domingo, 3 de octubre de 2010
DON CARLOS DE LA TORRE Y HUERTA
LOS CARACOLES DE DON CAFRLOS
por Lisandro Otero Masdeu
(Especial para Revista Bohemia 1948)
Cuentase, y es cierto, que en ocasion de visitar don Carlos de la Torre y Huerta el "British Museum of Zoology", acompanado de un hijo de Marta Abreu -, de quien era su preceptor -, y con motivo de celebrarse el Junileo de la Reinas Victoria, e Londres, encontro algunos errores en varias clasificaciones. Comento el hecho con su joven discipulo, en alta voz. Uno de los guardianes del Museo al oir aquellas palabras, que en el principio le parecieron un atrevimiento, se lo comunico al director de la institucion.
El doctor Edward Smit, que asi se llamaba el eminente cientifico, acudio presuroso para conocer, personalmente, al hombre capaz de reprobar una obra realizada por los mas renombrados expertos de la epoca. discutio con Don Carlos, se realizaron pruebas; al cabo del tiempo triunfo la tesis del cientifico cubano y se produjo la revision de las especies mal clasificadas.
Desde ese instante nuestro compatriota se convirtio en un visitante invitsado del Museo. Se le permite estudiar los tipos de las colecciones de d`Orbiny, Morlet, Pfellier y otros grandes naturalistas. Resuelve dudas y soluciona problemas, especialmente los que se relacionan con las especies cubanas.
Logicamwnte se tranforma en amigo del profesor doctor Smit, pero este llega pronto a convertirse en si admirador. Cita a los especialistas mas notables de Londres, entre otros al maestro Bendall y Ponsomby, para que conozcan al ilustre antillano y se produce entonces, uno de los hechos mas salientes de la vida del joven naturalista cubano. A instancia del Director de Museo Britanico, Don Carlos clasifica, al tacto, con los ojos vendados, las especies de moluscos cubanos, escogidos por la concurrencia. Bendall, la mas venerable figura cientifica del momento, se asombra ante aquella hazana y en senal de admiracion le da un beso en la frente, mientras exclama: "solamente ha realizado algo semejante el sabio Lamark, cuando se quedo ciego, y con especies mayores.
(continuara)
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