domingo, 3 de abril de 2011

MAYRA MONTERO; UN MAR DE CONOCIMIENTOS CON UN CENTIMETRO DE PROFUNDIDAD


Por Faisel Iglesias

El positivismo de derecha, con aquello de disuadir con el terror- Ay las botas aplastantes y los defiles militares!-, como sabemos, culmino en el fascismo. El positivismo de izquierda, con los mismos métodos, aunque quizás diferentes objetivos, logro su climax en el Stalinismo.
Los exponentes de esos extremos siguen proyectándose; unos en las ideologías neonazis y los otros en la mal llamada intelectualidad de izquierda.
Mayra Montero refiriéndose a la reciente sentencia del Tribunal Supremo de Puerto Rico que excluye a los adúlteros de la "protección" de la Ley contra la violencia domestica expreso: “Si hubieran otras herramientas o remedios en la ley que protegieran como es debido a las víctimas, no se habría creado la Ley 54, ni las salas especiales para atender esos casos”.
La ignorancia mata a los pueblos y es preciso matar la ignorancia, viene diciendo José Martí desde hace más de cien años. Las leyes penales son para criminalizar, no pAra proteger. Las intervencion judicial es un proceso posterior al crimen.
Los fenómenos sociales son complejos y simultáneos. Infinitas causas de origen inmemorial convergen en determinadas circunstancias en un momento dado para producir eso que las ciencias sociales denominan un fenómeno – los crímenes son un fenómeno social -, cuya trascendencia es imprevisible.
En consecuencia, la violencia domestica – como fenómeno social – se debe combatir en sus causas, de lo contrario seguiremos incurriendo en errores metodológicos, que enconan mas las circunstancias que lo propician. Ejemplo de ello es que, con la actual política pública, con sus instrumentos jurídicos (Ley 54 fundamentalmente), los crímenes de esa naturaleza aumentan, lo que demuestra que la ley no es la adecuada.
La justicia, como hecho posterior al crimen no es el instrumento idóneo para combatirlo, sino que el proceso que en virtud de la ley se desarrolla, puede convertirse en dador de conciencia en la medida de sus valores de ciencia y es ahí donde puede radicar su capacidad persuasiva.
La Ley debe ser la forma de las ciencias. En consecuencia su eficacia dependerá de su relación con el bien jurídico que protege. Para proteger la vida y la integridad de las personas esta el Código Penal con sus instituciones del homicidio, el asesinado, las agresiones, etc.… En eso tiene razón el Juez del Supremo. Para proteger la familia se creó la Ley 54… aunque esta Ley es tan fascista como la que propone Mayra Montero y una prueba de ello es que a partir de esa Ley, lejos de resolverse el problema de la violencia doméstica, la situación se ha agravado.
El adulterio, si bien ya no es un delito - conducta típica, antijurídica, culpable y socialmente peligrosa – no deja de ser una violación de la ley que daña la institución de la familia, célula fundamental de la sociedad, y deja a millones de niños en el abandono, que después son las presas fáciles del crimen.
De modo que Mayra Montero, en virtud de su oficio, sigue proyectando un mar de conocimientos pero con un centímetro de profundidad.

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