Diario de Cubanet. Jueves 8 de agosto de 2013
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ARTÍCULOS / NOTICIAS
Lenguas más venenosas que el metanol
José Hugo Fernández
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Una de las primeras bolas que rodó aquí, a propósito de las varias decenas de habaneros que recién se envenenaron con alcohol metano, aseguraba que el drama tuvo su origen en una fiesta de santería. El hecho de que la mayoría de los afectados sean negros o mestizos, disparó enseguida la especulación racista.
Es curiosa la manera en que últimamente se ha venido revigorizando entre nosotros una tendencia que arrastramos desde hace siglos –quizá en los genes, más que en la memoria-: ante un robo por asalto, un crimen o alguna otra ocurrencia aborrecible, indagamos casi mecánicamente por el color de la piel de los implicados, y si hay afrodescendientes, tendemos de inmediato a relacionar el suceso con las creencias y prácticas de religiones que les son comunes.
No sé si en este caso algunos de los envenenados hayan consumido el metanol en una fiesta de santos. Pero tampoco sería relevante. Lo esencial es que en verdad la mayoría son afrodescendientes, que todos viven en barrios marginales, y que apartando las especificidades del sitio en que cada cual contrajo la intoxicación, todos están marcados por una idéntica tragedia: el alcoholismo como escape ante el fracaso, la miseria y la falta de oportunidades.
Esta coincidencia resulta mucho menos accidental que el accidente mismo. Igual que tuvo su foco en La Lisa, pudo haberlo tenido en cualquier otro de los municipios habaneros (casi todos) con marcada incidencia marginal, y no hay duda de que los afectados seguirían siendo mayoritariamente negros y mestizos. Incluso, tanto si ocurre en La Habana como en cualquiera otra provincia del país. Dentro del cuadro de abatimiento y desesperanza que hoy sufren los pobres de Cuba, el color negro resalta como los ojos del sijú entre la espesura.
Es la lección más aplastante que se deriva de este suceso y además la más fácilmente comprobable. Sin embargo, por algún motivo (digamos) misterioso, aún son demasiados los que prefieren marear la perdiz mediante conjeturas y cavilaciones de signo racista, que no sirven sino para alimentar entre los de abajo históricas divisiones que los de arriba han sabido aprovechar para debilitarnos.
Al menos el metanol se limita a disolver su ponzoña únicamente en las tripas vacías de unos cuantos infelices alcohólicos. Peor efecto aún suelen provocar las malas lenguas, destinadas a inocular su veneno en el alma de las multitudes.
Y mientras, en la otra esquina, la de los intelectuales timoratos y pancistas, que, a partir de su propia condición de afrodescendientes dicen defender desde el oficialismo los derechos y reclamos de negros y mestizos, se hace caso omiso a la evidencia, sin que ninguno tenga lo que hay que tener para aceptar que un hecho como el de los envenenados con metanol en Novoa y en otros andurriales habaneros, desmiente del modo más triste toda la cascarita que ellos escriben en sus doctos libros, y toda la metatranca que excretan en congresos y en múltiples comparecencias para sustentar el mito de una revolución profundamente emancipadora, que sentó las bases para que todos los cubanos dispusieran de las mismas oportunidades para progresar en la vida.
“El mudo dice lo que mira el ciego”. Esta sentencia de nuestro refranero popular encaja tanto en la actitud de los racistas más y menos conscientes que se entretienen lanzando bolas perniciosas, en vez de ponerse a pensar con la cabeza, como en la de los supuestos antirracistas oficiales, gracias a cuya amistad -como reza otro dicho- los negros y mestizos cubanos no necesitan enemigos.
Nota: Los libros de este autor pueden ser adquiridos en la siguiente dirección http://cubanet-d.c.topica.com/maaqoqqacdSB0bBcVTyb/
Reaparecen cines de barrio
Orlando Freire Santana
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Antes de la revolución castrista, e incluso durante los años 60 y 70 de la pasada centuria, La Habana era una ciudad colmada de pequeños cines en todos sus barrios. Tal vez no exhibieran las películas más en boga en ese momento, pero mostraban otros filmes de interés, y les evitaba a muchas personas el tener que recorrer grandes distancias para disfrutar del séptimo arte. La novela La Habana para un infante difunto, de Guillermo Cabrera Infante, nos ilustra la existencia de esas salas cinematográficas.
A partir de la década del 80, la desidia, el abandono, y la paulatina escasez de recursos materiales, irían dando al traste con la vida de estos cines. Una situación que se agravó durante el período especial en los años 90. Únicamente siguieron funcionando los principales cines de la ciudad, en los que se proyectaban las películas de estreno, y tenían lugar las actividades de los festivales del Nuevo Cine Latinoamericano. La mayoría de las edificaciones que albergaban a los cines de barrio son hoy poco menos que escombros. Una de las excepciones es el antiguo Maxim, transformado en el Maxim Rock, la meca de ese género musical en Cuba.
Sin embargo, la irrupción de la iniciativa privada apunta al desvanecimiento del monopolio de los grandes cines estatales. Se trata de pequeños locales que han sido convertidos en salas cinematográficas, y que ya pueden apreciarse en casi todos los municipios de la capital. Sus propietarios son cuentapropistas que se las arreglan para conseguir buenas películas. En algunos casos cuentan también con ofertas gastronómicas y hasta áreas de esparcimiento para los más pequeños.
En la calle Maloja, entre Infanta y Ayestarán, donde confluyen los municipios de Cerro, Plaza y Centro Habana, se localiza el nuevo cine Hollywood. Es una sala pequeña, que cuenta con solo diez butacas, dotada de aire acondicionado. Muestra películas en tercera dimensión. Ofrece funciones todos los días. De lunes a viernes comienza a las cuatro de la tarde, mientras que los sábados y domingos las funciones se inician a las doce del día. El acceso a este cine es por reservación; es decir, las personas hacen una llamada telefónica e indican el día y la hora en que piensan asistir. Todo de acuerdo con una programación de películas para la semana, que se halla visible en la entrada del local. Claro, comoquiera que los propietarios del Hollywood hacen válido el principio de que lo principal es satisfacer al cliente, en caso de que una persona reserve todas las localidades en una tanda determinada, la programación puede ser modificada, y el usuario selecciona la película de su
preferencia.
El día de nuestra visita estaban cubiertas casi todas las localidades. Pudimos recoger las impresiones de algunos de los asistentes, entre ellos menores de edad, varios de los cuales iban acompañados por sus padres. En general, las opiniones son de aceptación. Los jóvenes alaban los efectos especiales de las películas. Las personas mayores, por su parte, destacan lo conveniente de que haya un cine cerca, así como la tranquilidad que les proporciona saber que sus hijos pueden ver buenas películas sin necesidad de trasladarse a zonas más peligrosas y conflictivas de la ciudad.
La única inconformidad que salió a relucir fue el precio, que equivale a dos dólares. Una suma elevada si consideramos que el salario promedio en el país oscila alrededor de los 17 dólares mensuales. Pero, bueno, se confía en que el surgimiento de nuevos cines de este tipo incremente la competencia y haga que las tarifas disminuyan.
De todas formas, no hay dudas de que asistimos a otra de las aristas positivas de la proliferación del trabajo por cuenta propia en la isla.
¿Renacerá de sus ruinas El Jardín?
León Padrón Azcuy
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -El emblemático restaurante El Jardín, ubicado en la calle Línea, de El Vedado, se mantiene cerrado desde hace varios años. Su indetenible depauperación conmociona a todos los que en algún momento disfrutaron de su esplendor y su buen servicio, cuando formaba parte de la cadena de restaurantes de lujo que siempre distinguieron a la capital.
En la zona comprendida desde la calle Línea hasta el malecón, incluyendo Calzada, además de El Jardín, también se distinguieron -hasta principios de los años 90- los restaurantes Potín, El Carmelo, el Centro Vasco, el Pío-Pío de Malecón, el Mesón de la Chorrera y el 1830, entre otros. Antes del llamado Período Especial, todos ofrecían excelentes servicios, en moneda nacional.
Desde entonces, la mayoría imponen el cobro en moneda libremente convertida (CUC), y los que quedaron comercializando en moneda nacional, exhiben un pésimo servicio y una oferta que deja mucho que desear.
Recientemente pude conocer que la gerencia de la Empresa de Restaurantes de Lujos, a la que pertenece El Jardín, ha confirmado una inversión para dar inicio a la reparación a partir del próximo mes de diciembre. Sin embargo, varios vecinos del lugar, entrevistados por este reportero, se mostraron escépticos.
Uno de ellos dijo:
“Cuando lo vea, lo creo, ya que desde hace años, una y otra vez, los difusos intentos para poner en funcionamiento este restaurante se diluyeron entre la falta de provisiones idóneas que necesita el local, y la incapacidad de las brigadas de mantenimiento que designaban para ese trabajo. Lejos de resolver el problema, los ineptos constructores provocaron tupiciones y filtraciones, además de que ellos mismos vendían muchos de los materiales, dando al traste con el cierre definitivo del afamado restaurante”.
Lo cierto es que ante la indefinida iliquidez para reparar este recinto, la administración encontró una pírrica solución para mantener con empleo a parte de sus trabajadores, al improvisar en un extremo del local un punto de venta que mantiene una mediocre oferta de pizzas, refrescos, cigarros y otros artículos. Se pudo conocer, además, que el restaurante sirvió de matriz para la elaboración y distribución de pan, mientras se le daba mantenimiento a la panadería ubicada enfrente, en la calle C y Calzada.
El virtuosismo arquitectónico de La Habana es un legado que data de siglos. Este proceso evolutivo se paralizó con la llegada de la revolución, eficiente depredadora de las capacidades que en el pasado encumbraron a los habitantes de esta Isla. Más de medio siglo después, el deterioro de las instalaciones públicas no se detiene. Cierran los recintos por un periodo interminable, o los derrumban. Y en su lugar, ponen tres o cuatro bancos de cemento en lo que llaman parque, olvidando lo que allí existió. Ojalá no sea ese el destino finalmente de El Jardín.
Leonpadron10@gmail.com
Chamakovich, nostalgia por los muñequitos rusos
Polina Martinez Shvietsova
LA HABANA, Cuba, www.cubanet.org -Darwin Fornés es un joven cubano nacido en los años 80. Tuvo la dicha de vivir una infancia de relativa bonanza económica, puesto que Cuba era mantenida por la URSS. Se crió mirando muñequitos –como llaman los cubanos a los dibujos animados- rusos, o de otros países socialistas. Éstos marcaron una pauta en su forma de ser ante la vida.
De adulto, fue capaz de crear el proyecto Chamakovich, pues sabe que, por increíble que parezca, toda una generación de cubanos siente y padece una cierta nostalgia por la era soviética.
Chamakovich se presentó en el Salón de Mayo, espacio habanero que conduce Marianela Dufflar, como parte de la feria Arte en La Rampa. El proyecto consiste en la impresión de pullovers y bolsas de lienzo con las imágenes de los muñequitos rusos que se veían en la televisión cubana, en las décadas de los 70 y los 80.
Darwin, diseñador gráfico, y Yinela Miranda, comercial, son los artífices de este proyecto. Ambos expresaron a la prensa y al público que el objetivo es rememorar aquellos animados procedentes de la ex Unión Soviética y del resto de los países de Europa del Este, los cuales, por años, fueron el plato fuerte de los pequeños de la casa. La actividad concluyó con la proyección de una selección de los animados, entre los que destacaron: Deja que te coja, Cheburaska, Orejitas a cuadro y Bolek y Loleck.
El proyecto Chamakovich es una producción del taller de Serigrafía René Portocarrero, junto a Génesis Galería. Sus producciones están ya a la venta en los predios de Arte en La Rampa. Darwin y su equipo lograron imprimar 100 pullovers de cada diseño. Este set incluía una variedad de tallas, para niños y jóvenes de distintos tamaños. Los pullovers y javas de lienzo tenían el color blanco, gris y ocre. Los pullovers que más rápido se agotaron, en la misma tarde de la presentación, fueron los de Bolek y Lolek.
Cuenta Darwin que tuvo que adaptar los diseños en 3D de los muñequitos al soporte textil. El personaje más gratificante fue el de Cheburashka, ya que viene del denominado stop motion y era muy difícil discernir la mejor pose de ese animado. Otros personajes cuyo diseño le resultó trabajoso fueron Bolek y Lolek, ya que era imprescindible elegir los movimientos adecuados de éstos para llevarlo a lo textil.
Darwin cuenta también que antes de hacer el proyecto, estuvo indagando sobre la popularidad de los personajes de los referidos muñequitos. Luego, llegó a la conclusión de que los más gustados eran: Bolek y Lolek, Cocodrilo Guenna, Deja que te coja, Leche Cortada y Cheburashka. Ahora el diseñador sueña con que una compañía radicada en Japón haga un videojuego con estos personajes.
El proyecto no fue respaldado, ni apoyado, por la Embajada Rusa en Cuba, ni por el Comité Coordinador Nacional de la diáspora rusa en Cuba. Darwin no espera nada de ellos. Se siente feliz y realizado. Logró crear un proyecto atípico y exponerlo en un espacio de mucha competencia. Además, logró el éxito rotundo en las ventas, aun cuando Chamakovich no sea sino un remanente nostálgico de la terrible era Soviética.
NOTICIAS
Santiesteban internado en un misterioso taller
MIAMI, Florida, 7 de agosto de 2013, Redacción, www.cubanet.org.- Después de haber publicado este último sábado una nota de la abogada de Ángel Santiesteban, fechada en Miami, acerca de su preocupación por el paradero desconocido del escritor, Cubanet obtuvo hoy algunos datos que sitúan al reo en el municipio 10 de Octubre, cerca de Lawton, en La Habana.
La persona con la que hablamos, muy cercana a Santiesteban, pidió anonimato. Dice haber visitado los alrededores del lugar adonde trasladaron al opositor pacífico, luego de haber sido extraído de la cárcel conocida como 1580, donde cumplía una sanción de cinco años de privación de libertad por unos hechos que el artista siempre ha negado. Es como un taller, dice la fuente consultada, una nave muy grande donde se ven materiales de construcción, pero no tiene aspecto de cárcel, aunque está custodiada.
Esa nave es lo que se ha divulgado en estos días con el nombre de Asentamiento Militar. Se supone que sea un eufemismo del gobierno, por la ambigüedad del término. Desde allí, todavía el escritor no ha realizado llamadas telefónicas ni recibe visitas.
También supimos que Santiesteban trabaja en una novela de época, a partir de las lecturas a José Agustín Caballero, filósofo, teólogo y sacerdote cubano, considerado el iniciador de las teorías cartesianas en Cuba.
En el blog personal del escritor, que continúa activo gracias a una persona anónima que firma La Editora, se puede apreciar el espíritu pacífico del intelectual, citando a Martí todo el tiempo. Santiesteban fue premiado en Casa de las Américas (institución cultural oficialista) y durante años estuvo vinculado al movimiento nacional de talleres literarios.
Disidente confeso, en su bitácora Los hijos que nadie quiso se puede leer la siguiente nota de La Editora:
Este post, que Ángel me envió unos días antes de ser “secuestrado” y confinado al asentamiento militar, donde lo mantienen en absoluto aislamiento, es la prueba más contundente de que le venían preparando un castigo mayor tras haberse negado el 4 de julio a aceptar, en la última visita que recibió de la Seguridad del Estado, la “libertad” a cambio de renunciar a su posición política.
Envuelto en un caso de violencia doméstica que se niega a aceptar, Santiesteban es un enemigo político de la llamada revolución cubana. Ha denunciado alto y claro a la dictadura y, entre rejas, tal como se lee, no parece que vaya a claudicar.
Distribuidores de la verdad
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Han transcurrido más de cuatro años desde que se inició la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, en mayo de 2009. Su objetivo principal es difundir la realidad de la vida comunitaria en el país. Y en tal sentido ha contribuido a la solución de algunos de no pocos problemas de la población, dada la seriedad y exactitud con la cual trabaja.
Otra de sus labores importantes ha sido la distribución, en las calles de distintas provincias del país, de los ejemplares de la revista Comunidad y del Boletín Redecilla, ambos elaborados gracias a la cooperación del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa, con sede en Miami.
La Red también ha encaminado sus esfuerzos a labores de ayuda y apoyo con la familia, las mujeres y los jóvenes de las comunidades, para lo cual constituyó los Proyectos Fundación Madre, Familia y Futuro y Movimiento Juvenil del Barrio.
No menos importante es una labor sistemática y persistente que ha desarrollado con el fin de rescatar los valores morales perdidos en estos últimos 54 años, como consecuencia de la disolución de la familia y de la distorsión de lo que realmente es una sociedad civil.
Todo este trabajo ha permitido profundizar en la relación del pueblo con la disidencia, y también que los miembros de la comunidad tengan una mayor información sobre las realidades intrínsecas del país y que puedan apreciar la desinformación a que son sometidos por parte de los medios de gubernamentales.
El trabajo de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios llegó a un punto de inflexión que impone superar lo logrado, pero sin una ruptura con toda la línea de trabajo anterior. Se pretende cambiar el enfoque actual de las informaciones, pero sin desvirtuar su carácter revelador, tratando de dar mayor relevancia a los corresponsales en la redacción de sus trabajos periodísticos.
Pese a lo logrado hasta el momento, aún se imponen nuevos empeños, para lo cual se deberá continuar profundizando en esta importante labor para incrementar el vínculo tan necesario con las comunidades de nuestro país y que conozcan lo que pueden conquistar a través del empoderamiento.
Desamparados
LA HABANA, Cuba, 7 de agosto de 2013, Juan Carlos Linares Balmaseda/ www.cubanet.org.- Dormir sobre una colchoneta de espuma, acomodada en el piso, ya era costumbre de Ross Mary De Persin. Recientemente, en plena madrugada, le cayó en la cabeza un pedazo de concreto del techo. En el hospital Militar de Marianao le cosieron la herida. Pero no recibió certificado de lesiones, porque todo quedó como un simple accidente.
El apartamento tiene un solo dormitorio, y bajo el mismo techo, o lo que queda de él, conviven con Ross Mary, de 21 años, su hijito Samir Caleb, de tres años, que perdió un testículo debido a criptorquidia, fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas y se espera una tercera. También con Ross Mary viven su madre, Juana Clara Rodríguez, paciente de VIH, con un micro adenoma en la hipófisis, tiroides, y único sostén económico del hogar; su tía, Diana Rodríguez, quien sufre de trastornos de nervios y asma crónica; y la hija de ésta, Thalía Flores, de 16 años.
El techo se encuentra en tan mal estado que directivos del gobierno y de la Oficina de la Vivienda en el municipio Playa, para esquivar responsabilidades, dispusieron apuntalarlo. Pero los días de lluvia, afuera caen gotas y adentro chorros.
La situación se le complica a la desdichada familia con la no existencia del documento de propiedad en los archivos de la Oficina de la Vivienda. A pesar de que allí nació la mayoría de los inquilinos, por ser herencia de sus padres. Mientras tanto, el expediente de Caso Social permanece engavetado desde 1999.
Recurrir a ese tradicional truco es común entre los burócratas de Vivienda. El apartamento tiene puerta de salida a la calle, posibilidades de ampliación hacia arriba, y está ubicado en una buena zona de la capital (calle 29 B, No 7006, entre 70 y 72); eso lo hace codiciable por otros ciudadanos que sí poseen dinero suficiente para reconstruirlo.
Conociendo esa mala letra de los funcionarios de la Vivienda, es fácil suponer que están interesados en meter a la familia en un local cualquiera de la periferia de la capital, y, posteriormente, negociar el apartamento vacío.
Un detalle revelador se produjo hace poco, cuando montaron a la familia en un camión para llevarlos a ver un local, que supuestamente contaba con dos dormitorios, y en realidad era de uno. Pero allí había otra mujer habitándolo, lo cual provocó un altercado entre la mujer y los funcionarios. Días después, llevaron a la familia a otro local, sin cocina, y muy similar al anterior. Ambos también se parecían en lo lejos que estaban ubicados, uno en el poblado de El Chico, y el otro en El Cano.
Paralela suerte corren Caridad Reyes Roca, de 66 años, cardiópata, soltera, y la hija de ésta, Misley Lázaro, de 30 años, con Síndrome de Down, alérgica crónica, además de padecer otras enfermedades propias de la discapacidad funcional. Ambas subsisten con la pensión de Caridad, el equivalente a unos 10 dólares mensuales.
Ellas permutaron el 8 de diciembre de 2008, para el apartamento No. 413, altos, en calle Martí, Barrio Azul, en Arroyo Naranjo; y 28 días después, hacían una reclamación por estafa ante la Oficina de la Vivienda: el techo de hormigón estaba abofado, las paredes encubrían sistema eléctrico defectuoso y los pisos ocultaban tupiciones y salideros en tuberías sanitarias e hidráulicas. Del techo se desprenden chorritos de arena y trozos de concreto, sinónimo de derrumbe en breve.
Una mujer me visitó hace un mes. Había acabado de cumplir su condena en prisión. La madre que la crió desde muy pequeña murió mientras ella se encontraba presa, y su hermano de crianza (crecido bajo las mismas condiciones que ella) había vendido la casa. Me confesó que en la cárcel ella poseía cama, comida y techo seguro, y que ahora, en libertad, se siente desamparada y llevando a cuestas el estigma de ser una ex-convicta.
Experiencias afines se escuchan por montones. ¿Qué se entiende en Cuba por desamparo y cuál institución estatal empadrona aquí las estadísticas de los desamparados?
Un crimen resuelto sin resolver
CIENFUEGOS, Cuba, agosto, www.cubanet.org.El 15 de enero de 1996 es una fecha triste para el poblado La Moza, en la zona montañosa del municipio villaclareño Manicaragua. Ese fatídico día, se produjo la muerte del pequeño de 8 años, Yusley Pérez Arteaga, baleado por el Sub oficial Ángel Ramón Mesa Consuegra, de la Policía de Ciudad Habana.
Según la causa No. 43, del Tribunal Militar de Villa Clara, a la 1.30 am, el oficial Mesa Consuegra, estaba de visita en casa de Humberto González Holmos, cuando el niño Yusley --vecino de Holmos-- entró al domicilio. Y el oficial “quiso jugarle una broma”.
Con su pistola de reglamento Makarov BY 2037, el policía apuntó al menor y, sin reparar en el cartucho que había dejado por olvido en la recámara del arma, accionó el gatillo, con el seguro puesto, sin que nada ocurriera.
Pero el oficial continuó el juego, confiado en que la pistola no se encontraba cargada. Retiró el seguro y volvió a disparar. Y esta vez, sí salió la bala que alcanzó al niño en la región molar derecha, originándose el desgarramiento del tallo encefálico y fractura abierta de cráneo: muerte instantánea.
Durante el juicio, el Fiscal Tito Javier Bermúdez Hernández, catalogó la acción del acusado como “actuar irresponsable”, y “de no tener en cuenta las medidas de seguridad establecidas para el uso y manejo del armamento”.
El fiscal: homicidio por imprudencia
El fiscal consideró que se trataba de homicidio por imprudencia, quedando fijado la sanción de siete años de privación de libertad.
Pareciera un caso cerrado. Sin embargo, por 17 años, la familia del Yusiel viene reclamando una nueva investigación pues considera que el proceso fue viciado con el propósito de ayudar al acusado. María de los Ángeles Arteaga Gálvez, tía del niño baleado reclama una investigación por los hechos inquietantes que se manifestaron durante y después del juicio.
Asegura María que el niño fue enterrado en el panteón de los combatientes --reservado para militares-- sin el consentimiento de los padres. A los dos años fue exhumado el cadáver y aunque al padre se le comunicó donde descansaban los restos de su hijo, nunca se los mostraron.
El cadáver desapareció
Años después, cuando María intentó verificar la permanencia del cadáver en el panteón militar, un funcionario del cementerio le expresó que había sido colocado en una bóveda en mal estado que se había desplomado fracturando en mil pedazos los huesos, por lo que decidieron --sin consultar a la familia-- deshacerse de la osamenta, única evidencia que el tiempo dejaría a disposición de futuras investigaciones.
Un certificado emitido por Registro Civil de Manicaragua que me facilitara la reclamante dicta que el hecho ocurrió en el domicilio del niño, cuando la verdad --como reconoce la fiscalía militar--, se produjo en casa del vecino González Holmos, a unos cien metros del hogar de la víctima.
“Pocos meses después del juicio—nos cuenta María-- una funcionaria del MININT se personó en casa de mi hermana Alejandrina Arteaga, la madre de Yusley, instándola a que consintiera que el ex policía fuese liberado ‘por razones de salud’. Ella se negó rotundamente, pero el preso fue puesto en libertad poco tiempo después”.
María dijo a Cubanet que seis años después de la muerte de Yusley, un ex miembro del MININT amigo de la familia, le facilitó un juego de fotos tomadas por los peritos durante la reconstrucción de los hechos. Afirmó que según su experiencia y por el boquete dejado por el proyectil, se atrevía a certificar que el arma se encontraba a escasos centímetros de la cara del infante, no a tres metros como se dijo en el tribunal.
Abrir una investigación que determine si estuvo o no, viciado el proceso, de la trágica muerte de Yusley, es lo correcto.
¿Cómo ven su futuro los cubanos?
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org. La Red Cubana de Comunicadores Comunitarios llevó a cabo un sondeo, el 30 de julio, en tres municipios de La Habana (San Miguel del Padrón, Centro Habana y 10 de Octubre) y en Güira de Melena en la provincia de Artemisa.
La muestra tomada fue de 105 personas, aleatoriamente entrevistadas en la calle. A los que llevaron a cabo la tarea fueron preparados con antelación. El margen de error se calculó del 5 por ciento.
Para la pesquisa se dividió a los encuestados en 4 grupos de edades, entre 18 y 30 años, 31 y 45, 46 a 60 y más de 60 años; también se determinó el sexo. La única pregunta a responder: ¿Cómo ve su futuro?
El número de personas contactadas por edades y sexo, resultó de la siguiente forma:
Entre 18 y 30: 48
Entre 31 y 45: 30
Entre 46 y 60: 21
Más de 60 años: 6
Mujeres: 51
Hombres: 54
A continuación se muestran algunas de las respuestas, por sexo y grupos de edades, que tipificaron el estado de opinión:
Hombres entre 18 y 30 años
- A 90 millas para ejercer mi profesión de ingeniero.
- En el norte junto a mi familia de Miami.
- No pienso en el futuro, vivo al día.
- Si siguen apretando, en prisión.
- Depende de las amistades y lo que pueda conseguir.
- Con la guataca en el campo para poder sobrevivir.
- Cuando me gradúe pienso que mejorará algo.
- No lo sé.
- Eso depende de mí.
Mujeres entre 18 y 30 años
- No tengo futuro, soy hija de pobres.
- Los únicos que tienen futuro son los hijos de Fidel y Raúl.
- Ser cantante e irme para la Yuma.
- Luchar en la Yuma para fiestar.
- Lo que me depare la vida.
- Mi futuro es empatarme con un Yuma.
- Si las cosas salen bien, prospero.
Hombres entre 31 y 45 años
- En este país no hay porvenir ni futuro.
- Aquí no existe futuro.
- Es incierto.
- Mi futuro en este sistema es negro, negrísimo.
- Mi futuro aquí es malo.
- Mi único futuro es estar en los Estados Unidos.
Mujeres entre 31 y 45 años
- En Cuba no hay futuro.
- En Cuba no veo mi futuro.
- Rezo todos los días para que dé un vuelco mi vida y todo lo que me rodea, todo.
- Mi futuro es impredecible.
EEUU pide a Cuba investigar muerte de Oswaldo Payá- Donde me encuentre, aquí no tengo ninguno.
- Nuestro futuro está en manos yanquis.
- En Cuba no hay futuro para mí.
Mujeres entre 46 y 60
- Pasar mi vejez con tranquilidad.
- Donde no hay libertad no hay futuro.
- En constantes cambios.
- Mi futuro está en Miami.
Mujeres más de 60 años
- Es incierto, no existe.
- Se quedó en el pasado.
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EEUU pide a Cuba investigar muerte de Oswaldo Payá
La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Samantha Power, pidió al canciller cubano, Bruno Rodríguez Parilla, investigar la muerte el año pasado del disidente cubano Oswaldo Payá.
Payá fue el principal organizador del Proyecto Varela, un esfuerzo de recolección de firmas considerado como la mayor campaña no violenta para cambiar el sistema que Fidel Castro estableció en 1959.
El gobierno comunista de la isla dijo que murió cuando su auto chocó contra un árbol, pero su familia insiste en que el choque no fue un accidente y ha presionado por una investigación internacional.
Power, quien recientemente asumió el cargo de embajadora ante la ONU, dijo este martes en un mensaje de Twitter: "Oswaldo Payá se alzó a favor de la libertad. Acabo de plantear al canciller cubano la necesidad de una investigación creíble sobre su muerte".
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Lenguas más venenosas que el metanol
José Hugo Fernández
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Una de las primeras bolas que rodó aquí, a propósito de las varias decenas de habaneros que recién se envenenaron con alcohol metano, aseguraba que el drama tuvo su origen en una fiesta de santería. El hecho de que la mayoría de los afectados sean negros o mestizos, disparó enseguida la especulación racista.
Es curiosa la manera en que últimamente se ha venido revigorizando entre nosotros una tendencia que arrastramos desde hace siglos –quizá en los genes, más que en la memoria-: ante un robo por asalto, un crimen o alguna otra ocurrencia aborrecible, indagamos casi mecánicamente por el color de la piel de los implicados, y si hay afrodescendientes, tendemos de inmediato a relacionar el suceso con las creencias y prácticas de religiones que les son comunes.
No sé si en este caso algunos de los envenenados hayan consumido el metanol en una fiesta de santos. Pero tampoco sería relevante. Lo esencial es que en verdad la mayoría son afrodescendientes, que todos viven en barrios marginales, y que apartando las especificidades del sitio en que cada cual contrajo la intoxicación, todos están marcados por una idéntica tragedia: el alcoholismo como escape ante el fracaso, la miseria y la falta de oportunidades.
Esta coincidencia resulta mucho menos accidental que el accidente mismo. Igual que tuvo su foco en La Lisa, pudo haberlo tenido en cualquier otro de los municipios habaneros (casi todos) con marcada incidencia marginal, y no hay duda de que los afectados seguirían siendo mayoritariamente negros y mestizos. Incluso, tanto si ocurre en La Habana como en cualquiera otra provincia del país. Dentro del cuadro de abatimiento y desesperanza que hoy sufren los pobres de Cuba, el color negro resalta como los ojos del sijú entre la espesura.
Es la lección más aplastante que se deriva de este suceso y además la más fácilmente comprobable. Sin embargo, por algún motivo (digamos) misterioso, aún son demasiados los que prefieren marear la perdiz mediante conjeturas y cavilaciones de signo racista, que no sirven sino para alimentar entre los de abajo históricas divisiones que los de arriba han sabido aprovechar para debilitarnos.
Al menos el metanol se limita a disolver su ponzoña únicamente en las tripas vacías de unos cuantos infelices alcohólicos. Peor efecto aún suelen provocar las malas lenguas, destinadas a inocular su veneno en el alma de las multitudes.
Y mientras, en la otra esquina, la de los intelectuales timoratos y pancistas, que, a partir de su propia condición de afrodescendientes dicen defender desde el oficialismo los derechos y reclamos de negros y mestizos, se hace caso omiso a la evidencia, sin que ninguno tenga lo que hay que tener para aceptar que un hecho como el de los envenenados con metanol en Novoa y en otros andurriales habaneros, desmiente del modo más triste toda la cascarita que ellos escriben en sus doctos libros, y toda la metatranca que excretan en congresos y en múltiples comparecencias para sustentar el mito de una revolución profundamente emancipadora, que sentó las bases para que todos los cubanos dispusieran de las mismas oportunidades para progresar en la vida.
“El mudo dice lo que mira el ciego”. Esta sentencia de nuestro refranero popular encaja tanto en la actitud de los racistas más y menos conscientes que se entretienen lanzando bolas perniciosas, en vez de ponerse a pensar con la cabeza, como en la de los supuestos antirracistas oficiales, gracias a cuya amistad -como reza otro dicho- los negros y mestizos cubanos no necesitan enemigos.
Nota: Los libros de este autor pueden ser adquiridos en la siguiente dirección http://cubanet-d.c.topica.com/maaqoqqacdSB0bBcVTyb/
Reaparecen cines de barrio
Orlando Freire Santana
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Antes de la revolución castrista, e incluso durante los años 60 y 70 de la pasada centuria, La Habana era una ciudad colmada de pequeños cines en todos sus barrios. Tal vez no exhibieran las películas más en boga en ese momento, pero mostraban otros filmes de interés, y les evitaba a muchas personas el tener que recorrer grandes distancias para disfrutar del séptimo arte. La novela La Habana para un infante difunto, de Guillermo Cabrera Infante, nos ilustra la existencia de esas salas cinematográficas.
A partir de la década del 80, la desidia, el abandono, y la paulatina escasez de recursos materiales, irían dando al traste con la vida de estos cines. Una situación que se agravó durante el período especial en los años 90. Únicamente siguieron funcionando los principales cines de la ciudad, en los que se proyectaban las películas de estreno, y tenían lugar las actividades de los festivales del Nuevo Cine Latinoamericano. La mayoría de las edificaciones que albergaban a los cines de barrio son hoy poco menos que escombros. Una de las excepciones es el antiguo Maxim, transformado en el Maxim Rock, la meca de ese género musical en Cuba.
Sin embargo, la irrupción de la iniciativa privada apunta al desvanecimiento del monopolio de los grandes cines estatales. Se trata de pequeños locales que han sido convertidos en salas cinematográficas, y que ya pueden apreciarse en casi todos los municipios de la capital. Sus propietarios son cuentapropistas que se las arreglan para conseguir buenas películas. En algunos casos cuentan también con ofertas gastronómicas y hasta áreas de esparcimiento para los más pequeños.
En la calle Maloja, entre Infanta y Ayestarán, donde confluyen los municipios de Cerro, Plaza y Centro Habana, se localiza el nuevo cine Hollywood. Es una sala pequeña, que cuenta con solo diez butacas, dotada de aire acondicionado. Muestra películas en tercera dimensión. Ofrece funciones todos los días. De lunes a viernes comienza a las cuatro de la tarde, mientras que los sábados y domingos las funciones se inician a las doce del día. El acceso a este cine es por reservación; es decir, las personas hacen una llamada telefónica e indican el día y la hora en que piensan asistir. Todo de acuerdo con una programación de películas para la semana, que se halla visible en la entrada del local. Claro, comoquiera que los propietarios del Hollywood hacen válido el principio de que lo principal es satisfacer al cliente, en caso de que una persona reserve todas las localidades en una tanda determinada, la programación puede ser modificada, y el usuario selecciona la película de su
preferencia.
El día de nuestra visita estaban cubiertas casi todas las localidades. Pudimos recoger las impresiones de algunos de los asistentes, entre ellos menores de edad, varios de los cuales iban acompañados por sus padres. En general, las opiniones son de aceptación. Los jóvenes alaban los efectos especiales de las películas. Las personas mayores, por su parte, destacan lo conveniente de que haya un cine cerca, así como la tranquilidad que les proporciona saber que sus hijos pueden ver buenas películas sin necesidad de trasladarse a zonas más peligrosas y conflictivas de la ciudad.
La única inconformidad que salió a relucir fue el precio, que equivale a dos dólares. Una suma elevada si consideramos que el salario promedio en el país oscila alrededor de los 17 dólares mensuales. Pero, bueno, se confía en que el surgimiento de nuevos cines de este tipo incremente la competencia y haga que las tarifas disminuyan.
De todas formas, no hay dudas de que asistimos a otra de las aristas positivas de la proliferación del trabajo por cuenta propia en la isla.
¿Renacerá de sus ruinas El Jardín?
León Padrón Azcuy
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -El emblemático restaurante El Jardín, ubicado en la calle Línea, de El Vedado, se mantiene cerrado desde hace varios años. Su indetenible depauperación conmociona a todos los que en algún momento disfrutaron de su esplendor y su buen servicio, cuando formaba parte de la cadena de restaurantes de lujo que siempre distinguieron a la capital.
En la zona comprendida desde la calle Línea hasta el malecón, incluyendo Calzada, además de El Jardín, también se distinguieron -hasta principios de los años 90- los restaurantes Potín, El Carmelo, el Centro Vasco, el Pío-Pío de Malecón, el Mesón de la Chorrera y el 1830, entre otros. Antes del llamado Período Especial, todos ofrecían excelentes servicios, en moneda nacional.
Desde entonces, la mayoría imponen el cobro en moneda libremente convertida (CUC), y los que quedaron comercializando en moneda nacional, exhiben un pésimo servicio y una oferta que deja mucho que desear.
Recientemente pude conocer que la gerencia de la Empresa de Restaurantes de Lujos, a la que pertenece El Jardín, ha confirmado una inversión para dar inicio a la reparación a partir del próximo mes de diciembre. Sin embargo, varios vecinos del lugar, entrevistados por este reportero, se mostraron escépticos.
Uno de ellos dijo:
“Cuando lo vea, lo creo, ya que desde hace años, una y otra vez, los difusos intentos para poner en funcionamiento este restaurante se diluyeron entre la falta de provisiones idóneas que necesita el local, y la incapacidad de las brigadas de mantenimiento que designaban para ese trabajo. Lejos de resolver el problema, los ineptos constructores provocaron tupiciones y filtraciones, además de que ellos mismos vendían muchos de los materiales, dando al traste con el cierre definitivo del afamado restaurante”.
Lo cierto es que ante la indefinida iliquidez para reparar este recinto, la administración encontró una pírrica solución para mantener con empleo a parte de sus trabajadores, al improvisar en un extremo del local un punto de venta que mantiene una mediocre oferta de pizzas, refrescos, cigarros y otros artículos. Se pudo conocer, además, que el restaurante sirvió de matriz para la elaboración y distribución de pan, mientras se le daba mantenimiento a la panadería ubicada enfrente, en la calle C y Calzada.
El virtuosismo arquitectónico de La Habana es un legado que data de siglos. Este proceso evolutivo se paralizó con la llegada de la revolución, eficiente depredadora de las capacidades que en el pasado encumbraron a los habitantes de esta Isla. Más de medio siglo después, el deterioro de las instalaciones públicas no se detiene. Cierran los recintos por un periodo interminable, o los derrumban. Y en su lugar, ponen tres o cuatro bancos de cemento en lo que llaman parque, olvidando lo que allí existió. Ojalá no sea ese el destino finalmente de El Jardín.
Leonpadron10@gmail.com
Chamakovich, nostalgia por los muñequitos rusos
Polina Martinez Shvietsova
LA HABANA, Cuba, www.cubanet.org -Darwin Fornés es un joven cubano nacido en los años 80. Tuvo la dicha de vivir una infancia de relativa bonanza económica, puesto que Cuba era mantenida por la URSS. Se crió mirando muñequitos –como llaman los cubanos a los dibujos animados- rusos, o de otros países socialistas. Éstos marcaron una pauta en su forma de ser ante la vida.
De adulto, fue capaz de crear el proyecto Chamakovich, pues sabe que, por increíble que parezca, toda una generación de cubanos siente y padece una cierta nostalgia por la era soviética.
Chamakovich se presentó en el Salón de Mayo, espacio habanero que conduce Marianela Dufflar, como parte de la feria Arte en La Rampa. El proyecto consiste en la impresión de pullovers y bolsas de lienzo con las imágenes de los muñequitos rusos que se veían en la televisión cubana, en las décadas de los 70 y los 80.
Darwin, diseñador gráfico, y Yinela Miranda, comercial, son los artífices de este proyecto. Ambos expresaron a la prensa y al público que el objetivo es rememorar aquellos animados procedentes de la ex Unión Soviética y del resto de los países de Europa del Este, los cuales, por años, fueron el plato fuerte de los pequeños de la casa. La actividad concluyó con la proyección de una selección de los animados, entre los que destacaron: Deja que te coja, Cheburaska, Orejitas a cuadro y Bolek y Loleck.
El proyecto Chamakovich es una producción del taller de Serigrafía René Portocarrero, junto a Génesis Galería. Sus producciones están ya a la venta en los predios de Arte en La Rampa. Darwin y su equipo lograron imprimar 100 pullovers de cada diseño. Este set incluía una variedad de tallas, para niños y jóvenes de distintos tamaños. Los pullovers y javas de lienzo tenían el color blanco, gris y ocre. Los pullovers que más rápido se agotaron, en la misma tarde de la presentación, fueron los de Bolek y Lolek.
Cuenta Darwin que tuvo que adaptar los diseños en 3D de los muñequitos al soporte textil. El personaje más gratificante fue el de Cheburashka, ya que viene del denominado stop motion y era muy difícil discernir la mejor pose de ese animado. Otros personajes cuyo diseño le resultó trabajoso fueron Bolek y Lolek, ya que era imprescindible elegir los movimientos adecuados de éstos para llevarlo a lo textil.
Darwin cuenta también que antes de hacer el proyecto, estuvo indagando sobre la popularidad de los personajes de los referidos muñequitos. Luego, llegó a la conclusión de que los más gustados eran: Bolek y Lolek, Cocodrilo Guenna, Deja que te coja, Leche Cortada y Cheburashka. Ahora el diseñador sueña con que una compañía radicada en Japón haga un videojuego con estos personajes.
El proyecto no fue respaldado, ni apoyado, por la Embajada Rusa en Cuba, ni por el Comité Coordinador Nacional de la diáspora rusa en Cuba. Darwin no espera nada de ellos. Se siente feliz y realizado. Logró crear un proyecto atípico y exponerlo en un espacio de mucha competencia. Además, logró el éxito rotundo en las ventas, aun cuando Chamakovich no sea sino un remanente nostálgico de la terrible era Soviética.
NOTICIAS
Santiesteban internado en un misterioso taller
MIAMI, Florida, 7 de agosto de 2013, Redacción, www.cubanet.org.- Después de haber publicado este último sábado una nota de la abogada de Ángel Santiesteban, fechada en Miami, acerca de su preocupación por el paradero desconocido del escritor, Cubanet obtuvo hoy algunos datos que sitúan al reo en el municipio 10 de Octubre, cerca de Lawton, en La Habana.
La persona con la que hablamos, muy cercana a Santiesteban, pidió anonimato. Dice haber visitado los alrededores del lugar adonde trasladaron al opositor pacífico, luego de haber sido extraído de la cárcel conocida como 1580, donde cumplía una sanción de cinco años de privación de libertad por unos hechos que el artista siempre ha negado. Es como un taller, dice la fuente consultada, una nave muy grande donde se ven materiales de construcción, pero no tiene aspecto de cárcel, aunque está custodiada.
Esa nave es lo que se ha divulgado en estos días con el nombre de Asentamiento Militar. Se supone que sea un eufemismo del gobierno, por la ambigüedad del término. Desde allí, todavía el escritor no ha realizado llamadas telefónicas ni recibe visitas.
También supimos que Santiesteban trabaja en una novela de época, a partir de las lecturas a José Agustín Caballero, filósofo, teólogo y sacerdote cubano, considerado el iniciador de las teorías cartesianas en Cuba.
En el blog personal del escritor, que continúa activo gracias a una persona anónima que firma La Editora, se puede apreciar el espíritu pacífico del intelectual, citando a Martí todo el tiempo. Santiesteban fue premiado en Casa de las Américas (institución cultural oficialista) y durante años estuvo vinculado al movimiento nacional de talleres literarios.
Disidente confeso, en su bitácora Los hijos que nadie quiso se puede leer la siguiente nota de La Editora:
Este post, que Ángel me envió unos días antes de ser “secuestrado” y confinado al asentamiento militar, donde lo mantienen en absoluto aislamiento, es la prueba más contundente de que le venían preparando un castigo mayor tras haberse negado el 4 de julio a aceptar, en la última visita que recibió de la Seguridad del Estado, la “libertad” a cambio de renunciar a su posición política.
Envuelto en un caso de violencia doméstica que se niega a aceptar, Santiesteban es un enemigo político de la llamada revolución cubana. Ha denunciado alto y claro a la dictadura y, entre rejas, tal como se lee, no parece que vaya a claudicar.
Distribuidores de la verdad
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Han transcurrido más de cuatro años desde que se inició la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, en mayo de 2009. Su objetivo principal es difundir la realidad de la vida comunitaria en el país. Y en tal sentido ha contribuido a la solución de algunos de no pocos problemas de la población, dada la seriedad y exactitud con la cual trabaja.
Otra de sus labores importantes ha sido la distribución, en las calles de distintas provincias del país, de los ejemplares de la revista Comunidad y del Boletín Redecilla, ambos elaborados gracias a la cooperación del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa, con sede en Miami.
La Red también ha encaminado sus esfuerzos a labores de ayuda y apoyo con la familia, las mujeres y los jóvenes de las comunidades, para lo cual constituyó los Proyectos Fundación Madre, Familia y Futuro y Movimiento Juvenil del Barrio.
No menos importante es una labor sistemática y persistente que ha desarrollado con el fin de rescatar los valores morales perdidos en estos últimos 54 años, como consecuencia de la disolución de la familia y de la distorsión de lo que realmente es una sociedad civil.
Todo este trabajo ha permitido profundizar en la relación del pueblo con la disidencia, y también que los miembros de la comunidad tengan una mayor información sobre las realidades intrínsecas del país y que puedan apreciar la desinformación a que son sometidos por parte de los medios de gubernamentales.
El trabajo de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios llegó a un punto de inflexión que impone superar lo logrado, pero sin una ruptura con toda la línea de trabajo anterior. Se pretende cambiar el enfoque actual de las informaciones, pero sin desvirtuar su carácter revelador, tratando de dar mayor relevancia a los corresponsales en la redacción de sus trabajos periodísticos.
Pese a lo logrado hasta el momento, aún se imponen nuevos empeños, para lo cual se deberá continuar profundizando en esta importante labor para incrementar el vínculo tan necesario con las comunidades de nuestro país y que conozcan lo que pueden conquistar a través del empoderamiento.
Desamparados
LA HABANA, Cuba, 7 de agosto de 2013, Juan Carlos Linares Balmaseda/ www.cubanet.org.- Dormir sobre una colchoneta de espuma, acomodada en el piso, ya era costumbre de Ross Mary De Persin. Recientemente, en plena madrugada, le cayó en la cabeza un pedazo de concreto del techo. En el hospital Militar de Marianao le cosieron la herida. Pero no recibió certificado de lesiones, porque todo quedó como un simple accidente.
El apartamento tiene un solo dormitorio, y bajo el mismo techo, o lo que queda de él, conviven con Ross Mary, de 21 años, su hijito Samir Caleb, de tres años, que perdió un testículo debido a criptorquidia, fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas y se espera una tercera. También con Ross Mary viven su madre, Juana Clara Rodríguez, paciente de VIH, con un micro adenoma en la hipófisis, tiroides, y único sostén económico del hogar; su tía, Diana Rodríguez, quien sufre de trastornos de nervios y asma crónica; y la hija de ésta, Thalía Flores, de 16 años.
El techo se encuentra en tan mal estado que directivos del gobierno y de la Oficina de la Vivienda en el municipio Playa, para esquivar responsabilidades, dispusieron apuntalarlo. Pero los días de lluvia, afuera caen gotas y adentro chorros.
La situación se le complica a la desdichada familia con la no existencia del documento de propiedad en los archivos de la Oficina de la Vivienda. A pesar de que allí nació la mayoría de los inquilinos, por ser herencia de sus padres. Mientras tanto, el expediente de Caso Social permanece engavetado desde 1999.
Recurrir a ese tradicional truco es común entre los burócratas de Vivienda. El apartamento tiene puerta de salida a la calle, posibilidades de ampliación hacia arriba, y está ubicado en una buena zona de la capital (calle 29 B, No 7006, entre 70 y 72); eso lo hace codiciable por otros ciudadanos que sí poseen dinero suficiente para reconstruirlo.
Conociendo esa mala letra de los funcionarios de la Vivienda, es fácil suponer que están interesados en meter a la familia en un local cualquiera de la periferia de la capital, y, posteriormente, negociar el apartamento vacío.
Un detalle revelador se produjo hace poco, cuando montaron a la familia en un camión para llevarlos a ver un local, que supuestamente contaba con dos dormitorios, y en realidad era de uno. Pero allí había otra mujer habitándolo, lo cual provocó un altercado entre la mujer y los funcionarios. Días después, llevaron a la familia a otro local, sin cocina, y muy similar al anterior. Ambos también se parecían en lo lejos que estaban ubicados, uno en el poblado de El Chico, y el otro en El Cano.
Paralela suerte corren Caridad Reyes Roca, de 66 años, cardiópata, soltera, y la hija de ésta, Misley Lázaro, de 30 años, con Síndrome de Down, alérgica crónica, además de padecer otras enfermedades propias de la discapacidad funcional. Ambas subsisten con la pensión de Caridad, el equivalente a unos 10 dólares mensuales.
Ellas permutaron el 8 de diciembre de 2008, para el apartamento No. 413, altos, en calle Martí, Barrio Azul, en Arroyo Naranjo; y 28 días después, hacían una reclamación por estafa ante la Oficina de la Vivienda: el techo de hormigón estaba abofado, las paredes encubrían sistema eléctrico defectuoso y los pisos ocultaban tupiciones y salideros en tuberías sanitarias e hidráulicas. Del techo se desprenden chorritos de arena y trozos de concreto, sinónimo de derrumbe en breve.
Una mujer me visitó hace un mes. Había acabado de cumplir su condena en prisión. La madre que la crió desde muy pequeña murió mientras ella se encontraba presa, y su hermano de crianza (crecido bajo las mismas condiciones que ella) había vendido la casa. Me confesó que en la cárcel ella poseía cama, comida y techo seguro, y que ahora, en libertad, se siente desamparada y llevando a cuestas el estigma de ser una ex-convicta.
Experiencias afines se escuchan por montones. ¿Qué se entiende en Cuba por desamparo y cuál institución estatal empadrona aquí las estadísticas de los desamparados?
Un crimen resuelto sin resolver
CIENFUEGOS, Cuba, agosto, www.cubanet.org.El 15 de enero de 1996 es una fecha triste para el poblado La Moza, en la zona montañosa del municipio villaclareño Manicaragua. Ese fatídico día, se produjo la muerte del pequeño de 8 años, Yusley Pérez Arteaga, baleado por el Sub oficial Ángel Ramón Mesa Consuegra, de la Policía de Ciudad Habana.
Según la causa No. 43, del Tribunal Militar de Villa Clara, a la 1.30 am, el oficial Mesa Consuegra, estaba de visita en casa de Humberto González Holmos, cuando el niño Yusley --vecino de Holmos-- entró al domicilio. Y el oficial “quiso jugarle una broma”.
Con su pistola de reglamento Makarov BY 2037, el policía apuntó al menor y, sin reparar en el cartucho que había dejado por olvido en la recámara del arma, accionó el gatillo, con el seguro puesto, sin que nada ocurriera.
Pero el oficial continuó el juego, confiado en que la pistola no se encontraba cargada. Retiró el seguro y volvió a disparar. Y esta vez, sí salió la bala que alcanzó al niño en la región molar derecha, originándose el desgarramiento del tallo encefálico y fractura abierta de cráneo: muerte instantánea.
Durante el juicio, el Fiscal Tito Javier Bermúdez Hernández, catalogó la acción del acusado como “actuar irresponsable”, y “de no tener en cuenta las medidas de seguridad establecidas para el uso y manejo del armamento”.
El fiscal: homicidio por imprudencia
El fiscal consideró que se trataba de homicidio por imprudencia, quedando fijado la sanción de siete años de privación de libertad.
Pareciera un caso cerrado. Sin embargo, por 17 años, la familia del Yusiel viene reclamando una nueva investigación pues considera que el proceso fue viciado con el propósito de ayudar al acusado. María de los Ángeles Arteaga Gálvez, tía del niño baleado reclama una investigación por los hechos inquietantes que se manifestaron durante y después del juicio.
Asegura María que el niño fue enterrado en el panteón de los combatientes --reservado para militares-- sin el consentimiento de los padres. A los dos años fue exhumado el cadáver y aunque al padre se le comunicó donde descansaban los restos de su hijo, nunca se los mostraron.
El cadáver desapareció
Años después, cuando María intentó verificar la permanencia del cadáver en el panteón militar, un funcionario del cementerio le expresó que había sido colocado en una bóveda en mal estado que se había desplomado fracturando en mil pedazos los huesos, por lo que decidieron --sin consultar a la familia-- deshacerse de la osamenta, única evidencia que el tiempo dejaría a disposición de futuras investigaciones.
Un certificado emitido por Registro Civil de Manicaragua que me facilitara la reclamante dicta que el hecho ocurrió en el domicilio del niño, cuando la verdad --como reconoce la fiscalía militar--, se produjo en casa del vecino González Holmos, a unos cien metros del hogar de la víctima.
“Pocos meses después del juicio—nos cuenta María-- una funcionaria del MININT se personó en casa de mi hermana Alejandrina Arteaga, la madre de Yusley, instándola a que consintiera que el ex policía fuese liberado ‘por razones de salud’. Ella se negó rotundamente, pero el preso fue puesto en libertad poco tiempo después”.
María dijo a Cubanet que seis años después de la muerte de Yusley, un ex miembro del MININT amigo de la familia, le facilitó un juego de fotos tomadas por los peritos durante la reconstrucción de los hechos. Afirmó que según su experiencia y por el boquete dejado por el proyectil, se atrevía a certificar que el arma se encontraba a escasos centímetros de la cara del infante, no a tres metros como se dijo en el tribunal.
Abrir una investigación que determine si estuvo o no, viciado el proceso, de la trágica muerte de Yusley, es lo correcto.
¿Cómo ven su futuro los cubanos?
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org. La Red Cubana de Comunicadores Comunitarios llevó a cabo un sondeo, el 30 de julio, en tres municipios de La Habana (San Miguel del Padrón, Centro Habana y 10 de Octubre) y en Güira de Melena en la provincia de Artemisa.
La muestra tomada fue de 105 personas, aleatoriamente entrevistadas en la calle. A los que llevaron a cabo la tarea fueron preparados con antelación. El margen de error se calculó del 5 por ciento.
Para la pesquisa se dividió a los encuestados en 4 grupos de edades, entre 18 y 30 años, 31 y 45, 46 a 60 y más de 60 años; también se determinó el sexo. La única pregunta a responder: ¿Cómo ve su futuro?
El número de personas contactadas por edades y sexo, resultó de la siguiente forma:
Entre 18 y 30: 48
Entre 31 y 45: 30
Entre 46 y 60: 21
Más de 60 años: 6
Mujeres: 51
Hombres: 54
A continuación se muestran algunas de las respuestas, por sexo y grupos de edades, que tipificaron el estado de opinión:
Hombres entre 18 y 30 años
- A 90 millas para ejercer mi profesión de ingeniero.
- En el norte junto a mi familia de Miami.
- No pienso en el futuro, vivo al día.
- Si siguen apretando, en prisión.
- Depende de las amistades y lo que pueda conseguir.
- Con la guataca en el campo para poder sobrevivir.
- Cuando me gradúe pienso que mejorará algo.
- No lo sé.
- Eso depende de mí.
Mujeres entre 18 y 30 años
- No tengo futuro, soy hija de pobres.
- Los únicos que tienen futuro son los hijos de Fidel y Raúl.
- Ser cantante e irme para la Yuma.
- Luchar en la Yuma para fiestar.
- Lo que me depare la vida.
- Mi futuro es empatarme con un Yuma.
- Si las cosas salen bien, prospero.
Hombres entre 31 y 45 años
- En este país no hay porvenir ni futuro.
- Aquí no existe futuro.
- Es incierto.
- Mi futuro en este sistema es negro, negrísimo.
- Mi futuro aquí es malo.
- Mi único futuro es estar en los Estados Unidos.
Mujeres entre 31 y 45 años
- En Cuba no hay futuro.
- En Cuba no veo mi futuro.
- Rezo todos los días para que dé un vuelco mi vida y todo lo que me rodea, todo.
- Mi futuro es impredecible.
EEUU pide a Cuba investigar muerte de Oswaldo Payá- Donde me encuentre, aquí no tengo ninguno.
- Nuestro futuro está en manos yanquis.
- En Cuba no hay futuro para mí.
Mujeres entre 46 y 60
- Pasar mi vejez con tranquilidad.
- Donde no hay libertad no hay futuro.
- En constantes cambios.
- Mi futuro está en Miami.
Mujeres más de 60 años
- Es incierto, no existe.
- Se quedó en el pasado.
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EEUU pide a Cuba investigar muerte de Oswaldo Payá
La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Samantha Power, pidió al canciller cubano, Bruno Rodríguez Parilla, investigar la muerte el año pasado del disidente cubano Oswaldo Payá.
Payá fue el principal organizador del Proyecto Varela, un esfuerzo de recolección de firmas considerado como la mayor campaña no violenta para cambiar el sistema que Fidel Castro estableció en 1959.
El gobierno comunista de la isla dijo que murió cuando su auto chocó contra un árbol, pero su familia insiste en que el choque no fue un accidente y ha presionado por una investigación internacional.
Power, quien recientemente asumió el cargo de embajadora ante la ONU, dijo este martes en un mensaje de Twitter: "Oswaldo Payá se alzó a favor de la libertad. Acabo de plantear al canciller cubano la necesidad de una investigación creíble sobre su muerte".
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