martes, 22 de febrero de 2011

GERMINA ORLANDO ZAPATA TAMAYO


En entrega especial para martinoticias.com Guillermo Fariñas cuenta como un modesto albañil avivó la lucha por la democratización de Cuba.

Guillermo Fariñas Hernández 22 de febrero de 2011. Zapata se ha convertido un símbolo del movimiento opositor en Cuba.

REUTERS/Enrique De La Osa
En las historias de las naciones siempre existieron, existen y existirán, hechos y hombres que marcan pautas para la libertad. Uno de esos acontencimientos históricos ocurrió en mi país el año pasado, precisamente un 23 de febrero.

Es necesario recordar que a veces, las grandes obras de la humanidad la comienzan hombres de extracción social humilde. La religión cristiana tiene como iniciador a un simple carpintero nombrado Jesús. En el caso de la democratización de Cuba en esta etapa que considero definitiva, el cimiento fue un modesto albañil llamado Orlando Zapata Tamayo.

Zapata Tamayo murió en una huelga de hambre porque el régimen no atendió las exigencias que él lanzo a la palestra pública a través de la voz de su madre Reina Luisa, único nexo entre él y la prensa extranjera (recuerdo que la prensa oficialista cubana no publica en el país lo que piensa y reclama la oposición y los activistas de derechos humanos).

Los científicos de la represión castrista decidieron enviar un ultimátum a la oposición no violenta nacional, con respecto a la ejecución sistemática del método de la huelga de hambre, como modo desesperado de exigir sus derechos a las autoridades cubanas. Para ello asesinaron con premeditación al preso político, hoy mártir, Orlando Zapata Tamayo.

Ese crimen a un preso político y de conciencia reconocido por Amnistía Internacional, lejos de amedrentar a la disidencia pacífica la cohesionó. Así surgieron personas que tanto en las cárceles como en las calles retomamos la batalla del hijo del municipio de Banes.

La actitud desafiante de las Damas de Blanco, familiares todas de presos políticos del totalitarismo en la isla resultó ejemplarizante. Ellas, lejos de acobardarse ante el crimen tomaron las calles a los hermanos Fidel y Raúl Castro a pesar de las golpizas y amenazas.

Otros oponentes a la dictadura asumimos la postura de denunciar mediante nuestros cuerpos e integridades físicas la muerte de Zapata. Unos, dentro de las penitenciarias castristas, otros en las reprimidas calles de esta Cuba todavía por liberar de un régimen opresor.

Algunos como el preso camagüeyano Ángel Egberto Escobedo Morales y el opositor no encarcelado Guillermo del Sol Pérez rozaron con sus manos el frío cuerpo de la muerte. Pero todos, los aquí mencionados y otros que por ahora se perderán sus identidades, sí demostraron que Morir por la patria es Vivir.



REUTERS/Enrique De La Osa
Guillermo Fariñasarrestado por agentes de seguridad luego de una protesta en Santa Clara, Cuba.

Estuve en Huelga de Hambre y de Sed durante 135 días con sus noches, con la exigencia de que el castrismo tuviera el gesto humanitario de liberar a los 26 presos politicos más enfermos . En mi actitud jamás perdí la esperanza de abrir una puerta de libertad pues sabía que si se lograba esa fisura no habría cierre después.

Ha querido Dios, que hasta ahora unos 59 prisioneros políticos cubanos hayan sido excarcelados y el proceso de excarcelar a los demás continúe. Ahora la batalla se libra en el campo de la perseverancia, con aquellos que sí desean la libertad, pero sin partir al destierro. Quiera Dios que pronto todos los penados por causas políticas estén libres.

En estos días hacen huelgas en la prisión Combinado de Guantánamo una decena de presos políticos y otro reo, Ernesto Borge Pérez en la cárcel de Guanajay también arriesga su vida. Mientras en un hospital de la cuidad de Santa Clara languidece Guillermo del Sol Pérez. En sus reclamos incluyen la liberación de los presos políticos que aún faltan.

Todos ellos son hoy las semillas de rebeldía que sembró Orlando Zapata Tamayo.

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