería, improductivas debido a la disminución, a menos de un tercio del rebaño vacuno y la falta de atención cultural.
De esta forma quedan sin atención alrededor de un millón (1, 000,000) hectáreas, el 50% de todas las tierras en producción, que pronto son invadidas por el marabú, como reconoce el periódico oficial Juventud Rebelde, en su edición dominical, de fecha 9 de Diciembre del 2007.
En este momento crucial, que FCR adopta una sorprendente decisión: demoler cincuenta centrales, dejar desempleados a más de doscientos cincuenta mil trabajadores, agrícolas e industriales, que irán a aumentar el sector improductivo de la economía al mantenérseles el pago completo de sus salarios, para que estudien (Misión Álvaro Reynoso).
Un grupo de importante dirigentes y técnicos del Min. Del Azúcar, se opuso al desmantelamiento de la industria y agricultura cañera, sin antes intentar otras producciones relacionadas con la gramínea; en primera instancia como bio-combustible, sus argumentos eran poderosos:
- se trataba abandonar la mitad de las tierras dedicadas al cultivo de la caña, desde mediados del siglo XIX, y destruir cincuenta centrales cuyo valor superaba los mil millones de pesos.
-La producción de etanol en las capacidades industriales eliminadas podían llegar a millones de litros anuales del producto.
- Cuba era un país monocultor de azúcar desde hacia dos siglos y principal exportador mundial de azúcar hasta el triunfo de la Revolución, por lo tanto, al dirigir sus esfuerzos hacia el Etanol, no interfería con otras tierras o producciones.
La tala de sus bosques y selvas, para producir azúcar, ocurrió desde 1795, hasta 1920; cuando Cuba se convirtió en el mayor monocultor de caña del mundo.
- contaban con las instalaciones industriales para ejecutar todo el proceso; y el área de siembra disponible (800 0 900 mil hectáreas) que aportarían sustanciales cantidades de materia prima.
- Una parte importante de la fuerza de trabajo continuaría en el sector agroindustrial y no seria necesario subsidiarlas.
- las inversiones serian mínimas o inexistentes en infraestructura, industria y transportación.
- la demanda interna para el producto serian ilimitadas, crecientes y sustituían importaciones de combustibles.
-Cuba, al contar con una moderna y potente industria biotecnológica, orgullo de FCR, no dependería de las grandes transnacionales de semillas; otro tanto podría decirse del amplio surtido de fertilizantes susceptibles de producirse en la Isla.
- el punto más importante esgrimido por los críticos de FCR, era, que Cuba habia exportado importantes cantidades de las llamadas “mieles finales” y alcoholes, por siglos. La Isla habia consumido millones de galones etanol entre 1943 y 1948 durante la II Guerra Mundial. Y, exportado a países capitalistas, tan solo en la última década 1980-1990, más de diez millones de toneladas de mieles finales a precios menores a los catorce dólares promedio, por tonelada
Las exportaciones de mieles finales antes del gobierno de FCR, 1959, superaban el millón doscientas mil toneladas anuales.
-Finalmente, en las condiciones actuales, debido a los precios del petróleo, era mucho más rentable producir etanol que eliminar la caña de azúcar.
Menos de seis años después de rechazar la alternativa de producir biocombustible, FCR dio a conocer públicamente, su oposición a la producción del etanol como sustituto del azúcar, con los más variados argumentos; ninguno era aplicable en el caso de cubano.
Sin embargo, la espiral alcista de los precios del petróleo; la no explotación de más de 800 mil hectáreas de tierras dedicadas a la caña de azúcar, que hoy permanecen improductivas e infestadas de marabú, hacen previsible la revisión urgente de este tema; sobre todo por la incertidumbre sobre la continuidad del principal proveedor del petróleo a Cuba, Hugo Chávez Frías, de Venezuela, creada por la derrota en sus planes de reelección.
A pesar de los perjuicios económicos que ocasionaba la desaparición de la mitad de la industria azucarera, se ejecuto la decisión de FCR de eliminarla, sin intentar otras producciones alternativas, como el etanol, a pesar de poseer numerosas ventajas relativas para ello.
No transcurrieron tres años de la eliminación de la mitad de los centrales azucareros, cuando la antigua Isla del Azúcar se convirtió en importador neto del producto.
Menos de cinco años después, la mayoría de las medidas adoptadas entre 1994-95 van a ser paralizadas, iniciándose un retorno al modelo centralizado anterior; debido a una nueva alianza política, con ventajas económicas, esta vez con la Quinta Republica de Venezuela, del Presidente Hugo Chávez Frías.
REMESAS DEL EXTRANJERO E INGRESOS EN DIVISAS.
De todas las medidas adoptadas en el periodo 1994-95, las remesas de dólares y su libre circulación en Cuba fue la que genero mayores resultados, la más consistente en función de tiempo; en los casi 14 años de su establecimiento, produjo transferencias por algo más de 13,000 millones de dólares; mayores ingresos que los obtenidos del azúcar, el turismo y la biotecnología en el mismo periodo.
A ello debe agregarse, al menos, cinco mil millones de importaciones encubiertas de ropa, calzado, medicinas y cosméticos que entraban al país, en los “gusanos”, de los emigrantes; que fueron restringidas por una serie de medidas gubernamentales que incluían: limitaciones al peso de los equipajes, altos impuestos aduanales e incrementos en las tarifas de carga; cuyo único propósito era penalizar estas importaciones y forzar su adquisición en la red de tiendas dólares, a precios incrementados, por un impuesto indirecto en divisas, de entre el 240 y el 300%.
Diez años después, en el 2004, se suprimió la libre circulación del dólar, al tiempo que se imponía una tasa, para este signo de -20% y 8 % al resto de las monedas extranjeras. Representantes de la banca internacional radicada en la Habana, calcularon en cuatro mil millones los dólares que pasaron a manos del Banco Nacional y, en unos setecientos millones lo recaudado con la implantación de la tasa de cambio, y entre 200 y 250 millones de dólares los ingresos anuales a partir de su establecimiento.
Los ingresos en moneda extranjera del gobierno cubano por: las remesas y su impuesto; asi como el de todas sus actividades con entidades extranjeras son totalmente desconocidas por la población y no se mencionan en los numerosos informes y discursos oficiales; tampoco sobre como y donde son empleados y cuales son los resultados obtenidos.
Hasta hoy, (2008) los ingresos del gobierno por: comunicaciones internacionales; tasas por sobrevuelo de naves extranjeras; derechos y servicios aeroportuarios; permisos y autorizaciones a los ciudadanos cubanos para viajar al extranjero, (entre 450 y 500 CUC para turistas, 1000 para los emigrantes, por persona, no incluye el precio del pasaje); los ingresos y ganancias de la red de tiendas en moneda extranjera, la única oferta comercial en la Isla; los provenientes de las Sociedades Mixtas con capital extranjero, en especial por la contratación de trabajadores cubanos cuyos salarios cobra el gobierno en divisas; que comprenden desde el petróleo, hasta el Nickel; productos de biotecnología, acueductos, instalaciones hoteleras y otras actividades; siguen siendo desconocidas.
El gobierno de FCR nunca ha rendido cuenta de sus entradas en divisas provenientes de estas actividades, ni publica ni secretamente; tampoco aparecen mencionadas en su presupuesto
Tambien se desconocen, las condiciones en que fueron pactadas, ingresos obtenidos, tiempo de duración, impuestos y ganancias; a pesar de que la información es de publicó conocimiento de los gobiernos de origen de sus socios extranjeros.
A pesar de todas las limitaciones impuestas, los ingresos se calculan en una cifra superior a los seis mil millones de dólares anuales, una cantidad importante para las dimensiones de la deprimida economía cubana cuyo uso y destino es, tambien, objeto del secreto estatal; por ejemplo, durante el año 2007 los precios internacionales del Nickel(Sherritt, Canadá), se multiplicaron hasta alcanzar un promedio de venta superior a los 45,000 dólares por tonelada, los ingresos cubanos por este rubro, que representan un aumento del 60% para los exportaciones del país, se desconocen; sin que hayan informado nada sobre su destino o, en que fueron empleados.
A ello debe agregarse, al menos, cinco mil millones de importaciones encubiertas de ropa, calzado, medicinas y cosméticos que entraban al país, en los “gusanos”, de los emigrantes; que fueron restringidas por una serie de medidas gubernamentales que incluían: limitaciones al peso de los equipajes, altos impuestos aduanales e incrementos en las tarifas de carga; cuyo único propósito era penalizar estas importaciones y forzar su adquisición en la red de tiendas dólares, a precios incrementados, por un impuesto indirecto en divisas, de entre el 240 y el 300%.
Diez años después, en el 2004, se suprimió la libre circulación del dólar, al tiempo que se imponía una tasa, para este signo de -20% y 8 % al resto de las monedas extranjeras. Representantes de la banca internacional radicada en la Habana, calcularon en cuatro mil millones los dólares que pasaron a manos del Banco Nacional y, en unos setecientos millones lo recaudado con la implantación de la tasa de cambio, y entre 200 y 250 millones de dólares los ingresos anuales a partir de su establecimiento.
Los ingresos en moneda extranjera del gobierno cubano por: las remesas y su impuesto; asi como el de todas sus actividades con entidades extranjeras son totalmente desconocidas por la población y no se mencionan en los numerosos informes y discursos oficiales; tampoco sobre como y donde son empleados y cuales son los resultados obtenidos.
Hasta hoy, (2008) los ingresos del gobierno por: comunicaciones internacionales; tasas por sobrevuelo de naves extranjeras; derechos y servicios aeroportuarios; permisos y autorizaciones a los ciudadanos cubanos para viajar al extranjero, (entre 450 y 500 CUC para turistas, 1000 para los emigrantes, por persona, no incluye el precio del pasaje); los ingresos y ganancias de la red de tiendas en moneda extranjera, la única oferta comercial en la Isla; los provenientes de las Sociedades Mixtas con capital extranjero, en especial por la contratación de trabajadores cubanos cuyos salarios cobra el gobierno en divisas; que comprenden desde el petróleo, hasta el Nickel; productos de biotecnología, acueductos, instalaciones hoteleras y otras actividades; siguen siendo desconocidas.
El gobierno de FCR nunca ha rendido cuenta de sus entradas en divisas provenientes de estas actividades, ni publica ni secretamente; tampoco aparecen mencionadas en su presupuesto
Tambien se desconocen, las condiciones en que fueron pactadas, ingresos obtenidos, tiempo de duración, impuestos y ganancias; a pesar de que la información es de publicó conocimiento de los gobiernos de origen de sus socios extranjeros.
A pesar de todas las limitaciones impuestas, los ingresos se calculan en una cifra superior a los seis mil millones de dólares anuales, una cantidad importante para las dimensiones de la deprimida economía cubana cuyo uso y destino es, tambien, objeto del secreto estatal; por ejemplo, durante el año 2007 los precios internacionales del Nickel(Sherritt, Canadá), se multiplicaron hasta alcanzar un promedio de venta superior a los 45,000 dólares por tonelada, los ingresos cubanos por este rubro, que representan un aumento del 60% para los exportaciones del país, se desconocen; sin que hayan informado nada sobre su destino o, en que fueron empleados.
RETOS Y ENIGMÁS DE LA ECONOMIA CUBANA.
Gracias a la apertura de 1994 el gobierno cubano logró atraer, inicialmente, la atención de inversionistas extranjeros hacia los sectores minero, turístico y energético, en primera instancia. El exceso de regulaciones, la intervención burocrática y las decisiones políticas desestimularon y redujeron el numero de negocios; aun asi, el efecto se hizo sentir en una discreta recuperación, en la que tambien participaba la reanimación turística nacional, acompañada por la construcción de nuevos hoteles; pero, el factor determinante en ella fueron las remesas de los cubanos residentes en el extranjero, que triplicaron el valor total de las inversiones.
La sustracción y blindaje de la agroindustria a cualquier intento de reforma patrimonial, o de usufructo, y el mantener la prohibición de contratar mano de obra a los propietarios privados, condujo al fracaso, no solo de esta actividad, sino, de la reforma debido al peso de la agricultura en la economía cubana; lo que obligó a contraer nuevas deudas extranjeras; y al crecimiento constante de la compras de alimentos en el exterior.
En 1999, con el establecimiento de relaciones económicas de nuevo tipo con el presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, se logra reducir la cuenta petrolera y reanimar la producción de crudo y posteriormente potenciar la de gas en la Isla; a la que seguirían nuevos intercambios y facilidades financieras que condujeron el intercambio comercial entre ambas naciones hasta los ocho mil millones, en el 2007, en el que Cuba suministra, fundamentalmente, asistencia medica y asesorías, muy bien valoradas, a cambio del petróleo venezolano.
Es esta importante inyección de recursos frescos la que le permite a FCR detener y revertir las reformas iniciadas en 1994 y volver al viejo esquema de planificación y centralización que va a incrementar la crisis permanente de la economía cubana.
La sustracción y blindaje de la agroindustria a cualquier intento de reforma patrimonial, o de usufructo, y el mantener la prohibición de contratar mano de obra a los propietarios privados, condujo al fracaso, no solo de esta actividad, sino, de la reforma debido al peso de la agricultura en la economía cubana; lo que obligó a contraer nuevas deudas extranjeras; y al crecimiento constante de la compras de alimentos en el exterior.
En 1999, con el establecimiento de relaciones económicas de nuevo tipo con el presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, se logra reducir la cuenta petrolera y reanimar la producción de crudo y posteriormente potenciar la de gas en la Isla; a la que seguirían nuevos intercambios y facilidades financieras que condujeron el intercambio comercial entre ambas naciones hasta los ocho mil millones, en el 2007, en el que Cuba suministra, fundamentalmente, asistencia medica y asesorías, muy bien valoradas, a cambio del petróleo venezolano.
Es esta importante inyección de recursos frescos la que le permite a FCR detener y revertir las reformas iniciadas en 1994 y volver al viejo esquema de planificación y centralización que va a incrementar la crisis permanente de la economía cubana.
SIN AZUCAR NO HAY PAÍS.
El crecimiento sostenible de la producción agropecuaria es hoy el principal reto de Cuba, después de 50 años de fracasos; recuperar la industria azucarera y sus derivados, base principal de la economía cubana, hasta lograr alcanzar sus promedios históricos que le permitan la supresión de las importaciones y potenciar su exportación.
En la actualidad, 2008, menos de la mitad de las tierras estatales cultivables esta en producción: Más de dos millones de hectáreas están infestadas de marabú; el resto registra muy pobres rendimientos; el sesenta porciento de la producción nacional es aportada por los privados que apenas, superan las 400 mil hectáreas de tierras, entre un 12 y un 15% de las tierras del pais.
Por cincuenta años el gobierno de FCR se negó a reestructurar la propiedad de la tierra; reducir la propiedad estatal en favor de las cooperativas y los productores privados, ampliar las propiedades de agricultores independientes, autorizar la libre contratación de personal a este sector; y, a eliminar las regulaciones que impiden el libre acceso de los productores a la población, reduciendo las compras estatales o efectuando estas a los precios del mercado.
Un requerimiento urgente es la entrega de tierras ociosas e infestadas a campesinos, ingenieros y técnicos que superan los cien mil; libre contratación de fuerza de trabajo por parte de agricultores privados y cooperativas.
La recuperación de las tierras cañeras abandonadas y su empleo para la producción de biocombustible es la alternativa más promisoria de la economía del país.
En la actualidad, 2008, menos de la mitad de las tierras estatales cultivables esta en producción: Más de dos millones de hectáreas están infestadas de marabú; el resto registra muy pobres rendimientos; el sesenta porciento de la producción nacional es aportada por los privados que apenas, superan las 400 mil hectáreas de tierras, entre un 12 y un 15% de las tierras del pais.
Por cincuenta años el gobierno de FCR se negó a reestructurar la propiedad de la tierra; reducir la propiedad estatal en favor de las cooperativas y los productores privados, ampliar las propiedades de agricultores independientes, autorizar la libre contratación de personal a este sector; y, a eliminar las regulaciones que impiden el libre acceso de los productores a la población, reduciendo las compras estatales o efectuando estas a los precios del mercado.
Un requerimiento urgente es la entrega de tierras ociosas e infestadas a campesinos, ingenieros y técnicos que superan los cien mil; libre contratación de fuerza de trabajo por parte de agricultores privados y cooperativas.
La recuperación de las tierras cañeras abandonadas y su empleo para la producción de biocombustible es la alternativa más promisoria de la economía del país.
MINERIA Y PETROLEO.
La presencia de la canadiense Sherritt entre las primeras empresas extranjeras en la Isla contribuyo decisivamente a la recuperación acelerada de las instalaciones y el aumento de la producción de Nickel, lo que benefició los ingresos del país por los aumentos, exponenciales, del precio del metal a partir del 2005.
El Nickel es hoy la principal fuente de divisas de Cuba y aun cuando se desconocen las condiciones contractuales entre la transnacional canadiense Sherritt y la parte cubana, los ingresos para FCR, en los dos últimos años, por este concepto se calculan en más de ocho mil millones de dólares, que no son mencionados por el gobierno, ni aparecen en ninguno de los informes oficiales; como tampoco se aprecia directamente en el consumo personal de los cubanos y cuyo destino es uno de los principales enigmas de la Isla.
La Sherritt participa, tambien, en la explotación de petróleo y gas con el Gobierno cubano, cuyas condiciones e ingresos, igualmente se desconocen.
Hoy, la presencia de las “nuevas potencias”: Brasil, India y la China en la zona de yacimientos niquelíferos y la planta “Ernesto Guevara” indica un creciente interés de estas en el producto y apunta a un brillante futuro de las cuantiosas reservas de mineral que posee la Isla; pero solo si la parte cubana da respuesta positiva a los problemas de participación porcentual de las compañías y soluciona los relacionados con la capacitación de la fuerza de trabajo y la flexibilización de la contratación y pago a estos.
La producción de petróleo, más gas, acompañante reportada por el gobierno durante los últimos los últimos años demuestra un nivel estable, en la región de los cuatro millones de toneladas anuales, lo que unido a 90 mil barriles diarios entregados por Venezuela, alcanza los ocho de millones de toneladas por año; lo que justifica las pequeñas exportaciones de productos reportadas.
La entrada en explotación de la refinería de Cienfuegos, paralizada por más de doce años y la contratación de su futura ampliación, y la reparación de la de Santiago de Cuba, ambas con financiamiento venezolano, para refinar crudo de ese origen, incrementaran en un 75% la capacidad instalada en la Isla; y deben jugar un papel importante en la distribución del producto en el área del Caribe; y, en la puesta en explotación de las dos zonas abierta a la exploración; la de la costa norte de occidente y la de la zona exclusiva cubana del Golfo de Méjico; en cuyas proximidades compañías norteamericanas y mejicanas reportaron, Enero del 2008, promisorios indicios de importantes yacimientos.
En igual sentido y fecha, la parte cubana informó resultados sismológicos de interés en su área de aguas profundas; en el que hasta el momento tienen lotes de exploración: Canadá, España, India, Malasia, Noruega, Viet Nam y Venezuela; se espera que Brasil se incorpore en breve; faltan o se omiten dos países que han manifestado interés, Rusia y China.
En el caso de Rusia, la presencia de una deuda que en 1990 ascendía a 35 mil millones de dólares, que, al 3%, pactado, después de veinte años se ha duplicado; la reciente discusión, entre Rusia y Libia, por una deuda de la época soviética pesa en el animo de la dirigencia cubana.
Por su parte, China se muestra reticente a la inversión a pesar de su interés en ampliar sus suministros de combustibles en espera de una reacción norteamericana y existen evidencias de que esta interviniendo a través de empresas asiáticas.
La existencia de cantidades sustanciales de petróleo en la Isla, ya sea en su plataforma o su zona marítima exclusiva (profunda), significaría un cambio estratégico, y peligroso, en el futuro de la Cuba.
El más viejo acuerdo internacional firmado entre FCR y los EE.UU. de Norteamérica, suscrito en 1977, trata sobre la fijación de los límites de ambas zonas marítimas de influencia económica.
Aun asi, en el tema del petróleo y su futura explotación el Gobierno cubano se ha movido con especial reserva debido a consideraciones políticas unas, y económicas, otras. La presencia de yacimientos en su zona exclusiva, constituiría un asunto extremadamente sensible; ya que la Isla teme alentaría aventuras agresivas de su vecino y principal enemigo Estados Unidos, especialmente susceptible en todo lo que se refiere al petróleo; de aquí la demora manifiesta del Gobierno cubano en cualquier toma de decisión sobre el particular.
El Nickel es hoy la principal fuente de divisas de Cuba y aun cuando se desconocen las condiciones contractuales entre la transnacional canadiense Sherritt y la parte cubana, los ingresos para FCR, en los dos últimos años, por este concepto se calculan en más de ocho mil millones de dólares, que no son mencionados por el gobierno, ni aparecen en ninguno de los informes oficiales; como tampoco se aprecia directamente en el consumo personal de los cubanos y cuyo destino es uno de los principales enigmas de la Isla.
La Sherritt participa, tambien, en la explotación de petróleo y gas con el Gobierno cubano, cuyas condiciones e ingresos, igualmente se desconocen.
Hoy, la presencia de las “nuevas potencias”: Brasil, India y la China en la zona de yacimientos niquelíferos y la planta “Ernesto Guevara” indica un creciente interés de estas en el producto y apunta a un brillante futuro de las cuantiosas reservas de mineral que posee la Isla; pero solo si la parte cubana da respuesta positiva a los problemas de participación porcentual de las compañías y soluciona los relacionados con la capacitación de la fuerza de trabajo y la flexibilización de la contratación y pago a estos.
La producción de petróleo, más gas, acompañante reportada por el gobierno durante los últimos los últimos años demuestra un nivel estable, en la región de los cuatro millones de toneladas anuales, lo que unido a 90 mil barriles diarios entregados por Venezuela, alcanza los ocho de millones de toneladas por año; lo que justifica las pequeñas exportaciones de productos reportadas.
La entrada en explotación de la refinería de Cienfuegos, paralizada por más de doce años y la contratación de su futura ampliación, y la reparación de la de Santiago de Cuba, ambas con financiamiento venezolano, para refinar crudo de ese origen, incrementaran en un 75% la capacidad instalada en la Isla; y deben jugar un papel importante en la distribución del producto en el área del Caribe; y, en la puesta en explotación de las dos zonas abierta a la exploración; la de la costa norte de occidente y la de la zona exclusiva cubana del Golfo de Méjico; en cuyas proximidades compañías norteamericanas y mejicanas reportaron, Enero del 2008, promisorios indicios de importantes yacimientos.
En igual sentido y fecha, la parte cubana informó resultados sismológicos de interés en su área de aguas profundas; en el que hasta el momento tienen lotes de exploración: Canadá, España, India, Malasia, Noruega, Viet Nam y Venezuela; se espera que Brasil se incorpore en breve; faltan o se omiten dos países que han manifestado interés, Rusia y China.
En el caso de Rusia, la presencia de una deuda que en 1990 ascendía a 35 mil millones de dólares, que, al 3%, pactado, después de veinte años se ha duplicado; la reciente discusión, entre Rusia y Libia, por una deuda de la época soviética pesa en el animo de la dirigencia cubana.
Por su parte, China se muestra reticente a la inversión a pesar de su interés en ampliar sus suministros de combustibles en espera de una reacción norteamericana y existen evidencias de que esta interviniendo a través de empresas asiáticas.
La existencia de cantidades sustanciales de petróleo en la Isla, ya sea en su plataforma o su zona marítima exclusiva (profunda), significaría un cambio estratégico, y peligroso, en el futuro de la Cuba.
El más viejo acuerdo internacional firmado entre FCR y los EE.UU. de Norteamérica, suscrito en 1977, trata sobre la fijación de los límites de ambas zonas marítimas de influencia económica.
Aun asi, en el tema del petróleo y su futura explotación el Gobierno cubano se ha movido con especial reserva debido a consideraciones políticas unas, y económicas, otras. La presencia de yacimientos en su zona exclusiva, constituiría un asunto extremadamente sensible; ya que la Isla teme alentaría aventuras agresivas de su vecino y principal enemigo Estados Unidos, especialmente susceptible en todo lo que se refiere al petróleo; de aquí la demora manifiesta del Gobierno cubano en cualquier toma de decisión sobre el particular.
NUEVA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS
EL MERCADO LABORAL.
La compleja situación del empleo, el salario y la seguridad social en Cuba, sobre las que pesa una intrincada red de resoluciones, leyes y regulaciones aparece entre los principales dilemas de la Isla.
A la precariedad del empleo, se une su escasa flexibilidad; asi como, la imposibilidad de libre contratación, y la existencia de un sistema de remuneración, determinado centralmente, que es pagado en moneda nacional, cuando el ochenta % de la oferta del país es en dólares; los salarios resultan insuficientes para cubrir menos del cincuenta % de los gastos familiares, condenando a la miseria al 45% de su población.
Como ejemplo de ello, el consumo personal de los cubanos supera en un 55% el total de sus ingresos salariales y de seguridad social; tan solo la cuenta de consumo eléctrico, representa, aún después del aumento de salarios y de la Seg. Soc. , 2006, al 22% de estos.
El déficit entre ingresos y gastos de las familias cubanas se cubre con las transferencias procedentes de los inmigrantes en los Estados Unidos; de las que están excluidos grandes sectores de la población, como: los habitantes de las provincias orientales; o el sector negro/mulato, que a pesar de constituir el 55% de la población, representa menos del 5% de los emigrados; en caso de descenso en las remesas, debido a la situación financiera norteamericana, repercutirá desfavorablemente en el deprimido nivel de consumo de la Isla.
Además, la pesada mano del estado, ha conformado una estructura del empleo que favorece al sector improductivo debido a políticas de gobierno que consideran el estudio secundario, preuniversitario y superior de los jóvenes y desempleados, como trabajo remunerado; asi, más de quinientos mil cubanos, considerados como trabajadores en las estadísticas oficiales, pertenecen a esta categoría para reducir el nivel de desempleo, que sin este artificio, alcanzaría cifras de dos dígitos.
La presencia de 700 mil graduados universitarios, en una fuerza laboral que no supera los tres millones quinientos mil, un 24%; unido a la presencia de 10 mil o más graduados anuales, en su mayor parte de carreras de humanidades, contribuye a agravar el difícil panorama del sector laboral de la Isla.
El índice de graduados universitarios por habitantes de Cuba, 1 por cada 15 personas compite con la mayoría de los países desarrollados y es mucho mayor que el de todos los del Tercer Mundo; a pesar de ello sus niveles de vida, y consumo material son inferiores a los de la década de 1960 del pasado siglo.
En Cuba hay, por lo menos, un graduado universitario por cada cinco trabajadores, caso único en el mundo, que en muy poco ha contribuido al buen funcionamiento, crecimiento o desarrollo de su economía.
DIFERENCIAS REGIONALES: ORIENTE-OCCIDENTE.
En 1899, la población de la provincia de Oriente, la mayor de la Isla, era de algo más de 300 mil habitantes, un 13% del total de Cuba y ocupaba el cuarto lugar en importancia demográfica, en 1956, alcanzaba los dos millones y habia pasado a ser el segundo, en términos poblacionales. Al comenzar el siglo XXI, cien años después, sobrepasa los seis millones de habitantes, la más poblada del país; un crecimiento de veinte veces, y mantiene el más alto índice de natalidad del país.
Es tambien, la región más atrasada y pobre del país lo que plantea un serio problema al futuro de Cuba.
La situación económico-social de esta zona geográfica, con una extensión de cincuenta mil km2, la mitad del país, y el sesenta % de su población; esta determinada por el bajo volumen de inversiones ejecutadas durante los últimos cincuenta años; tanto en términos absolutos, como en relación con su extensión, población y en comparación con las efectuadas en el resto del país.
En términos de empleos y salarios la región, con más del 60% de población tiene menos del 35% de los trabajadores del país; el volumen de salario total pagado en Oriente no sobrepasa el 28% del total nacional; en la actualidad el ingreso per capita mensual, no sobrepasa los cuarenta pesos cubanos (1.70 US dólar), el más bajo de la Isla.
Es tambien, Oriente el mayor emisor de emigración interna y el menor de la externa, menos del 12% de orientales integran el millón y medio de emigrantes cubanos; recibe menos del 10% de las remesas procedentes del exterior que es el suplemento, imprescindible, para poder cubrir los gastos familiares; lo que agrava la precaria situación de la región.
Es tambien, la región más atrasada y pobre del país lo que plantea un serio problema al futuro de Cuba.
La situación económico-social de esta zona geográfica, con una extensión de cincuenta mil km2, la mitad del país, y el sesenta % de su población; esta determinada por el bajo volumen de inversiones ejecutadas durante los últimos cincuenta años; tanto en términos absolutos, como en relación con su extensión, población y en comparación con las efectuadas en el resto del país.
En términos de empleos y salarios la región, con más del 60% de población tiene menos del 35% de los trabajadores del país; el volumen de salario total pagado en Oriente no sobrepasa el 28% del total nacional; en la actualidad el ingreso per capita mensual, no sobrepasa los cuarenta pesos cubanos (1.70 US dólar), el más bajo de la Isla.
Es tambien, Oriente el mayor emisor de emigración interna y el menor de la externa, menos del 12% de orientales integran el millón y medio de emigrantes cubanos; recibe menos del 10% de las remesas procedentes del exterior que es el suplemento, imprescindible, para poder cubrir los gastos familiares; lo que agrava la precaria situación de la región.
EL SECTOR EXTERNO.
Internarse en el análisis de este sector, en el caso cubano, equivale a analizar un agujero negro que supera, con creces, todos los límites de la confidencialidad impuesta por Cuba en sus actividades, agravado por frecuentes artificios metodológicos y de agregación estadísticos.
Cuenta Corriente.
A pesar de los elevados precios obtenidos por el Nickel, 35,000 dólares promedio por tonelada, en 2007, el déficit comercial continua creciendo desde 1996, a un promedio calculado en más del 6% anual, resultado de la dependencia de Cuba de la importación de alimentos, y del peso del azúcar en esta cuenta.
El único cambo de interés es el incremento creciente del déficit, calculado en más de mil quinientos millones anuales, en los últimos cinco años, debido al incremento constante de los precios y de las cantidades de productos alimenticios importados, en lo que influyen de manera determinante las adquisición, en efectivo, de sustanciales compras en el mercado norteamericano que afectan negativamente los efectuados en otras áreas.
A los precios actuales de los alimentos en el mercado mundial pasaran muy poco tiempo para que superen los cinco mil millones anuales; lo que plantearía graves problemas alimentarios y sociales.
Cuenta Corriente.
A pesar de los elevados precios obtenidos por el Nickel, 35,000 dólares promedio por tonelada, en 2007, el déficit comercial continua creciendo desde 1996, a un promedio calculado en más del 6% anual, resultado de la dependencia de Cuba de la importación de alimentos, y del peso del azúcar en esta cuenta.
El único cambo de interés es el incremento creciente del déficit, calculado en más de mil quinientos millones anuales, en los últimos cinco años, debido al incremento constante de los precios y de las cantidades de productos alimenticios importados, en lo que influyen de manera determinante las adquisición, en efectivo, de sustanciales compras en el mercado norteamericano que afectan negativamente los efectuados en otras áreas.
A los precios actuales de los alimentos en el mercado mundial pasaran muy poco tiempo para que superen los cinco mil millones anuales; lo que plantearía graves problemas alimentarios y sociales.
CUENTA DE CAPITAL.
Las inversiones en la Isla han registrado un aumento de interés durante los últimos cinco años en relación con la ultima década; y a diferencia del periodo anterior, el sector turístico se ha ralentizado y es poco probable que aumenten en el futuro próximo; el crecimiento se concentra en el sector energético, eléctrico, petrolero y medios de transporte; aumentan tambien los bienes de consumo duraderos, adquiridos en China, por valor de varios miles de millones con destino al cambio, a nivel nacional, de todos los equipos electrodomésticos.
Las inversiones en el Nickel pactadas con China y la India están aun en fase de discusión y bastante distantes de materializarse.
El monto de las inversiones propias y extranjeras supera los 2 mil millones anuales y duplica las ejecutadas durante la década anterior; este ritmo parece asegurado por el interés de Venezuela en diferentes proyectos conjuntos para el próximo quinquenio, al menos; en este sentido es un avance promisorio para la precaria situación del país.
La reactivación de las inversiones esta lastrada por los viejos demonios de la economía centralizada cubana: demoras, baja productividad, desvió de recursos, retrasos en los estudios técnicos y baja calidad en la ejecución; que incrementan considerablemente los costos haciendo difícil su recuperación.
Las inversiones en el Nickel pactadas con China y la India están aun en fase de discusión y bastante distantes de materializarse.
El monto de las inversiones propias y extranjeras supera los 2 mil millones anuales y duplica las ejecutadas durante la década anterior; este ritmo parece asegurado por el interés de Venezuela en diferentes proyectos conjuntos para el próximo quinquenio, al menos; en este sentido es un avance promisorio para la precaria situación del país.
La reactivación de las inversiones esta lastrada por los viejos demonios de la economía centralizada cubana: demoras, baja productividad, desvió de recursos, retrasos en los estudios técnicos y baja calidad en la ejecución; que incrementan considerablemente los costos haciendo difícil su recuperación.
EL SERVICIO DE LA DEUDA.
A pesar de tensiones y situaciones criticas la Isla fue capaz de enfrentar, mediante bien pensadas maniobras y acuerdos, los principales escollos con sus acreedores extranjeros; pero, con el endurecimiento de las condiciones crediticias debido a la actual crisis de los mercados de valores agrega una nueva carga a la ya complicada coyuntura cubana que requerirá de algo más que un ligero aumento en el flujo de capitales.
EL BLOQUEO ESTADOUNIDENSE A CUBA.
Resulta imposible efectuar un análisis de la economía cubana durante los últimos cincuenta años, sin mencionar la politica de bloqueo que contra la Isla, que desde 1960, estableció el gobierno estadounidense, y que posteriores fracasos militares convirtieron, al final, en su única, e inefectiva politica contra el gobierno de FCR.
Este tema por su importancia, duración y consecuencias rebasa los límites del presente informe; en Julio del 2008, la NSEAP publicara un trabajo monotemático sobre el bloqueo.
Inaugurada por Einsihower, con la anulación de la cuota azucarera cubana para el mercado estadounidense; fue el gobierno de JFK, Kennedy, quien dio forma y contenido a la politica de bloqueo iniciada por Einsihower; lo hizo después de ser derrotada la Invasión contra Cuba en Abril de 1961, bajo su administración por Playa Girón.
La responsabilidad de su elaboración recayó sobre dos exponentes del mundo académico, Dean Rusk y Walt Withman Rostow, por entonces Secretario y jefe Planeamiento del Dpto. de Estado, respectivamente; Rostow definió, en una entrevista, en el U.S NEWS and World REPORT del 1862, su objetivo de manera grafica: “que el Pueblo cubano se cocinara en su propio caldo; provocar un alzamiento interno debido a las difíciles condiciones creadas por el bloqueo”.
Por más de cincuenta años esta estrategia ha normado las relaciones estadounidenses hacia Cuba; a pesar de que el contexto internacional y la situación de la Isla registraron durante este medio siglo importantes cambios con respecto al momento en que Ensinhower y JFK la establecieron.
La relación entre Cuba y la URSS, 1961-1900, y la cuantiosa ayuda económica, militar y politica brindada por los soviéticos a la Isla; convirtieron el asunto cubano, de un enfrentamiento regional en las calidas aguas del Caribe; en uno de los más álgidos temas de la Guerra Fría entre el Este y el Oeste.
Para la mejor comprensión del bloqueo contra Cuba y, de su utilización, por los dos contendientes, se impone una periodizaciòn de las diferentes etapas por la que ha atravesado y sus efectos reales sobre la economía de la Isla.
1ª Etapa Enero 1959-Nov.1960. Suspensión del comercio bilateral.
2ª Etapa 1961- 1963. Ordenes ejecutivas.
3ª Etapa 1963-1975. Cambio de Mercados.
4ª Etapa 1975-1990. Periodo del CAME.
5ª Etapa 1991-1995 Periodo Especial.
6ª Etapa 1995- 2007 Post Periodo Especial
1ª. Presidente, Einsinhower Enero 1959-Nov.1960. Principal medida: suspensión de la cuota azucarera del mercado norteamericano; efectos inmediatos y devastadores sobre la economía cubana al restringir en un 75- 80% su capacidad de importación; se producen graves desabastecimientos, paralización de actividades industriales, debido a la falta de materias primas, repuestos y transporte; al que debe añadirse un intento, fallido, de suspender los suministros de petróleo, que fueron suministrados por la URSS. Ocasiona graves problemas financieros externos.
Este tema por su importancia, duración y consecuencias rebasa los límites del presente informe; en Julio del 2008, la NSEAP publicara un trabajo monotemático sobre el bloqueo.
Inaugurada por Einsihower, con la anulación de la cuota azucarera cubana para el mercado estadounidense; fue el gobierno de JFK, Kennedy, quien dio forma y contenido a la politica de bloqueo iniciada por Einsihower; lo hizo después de ser derrotada la Invasión contra Cuba en Abril de 1961, bajo su administración por Playa Girón.
La responsabilidad de su elaboración recayó sobre dos exponentes del mundo académico, Dean Rusk y Walt Withman Rostow, por entonces Secretario y jefe Planeamiento del Dpto. de Estado, respectivamente; Rostow definió, en una entrevista, en el U.S NEWS and World REPORT del 1862, su objetivo de manera grafica: “que el Pueblo cubano se cocinara en su propio caldo; provocar un alzamiento interno debido a las difíciles condiciones creadas por el bloqueo”.
Por más de cincuenta años esta estrategia ha normado las relaciones estadounidenses hacia Cuba; a pesar de que el contexto internacional y la situación de la Isla registraron durante este medio siglo importantes cambios con respecto al momento en que Ensinhower y JFK la establecieron.
La relación entre Cuba y la URSS, 1961-1900, y la cuantiosa ayuda económica, militar y politica brindada por los soviéticos a la Isla; convirtieron el asunto cubano, de un enfrentamiento regional en las calidas aguas del Caribe; en uno de los más álgidos temas de la Guerra Fría entre el Este y el Oeste.
Para la mejor comprensión del bloqueo contra Cuba y, de su utilización, por los dos contendientes, se impone una periodizaciòn de las diferentes etapas por la que ha atravesado y sus efectos reales sobre la economía de la Isla.
1ª Etapa Enero 1959-Nov.1960. Suspensión del comercio bilateral.
2ª Etapa 1961- 1963. Ordenes ejecutivas.
3ª Etapa 1963-1975. Cambio de Mercados.
4ª Etapa 1975-1990. Periodo del CAME.
5ª Etapa 1991-1995 Periodo Especial.
6ª Etapa 1995- 2007 Post Periodo Especial
1ª. Presidente, Einsinhower Enero 1959-Nov.1960. Principal medida: suspensión de la cuota azucarera del mercado norteamericano; efectos inmediatos y devastadores sobre la economía cubana al restringir en un 75- 80% su capacidad de importación; se producen graves desabastecimientos, paralización de actividades industriales, debido a la falta de materias primas, repuestos y transporte; al que debe añadirse un intento, fallido, de suspender los suministros de petróleo, que fueron suministrados por la URSS. Ocasiona graves problemas financieros externos.
NUEVA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS
La situación se hace crítica hasta que se inicia la reorientación geográfica del comercio exterior cubano.
2ª Etapa: Presidente JFK. Abril 1961-Oct. 1963. Con posterioridad al fracaso del ataque por Playa Girón, y antes de la Crisis de los Cohetes, se amplia la limitación al comercio entre los dos países mediante un conjunto de ordenes ejecutivas...
Durante el Gobierno Kennedy, se amplían los intercambios comerciales, militares y políticos entre Cuba y la URSS, que reducen en gran medida el impacto del bloqueo estadounidense; al tiempo, que se completa la reorientación de los intercambios, con otras áreas geográficas capitalistas y socialistas. Cuba, cuenta ahora con un nuevo y mayor mercado para su azúcar, que, potencialmente, duplica al norteamericano y es superior a lo que será capaz de exportar.
3ª. Etapa 1962-1975. Mientras el gobierno estadounidense proclama su politica de aislamiento económico contra Cuba, la Isla consolida sus relaciones comerciales con la URSS y los países del Este, y gestiona su ingreso en el CAME (comecon).
Al mismo tiempo, incrementa su comercio con Europa Occidental, donde en este periodo crecen los intercambios, de menos de 100 millones anuales en la década 1950-60, a algo más de 400 millones anuales que se cuadruplican.
Tambien, aumenta el intercambio con Japón pasa de 51 millones, en 1958 hasta 582 millones para 1975, diez veces el nivel del año base.
En términos globales, los intercambios cubanos crecen, de 1500 millones, en 1958, hasta 6100 millones para 1975; han crecido en un 400%. En algo más de trece años; a pesar del “bloqueo” estadounidense.
Otro tanto sucede en el campo de las transacciones financieras, donde Cuba obtiene créditos por valor de diez mil millones de dólares de Europa Occidental, Japón e Israel.
De mayor importancia e interés son las relaciones que establece Cuba, durante estos años, con las filiales norteamericanas en distintas regiones del mundo y el comercio a través de Canadá; que llega a alcanzar volúmenes considerables como, por ejemplo, la compra a la General Motor, Argentina, de equipos de transporte de todo tipo y piezas de repuestos que superaban los 1500 millones de dólares.
4ª Etapa 1975-1990. Periodo del CAME.
En 1975, la Isla logra su ingreso en el Comecon con el que da inicio al más prolongado periodo de bonanza económica de sus cinco siglos de existencia.
Durante todos estos años el “bloqueo” estadounidense no logra producir ningún impacto apreciable en la situación interna o externa de Cuba; FCR en reiterados discursos e intervenciones ridiculiza la inutilidad de esta politica norteamericana.
El bloqueo se convierte en una figura retórica en la confrontación entre los dos gobiernos; más un medio de hostigamiento permanente, que un arma de destrucción.
5ª Etapa 1991-1995 Periodo Especial
Entre 1975 y 1990, en medio del bloqueo norteamericano, incluida su primera medida legislativa, la Ley Torricelli, Cuba vive un crecimiento constante, y al parecer inagotable, de sus intercambios comerciales con la URSS, que de 1,200 millones anuales, en 1960; pasa a 14,0 mil millones de dólares en 1985; 20 mil millones para 1990; un crecimiento de 16 veces en veinticinco años.
Al tiempo que desarrolla inversiones de primera magnitud, como la refinería y la Electro nuclear de Juragua, ambas en Cienfuegos, con un valor conjunto superior a los 15 mil millones; obtenidas por esta provincias gracias al cabildeo de CRR y Osvaldo Dorticós.
Tambien sostiene sus dos prolongadas y costosas campañas militares africanas: Angola y Etiopia, y participa en el conflicto centroamericano.
Para FCR, la fracasada politica estadounidense de bloqueo se convierte en su principal activo propagandístico, interna y externamente; a pesar de sus efectos nulos, en este ultimo periodo.
Para el gobierno de Washington, era un símbolo de no aceptación a FCR y un medio de consolar a la emigración cubana, un aliado incomodo, de notoria influencia en las campañas electorales presidenciales en el estado de la Florida.
Por el resultado de sus intercambios externos Cuba era, entre 1975 y 1990, cualquier cosa, menos un país bloqueado; la Isla recibió importaciones por valor de 86 mil millones de dólares, cuatro veces más que en los primeros cincuenta y seis años de Republica; un verdadero plan Marshall para un país de algo más de 111,000 kilómetros cuadrados y, menos de nueve millones de habitantes.
Mientras, que en el mismo periodo Cuba solo fue capaz de exportar 43 mil millones de dólares; lo que hace que acumule un déficit comercial superior a los cuarenta mil millones de dólares.
Este crecimiento no era solo en términos de valor; sino tambien en cantidades, entre 1975 y 1990 se importaron, entre otros:
400 mil toneladas de algodón; trigo en grano, 12 millones 984 mil ton.
Leche en polvo, 800 mil toneladas; arroz, 3 millones 231 toneladas.
Frijoles, 1 millón 360 mil ton.
Harina para pienso animal dos millones 574 mil t.
Algodón en fibra 680 mil t.
Madera aserrada 9 millones 80 mil M3.
Papel y Cartón (gaceta, imprenta, Kraft) 3 millones 820 mil toneladas.
Fertilizantes (todos los tipos) 20 millones 82 mil toneladas.
Tractores (rueda y estera), 120 mil unidades.
Camiones, todo tipo y tonelaje 125 mil.
Neumáticos, 10 millones 515 mil unidades.
Laminados de acero, 9 millones 190 mil toneladas.
Plantas completas, 10 mil cien millones dólares.
Y, 145 millones de toneladas de petróleo y sus derivados, entre los que se destacan 15 millones de t. de combustible diesel; y 3 millones 500 mil toneladas de gasolina; la Isla reexporto en estos años un promedio de tres millones anuales de toneladas de combustible. El total de buques recibidos anualmente (importación) superaba los 2000; con un promedio de carga transportada de 20 millones de toneladas.
Estas cantidades duplican, triplican o cuadruplican lo recibido, de estos mismos productos entre 1902-1958; lo mismo sucede con el 96%, de los más de 100 productos seleccionados, según secciones y capítulos del clasificador para el comercio internacional que aparecen en la tabla XI.16 del anuario estadístico cubano.
El fracaso de los planes y proyectos de desarrollo, a pesar de los recursos recibidos, provoco un déficit de fondos exportables, que a su vez genero una deuda comercial multimillonaria.
Durante estos quince años de crecimiento del intercambio Cuba tuvo resultados deficitarios crecientes; sin que se tomaran medidas para reducirlo, ni siquiera controlarlo; de un primer déficit de 160 millones, en 1975; pasa a los 2 mil 900 millones, en 1990. El déficit acumulado representaba nueve años del total de las exportaciones de Cuba a los precios acordados con el CAME.
Cuba no creo nuevos fondos exportables y fue incapaz de incrementar los tradicionales; a pesar de contar con un mercado seguro de cerca de 1,500 millones de habitantes; y mantenía, además, un activo comercio con Canadá, Europa Occidental, África, A. Latina; contaba con una flota naviera moderna y eficiente capaz de cubrir sus requerimientos.
Cuba no exportaba más, debido a su incapacidad para producir.
La desaparición de la URSS y el CAME en la década de 1990 pone fin al comercio privilegiado entre Cuba y sus antiguos asociados creando una nueva y difícil situación para la Isla; que se ve privada de sus principales mercados lo que la obliga, a comerciar su azúcar, 80% de sus exportaciones totales, a precios mucho más bajos de los que venia disfrutando, o a los del mercado mundial, lo que reducía, en un 70%, su capacidad de compra, de esta forma se desata la peor crisis de su historia .
Durante los primeros 30 años de bloqueo norteamericano, de acuerdo con los datos estadísticos oficiales del Gobierno Cubano, no se registran afectaciones de importancia; todo lo contrario, Cuba disfrutaba de un nivel de actividad externa superior al de toda su historia, que excedía su capacidad de producción y exportación.
Considerada, tambien, como un periodo intermedio, de corta duración, en que la pérdida de todas las ventajas y beneficios derivada de sus relaciones con la URSS y el Comecon, que implicaban la desaparición de altos precios para su azúcar se redujo en un 70% su capacidad de importación y con ello el anterior nivel de vida de la Isla.
6ª Etapa Reformas limitadas. 1995-2007.
Esta situación se va a ver agravada por el inmovilismo de la dirigencia cubana y su lentitud en introducir cambios durante los primeros cinco años; en los que demoraron decisiones inevitables, como las remesas del extranjero, la libre circulación del dólar, la apertura al turismo y, la más limitada, a las inversiones y bancos extranjeros que jugarían, posteriormente, un papel determinante en el inicio de la recuperación, primero y la aceleración posterior de la economía cubana.
FCR, se negó reiteradamente, durante este periodo a cambiar el sistema de planificación centralizado socialista de dirección de la economía; en especial el de explotación agropecuaria a pesar de las recomendaciones; procedieran estas de sus propios dirigentes, como Carlos Lage o del exterior, como las del español Carlos Solchaga.
Hasta que el arribo, en 1998, de un nuevo actor, el Presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, quien restituye el suministro de petróleo barato a la Isla, facilitando además, otros créditos blandos e inversiones conjuntas muy beneficiosas.
Sin embargo, durante estos 17 años FCR y la dirigencia cubana, no solo no lograron incrementar la producción de azúcar y con ello garantizar su principal producto de exportación, sino que fueron incapaces de aumentar la producción agropecuaria, como no lo hicieron durante la época soviética; obligando al país a depender de las importaciones de alimentos; causando graves problemas; sobre los enfrentados por el bloqueo, ampliado en 1994, con la aprobación de la Ley Helms Burton, después del derribo de avionetas procedentes de Miami.
Esta nueva y más refinada versión de las políticas de aislamiento atacaba las remesas, las inversiones extranjeras, los viajes de los emigrantes al país y las relaciones financieras internacionales; a pesar de ello su impacto fue minimizado por contramedidas cubanas que redujeron, en una proporción considerable el daño; sobre todo después de la aparición, providencial, de Hugo Chávez Frías en el panorama cubano.
2ª Etapa: Presidente JFK. Abril 1961-Oct. 1963. Con posterioridad al fracaso del ataque por Playa Girón, y antes de la Crisis de los Cohetes, se amplia la limitación al comercio entre los dos países mediante un conjunto de ordenes ejecutivas...
Durante el Gobierno Kennedy, se amplían los intercambios comerciales, militares y políticos entre Cuba y la URSS, que reducen en gran medida el impacto del bloqueo estadounidense; al tiempo, que se completa la reorientación de los intercambios, con otras áreas geográficas capitalistas y socialistas. Cuba, cuenta ahora con un nuevo y mayor mercado para su azúcar, que, potencialmente, duplica al norteamericano y es superior a lo que será capaz de exportar.
3ª. Etapa 1962-1975. Mientras el gobierno estadounidense proclama su politica de aislamiento económico contra Cuba, la Isla consolida sus relaciones comerciales con la URSS y los países del Este, y gestiona su ingreso en el CAME (comecon).
Al mismo tiempo, incrementa su comercio con Europa Occidental, donde en este periodo crecen los intercambios, de menos de 100 millones anuales en la década 1950-60, a algo más de 400 millones anuales que se cuadruplican.
Tambien, aumenta el intercambio con Japón pasa de 51 millones, en 1958 hasta 582 millones para 1975, diez veces el nivel del año base.
En términos globales, los intercambios cubanos crecen, de 1500 millones, en 1958, hasta 6100 millones para 1975; han crecido en un 400%. En algo más de trece años; a pesar del “bloqueo” estadounidense.
Otro tanto sucede en el campo de las transacciones financieras, donde Cuba obtiene créditos por valor de diez mil millones de dólares de Europa Occidental, Japón e Israel.
De mayor importancia e interés son las relaciones que establece Cuba, durante estos años, con las filiales norteamericanas en distintas regiones del mundo y el comercio a través de Canadá; que llega a alcanzar volúmenes considerables como, por ejemplo, la compra a la General Motor, Argentina, de equipos de transporte de todo tipo y piezas de repuestos que superaban los 1500 millones de dólares.
4ª Etapa 1975-1990. Periodo del CAME.
En 1975, la Isla logra su ingreso en el Comecon con el que da inicio al más prolongado periodo de bonanza económica de sus cinco siglos de existencia.
Durante todos estos años el “bloqueo” estadounidense no logra producir ningún impacto apreciable en la situación interna o externa de Cuba; FCR en reiterados discursos e intervenciones ridiculiza la inutilidad de esta politica norteamericana.
El bloqueo se convierte en una figura retórica en la confrontación entre los dos gobiernos; más un medio de hostigamiento permanente, que un arma de destrucción.
5ª Etapa 1991-1995 Periodo Especial
Entre 1975 y 1990, en medio del bloqueo norteamericano, incluida su primera medida legislativa, la Ley Torricelli, Cuba vive un crecimiento constante, y al parecer inagotable, de sus intercambios comerciales con la URSS, que de 1,200 millones anuales, en 1960; pasa a 14,0 mil millones de dólares en 1985; 20 mil millones para 1990; un crecimiento de 16 veces en veinticinco años.
Al tiempo que desarrolla inversiones de primera magnitud, como la refinería y la Electro nuclear de Juragua, ambas en Cienfuegos, con un valor conjunto superior a los 15 mil millones; obtenidas por esta provincias gracias al cabildeo de CRR y Osvaldo Dorticós.
Tambien sostiene sus dos prolongadas y costosas campañas militares africanas: Angola y Etiopia, y participa en el conflicto centroamericano.
Para FCR, la fracasada politica estadounidense de bloqueo se convierte en su principal activo propagandístico, interna y externamente; a pesar de sus efectos nulos, en este ultimo periodo.
Para el gobierno de Washington, era un símbolo de no aceptación a FCR y un medio de consolar a la emigración cubana, un aliado incomodo, de notoria influencia en las campañas electorales presidenciales en el estado de la Florida.
Por el resultado de sus intercambios externos Cuba era, entre 1975 y 1990, cualquier cosa, menos un país bloqueado; la Isla recibió importaciones por valor de 86 mil millones de dólares, cuatro veces más que en los primeros cincuenta y seis años de Republica; un verdadero plan Marshall para un país de algo más de 111,000 kilómetros cuadrados y, menos de nueve millones de habitantes.
Mientras, que en el mismo periodo Cuba solo fue capaz de exportar 43 mil millones de dólares; lo que hace que acumule un déficit comercial superior a los cuarenta mil millones de dólares.
Este crecimiento no era solo en términos de valor; sino tambien en cantidades, entre 1975 y 1990 se importaron, entre otros:
400 mil toneladas de algodón; trigo en grano, 12 millones 984 mil ton.
Leche en polvo, 800 mil toneladas; arroz, 3 millones 231 toneladas.
Frijoles, 1 millón 360 mil ton.
Harina para pienso animal dos millones 574 mil t.
Algodón en fibra 680 mil t.
Madera aserrada 9 millones 80 mil M3.
Papel y Cartón (gaceta, imprenta, Kraft) 3 millones 820 mil toneladas.
Fertilizantes (todos los tipos) 20 millones 82 mil toneladas.
Tractores (rueda y estera), 120 mil unidades.
Camiones, todo tipo y tonelaje 125 mil.
Neumáticos, 10 millones 515 mil unidades.
Laminados de acero, 9 millones 190 mil toneladas.
Plantas completas, 10 mil cien millones dólares.
Y, 145 millones de toneladas de petróleo y sus derivados, entre los que se destacan 15 millones de t. de combustible diesel; y 3 millones 500 mil toneladas de gasolina; la Isla reexporto en estos años un promedio de tres millones anuales de toneladas de combustible. El total de buques recibidos anualmente (importación) superaba los 2000; con un promedio de carga transportada de 20 millones de toneladas.
Estas cantidades duplican, triplican o cuadruplican lo recibido, de estos mismos productos entre 1902-1958; lo mismo sucede con el 96%, de los más de 100 productos seleccionados, según secciones y capítulos del clasificador para el comercio internacional que aparecen en la tabla XI.16 del anuario estadístico cubano.
El fracaso de los planes y proyectos de desarrollo, a pesar de los recursos recibidos, provoco un déficit de fondos exportables, que a su vez genero una deuda comercial multimillonaria.
Durante estos quince años de crecimiento del intercambio Cuba tuvo resultados deficitarios crecientes; sin que se tomaran medidas para reducirlo, ni siquiera controlarlo; de un primer déficit de 160 millones, en 1975; pasa a los 2 mil 900 millones, en 1990. El déficit acumulado representaba nueve años del total de las exportaciones de Cuba a los precios acordados con el CAME.
Cuba no creo nuevos fondos exportables y fue incapaz de incrementar los tradicionales; a pesar de contar con un mercado seguro de cerca de 1,500 millones de habitantes; y mantenía, además, un activo comercio con Canadá, Europa Occidental, África, A. Latina; contaba con una flota naviera moderna y eficiente capaz de cubrir sus requerimientos.
Cuba no exportaba más, debido a su incapacidad para producir.
La desaparición de la URSS y el CAME en la década de 1990 pone fin al comercio privilegiado entre Cuba y sus antiguos asociados creando una nueva y difícil situación para la Isla; que se ve privada de sus principales mercados lo que la obliga, a comerciar su azúcar, 80% de sus exportaciones totales, a precios mucho más bajos de los que venia disfrutando, o a los del mercado mundial, lo que reducía, en un 70%, su capacidad de compra, de esta forma se desata la peor crisis de su historia .
Durante los primeros 30 años de bloqueo norteamericano, de acuerdo con los datos estadísticos oficiales del Gobierno Cubano, no se registran afectaciones de importancia; todo lo contrario, Cuba disfrutaba de un nivel de actividad externa superior al de toda su historia, que excedía su capacidad de producción y exportación.
Considerada, tambien, como un periodo intermedio, de corta duración, en que la pérdida de todas las ventajas y beneficios derivada de sus relaciones con la URSS y el Comecon, que implicaban la desaparición de altos precios para su azúcar se redujo en un 70% su capacidad de importación y con ello el anterior nivel de vida de la Isla.
6ª Etapa Reformas limitadas. 1995-2007.
Esta situación se va a ver agravada por el inmovilismo de la dirigencia cubana y su lentitud en introducir cambios durante los primeros cinco años; en los que demoraron decisiones inevitables, como las remesas del extranjero, la libre circulación del dólar, la apertura al turismo y, la más limitada, a las inversiones y bancos extranjeros que jugarían, posteriormente, un papel determinante en el inicio de la recuperación, primero y la aceleración posterior de la economía cubana.
FCR, se negó reiteradamente, durante este periodo a cambiar el sistema de planificación centralizado socialista de dirección de la economía; en especial el de explotación agropecuaria a pesar de las recomendaciones; procedieran estas de sus propios dirigentes, como Carlos Lage o del exterior, como las del español Carlos Solchaga.
Hasta que el arribo, en 1998, de un nuevo actor, el Presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, quien restituye el suministro de petróleo barato a la Isla, facilitando además, otros créditos blandos e inversiones conjuntas muy beneficiosas.
Sin embargo, durante estos 17 años FCR y la dirigencia cubana, no solo no lograron incrementar la producción de azúcar y con ello garantizar su principal producto de exportación, sino que fueron incapaces de aumentar la producción agropecuaria, como no lo hicieron durante la época soviética; obligando al país a depender de las importaciones de alimentos; causando graves problemas; sobre los enfrentados por el bloqueo, ampliado en 1994, con la aprobación de la Ley Helms Burton, después del derribo de avionetas procedentes de Miami.
Esta nueva y más refinada versión de las políticas de aislamiento atacaba las remesas, las inversiones extranjeras, los viajes de los emigrantes al país y las relaciones financieras internacionales; a pesar de ello su impacto fue minimizado por contramedidas cubanas que redujeron, en una proporción considerable el daño; sobre todo después de la aparición, providencial, de Hugo Chávez Frías en el panorama cubano.
NUEVA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS
CUBA HOY. (AZUCAR. )
CUBA HOY. (AZUCAR. )
Mientras la Isla vivió una experiencia económica única e irrepetible, debido a la conquista del enorme mercado representado por la URRS y el resto de los países socialistas de Europa; Cuba tenia, ahora, mercado para todo el azúcar que pudiera producir; con la garantía de precios preferenciales, más de treinta y cinco centavos libra, como promedio.
Por dos ocasiones, en la década de 1970 el mercado mundial supero sus records históricos de precios.
Contaba con: los recursos financieros externos necesarios para garantizar las enormes inversiones ejecutadas en el sector; con la propiedad sobre el 93% de todas las tierras cultivables; sus reservas de agua embalsadas superaron los siete mil millones de m3; disponía de cinco mil combinadas cañeras; ochenta mil tractores y equipos agrícolas; una enorme flota de miles de vehículos automotor: millones de toneladas de fertilizantes químicos; seis nuevos centrales azucareros y miles de ingenieros y técnicos .
Aún asi, fue incapaz de superar sus niveles históricos de producción de azúcar
Era impensable que Cuba fracasara, como lo hizo, en sus propósitos de cumplir sus compromisos de entrega de azúcar con la antigua URSS y el resto de los paises socialistas europeo; y no lograra, ni una sola vez, garantizar su exportación.
Después de la desaparición de la URSS, 1991, Cuba la antigua potencia azucarera, el primer país exportador mundial durante más de un siglo, ve descender su producción anual a menos de tres millones; niveles equivalente a los de 1901-1910. Posteriormente, se ve obligado a importar azúcar; hasta que, a partir del 2000 demuele la mitad de su industria y abandona, algo más de 100 mil caballerías de caña, aprox. un millón cuatrocientas mil hectáreas, que son rápidamente infestadas por el marabú y el aroma.
De 164 centrales azucareros estatales, en 1960, que contaban con 16 refinerías y 18 destilerías, valorados en más de 2500 millones de dólares; hoy cuenta con menos de la mitad, cuya capacidad es explotada a menos del 20%.
De esta forma desaparece la principal actividad económica de Cuba, con más de dos siglos de permanencia en el país; que generaba entre el 70 y el 84% de sus ingresos y que ocupaba el 50% de toda su fuerza de trabajo.
La dirección cubana no intentó utilizar las tierras cañeras y sus facilidades industriales para otras producciones relacionadas con el azúcar; como la torula alcoholes o etanol; de este ultimo fue primer productor mundial entre 1941 y 1946; a pesar de que no afectaba la producción de alimentos, ni su fondo de tierras explotables; asi se convierte, de principal exportador mundial, en importador neto del dulce.
Por dos ocasiones, en la década de 1970 el mercado mundial supero sus records históricos de precios.
Contaba con: los recursos financieros externos necesarios para garantizar las enormes inversiones ejecutadas en el sector; con la propiedad sobre el 93% de todas las tierras cultivables; sus reservas de agua embalsadas superaron los siete mil millones de m3; disponía de cinco mil combinadas cañeras; ochenta mil tractores y equipos agrícolas; una enorme flota de miles de vehículos automotor: millones de toneladas de fertilizantes químicos; seis nuevos centrales azucareros y miles de ingenieros y técnicos .
Aún asi, fue incapaz de superar sus niveles históricos de producción de azúcar
Era impensable que Cuba fracasara, como lo hizo, en sus propósitos de cumplir sus compromisos de entrega de azúcar con la antigua URSS y el resto de los paises socialistas europeo; y no lograra, ni una sola vez, garantizar su exportación.
Después de la desaparición de la URSS, 1991, Cuba la antigua potencia azucarera, el primer país exportador mundial durante más de un siglo, ve descender su producción anual a menos de tres millones; niveles equivalente a los de 1901-1910. Posteriormente, se ve obligado a importar azúcar; hasta que, a partir del 2000 demuele la mitad de su industria y abandona, algo más de 100 mil caballerías de caña, aprox. un millón cuatrocientas mil hectáreas, que son rápidamente infestadas por el marabú y el aroma.
De 164 centrales azucareros estatales, en 1960, que contaban con 16 refinerías y 18 destilerías, valorados en más de 2500 millones de dólares; hoy cuenta con menos de la mitad, cuya capacidad es explotada a menos del 20%.
De esta forma desaparece la principal actividad económica de Cuba, con más de dos siglos de permanencia en el país; que generaba entre el 70 y el 84% de sus ingresos y que ocupaba el 50% de toda su fuerza de trabajo.
La dirección cubana no intentó utilizar las tierras cañeras y sus facilidades industriales para otras producciones relacionadas con el azúcar; como la torula alcoholes o etanol; de este ultimo fue primer productor mundial entre 1941 y 1946; a pesar de que no afectaba la producción de alimentos, ni su fondo de tierras explotables; asi se convierte, de principal exportador mundial, en importador neto del dulce.
AGROPECUARIA.
La segunda actividad del país, la ganadería, sufriría un proceso similar y a pesar de los cuantiosos recursos invertidos en esta rama, miles de millones en un periodo de cuarenta años, que incluyen: la construcción de decenas de vaquerías de ordeño mecánico; importación de miles de pie de cría y sementales de las mejores razas norteamericanas, canadienses y europeas de carne y leche; de experimentos genéticos, hasta la construcción de modernos complejos industriales lecheros suecos en varias provincias de Cuba; su resultado fue negativo.
En 1960, el país contaba con algo más de seis millones de cabezas de ganado; para el finales del 2006, el rebaño no superaba los dos millones de cabezas, de las cuales, al menos novecientas mil pertenecen a productores privados.
El rebaño bovino comenzó a declinar a mediados de los años sesenta, de siete millones, paso a cuatro millones quinientos mil en 1989; la caída se acelero entre 1990 y el 2006, en que se reduce a menos de 2 millones de cabezas. Como consecuencia de este fenómeno la carne, leche y quesos desaparecieron de la dieta diaria del cubano.
Igual evolución descendente, registraron los rebaños ovino, caprino, equino; la única actividad pecuaria que registro importantes crecimientos, en los años iniciales del gobierno de FCR, fue la avícola, sustentada en la importación de toda su base alimentaría.
Como consecuencia directa de la crisis en la producción de azúcar y ganado, más de dos millones y medios de hectáreas de tierras fueron abandonadas, y están hoy infestadas de marabú y aroma; como confiesa el periódico Granma, pagina 8, del 3 de Sep. 2006.
Lo que representa el 47% del total de tierras agrícolas estatales (5, 385,800 ha); y es mayor que toda la tierra empleada para la producción de azúcar en la zafra de 1970, 534,000 ha, para producir 8 millones de toneladas.
Estos más de dos millones de hectáreas infestadas con Marabú, es cuatro veces más que el total de tierras empleadas para la producción de alimentos en la Isla, (638,800 ha, en 1987).
Por ultimo, los dos millones de hectáreas perdidas al marabú equivalen a la superficie total de las antiguas provincias de Camaguey y Las Villas; como si ambas hubieran desaparecido del mapa de la Isla; que, explotadas con un nivel medio de rendimiento serian capaces de satisfacer los requerimientos alimentarios de toda la población de Cuba.
Los cultivos tradicionales café, tabaco, arroz, tubérculos, frutas y vegetales y otros, decrecieron absoluta y relativamente, sin que hasta el presente ninguno haya alcanzado sus niveles prerrevolucionarios.
Durante este medio siglo el gobierno cubano jamás reclamo haber superado, los niveles de producción alcanzados entre 1902 y 1958, ni absoluta, ni relativamente.
Hoy, la Isla depende en un 75% de las importaciones de comestibles y materias primas alimentarías para el sustento, a muy bajo nivel, de su población; lo que representan cerca del 50% del valor total de las importaciones.
Los aumentos de precios de los alimentos en el mercado mundial 2007-2008 duplicaron el costo de estas importaciones cubanas; tan solo los de la leche en polvo -Cuba importa el 80% de la leche que consume- deben alcanzar un valor superior a los cuatrocientos millones de dólares.
La Isla deberá enfrentar en los próximos tres años serios trastornos e inclusive hambrunas, muy superiores a las confrontadas en la etapa 1991-95.
Todo ello, a pesar de que los precios internos de los alimentos superan con creces los del mercado mundial y con mucho los ingresos monetarios de la población. El pan, el café, los huevos, el arroz, los frijoles, la carne de puerco, el aceite; todos productos básicos de la canasta alimenticia cubana, superan su valor internacional.
Los cigarrillos, por ejemplo, que se venden a un precio promedio de .40 centavos de dólar (diez pesos el paquete de 20 cigarrillos) y junto al pan, el café y las bebidas alcohólicas tienen un peso superior al 65% de los ingresos salariales de los trabajadores.
En términos de infraestructura y viviendas el medio siglo de gobierno de FCR arroja tambien resultados negativos.
Al final de estos cincuenta años, las líneas ferroviarias, se habían reducido en 9 mil kilómetros con respecto al periodo anterior, -1902-58- de 13 mil en 1958, pasa a menos de 4 mil, en el 2006, de las que, más del 50%, están fuera de servicios por su mal estado técnico.
En 1960, la densidad ferrocarrilera de Cuba, era de, 11 Km., de vía por 100 Km. cuadrados, superior al de todos los países de Latinoamérica y comparable con los 19 Km. de Inglaterra, 13 de Alemania y 3 de Estados Unidos. En el 2007 este índice esta por debajo de 5 Km. por 100 kilómetros.
A mediados de la década de 1960 y ante los planes de FCR de construir la súper autopista Habana-Santiago de Cuba la misión soviética en Cuba se opuso y se negó a financiarla aduciendo: la existencia de una red ferroviaria nacional extensa, operativa y mejorable; que con una menor inversión podría resolver todos los problemas presentes y futuros del transporte de mercancías y pasajeros de la Isla.
Sus argumentos principales eran: la ausencia de una industria automotriz; unido a la inexistente producción de petróleo; que condenaría a la Isla a depender no solo de equipos de transporte y, piezas de repuestos importadas, sino a la adquisición de cantidades crecientes de combustible con destino al transporte. Como ocurrió.
En su lugar, proponían construir una segunda línea, de 600 kilómetros, paralela a la existente, en los tramos de mayor transito de mercancías; y la electrificación de todo el sistema ferroviario cubano; financiado por la URSS. La sugerencia fue rechazada.
Al terminar el 2006, Cuba solo contaba con menos de doscientos equipos en explotación; de más de 1330 que poseía en 1990. Otro tanto, sucede con los medios de carga, que de más de 80 mil, de todo tipo, se reduce a 15 mil, en mal estado técnico.
Los puertos y sus instalaciones sufren una importante afectación y concluyen el 2006 con un decrecimiento de más del 65% en sus principales indicadores de explotación. Un número limitado de puertos e instalaciones, menos del 35 % se mantienen operativos.
De decenas de millones de toneladas de carga anual, 35 millones de toneladas promedio anual durante la década 1981-91; termina, el 2006, con menos de 6 millones de toneladas, de importación-exportación.
Inversiones. El monto de las inversiones brutas en el periodo comprendido entre 1959-1990, supero los 100 mil millones de dólares; de los que aprox. el 60%, fueron empleados en la esfera productiva, correspondiéndole a la industria el 50%, unos 30 mil millones.
En todas las ramas del sector industria, se ejecutan inversiones que nunca van ser recuperados y cuya explotación va a confrontar considerables dificultades que la hacen incosteable. El coeficiente térmico de su economía, por ejemplo, (costo energético por unidad de PIB) era, en la década de 1980, el mayor del mundo.
Lo invertido en este periodo representa tres veces más que en los cincuenta años previos (1902-1959); mientras que la producción apenas logra duplicarse en los primeros años de la década de 1980, para comenzar a declinar hacia 1985 y terminar siendo menor que en 1959 para el nuevo siglo.
Para el año 2006 el 65% de las industrias estaban paralizadas, inutilizadas o destruidas. Durante estos cincuenta años las empresas creadas funcionaron, el 67%, con perdidas; eran irentables y recibían una sustancial subvención anual del presupuesto estatal.
Desde mediados de 1980 las reparaciones, corrientes o capitalizables comenzaron a reducirse; a ello se agregó a partir de 1991 la paralización de las inversiones que se detuvieron por completo, en todos los sectores productivos por más de veinte años.
En 1960, el país contaba con algo más de seis millones de cabezas de ganado; para el finales del 2006, el rebaño no superaba los dos millones de cabezas, de las cuales, al menos novecientas mil pertenecen a productores privados.
El rebaño bovino comenzó a declinar a mediados de los años sesenta, de siete millones, paso a cuatro millones quinientos mil en 1989; la caída se acelero entre 1990 y el 2006, en que se reduce a menos de 2 millones de cabezas. Como consecuencia de este fenómeno la carne, leche y quesos desaparecieron de la dieta diaria del cubano.
Igual evolución descendente, registraron los rebaños ovino, caprino, equino; la única actividad pecuaria que registro importantes crecimientos, en los años iniciales del gobierno de FCR, fue la avícola, sustentada en la importación de toda su base alimentaría.
Como consecuencia directa de la crisis en la producción de azúcar y ganado, más de dos millones y medios de hectáreas de tierras fueron abandonadas, y están hoy infestadas de marabú y aroma; como confiesa el periódico Granma, pagina 8, del 3 de Sep. 2006.
Lo que representa el 47% del total de tierras agrícolas estatales (5, 385,800 ha); y es mayor que toda la tierra empleada para la producción de azúcar en la zafra de 1970, 534,000 ha, para producir 8 millones de toneladas.
Estos más de dos millones de hectáreas infestadas con Marabú, es cuatro veces más que el total de tierras empleadas para la producción de alimentos en la Isla, (638,800 ha, en 1987).
Por ultimo, los dos millones de hectáreas perdidas al marabú equivalen a la superficie total de las antiguas provincias de Camaguey y Las Villas; como si ambas hubieran desaparecido del mapa de la Isla; que, explotadas con un nivel medio de rendimiento serian capaces de satisfacer los requerimientos alimentarios de toda la población de Cuba.
Los cultivos tradicionales café, tabaco, arroz, tubérculos, frutas y vegetales y otros, decrecieron absoluta y relativamente, sin que hasta el presente ninguno haya alcanzado sus niveles prerrevolucionarios.
Durante este medio siglo el gobierno cubano jamás reclamo haber superado, los niveles de producción alcanzados entre 1902 y 1958, ni absoluta, ni relativamente.
Hoy, la Isla depende en un 75% de las importaciones de comestibles y materias primas alimentarías para el sustento, a muy bajo nivel, de su población; lo que representan cerca del 50% del valor total de las importaciones.
Los aumentos de precios de los alimentos en el mercado mundial 2007-2008 duplicaron el costo de estas importaciones cubanas; tan solo los de la leche en polvo -Cuba importa el 80% de la leche que consume- deben alcanzar un valor superior a los cuatrocientos millones de dólares.
La Isla deberá enfrentar en los próximos tres años serios trastornos e inclusive hambrunas, muy superiores a las confrontadas en la etapa 1991-95.
Todo ello, a pesar de que los precios internos de los alimentos superan con creces los del mercado mundial y con mucho los ingresos monetarios de la población. El pan, el café, los huevos, el arroz, los frijoles, la carne de puerco, el aceite; todos productos básicos de la canasta alimenticia cubana, superan su valor internacional.
Los cigarrillos, por ejemplo, que se venden a un precio promedio de .40 centavos de dólar (diez pesos el paquete de 20 cigarrillos) y junto al pan, el café y las bebidas alcohólicas tienen un peso superior al 65% de los ingresos salariales de los trabajadores.
En términos de infraestructura y viviendas el medio siglo de gobierno de FCR arroja tambien resultados negativos.
Al final de estos cincuenta años, las líneas ferroviarias, se habían reducido en 9 mil kilómetros con respecto al periodo anterior, -1902-58- de 13 mil en 1958, pasa a menos de 4 mil, en el 2006, de las que, más del 50%, están fuera de servicios por su mal estado técnico.
En 1960, la densidad ferrocarrilera de Cuba, era de, 11 Km., de vía por 100 Km. cuadrados, superior al de todos los países de Latinoamérica y comparable con los 19 Km. de Inglaterra, 13 de Alemania y 3 de Estados Unidos. En el 2007 este índice esta por debajo de 5 Km. por 100 kilómetros.
A mediados de la década de 1960 y ante los planes de FCR de construir la súper autopista Habana-Santiago de Cuba la misión soviética en Cuba se opuso y se negó a financiarla aduciendo: la existencia de una red ferroviaria nacional extensa, operativa y mejorable; que con una menor inversión podría resolver todos los problemas presentes y futuros del transporte de mercancías y pasajeros de la Isla.
Sus argumentos principales eran: la ausencia de una industria automotriz; unido a la inexistente producción de petróleo; que condenaría a la Isla a depender no solo de equipos de transporte y, piezas de repuestos importadas, sino a la adquisición de cantidades crecientes de combustible con destino al transporte. Como ocurrió.
En su lugar, proponían construir una segunda línea, de 600 kilómetros, paralela a la existente, en los tramos de mayor transito de mercancías; y la electrificación de todo el sistema ferroviario cubano; financiado por la URSS. La sugerencia fue rechazada.
Al terminar el 2006, Cuba solo contaba con menos de doscientos equipos en explotación; de más de 1330 que poseía en 1990. Otro tanto, sucede con los medios de carga, que de más de 80 mil, de todo tipo, se reduce a 15 mil, en mal estado técnico.
Los puertos y sus instalaciones sufren una importante afectación y concluyen el 2006 con un decrecimiento de más del 65% en sus principales indicadores de explotación. Un número limitado de puertos e instalaciones, menos del 35 % se mantienen operativos.
De decenas de millones de toneladas de carga anual, 35 millones de toneladas promedio anual durante la década 1981-91; termina, el 2006, con menos de 6 millones de toneladas, de importación-exportación.
Inversiones. El monto de las inversiones brutas en el periodo comprendido entre 1959-1990, supero los 100 mil millones de dólares; de los que aprox. el 60%, fueron empleados en la esfera productiva, correspondiéndole a la industria el 50%, unos 30 mil millones.
En todas las ramas del sector industria, se ejecutan inversiones que nunca van ser recuperados y cuya explotación va a confrontar considerables dificultades que la hacen incosteable. El coeficiente térmico de su economía, por ejemplo, (costo energético por unidad de PIB) era, en la década de 1980, el mayor del mundo.
Lo invertido en este periodo representa tres veces más que en los cincuenta años previos (1902-1959); mientras que la producción apenas logra duplicarse en los primeros años de la década de 1980, para comenzar a declinar hacia 1985 y terminar siendo menor que en 1959 para el nuevo siglo.
Para el año 2006 el 65% de las industrias estaban paralizadas, inutilizadas o destruidas. Durante estos cincuenta años las empresas creadas funcionaron, el 67%, con perdidas; eran irentables y recibían una sustancial subvención anual del presupuesto estatal.
Desde mediados de 1980 las reparaciones, corrientes o capitalizables comenzaron a reducirse; a ello se agregó a partir de 1991 la paralización de las inversiones que se detuvieron por completo, en todos los sectores productivos por más de veinte años.
NUEVA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS
Otro tanto sucedió con las reparaciones e inversiones efectuadas en el sector no productivo que redujo, en un 75% la funcionabilidad de escuelas, hospitales e instalaciones deportivas.
La necesidad recursos externos, tan solo para recuperar los niveles alcanzados por la economía cubana antes de la llegada de FCR al poder, década de 1950, demandaría flujos financieros superiores al total de la deuda externa cubana, estimada en unos ochenta mil millones de dólares. Y al menos dos décadas. Salvo, que RCR decida embarcarse en una reforma económica que contemple el pleno empleo del mercado para la solución de los problemas de la Isla.
El fondo habitacional de Cuba registró, entre (1959-2006), un fuerte decrecimiento en relación con los cincuenta años previos (1902-1958), ocasionando un déficit habitacional superior al millón y medio de viviendas.
Lo invertido, en todo el periodo, en viviendas y urbanizaciones representa menos del 3% del total empleado en la inversión estatal civil durante estos años.
El numero de viviendas edificadas (1959-2007), es de 900 mil casas, de las que aproximadamente el 40% fueron ejecutadas por particulares; 100 mil, de 1959-1965; 111 mil quinientos doce entre 1966 y 1975; 318 mil del 1982-89 y menos de 100 mil en los últimos seis años. El número de edificaciones destruidas o destinadas a otros fines, supera los trescientos mil reduciendo el crecimiento neto habitacional a menos de 530 mil.
La inversión en instalaciones educacionales y sociales supera los seis mil quinientos millones de pesos; mientras que en vivienda el monto total asciende a, menos de dos mil quinientos, un 30 %.
Las redes eléctricas e hidráulicas terminan este periodo a menos del cuarenta % de explotación debido a su mal estado técnico; resultante de a los bajos índices de mantenimiento, reparaciones capitales e inversiones.
En C. de La Habana y el resto de las capitales de provincias el estado técnico de las redes hidráulicas provoca la pérdida de más del 50% del agua bombeada. Las inversiones en este rubro no alcanzan el 6% del total empleado en construcciones.
La población tambien decrece en relación con los índices alcanzados entre 1899-1958, en que se cuadriplica pasando de 1,5 millones a más de 6 millones, en 1958.
Durante el ultimo medios siglo, 1959-2007, la población cubana no alcanza a duplicarse, y pasa de 6 millones, 1958, a menos de 11,5 millones, se estimaba que alcanzaría los 16 millones para el 2006, con lo que crea una serie de tensiones negativas al interior de la sociedad que van, desde el envejecimiento acelerado de la población, hasta la falta aguda de mano de obra; a pesar del ínfimo nivel de empleo generado por su economía.
Inciden en la reducción; los índices de natalidad; la emigración, de algo más de un millón doscientas mil personas, de todas las edades, un 95,7% de ellos blancos.
La politica de control de la natalidad establecida desde inicios de 1960, se calcula el numero de interrupciones en algo más de doscientos mil anuales, para las ultimas tres décadas; el número de nacimientos evitados supera los siete millones.
El cambio más importante registrado en la población durante los últimos cincuenta años es el incremento constante de la población negra-mulata de Cuba. De un estimado de 550 mil habitantes, en el censo de 1899, se cuadruplican en las primeras cinco décadas del siglo XX, hasta alcanzar una población estimada de 2,4 millones para el 31.12.1958; en el 2006, este sector alcanza los 6 millones, convirtiéndose en el más numeroso de la Isla.
Otro tanto sucedió con las reparaciones e inversiones efectuadas en el sector no productivo que redujo, en un 75% la funcionabilidad de escuelas, hospitales e instalaciones deportivas.
La necesidad recursos externos, tan solo para recuperar los niveles alcanzados por la economía cubana antes de la llegada de FCR al poder, década de 1950, demandaría flujos financieros superiores al total de la deuda externa cubana, estimada en unos ochenta mil millones de dólares. Y al menos dos décadas. Salvo, que RCR decida embarcarse en una reforma económica que contemple el pleno empleo del mercado para la solución de los problemas de la Isla.
El fondo habitacional de Cuba registró, entre (1959-2006), un fuerte decrecimiento en relación con los cincuenta años previos (1902-1958), ocasionando un déficit habitacional superior al millón y medio de viviendas.
Lo invertido, en todo el periodo, en viviendas y urbanizaciones representa menos del 3% del total empleado en la inversión estatal civil durante estos años.
El numero de viviendas edificadas (1959-2007), es de 900 mil casas, de las que aproximadamente el 40% fueron ejecutadas por particulares; 100 mil, de 1959-1965; 111 mil quinientos doce entre 1966 y 1975; 318 mil del 1982-89 y menos de 100 mil en los últimos seis años. El número de edificaciones destruidas o destinadas a otros fines, supera los trescientos mil reduciendo el crecimiento neto habitacional a menos de 530 mil.
La inversión en instalaciones educacionales y sociales supera los seis mil quinientos millones de pesos; mientras que en vivienda el monto total asciende a, menos de dos mil quinientos, un 30 %.
Las redes eléctricas e hidráulicas terminan este periodo a menos del cuarenta % de explotación debido a su mal estado técnico; resultante de a los bajos índices de mantenimiento, reparaciones capitales e inversiones.
En C. de La Habana y el resto de las capitales de provincias el estado técnico de las redes hidráulicas provoca la pérdida de más del 50% del agua bombeada. Las inversiones en este rubro no alcanzan el 6% del total empleado en construcciones.
La población tambien decrece en relación con los índices alcanzados entre 1899-1958, en que se cuadriplica pasando de 1,5 millones a más de 6 millones, en 1958.
Durante el ultimo medios siglo, 1959-2007, la población cubana no alcanza a duplicarse, y pasa de 6 millones, 1958, a menos de 11,5 millones, se estimaba que alcanzaría los 16 millones para el 2006, con lo que crea una serie de tensiones negativas al interior de la sociedad que van, desde el envejecimiento acelerado de la población, hasta la falta aguda de mano de obra; a pesar del ínfimo nivel de empleo generado por su economía.
Inciden en la reducción; los índices de natalidad; la emigración, de algo más de un millón doscientas mil personas, de todas las edades, un 95,7% de ellos blancos.
La politica de control de la natalidad establecida desde inicios de 1960, se calcula el numero de interrupciones en algo más de doscientos mil anuales, para las ultimas tres décadas; el número de nacimientos evitados supera los siete millones.
El cambio más importante registrado en la población durante los últimos cincuenta años es el incremento constante de la población negra-mulata de Cuba. De un estimado de 550 mil habitantes, en el censo de 1899, se cuadruplican en las primeras cinco décadas del siglo XX, hasta alcanzar una población estimada de 2,4 millones para el 31.12.1958; en el 2006, este sector alcanza los 6 millones, convirtiéndose en el más numeroso de la Isla.
NUEVA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS
Deuda externa. En el último medio siglo y debido a las complejas y diversas relaciones establecidas por el Gobierno de FCR se adquirieron deudas por valor de más de, 70 mil millones de dólares; de ellos: 18 mil millones adquiridas con entidades europeas y japonesas -entre 1960 y 1970-, sobre la que el gobierno cubano declaro moratoria en 1986.
Otros 45 mil millones, corresponden a las deudas con la antigua URSS, más intereses, que constituye más del 60% de las obligaciones cubanas.
Una cifra superior a los quince mil millones se han acumulado a partir de 1990 procedentes de créditos bancarios, deudas comerciales, y la ultima y mayor adquirida, con Venezuela, a partir de 1998, que crece aceleradamente.
Las amortizaciones e intereses pagados por Cuba; junto a sus adeudos rebasan los miles millones y representan una astronómica suma en términos de su PSG; a precios constantes de 1975, la Isla adeuda 8 veces su producto anual; siendo este el mejor exponente de la grave situación con que concluye el medio siglo de gobierno de FCR.
Esta deuda externa es el más perturbador legado de estos cincuenta años y el mayor problema que enfrenta la sociedad cubana de cara a su futuro y constituye un obstáculo, prácticamente, insalvable.
Esta deuda se explica en virtud de una cadena de 50 años de saldos negativos en su balanza comercial. En tan solo dos ocasiones las exportaciones cubanas fueron mayores que sus compras al extranjero.
Deuda externa. En el último medio siglo y debido a las complejas y diversas relaciones establecidas por el Gobierno de FCR se adquirieron deudas por valor de más de, 70 mil millones de dólares; de ellos: 18 mil millones adquiridas con entidades europeas y japonesas -entre 1960 y 1970-, sobre la que el gobierno cubano declaro moratoria en 1986.
Otros 45 mil millones, corresponden a las deudas con la antigua URSS, más intereses, que constituye más del 60% de las obligaciones cubanas.
Una cifra superior a los quince mil millones se han acumulado a partir de 1990 procedentes de créditos bancarios, deudas comerciales, y la ultima y mayor adquirida, con Venezuela, a partir de 1998, que crece aceleradamente.
Las amortizaciones e intereses pagados por Cuba; junto a sus adeudos rebasan los miles millones y representan una astronómica suma en términos de su PSG; a precios constantes de 1975, la Isla adeuda 8 veces su producto anual; siendo este el mejor exponente de la grave situación con que concluye el medio siglo de gobierno de FCR.
Esta deuda externa es el más perturbador legado de estos cincuenta años y el mayor problema que enfrenta la sociedad cubana de cara a su futuro y constituye un obstáculo, prácticamente, insalvable.
Esta deuda se explica en virtud de una cadena de 50 años de saldos negativos en su balanza comercial. En tan solo dos ocasiones las exportaciones cubanas fueron mayores que sus compras al extranjero.
NUEVA SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS
TABLA I
INTERCAMBIO COMERCIAL CUBA-URSS 1961-1990. UM MMS
1961-70 1971-80 1981-90 TOTAL
Importaciones 10,855 27,900 70,469 109 22
Exportaciones 6,766 25,487 43,211 75,464
Déficit (4,089) (2,413) (27,258) (33,760)
TABLA II
POBLACION DE CUBA 1959-1990
1959 1970 1980 1990 2007
Población 6,977 8,603 9,693 10,554 11,500
TABLA III
ESTRUCTUTRA DE LAS IMPORTACIONES CUBA-URSS EN %
1961-1970
1971-1980
1981-1990
Bienes de Consumo
24.5
13.3
10.8
Bienes Intermedios
38.2
63.1
67.9
Bienes de Capital
37.3
21.6
21.3
TABLA IV
Principales Importaciones Bienes de Consumo UM: M Ton. Met.
Producto
1961-1970
1971-1980
1981-1990
% Total
Maíz Grano
1492.8
1706.2
2958.4
86
Trigo Grano
2949.5
4401.4
9975.8
95
Harina Trigo
2600.3
1960.7
72
Manteca de Cerdo
250.3
409.7
468.5
60
Pescado
250.3
384.3
452.6
83
C Carne en Conserva
137.0
205.3
212.7
70
Mantequilla
98.0
153.6
157.8
83
CUADRO V
Principales Importaciones Bienes Intermedios UM: M Ton. Met.
Producto
Total
1961-1970
1971-1980
1981-1990
Madera(mm3)
11745.0
2608.0
4500.0
4637.0
Traviesas(mm3)
20462.3
5030.0
7932.0
12957.0
Fertilizantes
23721.5
3637.3
7127.2
12957.0
Petróleo
254012.0
987.8
1409.3
2831.5
Neumáticos (u)
5286.6
987.8
1409.3
2831.5
L Laminados Acero
14427.0
11383.7
514.4
2528.9
TABLA VI
Principales Importaciones Bienes de Capital
Producto
1961-1970
1971-1980
1981-1990
Total
Plantas Ind.,(MM $)
895.3
1462.0
4410.0
Tractores (MU)
28.0
50.6
82.9
161.5
Camiones (MU)
18.0
29.9
63.8
111.7
Equip. Const.(U)
5303
7868
8127
Motores Diesel(U)
1438
3984
4296
Acc. Partes p/Equipos.
243.2
426.5
702.8
Nota: Equipos incluye Bulldozers, excavadoras, grúas.
Accesorios y partes incluye rodamientos, piezas para automotores, ferroviarios, agrícolas y construcción. * Solo de la URSS
TABLA VIII
Producción y Exportación de Azúcar a la URSS UM: M Ton.
Met.
Azúcar
1961-1970
1971-1980
1981-1990
Producción
55816
54393
60364
Exportación URSS
35816
42816
36769
FCR nunca cumplió los compromisos anuales de entregas de Azúcar: a la URSS.
TABLA VIII
Precios Promedios del Azúcar 1960-1990 UM: cts. dólar /libra
Periodo
Conv. Cuba-URSS
Mercado Mundial
Diferencia
1961-1970
6..07
3.02
+3.05
1971-1980
25.42
10.04
+15.41
1981-1990
46.71
8.32
+38.49
TABLA IX
Cuba Producción de Azúcar UM: MM Ton. Met.
Producto
1949-1958
1 1998-2007
Crecimiento
Azúcar
59607
19694
(-65%)
TABLA X
Volumen de mercancías recibidas de la URSS UM: MM Ton. Met.
Tipo de carga
1961-1970
1971-1980
1981-1990
Carga Seca
25177
50415
71253
Carga Liquida
50217
72088
99012
Total
75394
122503
170265
TABLA XI
TABLA I
INTERCAMBIO COMERCIAL CUBA-URSS 1961-1990. UM MMS
1961-70 1971-80 1981-90 TOTAL
Importaciones 10,855 27,900 70,469 109 22
Exportaciones 6,766 25,487 43,211 75,464
Déficit (4,089) (2,413) (27,258) (33,760)
TABLA II
POBLACION DE CUBA 1959-1990
1959 1970 1980 1990 2007
Población 6,977 8,603 9,693 10,554 11,500
TABLA III
ESTRUCTUTRA DE LAS IMPORTACIONES CUBA-URSS EN %
1961-1970
1971-1980
1981-1990
Bienes de Consumo
24.5
13.3
10.8
Bienes Intermedios
38.2
63.1
67.9
Bienes de Capital
37.3
21.6
21.3
TABLA IV
Principales Importaciones Bienes de Consumo UM: M Ton. Met.
Producto
1961-1970
1971-1980
1981-1990
% Total
Maíz Grano
1492.8
1706.2
2958.4
86
Trigo Grano
2949.5
4401.4
9975.8
95
Harina Trigo
2600.3
1960.7
72
Manteca de Cerdo
250.3
409.7
468.5
60
Pescado
250.3
384.3
452.6
83
C Carne en Conserva
137.0
205.3
212.7
70
Mantequilla
98.0
153.6
157.8
83
CUADRO V
Principales Importaciones Bienes Intermedios UM: M Ton. Met.
Producto
Total
1961-1970
1971-1980
1981-1990
Madera(mm3)
11745.0
2608.0
4500.0
4637.0
Traviesas(mm3)
20462.3
5030.0
7932.0
12957.0
Fertilizantes
23721.5
3637.3
7127.2
12957.0
Petróleo
254012.0
987.8
1409.3
2831.5
Neumáticos (u)
5286.6
987.8
1409.3
2831.5
L Laminados Acero
14427.0
11383.7
514.4
2528.9
TABLA VI
Principales Importaciones Bienes de Capital
Producto
1961-1970
1971-1980
1981-1990
Total
Plantas Ind.,(MM $)
895.3
1462.0
4410.0
Tractores (MU)
28.0
50.6
82.9
161.5
Camiones (MU)
18.0
29.9
63.8
111.7
Equip. Const.(U)
5303
7868
8127
Motores Diesel(U)
1438
3984
4296
Acc. Partes p/Equipos.
243.2
426.5
702.8
Nota: Equipos incluye Bulldozers, excavadoras, grúas.
Accesorios y partes incluye rodamientos, piezas para automotores, ferroviarios, agrícolas y construcción. * Solo de la URSS
TABLA VIII
Producción y Exportación de Azúcar a la URSS UM: M Ton.
Met.
Azúcar
1961-1970
1971-1980
1981-1990
Producción
55816
54393
60364
Exportación URSS
35816
42816
36769
FCR nunca cumplió los compromisos anuales de entregas de Azúcar: a la URSS.
TABLA VIII
Precios Promedios del Azúcar 1960-1990 UM: cts. dólar /libra
Periodo
Conv. Cuba-URSS
Mercado Mundial
Diferencia
1961-1970
6..07
3.02
+3.05
1971-1980
25.42
10.04
+15.41
1981-1990
46.71
8.32
+38.49
TABLA IX
Cuba Producción de Azúcar UM: MM Ton. Met.
Producto
1949-1958
1 1998-2007
Crecimiento
Azúcar
59607
19694
(-65%)
TABLA X
Volumen de mercancías recibidas de la URSS UM: MM Ton. Met.
Tipo de carga
1961-1970
1971-1980
1981-1990
Carga Seca
25177
50415
71253
Carga Liquida
50217
72088
99012
Total
75394
122503
170265
TABLA XI
Indicadores fundamentales de la Economía cubana 1961-1990
Tasa medias anuales de porcentaje
Crecimiento población
1.8
2.2
1.7
1.7
PIB ( a precios constantes)
-2.5
2.0
3.5
8.7
Valor inversión bruta(MMP)
58654
8167
20871.6
21069
Incremento Prod. Industrial
-3.7
4.6
4.5
-12.8
Incremento Prod agropecuaria
-5.2
1.7
2.1
-14.2
Crecimiento Prod construcción
1.8
2.0
11.8
-12.7
FUENTES:
· Cuba y la Economía azucarera mundial. Autor Marcelo Fernández. Editorial
· Pueblo y Educación 1989. Habana
· José Luis Rodríguez. Estrategia para el desarrollo económico en Cuba.
· Hiram Marquetti Nodarse y Omar Everleny. Cambio en el Comercio Exterior
· 1990-1994. Prensa latina.
· Anuarios Estadísticos de Cuba 1899,1907, 1921, 1943, 1953, 1975-2005.
· Memorias Empresa Cubazucar 1965-2003.
· Resumen estadístico del Ministerio de Comercio Exterior de la URSS 1990.
Colección de Obras Revolucionarias de Discursos del Comandante Fidel Castro Ruz
1959-1975.
Colección Periódicos Revolución, Hoy, Combate de 1959-1962,
Granma 1962- 2008.
Tasa medias anuales de porcentaje
Crecimiento población
1.8
2.2
1.7
1.7
PIB ( a precios constantes)
-2.5
2.0
3.5
8.7
Valor inversión bruta(MMP)
58654
8167
20871.6
21069
Incremento Prod. Industrial
-3.7
4.6
4.5
-12.8
Incremento Prod agropecuaria
-5.2
1.7
2.1
-14.2
Crecimiento Prod construcción
1.8
2.0
11.8
-12.7
FUENTES:
· Cuba y la Economía azucarera mundial. Autor Marcelo Fernández. Editorial
· Pueblo y Educación 1989. Habana
· José Luis Rodríguez. Estrategia para el desarrollo económico en Cuba.
· Hiram Marquetti Nodarse y Omar Everleny. Cambio en el Comercio Exterior
· 1990-1994. Prensa latina.
· Anuarios Estadísticos de Cuba 1899,1907, 1921, 1943, 1953, 1975-2005.
· Memorias Empresa Cubazucar 1965-2003.
· Resumen estadístico del Ministerio de Comercio Exterior de la URSS 1990.
Colección de Obras Revolucionarias de Discursos del Comandante Fidel Castro Ruz
1959-1975.
Colección Periódicos Revolución, Hoy, Combate de 1959-1962,
Granma 1962- 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario