La situación en que se encuentra el disidente Guido Sigler Amaya en la prisión matancera de Aguica genera preocupación dentro y fuera de Cuba.
En la ciudad de Miami, su familia y legisladores estadounidenses de origen cubano han denunciado el caso ante la opinión pública internacional.
Los congresistas Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart y Lincoln Díaz-Balart denunciaron en conferencia de prensa que la vida de Sigler Amaya corre peligro en la prisión, donde es maltratado por negarse a ser desterrado a España a cambio de ser excarcelado.
Su hermano Ariel, en Miami, aseguró que Guido es víctima de represalias por su posición en contra de cualquier intento de chantaje para que abandone la lucha por los derechos humanos en Cuba.
Ariel llegó recientemente al exilio. En las prisiones cubanas contrajo una polineuropatía agresiva. Guido Sigler Amaya está encarcelado en Cuba desde la Primavera Negra de 2003.
martes, 31 de agosto de 2010
MURIO EN HUELGA DE HAMBRE FRANKLIN BRITO
Este lunes fue el último día de Franklin Brito. Su lucha tesonera contra un acto de injusticia gubernamenal al que enfrentó mediante una dramática huelga de hambre de más de 8 meses, concluyó con un paro cardiaco esta tarde, según lo confirmó su hija Angela Brito. Tenía 49 años.
El productor agropecuario había radicalizado su protesta en espera de que el presidente Chávez se pronunciara sobre su caso, pero sólo recibió la visita del presidente de Instituto Nacional de Tierras, Juan Carlos Loyo, quien aeguró que la problemática por la cual Brito se mantenía en tal actitud se debía a un inconvenientes que tuvo con unos vecinos.
En su último reporte, ofrecido por su hija Ángela,Brito había suspendido la la ingesta de suero y sólo consumía agua. La joven aseguraba que la única persona capaz de resolver el problema era el mandatario nacional.
“Se nos ha hecho difícil solucionarlo de manera digna y justa a través del INTI porque esto dañaría la imagen de Chávez, ya que se vería que el Presidente no lo ayudó a pesar de que se comprometió luego de que mi padre se amputó un dedo públicamente”, explicó en declaraciones el pasado 16 de agosto a TalCual.
“Creemos que ninguna institución va a ir en contra del Presidente. Entonces, mientras él siga involucrado, no creemos que se resuelva nuestra situación. Chávez ha dicho en dos ocasiones que mi papá tiene razón. Quiero saber qué va a decir esta vez si se pronuncia”, añadió en referencia a los actos de corrupción que se cometieron las dos veces que el mandatario se comprometió con Brito.
En diversas ocasiones, Ángela denunció que su padre estaba siendo torturado en el Hospital Militar, lugar donde “está recluido en contra de su voluntad a pesar de no haber cometido ningún delito”.
De acuerdo con esta declaración, Brito permanecía recluido en un cubículo de terapia intensiva en el que las enfermeras entran y salen constantemente para buscar suero y jeringa. “También está al lado del baño y cerca del motor del aire acondicionado que sirve a toda la terapia, por lo que las vibraciones no lo dejan dormir”, agrega.
“Creemos que lo hacen para torturarlo porque se los hemos explicado varias veces y no lo corrigen. Hoy mi papá cumple 78 días en terapia intensiva y, cuando lo recluyeron ahí no había necesidad de ese servicio. Él dice que lo quisieron tener ahí para aislarlo y evitar que se le tomen fotos y que las personas lo vean. Únicamente podemos verlo mi mamá y yo. Los médicos de la Cruz Roja pueden ir por poco tiempo. Siempre estamos custodiados por militares. Está en un régimen peor que el de los presos porque ni siquiera tiene el privilegio de ver a sus abogados”, manifiesta.
El productor agropecuario había radicalizado su protesta en espera de que el presidente Chávez se pronunciara sobre su caso, pero sólo recibió la visita del presidente de Instituto Nacional de Tierras, Juan Carlos Loyo, quien aeguró que la problemática por la cual Brito se mantenía en tal actitud se debía a un inconvenientes que tuvo con unos vecinos.
En su último reporte, ofrecido por su hija Ángela,Brito había suspendido la la ingesta de suero y sólo consumía agua. La joven aseguraba que la única persona capaz de resolver el problema era el mandatario nacional.
“Se nos ha hecho difícil solucionarlo de manera digna y justa a través del INTI porque esto dañaría la imagen de Chávez, ya que se vería que el Presidente no lo ayudó a pesar de que se comprometió luego de que mi padre se amputó un dedo públicamente”, explicó en declaraciones el pasado 16 de agosto a TalCual.
“Creemos que ninguna institución va a ir en contra del Presidente. Entonces, mientras él siga involucrado, no creemos que se resuelva nuestra situación. Chávez ha dicho en dos ocasiones que mi papá tiene razón. Quiero saber qué va a decir esta vez si se pronuncia”, añadió en referencia a los actos de corrupción que se cometieron las dos veces que el mandatario se comprometió con Brito.
En diversas ocasiones, Ángela denunció que su padre estaba siendo torturado en el Hospital Militar, lugar donde “está recluido en contra de su voluntad a pesar de no haber cometido ningún delito”.
De acuerdo con esta declaración, Brito permanecía recluido en un cubículo de terapia intensiva en el que las enfermeras entran y salen constantemente para buscar suero y jeringa. “También está al lado del baño y cerca del motor del aire acondicionado que sirve a toda la terapia, por lo que las vibraciones no lo dejan dormir”, agrega.
“Creemos que lo hacen para torturarlo porque se los hemos explicado varias veces y no lo corrigen. Hoy mi papá cumple 78 días en terapia intensiva y, cuando lo recluyeron ahí no había necesidad de ese servicio. Él dice que lo quisieron tener ahí para aislarlo y evitar que se le tomen fotos y que las personas lo vean. Únicamente podemos verlo mi mamá y yo. Los médicos de la Cruz Roja pueden ir por poco tiempo. Siempre estamos custodiados por militares. Está en un régimen peor que el de los presos porque ni siquiera tiene el privilegio de ver a sus abogados”, manifiesta.
LA MASACRE DE BONIATO
Aniversario de la masacre cometida contra los presos politicos en las tapiadas de Boniato
El 1ro de septiembre de 1975 un grupo de presos politicos encerrados en la terrible carcel de maxima seguridad de Boniato, en la region oriental de Cuba, fuimos salvajemente agredidos por las fuerzas represivas del regimen castro comunista. Y esto solo por pedir asistencia medica para un recluso.
Todo comenzó el 31 de agosto. Llevabamos 5 años en celdas de castigo, semi desnudos, sin ver la luz del sol, sin asistencia medica, sin correspondencia. Como unico alimento nos daban un poco de harina de maiz sancochada en el almuerzo y un plato de macarrones blancos en la comida. Todo ese tiempo lo habiamos pasado en ropa interior, casi desnudos, en protesta por el mal trato que nos daban.
Nuestra situacion no podia ser peor. De pronto oimos a un hermano nuestro gritando desesperado para que lo llevaran a la enfermeria pues tenia un dolor de muela terrible y la boca podrida, llena de humor. Pero los guardias, lejos de brindarle asistencia medica se burlaban del preso insultandolo y gritandole que se pudriera. Entonces el recluso comenzó a golpear la plancha de hierro que servia la puerta para que vinieran a curarlo. Al ver que no venia nadie los demas presos comenzamos a gritar tambien pidiendo hablar con el oficial de turno. Al fin, al cabo de 2 horas se aparecio el Jefe de Orden Interior, conocido por Omar, pero solo para decirle que no lo sacarian al dentista hasta por la mañana.
Paso el resto de la noche y a las 9 de la mañana vinieron los guardias pero, en vez de llevarse al recluso al medico abrieron las puertas de nuestras celdas y nos dijeron que salieramos que nos iban a dar 2 horas de patio. Aquello nos sorprendio y, conociendo sus metodos, pensamos que aquello era una trampa por lo que salimos, era obligado, pero entonces nos sentamos en el suelo esperando a ver lo que sucedia. No pasaron 20 minutos cuando nos mandaron a entrar. Entramos pero no sin insistir con los guardias que sacaran el recluso al dentista. Entonces en forma chantajista y prepotente, el Jefe de Orden Interior dijo que si el preso queria asistencia medica tenia que vestirse. Este le contestó que en el hospital se podia estar en pijama por lo que si le traian uno se resolvia el asunto. El oficial le dijo que no, y viro la espalda. El preso volvio a golpear la puerta pidiendo ayuda y el resto de los presos comenzamos tambien a gritar y a hacer bulla para que lo atendieran.
No pasaron 5 minutos cuando un batallon de esbirros entro al edificio provistos de palos, cabillas y armas de fuego disparando y dando golpes a diestra y siniestra. Aquello fue una verdadera masacre. Mas de 37 reclusos heridos de balas mientras que uno murio. Se llamaba Gerardo Gonzalez a quien le deciamos “Hermano de la Fe” por sus creencias religiosas y su amor al projimo. Tan profundas eran sus convicciones religiosas que mientras le disparaban gritaba: “perdonalos, Dios mio, que no saben lo que hacen”. Hubo tambien dos heridos de gravedad: Enrique Diaz Correa y Evelio Hernandez.
Pero la situacion no quedo ahi. Nos trasladaron para el edificio donde estaban los delincuentes comunes sin tratar las heridas que nos habian ocasionado, pues para ello, seguian diciendo, teniamos que vestirnos. Yo mismo tenia una herida de bala en una pierna cuyo orificio de salida se habia infectado produciendome un dolor terrible. Pero contrario a lo que esperaban, los comunes, lejos de hacernos la vida imposible como pensaban los carceleros, nos respetaron, nos admiraron y, lo peor para las autoridades del penal, nos proporcionaron de sus alimentos, de sus ropas y hasta nos curaron las heridas como pudieron. Pero ahi tampoco duramos mucho. Al entrar los carceleros en el pabellon y ver lo bien que nos trataban los comunes nos sacaron nuevamente de ese lugar y nos devolvieron para las celdas tapiadas donde estabamos anteriormente.
En esa situacion infrahumana nos tuvieron 7 años y 7 meses. Esto es un gran mentis a la propaganda de los Castro de que en Cuba no se tortura a los presos.
Carlos M. Calvo, 15 años en las carceles politicas cubanas
El 1ro de septiembre de 1975 un grupo de presos politicos encerrados en la terrible carcel de maxima seguridad de Boniato, en la region oriental de Cuba, fuimos salvajemente agredidos por las fuerzas represivas del regimen castro comunista. Y esto solo por pedir asistencia medica para un recluso.
Todo comenzó el 31 de agosto. Llevabamos 5 años en celdas de castigo, semi desnudos, sin ver la luz del sol, sin asistencia medica, sin correspondencia. Como unico alimento nos daban un poco de harina de maiz sancochada en el almuerzo y un plato de macarrones blancos en la comida. Todo ese tiempo lo habiamos pasado en ropa interior, casi desnudos, en protesta por el mal trato que nos daban.
Nuestra situacion no podia ser peor. De pronto oimos a un hermano nuestro gritando desesperado para que lo llevaran a la enfermeria pues tenia un dolor de muela terrible y la boca podrida, llena de humor. Pero los guardias, lejos de brindarle asistencia medica se burlaban del preso insultandolo y gritandole que se pudriera. Entonces el recluso comenzó a golpear la plancha de hierro que servia la puerta para que vinieran a curarlo. Al ver que no venia nadie los demas presos comenzamos a gritar tambien pidiendo hablar con el oficial de turno. Al fin, al cabo de 2 horas se aparecio el Jefe de Orden Interior, conocido por Omar, pero solo para decirle que no lo sacarian al dentista hasta por la mañana.
Paso el resto de la noche y a las 9 de la mañana vinieron los guardias pero, en vez de llevarse al recluso al medico abrieron las puertas de nuestras celdas y nos dijeron que salieramos que nos iban a dar 2 horas de patio. Aquello nos sorprendio y, conociendo sus metodos, pensamos que aquello era una trampa por lo que salimos, era obligado, pero entonces nos sentamos en el suelo esperando a ver lo que sucedia. No pasaron 20 minutos cuando nos mandaron a entrar. Entramos pero no sin insistir con los guardias que sacaran el recluso al dentista. Entonces en forma chantajista y prepotente, el Jefe de Orden Interior dijo que si el preso queria asistencia medica tenia que vestirse. Este le contestó que en el hospital se podia estar en pijama por lo que si le traian uno se resolvia el asunto. El oficial le dijo que no, y viro la espalda. El preso volvio a golpear la puerta pidiendo ayuda y el resto de los presos comenzamos tambien a gritar y a hacer bulla para que lo atendieran.
No pasaron 5 minutos cuando un batallon de esbirros entro al edificio provistos de palos, cabillas y armas de fuego disparando y dando golpes a diestra y siniestra. Aquello fue una verdadera masacre. Mas de 37 reclusos heridos de balas mientras que uno murio. Se llamaba Gerardo Gonzalez a quien le deciamos “Hermano de la Fe” por sus creencias religiosas y su amor al projimo. Tan profundas eran sus convicciones religiosas que mientras le disparaban gritaba: “perdonalos, Dios mio, que no saben lo que hacen”. Hubo tambien dos heridos de gravedad: Enrique Diaz Correa y Evelio Hernandez.
Pero la situacion no quedo ahi. Nos trasladaron para el edificio donde estaban los delincuentes comunes sin tratar las heridas que nos habian ocasionado, pues para ello, seguian diciendo, teniamos que vestirnos. Yo mismo tenia una herida de bala en una pierna cuyo orificio de salida se habia infectado produciendome un dolor terrible. Pero contrario a lo que esperaban, los comunes, lejos de hacernos la vida imposible como pensaban los carceleros, nos respetaron, nos admiraron y, lo peor para las autoridades del penal, nos proporcionaron de sus alimentos, de sus ropas y hasta nos curaron las heridas como pudieron. Pero ahi tampoco duramos mucho. Al entrar los carceleros en el pabellon y ver lo bien que nos trataban los comunes nos sacaron nuevamente de ese lugar y nos devolvieron para las celdas tapiadas donde estabamos anteriormente.
En esa situacion infrahumana nos tuvieron 7 años y 7 meses. Esto es un gran mentis a la propaganda de los Castro de que en Cuba no se tortura a los presos.
Carlos M. Calvo, 15 años en las carceles politicas cubanas
domingo, 29 de agosto de 2010
SOCIALISMO; UN FRACASO QUE TRIUNFA
Por Ricardo E. Calvo MD PhD
El Instituto Independiente
Mucho se ha escrito acerca del socialismo. El socialismo es una de las ideas más populares que se hayan propuesto.
Como socialismo se ha considerado el control centralizado de poseer o disponer de los medios de producción por organismos estatales. En el Siglo XXI algunos autores han extendido la idea del socialismo a comprender todo sistema de agresión institucional al libre ejercicio de la función empresarial.
Es difícil dar con una creencia que haya moldeado tan profundamente el pensamiento político y económico mundial en el siglo XX. Basta considerar que la religión musulmana contó en un momento con un 20% de la humanidad y al cristianismo le llevó unos 300 años evangelizar al 10% del mundo mientras que en solo 150 años el socialismo (y sus variantes) era parte de la vida de un 60% de los habitantes del globo.
Para muchos que lidian con ideas y pensamientos políticos el socialismo sigue constituyendo una idea atractiva, romántica y hasta cierto punto seductora.
El socialismo promete a las masas el cielo en la tierra, poder navegar por el mar de la felicidad sin dejar de humillar a aquellos que han sobresalido por sus cualidades, inteligencia y trabajo fructífero.
A pesar de los repetidos fracasos históricos logrados por la doctrina socialista estos no dejan de ser un incentivo convincente para su rechazo total por parte de los pueblos sobre todo en América Latina, Africa y Asia aun después del ejemplo sufrido por Europa Oriental durante varias décadas y visto claramente hace ya unos 19 años.
Debemos indagar si el fracaso económico, político y social del socialismo se ha manifestado solamente en las regiones, sociedades y/o países donde se ha impuesto por la fuerza y bajo la hegemonía del Estado generalmente dirigida por partidos políticos únicos.
Por lo tanto, nos planteamos el siguiente interrogante: ¿Han existido ocasiones cuando y donde el socialismo se convirtió en el sistema por el que se gobernaron VOLUNTARIAMENTE cierto número de personas o comunidades?
Al ser positiva la respuesta, abordaremos ciertos aspectos de estas experiencias históricas e indagaremos cuáles fueron las raíces de tales experimentos sociales, sus desenvolvimientos y sus recuentos con el fin de observar en el “laboratorio humano espontaneo” la prognosis que conlleva todo sistema socialista.
Desde finales del siglo XVII hasta casi nuestros días podemos enumerar cuatro ocasiones en que el socialismo voluntario surge, se desarrolla y se auto desploma por la libre decisión de los participes sin ninguna intervención directa o forzosa por parte del Estado.
Colonizadores americanos del “Mayflower”
Comencemos nuestro recuento con el viaje de los colonizadores de Nueva Inglaterra (Plymouth) llegados procedentes de los Países Bajos en 1620. Estos habían logrado obtener el apoyo y prestamos de inversionistas ingleses para financiar el inicio de una colonia en el nuevo continente.
Los acreedores del financiamiento insistieron que al establecerse en el Nuevo Mundo todas las riquezas que lograran fuesen producidas y disfrutadas como comunidad para el beneficio de ellos y de los colonizadores.
Esta conformidad fue expresada en el pacto firmado todavía abordo de la nave “Mayflower” que los había traído a las costas de la futura Nueva Inglaterra el 21 de diciembre de 1620, antes de echar pie en tierra.
Gran parte de la epopeya de los primeros tiempos de estos colonizadores ha quedado plasmada en el libro “En la Plantación Plymouth” escrito por el segundo gobernador de la colonia William Bradford.
Los primeros inviernos fueron inclementes y las cosechas de 1621 y 1622 fueron pobres y solo sirvieron para satisfacer las necesidades alimenticias más básicas por pocos periodos de tiempo.
Durante estos dos primeros años los colonizadores habían estado organizados bajo el sistema comunitario en el cual “todos los beneficios obtenidos por trueque, pesca, agricultura, etc., debían ser considerados como bienes comunes y cada miembro podía disponer de ese fondo común para satisfacer sus necesidades material” de acuerdo a los relatos de W. Bradford.
Bradford también nos describe en su libro que durante los años 1621 y 1622 “los hombres jóvenes que podían hacer frente a las tareas más arduas se quejaban que el fruto de sus labores eran concedidos y distribuidos entre las esposas y e hijos de otros de más edad y de menor capacidad laborar”.
Y continua: “los individuos reciben las mismas raciones de comida sin relación a su nivel de producción y a ningún residente se le permite que cultive sus propios alimentos” añadiendo que el “sistema imperante durante 1621 y 1622 daba origen a confusión y malestar retardando las posibilidades de emplear debidamente los recursos que hubieran beneficiado a cada uno de los miembros”.
En su libro el gobernador llega a comentar que: “el sistema económico imperante era una maldición” dentro del cual “hasta los miembros más comedidos de la colonia llegaron a sentir falta de respeto por los demás y en general permeaba una atmosfera de injusticia y de esclavitud”.
En más detalle Bradford reporta que “los colonizadores dedicaban más tiempo a robar comida…” (“resolver” en el argot popular dentro de la Cuba actual) “…que a cultivar la tierra”, lo que provocó que los colonizadores se sintieran descontentos y con animosidad entre ellos mismos.
Hay que puntualizar que el malestar descrito por Bradford se debía a los pagos que había que enviar a los inversionistas ingleses en Londres, sino a las desigualdades en los beneficios con que eran retribuidos por sus esfuerzos los miembros de la colonia incipiente.
Pero algo sorprendente sucedió en 1623. A partir de ese año las cosechas fueron esplendidas y es la razón por lo que los colonizadores celebraron la nueva buena y dieron gracias por sus logros el 9 de Agosto de ese año instituyendo informalmente el Día de Dar Gracias que todavía se conmemora en los Estados Unidos a finales de noviembre.
¿Qué medida fue adoptada por la comunidad que logró transformar radicalmente la situación material de la colonia de una año para otro?
Permitamos que Bradford nos conteste estas indagaciones con las siguientes palabras:
“Empezamos a pensar y considerar cómo podríamos obtener una cosecha mayor y no tener que languidecer en la miseria…después de un debate largo y extenso los miembros de la comunidad decidieron que cada familia y/o persona acordaría cuánto cosechar de una manera independiente y a cada familia se le adjudicó una parcela de tierra proporcional al número que la constituía”.
Bradford continua su explicación: “esta medida tuvo un éxito magnifico y convirtió a cada miembro de la colonia en una fuerza productora y en 1623 se obtuvo mucho más grano que el que se había obtenido anteriormente librándose el gobernador de grandes problemas”.
Y añade: “las mujeres acudieron voluntariamente a ocuparse de sus tierras y llevaban con ellas a sus pequeños quienes antes, bajo el sistema comunitario, alegaban que no poseían las fuerzas o destrezas para tales tareas y el obligarlas entonces hubiera sido interpretado como tiránico y opresivo”.
“Ahora la cosecha ha terminado (1623) y en vez de hambre Dios nos ha otorgado abundancia…y en lo que se refiere a grandes necesidades o hambre no ha existido desde ese día”.
El milagro que había transformado a esta colonia totalmente aislada en las costas que hoy son parte del estado de Massachusetts sin participación alguna en un comercio globalizante no es otro que la institución de la propiedad privada y demuestra que la estructura socialista sin la intervención y la hegemonía opresiva del Estado es rechazada voluntariamente y remplazada por aquella donde cada ser humano es libre de buscar y encontrar la realización de sus sueños y ambiciones.
Robert Owen y la “Nueva Armonía”
Pasemos en la historia al año 1800 y hagamos un pequeño recuento de la empresa acometida por el Sr. Robert Owen en el estado de Indiana de los Estados Unidos.
Después de la Revolución Francesa hubo un periodo de recogimiento por parte de las fuerzas socialistas durante la hegemonía del Imperio Napoleónico en Europa y surge de nuevo el esfuerzo que esta vez lo lleva a cabo un industrial escocés de nombre Robert Owen.
Robert Owen
Owen nació en Gales (Gran Bretaña) en el año 1771 y comenzó a trabajar desde temprana edad en los hilares ingleses y más tarde se convirtió en gerente de uno de los más importantes de su época en Manchester (1794). En 1800 se traslado a New Lanark (Escocia) donde adquirió e impulso el desarrollo de sus propias fabricas de tejidos.
Con el fin de dar a conocer sus ideales Robert Owen se aventuró en 1816 a pedirle personalmente al Parlamento Inglés que las condiciones existentes en las fabricas fuesen modificadas y propuso la fundación de “Villas de Cooperación” que consistirían en comunidades donde los ciudadanos estarían libres de la competencia, obtendrían auto abastecimiento y sobrepasarían otros males como la ignorancia y la desigualdad económica que siempre habían abatido a los seres humanos. En 1819 el cuerpo legislativo ingles aprobó leyes que contenían algunas de sus ideas laborales.
En 1825 decidió emigrar a los EE.UU. para dedicar todos sus esfuerzos y bienes a fundar una comunidad constituida por miembros totalmente voluntarios en la que se forjaría un “nuevo hombre”.
En la primavera de ese año (1825) Owen ya en los EE.UU. pronunció un discurso en Washington D.C. donde anunció sus planes para “redimir al mundo”. Su audiencia estaba constituía por los miembros del Congreso norteamericano en reunión conjunta, el entonces recién elegido Presidente John Q. Adams, los miembros de la Corte Suprema de los EE.UU. y todos los miembros del gabinete de la nueva administración que comenzaba su mandato.
En este pronunciamiento Owen invitó a todos los que así lo desearan a incorporarse voluntariamente a su acometida de iniciar una nueva comunidad que funcionaria bajo principios “socialistas” en los terrenos que había comprado con sus propios bienes recientemente a una secta comunitaria luterana conocida como los “Rappites” en Indiana y que se llamaría “Nueva Armonía” ubicada en el estado de Indiana, EE.UU.. Owen pudo reunir un grupo de alrededor de 800 miembros que incluía a individuos de gran prestigio en sus profesiones.
Nueva Armonía
Al llegar a Indiana y ya establecido en la nueva comunidad Owen declaró: “He venido a iniciar un nuevo sistema social, a cambiar al existente plagado de ignorancia y avaricia por uno que unirá a sus miembros y reemplazara toda competencia entre ellos. Este nuevo sistema nos llevara a un estado de virtud y felicidad que aunque intentado en el pasado llegara a ser una realidad y será imitado por todas las sociedades y países”.
Anunció de inmediato la Constitución que regiría en “Nueva Armonía”, nombro a un Comité Gobernante Interino y decidió regresar a Inglaterra a ocuparse personalmente de ciertos negocios dejando a su hijo mayor como su representante.
Muchos de los integrantes de la comunidad que habían respondido a su llamado no evidenciaron desde un principio que estarían tan dedicados como Owen a sus ideas sino más bien que habían sido atraídos por la promesa de obtener alimentos y habitaciones gratis. En los pasos iniciales Owen obtuvo la ayuda de W. MacClure, escocés acaudalado residente de Filadelfia, quien contribuyó con sus bienes a financiar el aspecto educacional de la nueva iniciativa social.
Poco después en el periódico de la comunidad llamado “La Gazzete” apareció un reportaje en el que se menciona que las actividades destinadas a la fabricación de productos para consumo interno estaban funcionando muy bien pero solamente “jabón y goma de empaste” se producían en cantidades que sobrepasaban la demanda.
Durante su existencia la nueva comunidad obtenía gratis las medicinas, los alimentos básicos, la educación de 130 niños y entretenimiento que consistía de conciertos ofrecidos sin costo 2 veces por semana.
En mayo de ese año se produjo un cisma dentro de la comunidad y dos nuevos grupos se establecieron fuera del perímetro de la misma con la ayuda de su antiguo socio MacClure, quien se había desviado de los objetivos iniciales asignados al mismo como encargado de la administración educativa de la comunidad hasta entonces.
Estos grupos abandonaron a Owen debido a varias razones, entre ellas las restricciones en cuanto procurar e ingerir bebidas alcohólicas, la intransigencia de Owen de permitirles decidir la forma de las construcciones donde se albergaban y al aislamiento de los niños de la vida familiar dentro del régimen imperante de guarderías.
A pesar de estos acontecimientos y coincidiendo con la fecha del 4 de julio de 1826, Owen dio a conocer su “Declaración de Independencia Mental” expresando: “Les digo que el hombre hasta este momento ha sido un esclavo de una trinidad malvada que ha infligido grandes daños mentales y físicos a toda la raza humana. Me refiero en concreto a la propiedad privada, a la existencia de la religión y la institución del matrimonio”.
Estas palabras no fueron bien acogidas por los comunitarios y ya para esa fecha los campos estaban abandonados, la producción agrícola se encontraba en ruinas, las cercas se habían deteriorado considerablemente y la realidad del fracaso se había hecho evidente.
En Agosto de 1826 los miembros que todavía permanecían en la comunidad acordaron despedir a los administradores, reemplazándolos con un triunvirato y en enero de 1827 Owen no tuvo otra alternativa que parcelar las tierras y venderlas.
De inmediato, pequeñas tiendas privadas abrieron sus puertas y el sistema comunitario desapareció. Ese verano Owen regresó a Inglaterra para no retornar jamás a los EE.UU., no sin antes haber declarado que su empresa había sido un éxito.
Para entonces todos sus hijos habían emigrado a los EE.UU. y permanecieron en Indiana llegando a ser figuras de relieve en dicho estado dentro del sistema económico y social de la libre empresa.
Robert Owen había probado que las condiciones sociales benevolentes dentro de las cuales había intentado formar al “nuevo hombre” en la “Nueva Armonía” no producen “buenas personas” aun cuando estas participen voluntariamente sin la presencia de la fuerza estatal y demostró el error de intentar cambiar la verdadera naturaleza del ser humano.
Se le adjudica a Owen el uso formal de la palabra “socialismo” para designar a esa doctrina, que tapizada por una gama variada de adjetivos, todavía conquista la mente de los pueblos al prometerles que bajo su hegemonía obtendrán la segunda realización del paraíso terrenal.
Un kibutz es una comunidad colectiva en Israel tradicionalmente basada en la agricultura, aunque estas han sido reemplazadas por plantas industriales y empresas técnicas en los últimos años.
El kibutz es una forma de vida comunal que combina el socialismo y el sionismo: el deseo de crear el Estado judío en la Palestina y regresar a la tierra y su cultivo.
Los kibbutzim no representan un escape de la sociedad, sino que fueron pioneros en la “conquista” de la Palestina por los judíos. Los miembros de los kibbutzim jugaron un papel de “colonizadores” del territorio palestino al fundarse el Estado de Israel.
Ha habido varias olas de inmigración judía desde 1880 que se constituyeron como colonias agrícolas en Israel organizadas como cooperativas socialistas.
En 1909, Yossef Baratz estableció con 9 hombres y 2 mujeres una comunidad llamada Degania–la cual se convirtió en el primer kibutz–y en su libro “A Village by the Jordan” proclamo en 1956: “Creemos que no debe haber empleados ni patronales en lo absoluto...debe haber un camino mejor”.
Nuevas olas de emigrantes judíos con más experiencia en la agricultura llegaron a la Palestina en la década de 1920 para integrarse en la fundación de nuevos y mayores kibbutzim (el plural de kibutz en hebreo es kibbutzim) con una creencia más firme de que “el socialismo voluntario serviría de modelo al resto del mundo”.
Los kibbutzim experimentaron una mejoría en sus condiciones de vida en los primeras décadas después de la independencia de Israel y en los años 60 habían llegado a tener un acelerado grado de desarrollo.
El número de kibutz llegó a 270 y contaban con 130.000 personas en su esplendor pero nunca constituyeron más allá del 3 al 5 % de la población israelita. El prestigio político que los kibbutzim disfrutaron en los 60 quedó demostrado en el Parlamento Israelita cuando 15% de sus miembros eran ex miembros de los kibbutzim.
Los primeros kibbutzim tenían en mente algo más que ser simple granjeros en la Palestina. Querían crear una nueva sociedad donde todos eran iguales sin ser “explotados”. Deseaban ser independientes de las patronales y empresarios poseyendo las propiedades en común y que cada miembro produjera de acuerdo a sus habilidades y consumiera para satisfacer justamente sus necesidades.
Sin embargo, los kibbutzim no tenían por objeto imponer sus creencias y practicas socialistas al resto de la población y funcionaron como organizaciones comunitarias dentro de un medio ambiente de propiedad privada en el resto de Israel.
En el kibutz, el principio de la igualdad se seguía seriamente y el socialismo se logró en su plenitud: nadie poseía sus propias herramientas, los regalos recibidos de afuera eran entregados a la administración. Se rotaban las obligaciones y trabajos, se compartían las comidas en los comedores comunitarios, sus alberges eran idénticos y los niños eran cuidados en los centros especiales educacionales con poco contacto físico con los padres.
Para inculcar el espíritu comunitario, las comidas se servían en mesas donde los esposos no se sentaban juntos y algunos utensilios de cocina no se permitían pues podía conducir a la reunión de los esposos.
Los miembros de los kibbutzim no poseían cuentas de banco propias y raramente tenían contacto con el dinero y los medios eran distribuidos equitativamente. Las compras en las cantinas debían ser aprobadas por el comité a cargo.
Los miembros participaban en asambleas generales semanales en donde cada uno podía intervenir. Las decisiones más primordiales de cada kibutz se aprobaban por consenso o mediante el voto, a menudo con escasas audiencias, mientras que las actividades de “a diario” eran señaladas por los dirigentes y anunciadas en tablillas colocadas en los comedores comunitarios.
Acompañaban a estas asambleas extensos comentarios acerca de ciertos elementos calificados como “parásitos” quienes abusaban de la propiedad comunitaria y no se esforzaban en sus obligaciones laborales.
Uno de los temores más debatidos en los kibbutzim era el nacimiento de un niño(a) y el ineterrogante que surgía era el de ¿quién estaría a cargo de este nuevo miembro a partir de su nacimiento?.
La respuesta en general fue que pertenecía a todos y algunas mujeres amamantaban a los neonatos sin ser sus propios hijos.
En la década de 1920, los kibbutzim iniciaron un proyecto conocido como “Las Sociedades de los Niños” donde enfermeros y maestros funcionarían como mejores crianderos que los propios padres. Los padres no podían acostar a sus hijos y por lo general no los veían por periodos extensos, excepto de forma casual.
Creyeron que de esta manera librarían a las madres de lo que se le llamó la “tragedia biológica” de dedicar horas a educar a sus proles y así podrían estar libres para cumplir con las obligaciones laborales o disfrutar de periodos de esparcimiento.
Esto era de gran prioridad, ya que el número de mujeres en los kibbutziim era superior al de los hombres en la mayoría de los casos.
Platón en su obra “La Republica” subraya que un factor contribuyente al socialismo es mantener a los hijos separados de los padres ya que la “familia” contribuye a querellas que surgen de ser propietarios y de tener lazos familiares.
Sin embargo, las mujeres ya nacidas y/o criadas en los kibbutzim eran reacias a participar en las obligaciones impuestas por las “Sociedades de los Niños” y pusieron fin a las mismas.
Algunos de los jóvenes producto de este experimento expresaron más tarde: “dándonos de mamar cada cuatro horas y pudiendo llorar para que se desarrollaran nuestro pulmones, crecimos sin esa seguridad vital que se necesita para la supervivencia....fuimos educados para que fuéramos iguales...pero éramos realmente diferentes... Al llegar la noche los adultos apagaban las luces y se marchaban. Y uno sabia que se orinaría en la cama ya que teníamos miedo de ir solos al cuarto de aseo” (Gavron Daniel “The Kibbutz: Awakening from Utopia”. Rowman & Littlefield, Lanham 2000).
Uno de los ejemplos más radicales para eliminar desde una edad temprana la idea de la posesión de bienes propios fue la de los kibbutzim. En estas comunas los niños no tenían nada de su propiedad incluida la ropa interior.
Algunos autores como Spin, Batleheim y Baizerran han investigado el impacto psicológico de la vida comunitaria de los kibbutzim y han concluido que los niños y jóvenes en estas comunidades tuvieron grandes dificultades en establecer amistades, lograr madurez en las relaciones intimas y en vínculos que conllevan al matrimonio y a la formación de familias.
Estas capacidades se calificaban como “sentimientos egoístas”. No podían enamorarse porque se les había enseñado que este sentimiento implica “posesión”. No debían ser poetas porque la poesía era algo que solo “unas personas” disfrutarían. No hay duda que fueron excelentes militares ya que se sacrificaban por el “bien común”.
Para esta época, la tercera generación de los kibbutzim comenzó el éxodo de la vida comunitaria.
En los kibbutzim las relaciones padres/hijos fueron mancilladas de ex-profeso y la educación escolar se llevaba a cabo con el propósito de inculcar desde bien joven los principios socialistas.
La rebelión contra la educación comunitaria de los niños fue una de las principales causas del fracaso de los kibbutzim como experimento socialista.
Muchos de los niños nacidos y criados en los kibbutzim no quisieron que sus propios hijos siguieran la tradición educacional del pasado.
Este cambio en la actividad y el pensamiento produjo modificaciones en la construcción de viviendas y su distribución, la desaparición de comedores populares y el surgimiento de pequeñas bodegas dentro de los recintos de los kibbutzim.
Este cambio trajo también un resurgimiento del individualismo contrario a los más básicos principios socialistas de los kibbutzim.
A medida que nuevas generaciones nacieron y crecieron, los kibbutzim experimentaron cambios en la organización y cultura y la identificación de sus nuevos miembros con sus propósitos y fines originales fueron a menos.
La época de gloria de los kibbutzim fueron los años 80, aunque en 1977 Menachem Begin fue elegido Primer Ministro de Israel y puso coto a la política del Partido Laboral Israelita desde la fundación de este como Estado judío de subvencionar a los kibbutzim. Begin suspendió la ayuda económica estatal y los contratos gubernamentales con estas instituciones colectivas.
En el periodo de los 80 se vio un despunte de la inflación en Israel y los kibbutzim se vieron en la necesidad de gestionar prestamos que más tarde no podrían pagar como consecuencia de inversiones no rentables en el mercado de valores, que naturalmente era un campo sobre el que carecían de experiencia.
La situación económica en Israel de los 80 contribuyó a la insolvencia de los kibbutzim, pero para entonces el país ya no tenía que depender de ellos para su desarrollo y seguridad como lo había hecho en décadas anteriores.
En la misma década se produce otro cambio en los kibuutzim: se instituye el bono monetario individual que podía ser utilizado en la satisfacción de los deseos individuales de sus miembros.
Había comenzado el cambio hacia la existencia de la propiedad privada.
Algunos de sus miembros comenzaron a trabajar por su propia cuenta (cuentapropistas) fuera de los kibbutzim, lo que los puso en contacto con el mundo de la iniciativa privada.
Estas actividades acentuaron las diferencias que existían entre la individualidad y el colectivismo de los kibbutzim, afectando directamente el incentivo al trabajo comunitario-.
Factores económicos externos a los kibbutzim forzaron a que los dirigentes tuvieran que remunerar a los miembros de los kibbutzim por horas prolongadas de trabajo y más tarde muchos de los servicios y bienes fueron paulatinamente privatizados llegando algunos a borrar de sus rótulos la palabra “kibbutzim”.
Aquellos que dejaban la vida comunal eran por lo general los miembros más productivos y para conservar cierta fuerza laboral los dirigentes tuvieron que contratar trabajadores sin vínculos a los kibbutzim y establecer diferentes tarifas de salarios de acuerdo al nivel de trabajo.
Los miembros de los kibutzim también descubrieron con el tiempo que la autosuficiencia económica era imposible en las actividades agrícolas y en la inversión de capital, y en la actualidad se han visto en la necesidad de asalariar a palestinos como fuerza laboral y los kibbutzim están involucrados en actividades comerciales de índole turística y de servicios.
Después de varias décadas de socialismo voluntario, los kibbutzim están abandonando los principios socialistas y han iniciado proyectos capitalistas para lograr ciento éxito económico al fomentar más la industria que la agricultura y permitir que los esfuerzos empresariales privados fomenten la creación de factorías, hoteles, centros turísticos y comerciales.
En abril de 2001, el periódico Jerusalem Post reportó que uno de los kibbutzim en el centro del país se desmantelaba para convertirse en una comunidad donde cada miembro fuese dueño de su vivienda y poseyese acciones de la factoría, mientras vendían sus tierras para pagar la deuda comunitaria.
Un miembro ya anciano del kibbutz Kinneset expresó: “Tratamos de cambiar la naturaleza humana y crear un nuevo ser humano. Para mi pesar, el kibutz no tuvo ningún éxito en esa campaña”.
Arthurdale
La cuarta y última instancia en establecer voluntariamente una sociedad socialista, aunque bajo los auspicios del Estado, fue Arthurdale en el condado de Preston en el Estado de la Virginia Occidental ( West Virginia ) en los EE.UU..
La situación económica en el noroeste del estado de West Virginia en los Estados Unidos había sufrido un gran reverso en 1932. Esta zona de Norteamérica había sido un gigantesco centro de la minería carbonífera que en el año 1921 contaba con 37 minas en manos de 33 compañías en un territorio de 5 millas conocido como Scotts Run.
En 1932 el precio del carbón en los mercados sufrió los efectos combinados del fin de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión del 29, produciéndose el cierre de estas minas y despidos laborales que empobrecieron a los mineros y sus familias, lo que coincidió con el hecho de que las agencias estatales y entidades religiosas no contaban con los recursos necesarios para aliviar las nuevas condiciones económicas prevalentes.
En 1933, a la Sra. Lorena Hickok, amiga intima de la Primera Dama Eleonor Roosevelt, se le encomendó realizar una gira por Morgantown en el noroeste de West Virginia y el resto de los Apalaches y observar de cerca las condiciones de vida de los mineros afectados por los cambios que había sufrido la industria del carbón.
Al finalizar tal periplo, esta Sra. informó a la Primera Dama que las condiciones de vida existentes “no hubieran sido recomendadas ni para los cerdos” y que podrían acarrear graves consecuencias sociales más adelante.
Como resultado de esta impresión alarmante de la Sra. Hickok, la esposa del presidente se trasladó a la región en agosto de 1933 para ver personalmente la situación imperante.
Después de dos semanas, la Sra. Roosevelt anuncio la creación de la primera comunidad planificada por el Estado americano compuesta de mineros desplazados del campo Scotts Run. Este proyecto gubernamental fue asignado al Ministerio del Interior con el nombre de Arthurdale, siendo el Sr. Harold Ickes quien ocupaba tal cartera estatal.
En 1934 Arthurdale fue la primera de muchas otras comunidades similares previstas por la administración de Franklin D. Rooselvet. (FDR). Otras fueron Pendelea Homestead en Carolina del Norte y Austin Homestead en Minnesota.
El objetivo teórico de tal comunidad era congregar trabajadores agrícolas y mineros del carbón de escasos medios en un medio ambiente rural donde pudieran permanecer empleados y auto abastecerse económicamente.
La Sra. Rooselvet asumió la planificación e implementación de Arthurdale como algo personal y actuando como “encargada” ordenó que las construcciones de casas y edificios de la comunidad cumpliesen con las últimas medidas en materia de construcción, se atrajeran industrias y se vigilara que los gastos no excedieran el presupuesto asignado a tal empresa por el Estado.
Ni corta ni perezosa la Sra. Roosevelt envió una carta al senador republicano George Norris en la que solicitaba la adquisición de 1.000 acres en el estado de West Virginia que pertenecían a un ciudadano cuyo nombre era Richard Arthur, que no había podido pagar los impuestos sobre su finca. La Primera Dama había asegurado que esta inversión no sería sufragada por los contribuyentes, sino que se pagaría por sí misma en el corto plazo.
Poco más tarde era obvio que esta franja de tierra no satisfacía las condiciones para ser habitada en la forma masiva como había sido planeada por los burócratas gubernamentales, debido a las características porosas del subsuelo y las dificultades de proveer el suministro de agua potable a dicha zona.
Como otros programas gubernamentales, este se inició precipitadamente con la compra de 50 casas de verano prefabricadas, totalmente inadecuadas para el clima de West Virginia y sin las dimensiones apropiadas para que cupieran dentro de las zapatas que ya se habían construido. Por lo tanto una serie de arquitectos fueron traídos desde New York para que rehicieran las casas y las acomodaran al clima de la región y a las dimensiones apropiadas, lo cual atrasó el proyecto unos 6 meses.
El interior de la casas se amuebló de una manera lujosa, flores fueron traídas para adornar los jardines y pozos de agua fueron fabricados a un costo que malamente la nación americana podía solventar durante los años que siguieron a la depresión del 29. El Ministro del Interior Ickes hizo referencia a este gasto al comentar: “Hemos gastado dinero en Arthurdale como marineros embriagados”.
A mediados de 1934, los primeros “colonizadores” se habían establecido y más tarde Arthurdale llegó a ser una comunidad de 165 casas. El costo original calculado por la Primera Dama había sido de 2.000 dólares por unidad, pero el costo final llegó a ser de 16.625 dólares cada una. Indiscutiblemente, el presupuesto para instituir esta comunidad planificada había sido sobrepasado de una manera extraordinaria pero ningún funcionario que había participado en la evaluación inicial fue despedido y el proyecto continúo a toda marcha.
A pesar de todo la Sra. Rooselvet consideró a Arthurdale un experimento social que marcaria los inicios de un nuevo tipo de vida donde se forjaría el “nuevo hombre americano”.
Los “colonizadores” de Arthurdale habían sido convertidos de una manera imperceptible en miembros del sistema benefactor estatal, llegando al punto de llevar al ómnibus escolar para que fuese reparado en el taller de la Casa Blanca situado a 200 millas, antes que intentar su arreglo en Arthurdale.
Otra vista de Arthurdale
Este experimento social partía del concepto de integrar la familia, el trabajo y la comunidad que había sido manifestado por M.L. Wilson, un economista agrario que encabezó la “División de Colonias Subsidiadas” creada por FDR en 1933.
El propósito de estas “colonias” subsidiadas era combinar en un solo programa la descentralización industrial, la relocalización de la fuerza laboral y lograr la agricultura de sustento para balancear las vidas rurales y urbanas, lo cual brindaría las ventajas de una nueva estructura de civilización.
En cada colonia cientos de familias dispondrían de financiamiento para adquirir casas nuevas con suficiente tierra (5 acres) para actividades agrícolas localizadas alrededor de plantas industriales donde sus miembros podrían ser empleados. Una perfecta combinación de vida rural y urbana que sería un ejemplo para su diversificación más tarde en todo los Estados Unidos.
El objeto central de las “colonias subsidiadas” es la cooperación– crear cooperativas entre los “colonizadores” para lograr la formación de unidades sociales y económicas que menoscabaran el individualismo-.
Estas ideas dieron a los estadounidenses de la época la oportunidad de creer en la iniciativa empresarial mientras eran reclutados en un sistema benefactor estatal que regularía sus futuros.
En junio de 1934 las primeras 50 familias se trasladaron a sus nuevas residencias en Arthurdale. Sus actividades diarias fueron organizadas por los dirigentes administrativos gubernamentales para unificar la ideología comunitaria con la del pionero colonizador y lograr el propósito anunciado por la Sra. Roosevelt: “Hay que ensenarles a los colonizadores como vivir”.
Las labores de los pioneros fueron asignadas de acuerdo al sexo donde los hombres se dedicaron principalmente a las labores agrícolas, mientras las mujeres se ocupaban de preparar las comidas de las escuelas, envasar productos de conservas alimenticias y acudir a clases para aprender a tejer.
Para dirigir la educación de los niños, la Sra. Roosevelt eligió a la pedagoga Elsie Ripley Clapp quien había sido discípula y asistente de John Dewey en la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York.
En Arthurdale la Sra. Clapp implementó un sistema de enseñanza que “cumplía una función social” siguiendo las orientaciones de Dewey.
Este sistema consistía de un plan de estudios que interpreta a las actividades y necesidades comunitarias como el laboratorio donde los alumnos adquieren sus experiencias y conocimientos educacionales. Los problemas de la vida corriente son los que proveen la currícula, en lugar de los tradicionales tópicos escolares.
La Sra. Clapp intentó iniciar la enseñanza de niños a partir de la edad de 2 años, así como reeducar a los padres en todos los aspectos de la crianza de éstos. Según ella Estas intenciones se lograrían: “al extraer impedimentos físicos y mentales y remplazarlos con nuevas actitudes que los ayudarían”.
Muchos de los estudiantes en Arthurdale se convirtieron en profesionales, aunque algunos tuvieron dificultades el lograr un nivel universitario pues la enseñanza secundaria en Arthurdale no había sido reconocida y acreditada legalmente por el estado de West Virginia.
La organización de la enseñanza en Arthurdale era tal que los participes carecían de una idea clara de su progreso y no podían saber con certeza el nivel qué habían alcanzado en un momento dado. Esta incertidumbre esta agudizada por la gran variedad de cursos disponibles sin una currícula concordante con una enseñanza secundaria unificada.
Una vez que el sistema educacional fue inaugurado y establecido algunas de las familias de Arthurdale decidieron no enviar sus hijos a las escuelas de Ms. Clapp y los matricularon en el sistema educativo de Masontown (pueblo adyacente a Arthurdale ).
Sin embargo, hoy en día muchos de los antiguos alumnos de Arthurdale opinan que la currícula que habían utilizado les había sido beneficiosa.
Mas tarde, poco a poco el plan de estudios fue transformándose y gravitó hacia los de los distritos escolares adyacentes, satisfaciendo así los requisitos necesarios para la acreditación estatal.
Esto sucedió al cambiar los administradores originales y ante la falta de recursos monetarios estatales procedentes de Washington D.C. y el deseo de los padres de que sus hijos acudieran a escuelas que impartieran enseñanzas “tradicionales”.
Aunque la Sra. Roosevelt había logrado que algunas firmas industriales localizaran plantas manufactureras en Arthurdale, tales como General Electric, solo Sterling Faucet permaneció por largo tiempo lo cual limito el número de plazas de trabajo fuera del campo agrícola.
Al mismo tiempo, la mayor parte de las familias en Arthurdale se percató de que no podía subsistir con lo que lograba en sus cultivos y se convirtió en dependiente del sistema benefactor estatal.
A finales de la década de 1930, Arthurdale había perdido el apoyo financiero de Washington DC y la Sra. Roosevelt no había logrado el sostén político para prolongar la existencia del proyecto que tanto había anhelado. En 1941 Arthurdale fue privatizado totalmente y todas las propiedades estatales fueron vendidas, con pérdida a los “colonizadores”. El experimento de Arthurdale había llegado a su final.
En 1985 se fundó una organización que se ha dedicado a mantener muchas de las construcciones originales de Arthurdale las cuales se pueden visitar hoy día.
En 1961 la Sra. Roosevelt visitó Arthurdale por última vez con el objeto de inaugurar una iglesia presbiterana.
Visita de la Sra. E. Roosevelt a la Escuela Secundaria de Arthurdale
----------------
En los kibbutzim asi como en la Nueva Armonía de Owen y los emplazamientos originales de los colonizadores del Mayflower y de Arthurdale, no existió la coerción; sin embargo, una vez que la vida socialista fue experimentada en su plenitud la mayor parte de sus miembros eligieron “democráticamente” abandonarla o abolirla.
Al considerar la reacción de los participes en la organización socialista de vida que existió en las cuatros situaciones presentadas aquí, uno debe indagar lo siguiente referente al socialismo: ¿Cómo una idea tan incongruente con la naturaleza humana ha logrado captar la mente de las masas de una manera tan rápida y efectiva?
¿Cómo esta idea que invoca tantos sentimientos humanos “nobles” ha dado lugar a los regímenes estatales más crueles en la historia de la humanidad?
La gran diferencia entre el individualismo y el socialismo es que el primero permite experimentar con el segundo mientras que el socialismo no da cabida a aquellos que prefieren vivir dentro del marco de la libre iniciativa personal.
“Si el socialismo va en contra de la naturaleza humana, nosotros cambiaremos la naturaleza humana” dice un slogan marxista. Muchos seres humanos creen que es indigno robar, asesinar o torturar para su propio beneficio pero es una virtud hacerlo en bien de los demás. Nos dicen los socialistas: no puede recurrir a la brutalidad para su provecho, pero siga adelante si es necesario para “ayudar” a los demás. Quizás la opinión más repugnante que uno oye a veces en boca de intelectuales socialistas sea: “Seguro, Stalin asesinó a millones pero es justificable porque fue en beneficio de las masas”.
Jamás consideré a los socialistas como “sinceros aunque equivocados idealistas”. El propósito de esclavizar a algunos seres humanos para el bien de otros no es un ideal. La brutalidad no es idealista y no importa cuáles son sus propósitos. Nunca digamos que el anhelo de “hacer bien” por la fuerza es un buen motivo. Ni el deseo del poder absoluto ni el atropello contra los semejantes son buenos motivos.
Sospechemos siempre de aquellos que a través del socialismo nos prometen el paraíso en la tierra y nos quieren conducir hacia el “mar de la felicidad”.
Las utopías imaginarias de Platón, Tomas Moore y demás socialistas tienen que contar con la coerción para perpetuar sus fines pues aun por los medios voluntarios y pacíficos el socialismo ha sido un fracaso ya que de una u otra forma nos lleva de una manera inexorable a la miseria total.
FIN
Bibliografía
• “Día de Dar Gracias: Oda a la Propiedad Privada” por Ricardo E. Calvo MD PhD, Revista Electrónica Guaracabuya, noviembre 2007.
• “Heaven on Earth: The Rise and Fall of Socialism” por Joshua Muravchik., Encounter Books., 2002. • “Kibbutz” en enciclopedia electrónica Wikipedia (ingles)
• “The Kibbutz: Awakening from Utopia” por Gavron, D., Rowman & Littlefield, Lanhan, 2000.
• “The Children of the Dream” por Bettelheim, B., Simon & Schuster., 2000.
• “Pay-as-you Go Kibbutzim” en el Wall Street Journal, Mayo 26 2005, pp B1-B2.
• “The Peculiar History of Arthurdale” por C.J. Maloney Agosto 2007., Mises Daily em www.mises.org.
• “Constructing Ideal Families in Ideal Communities: The Case of Arthurdale, West Virginia” por Stuart Patterson, Institute of Liberal Arts, Emory University, Working Paper 12, April 2002.
• “Participants in the Arthurdale Community School’s Experiment in Progressive Education From the Years 1934 – 1938 Recount Their Experiences” por Mary Wuenstel Ed. D., Duquesne University, Pittsburgh, Pa 2002.
El Instituto Independiente
Mucho se ha escrito acerca del socialismo. El socialismo es una de las ideas más populares que se hayan propuesto.
Como socialismo se ha considerado el control centralizado de poseer o disponer de los medios de producción por organismos estatales. En el Siglo XXI algunos autores han extendido la idea del socialismo a comprender todo sistema de agresión institucional al libre ejercicio de la función empresarial.
Es difícil dar con una creencia que haya moldeado tan profundamente el pensamiento político y económico mundial en el siglo XX. Basta considerar que la religión musulmana contó en un momento con un 20% de la humanidad y al cristianismo le llevó unos 300 años evangelizar al 10% del mundo mientras que en solo 150 años el socialismo (y sus variantes) era parte de la vida de un 60% de los habitantes del globo.
Para muchos que lidian con ideas y pensamientos políticos el socialismo sigue constituyendo una idea atractiva, romántica y hasta cierto punto seductora.
El socialismo promete a las masas el cielo en la tierra, poder navegar por el mar de la felicidad sin dejar de humillar a aquellos que han sobresalido por sus cualidades, inteligencia y trabajo fructífero.
A pesar de los repetidos fracasos históricos logrados por la doctrina socialista estos no dejan de ser un incentivo convincente para su rechazo total por parte de los pueblos sobre todo en América Latina, Africa y Asia aun después del ejemplo sufrido por Europa Oriental durante varias décadas y visto claramente hace ya unos 19 años.
Debemos indagar si el fracaso económico, político y social del socialismo se ha manifestado solamente en las regiones, sociedades y/o países donde se ha impuesto por la fuerza y bajo la hegemonía del Estado generalmente dirigida por partidos políticos únicos.
Por lo tanto, nos planteamos el siguiente interrogante: ¿Han existido ocasiones cuando y donde el socialismo se convirtió en el sistema por el que se gobernaron VOLUNTARIAMENTE cierto número de personas o comunidades?
Al ser positiva la respuesta, abordaremos ciertos aspectos de estas experiencias históricas e indagaremos cuáles fueron las raíces de tales experimentos sociales, sus desenvolvimientos y sus recuentos con el fin de observar en el “laboratorio humano espontaneo” la prognosis que conlleva todo sistema socialista.
Desde finales del siglo XVII hasta casi nuestros días podemos enumerar cuatro ocasiones en que el socialismo voluntario surge, se desarrolla y se auto desploma por la libre decisión de los participes sin ninguna intervención directa o forzosa por parte del Estado.
Colonizadores americanos del “Mayflower”
Comencemos nuestro recuento con el viaje de los colonizadores de Nueva Inglaterra (Plymouth) llegados procedentes de los Países Bajos en 1620. Estos habían logrado obtener el apoyo y prestamos de inversionistas ingleses para financiar el inicio de una colonia en el nuevo continente.
Los acreedores del financiamiento insistieron que al establecerse en el Nuevo Mundo todas las riquezas que lograran fuesen producidas y disfrutadas como comunidad para el beneficio de ellos y de los colonizadores.
Esta conformidad fue expresada en el pacto firmado todavía abordo de la nave “Mayflower” que los había traído a las costas de la futura Nueva Inglaterra el 21 de diciembre de 1620, antes de echar pie en tierra.
Gran parte de la epopeya de los primeros tiempos de estos colonizadores ha quedado plasmada en el libro “En la Plantación Plymouth” escrito por el segundo gobernador de la colonia William Bradford.
Los primeros inviernos fueron inclementes y las cosechas de 1621 y 1622 fueron pobres y solo sirvieron para satisfacer las necesidades alimenticias más básicas por pocos periodos de tiempo.
Durante estos dos primeros años los colonizadores habían estado organizados bajo el sistema comunitario en el cual “todos los beneficios obtenidos por trueque, pesca, agricultura, etc., debían ser considerados como bienes comunes y cada miembro podía disponer de ese fondo común para satisfacer sus necesidades material” de acuerdo a los relatos de W. Bradford.
Bradford también nos describe en su libro que durante los años 1621 y 1622 “los hombres jóvenes que podían hacer frente a las tareas más arduas se quejaban que el fruto de sus labores eran concedidos y distribuidos entre las esposas y e hijos de otros de más edad y de menor capacidad laborar”.
Y continua: “los individuos reciben las mismas raciones de comida sin relación a su nivel de producción y a ningún residente se le permite que cultive sus propios alimentos” añadiendo que el “sistema imperante durante 1621 y 1622 daba origen a confusión y malestar retardando las posibilidades de emplear debidamente los recursos que hubieran beneficiado a cada uno de los miembros”.
En su libro el gobernador llega a comentar que: “el sistema económico imperante era una maldición” dentro del cual “hasta los miembros más comedidos de la colonia llegaron a sentir falta de respeto por los demás y en general permeaba una atmosfera de injusticia y de esclavitud”.
En más detalle Bradford reporta que “los colonizadores dedicaban más tiempo a robar comida…” (“resolver” en el argot popular dentro de la Cuba actual) “…que a cultivar la tierra”, lo que provocó que los colonizadores se sintieran descontentos y con animosidad entre ellos mismos.
Hay que puntualizar que el malestar descrito por Bradford se debía a los pagos que había que enviar a los inversionistas ingleses en Londres, sino a las desigualdades en los beneficios con que eran retribuidos por sus esfuerzos los miembros de la colonia incipiente.
Pero algo sorprendente sucedió en 1623. A partir de ese año las cosechas fueron esplendidas y es la razón por lo que los colonizadores celebraron la nueva buena y dieron gracias por sus logros el 9 de Agosto de ese año instituyendo informalmente el Día de Dar Gracias que todavía se conmemora en los Estados Unidos a finales de noviembre.
¿Qué medida fue adoptada por la comunidad que logró transformar radicalmente la situación material de la colonia de una año para otro?
Permitamos que Bradford nos conteste estas indagaciones con las siguientes palabras:
“Empezamos a pensar y considerar cómo podríamos obtener una cosecha mayor y no tener que languidecer en la miseria…después de un debate largo y extenso los miembros de la comunidad decidieron que cada familia y/o persona acordaría cuánto cosechar de una manera independiente y a cada familia se le adjudicó una parcela de tierra proporcional al número que la constituía”.
Bradford continua su explicación: “esta medida tuvo un éxito magnifico y convirtió a cada miembro de la colonia en una fuerza productora y en 1623 se obtuvo mucho más grano que el que se había obtenido anteriormente librándose el gobernador de grandes problemas”.
Y añade: “las mujeres acudieron voluntariamente a ocuparse de sus tierras y llevaban con ellas a sus pequeños quienes antes, bajo el sistema comunitario, alegaban que no poseían las fuerzas o destrezas para tales tareas y el obligarlas entonces hubiera sido interpretado como tiránico y opresivo”.
“Ahora la cosecha ha terminado (1623) y en vez de hambre Dios nos ha otorgado abundancia…y en lo que se refiere a grandes necesidades o hambre no ha existido desde ese día”.
El milagro que había transformado a esta colonia totalmente aislada en las costas que hoy son parte del estado de Massachusetts sin participación alguna en un comercio globalizante no es otro que la institución de la propiedad privada y demuestra que la estructura socialista sin la intervención y la hegemonía opresiva del Estado es rechazada voluntariamente y remplazada por aquella donde cada ser humano es libre de buscar y encontrar la realización de sus sueños y ambiciones.
Robert Owen y la “Nueva Armonía”
Pasemos en la historia al año 1800 y hagamos un pequeño recuento de la empresa acometida por el Sr. Robert Owen en el estado de Indiana de los Estados Unidos.
Después de la Revolución Francesa hubo un periodo de recogimiento por parte de las fuerzas socialistas durante la hegemonía del Imperio Napoleónico en Europa y surge de nuevo el esfuerzo que esta vez lo lleva a cabo un industrial escocés de nombre Robert Owen.
Robert Owen
Owen nació en Gales (Gran Bretaña) en el año 1771 y comenzó a trabajar desde temprana edad en los hilares ingleses y más tarde se convirtió en gerente de uno de los más importantes de su época en Manchester (1794). En 1800 se traslado a New Lanark (Escocia) donde adquirió e impulso el desarrollo de sus propias fabricas de tejidos.
Con el fin de dar a conocer sus ideales Robert Owen se aventuró en 1816 a pedirle personalmente al Parlamento Inglés que las condiciones existentes en las fabricas fuesen modificadas y propuso la fundación de “Villas de Cooperación” que consistirían en comunidades donde los ciudadanos estarían libres de la competencia, obtendrían auto abastecimiento y sobrepasarían otros males como la ignorancia y la desigualdad económica que siempre habían abatido a los seres humanos. En 1819 el cuerpo legislativo ingles aprobó leyes que contenían algunas de sus ideas laborales.
En 1825 decidió emigrar a los EE.UU. para dedicar todos sus esfuerzos y bienes a fundar una comunidad constituida por miembros totalmente voluntarios en la que se forjaría un “nuevo hombre”.
En la primavera de ese año (1825) Owen ya en los EE.UU. pronunció un discurso en Washington D.C. donde anunció sus planes para “redimir al mundo”. Su audiencia estaba constituía por los miembros del Congreso norteamericano en reunión conjunta, el entonces recién elegido Presidente John Q. Adams, los miembros de la Corte Suprema de los EE.UU. y todos los miembros del gabinete de la nueva administración que comenzaba su mandato.
En este pronunciamiento Owen invitó a todos los que así lo desearan a incorporarse voluntariamente a su acometida de iniciar una nueva comunidad que funcionaria bajo principios “socialistas” en los terrenos que había comprado con sus propios bienes recientemente a una secta comunitaria luterana conocida como los “Rappites” en Indiana y que se llamaría “Nueva Armonía” ubicada en el estado de Indiana, EE.UU.. Owen pudo reunir un grupo de alrededor de 800 miembros que incluía a individuos de gran prestigio en sus profesiones.
Nueva Armonía
Al llegar a Indiana y ya establecido en la nueva comunidad Owen declaró: “He venido a iniciar un nuevo sistema social, a cambiar al existente plagado de ignorancia y avaricia por uno que unirá a sus miembros y reemplazara toda competencia entre ellos. Este nuevo sistema nos llevara a un estado de virtud y felicidad que aunque intentado en el pasado llegara a ser una realidad y será imitado por todas las sociedades y países”.
Anunció de inmediato la Constitución que regiría en “Nueva Armonía”, nombro a un Comité Gobernante Interino y decidió regresar a Inglaterra a ocuparse personalmente de ciertos negocios dejando a su hijo mayor como su representante.
Muchos de los integrantes de la comunidad que habían respondido a su llamado no evidenciaron desde un principio que estarían tan dedicados como Owen a sus ideas sino más bien que habían sido atraídos por la promesa de obtener alimentos y habitaciones gratis. En los pasos iniciales Owen obtuvo la ayuda de W. MacClure, escocés acaudalado residente de Filadelfia, quien contribuyó con sus bienes a financiar el aspecto educacional de la nueva iniciativa social.
Poco después en el periódico de la comunidad llamado “La Gazzete” apareció un reportaje en el que se menciona que las actividades destinadas a la fabricación de productos para consumo interno estaban funcionando muy bien pero solamente “jabón y goma de empaste” se producían en cantidades que sobrepasaban la demanda.
Durante su existencia la nueva comunidad obtenía gratis las medicinas, los alimentos básicos, la educación de 130 niños y entretenimiento que consistía de conciertos ofrecidos sin costo 2 veces por semana.
En mayo de ese año se produjo un cisma dentro de la comunidad y dos nuevos grupos se establecieron fuera del perímetro de la misma con la ayuda de su antiguo socio MacClure, quien se había desviado de los objetivos iniciales asignados al mismo como encargado de la administración educativa de la comunidad hasta entonces.
Estos grupos abandonaron a Owen debido a varias razones, entre ellas las restricciones en cuanto procurar e ingerir bebidas alcohólicas, la intransigencia de Owen de permitirles decidir la forma de las construcciones donde se albergaban y al aislamiento de los niños de la vida familiar dentro del régimen imperante de guarderías.
A pesar de estos acontecimientos y coincidiendo con la fecha del 4 de julio de 1826, Owen dio a conocer su “Declaración de Independencia Mental” expresando: “Les digo que el hombre hasta este momento ha sido un esclavo de una trinidad malvada que ha infligido grandes daños mentales y físicos a toda la raza humana. Me refiero en concreto a la propiedad privada, a la existencia de la religión y la institución del matrimonio”.
Estas palabras no fueron bien acogidas por los comunitarios y ya para esa fecha los campos estaban abandonados, la producción agrícola se encontraba en ruinas, las cercas se habían deteriorado considerablemente y la realidad del fracaso se había hecho evidente.
En Agosto de 1826 los miembros que todavía permanecían en la comunidad acordaron despedir a los administradores, reemplazándolos con un triunvirato y en enero de 1827 Owen no tuvo otra alternativa que parcelar las tierras y venderlas.
De inmediato, pequeñas tiendas privadas abrieron sus puertas y el sistema comunitario desapareció. Ese verano Owen regresó a Inglaterra para no retornar jamás a los EE.UU., no sin antes haber declarado que su empresa había sido un éxito.
Para entonces todos sus hijos habían emigrado a los EE.UU. y permanecieron en Indiana llegando a ser figuras de relieve en dicho estado dentro del sistema económico y social de la libre empresa.
Robert Owen había probado que las condiciones sociales benevolentes dentro de las cuales había intentado formar al “nuevo hombre” en la “Nueva Armonía” no producen “buenas personas” aun cuando estas participen voluntariamente sin la presencia de la fuerza estatal y demostró el error de intentar cambiar la verdadera naturaleza del ser humano.
Se le adjudica a Owen el uso formal de la palabra “socialismo” para designar a esa doctrina, que tapizada por una gama variada de adjetivos, todavía conquista la mente de los pueblos al prometerles que bajo su hegemonía obtendrán la segunda realización del paraíso terrenal.
Un kibutz es una comunidad colectiva en Israel tradicionalmente basada en la agricultura, aunque estas han sido reemplazadas por plantas industriales y empresas técnicas en los últimos años.
El kibutz es una forma de vida comunal que combina el socialismo y el sionismo: el deseo de crear el Estado judío en la Palestina y regresar a la tierra y su cultivo.
Los kibbutzim no representan un escape de la sociedad, sino que fueron pioneros en la “conquista” de la Palestina por los judíos. Los miembros de los kibbutzim jugaron un papel de “colonizadores” del territorio palestino al fundarse el Estado de Israel.
Ha habido varias olas de inmigración judía desde 1880 que se constituyeron como colonias agrícolas en Israel organizadas como cooperativas socialistas.
En 1909, Yossef Baratz estableció con 9 hombres y 2 mujeres una comunidad llamada Degania–la cual se convirtió en el primer kibutz–y en su libro “A Village by the Jordan” proclamo en 1956: “Creemos que no debe haber empleados ni patronales en lo absoluto...debe haber un camino mejor”.
Nuevas olas de emigrantes judíos con más experiencia en la agricultura llegaron a la Palestina en la década de 1920 para integrarse en la fundación de nuevos y mayores kibbutzim (el plural de kibutz en hebreo es kibbutzim) con una creencia más firme de que “el socialismo voluntario serviría de modelo al resto del mundo”.
Los kibbutzim experimentaron una mejoría en sus condiciones de vida en los primeras décadas después de la independencia de Israel y en los años 60 habían llegado a tener un acelerado grado de desarrollo.
El número de kibutz llegó a 270 y contaban con 130.000 personas en su esplendor pero nunca constituyeron más allá del 3 al 5 % de la población israelita. El prestigio político que los kibbutzim disfrutaron en los 60 quedó demostrado en el Parlamento Israelita cuando 15% de sus miembros eran ex miembros de los kibbutzim.
Los primeros kibbutzim tenían en mente algo más que ser simple granjeros en la Palestina. Querían crear una nueva sociedad donde todos eran iguales sin ser “explotados”. Deseaban ser independientes de las patronales y empresarios poseyendo las propiedades en común y que cada miembro produjera de acuerdo a sus habilidades y consumiera para satisfacer justamente sus necesidades.
Sin embargo, los kibbutzim no tenían por objeto imponer sus creencias y practicas socialistas al resto de la población y funcionaron como organizaciones comunitarias dentro de un medio ambiente de propiedad privada en el resto de Israel.
En el kibutz, el principio de la igualdad se seguía seriamente y el socialismo se logró en su plenitud: nadie poseía sus propias herramientas, los regalos recibidos de afuera eran entregados a la administración. Se rotaban las obligaciones y trabajos, se compartían las comidas en los comedores comunitarios, sus alberges eran idénticos y los niños eran cuidados en los centros especiales educacionales con poco contacto físico con los padres.
Para inculcar el espíritu comunitario, las comidas se servían en mesas donde los esposos no se sentaban juntos y algunos utensilios de cocina no se permitían pues podía conducir a la reunión de los esposos.
Los miembros de los kibbutzim no poseían cuentas de banco propias y raramente tenían contacto con el dinero y los medios eran distribuidos equitativamente. Las compras en las cantinas debían ser aprobadas por el comité a cargo.
Los miembros participaban en asambleas generales semanales en donde cada uno podía intervenir. Las decisiones más primordiales de cada kibutz se aprobaban por consenso o mediante el voto, a menudo con escasas audiencias, mientras que las actividades de “a diario” eran señaladas por los dirigentes y anunciadas en tablillas colocadas en los comedores comunitarios.
Acompañaban a estas asambleas extensos comentarios acerca de ciertos elementos calificados como “parásitos” quienes abusaban de la propiedad comunitaria y no se esforzaban en sus obligaciones laborales.
Uno de los temores más debatidos en los kibbutzim era el nacimiento de un niño(a) y el ineterrogante que surgía era el de ¿quién estaría a cargo de este nuevo miembro a partir de su nacimiento?.
La respuesta en general fue que pertenecía a todos y algunas mujeres amamantaban a los neonatos sin ser sus propios hijos.
En la década de 1920, los kibbutzim iniciaron un proyecto conocido como “Las Sociedades de los Niños” donde enfermeros y maestros funcionarían como mejores crianderos que los propios padres. Los padres no podían acostar a sus hijos y por lo general no los veían por periodos extensos, excepto de forma casual.
Creyeron que de esta manera librarían a las madres de lo que se le llamó la “tragedia biológica” de dedicar horas a educar a sus proles y así podrían estar libres para cumplir con las obligaciones laborales o disfrutar de periodos de esparcimiento.
Esto era de gran prioridad, ya que el número de mujeres en los kibbutziim era superior al de los hombres en la mayoría de los casos.
Platón en su obra “La Republica” subraya que un factor contribuyente al socialismo es mantener a los hijos separados de los padres ya que la “familia” contribuye a querellas que surgen de ser propietarios y de tener lazos familiares.
Sin embargo, las mujeres ya nacidas y/o criadas en los kibbutzim eran reacias a participar en las obligaciones impuestas por las “Sociedades de los Niños” y pusieron fin a las mismas.
Algunos de los jóvenes producto de este experimento expresaron más tarde: “dándonos de mamar cada cuatro horas y pudiendo llorar para que se desarrollaran nuestro pulmones, crecimos sin esa seguridad vital que se necesita para la supervivencia....fuimos educados para que fuéramos iguales...pero éramos realmente diferentes... Al llegar la noche los adultos apagaban las luces y se marchaban. Y uno sabia que se orinaría en la cama ya que teníamos miedo de ir solos al cuarto de aseo” (Gavron Daniel “The Kibbutz: Awakening from Utopia”. Rowman & Littlefield, Lanham 2000).
Uno de los ejemplos más radicales para eliminar desde una edad temprana la idea de la posesión de bienes propios fue la de los kibbutzim. En estas comunas los niños no tenían nada de su propiedad incluida la ropa interior.
Algunos autores como Spin, Batleheim y Baizerran han investigado el impacto psicológico de la vida comunitaria de los kibbutzim y han concluido que los niños y jóvenes en estas comunidades tuvieron grandes dificultades en establecer amistades, lograr madurez en las relaciones intimas y en vínculos que conllevan al matrimonio y a la formación de familias.
Estas capacidades se calificaban como “sentimientos egoístas”. No podían enamorarse porque se les había enseñado que este sentimiento implica “posesión”. No debían ser poetas porque la poesía era algo que solo “unas personas” disfrutarían. No hay duda que fueron excelentes militares ya que se sacrificaban por el “bien común”.
Para esta época, la tercera generación de los kibbutzim comenzó el éxodo de la vida comunitaria.
En los kibbutzim las relaciones padres/hijos fueron mancilladas de ex-profeso y la educación escolar se llevaba a cabo con el propósito de inculcar desde bien joven los principios socialistas.
La rebelión contra la educación comunitaria de los niños fue una de las principales causas del fracaso de los kibbutzim como experimento socialista.
Muchos de los niños nacidos y criados en los kibbutzim no quisieron que sus propios hijos siguieran la tradición educacional del pasado.
Este cambio en la actividad y el pensamiento produjo modificaciones en la construcción de viviendas y su distribución, la desaparición de comedores populares y el surgimiento de pequeñas bodegas dentro de los recintos de los kibbutzim.
Este cambio trajo también un resurgimiento del individualismo contrario a los más básicos principios socialistas de los kibbutzim.
A medida que nuevas generaciones nacieron y crecieron, los kibbutzim experimentaron cambios en la organización y cultura y la identificación de sus nuevos miembros con sus propósitos y fines originales fueron a menos.
La época de gloria de los kibbutzim fueron los años 80, aunque en 1977 Menachem Begin fue elegido Primer Ministro de Israel y puso coto a la política del Partido Laboral Israelita desde la fundación de este como Estado judío de subvencionar a los kibbutzim. Begin suspendió la ayuda económica estatal y los contratos gubernamentales con estas instituciones colectivas.
En el periodo de los 80 se vio un despunte de la inflación en Israel y los kibbutzim se vieron en la necesidad de gestionar prestamos que más tarde no podrían pagar como consecuencia de inversiones no rentables en el mercado de valores, que naturalmente era un campo sobre el que carecían de experiencia.
La situación económica en Israel de los 80 contribuyó a la insolvencia de los kibbutzim, pero para entonces el país ya no tenía que depender de ellos para su desarrollo y seguridad como lo había hecho en décadas anteriores.
En la misma década se produce otro cambio en los kibuutzim: se instituye el bono monetario individual que podía ser utilizado en la satisfacción de los deseos individuales de sus miembros.
Había comenzado el cambio hacia la existencia de la propiedad privada.
Algunos de sus miembros comenzaron a trabajar por su propia cuenta (cuentapropistas) fuera de los kibbutzim, lo que los puso en contacto con el mundo de la iniciativa privada.
Estas actividades acentuaron las diferencias que existían entre la individualidad y el colectivismo de los kibbutzim, afectando directamente el incentivo al trabajo comunitario-.
Factores económicos externos a los kibbutzim forzaron a que los dirigentes tuvieran que remunerar a los miembros de los kibbutzim por horas prolongadas de trabajo y más tarde muchos de los servicios y bienes fueron paulatinamente privatizados llegando algunos a borrar de sus rótulos la palabra “kibbutzim”.
Aquellos que dejaban la vida comunal eran por lo general los miembros más productivos y para conservar cierta fuerza laboral los dirigentes tuvieron que contratar trabajadores sin vínculos a los kibbutzim y establecer diferentes tarifas de salarios de acuerdo al nivel de trabajo.
Los miembros de los kibutzim también descubrieron con el tiempo que la autosuficiencia económica era imposible en las actividades agrícolas y en la inversión de capital, y en la actualidad se han visto en la necesidad de asalariar a palestinos como fuerza laboral y los kibbutzim están involucrados en actividades comerciales de índole turística y de servicios.
Después de varias décadas de socialismo voluntario, los kibbutzim están abandonando los principios socialistas y han iniciado proyectos capitalistas para lograr ciento éxito económico al fomentar más la industria que la agricultura y permitir que los esfuerzos empresariales privados fomenten la creación de factorías, hoteles, centros turísticos y comerciales.
En abril de 2001, el periódico Jerusalem Post reportó que uno de los kibbutzim en el centro del país se desmantelaba para convertirse en una comunidad donde cada miembro fuese dueño de su vivienda y poseyese acciones de la factoría, mientras vendían sus tierras para pagar la deuda comunitaria.
Un miembro ya anciano del kibbutz Kinneset expresó: “Tratamos de cambiar la naturaleza humana y crear un nuevo ser humano. Para mi pesar, el kibutz no tuvo ningún éxito en esa campaña”.
Arthurdale
La cuarta y última instancia en establecer voluntariamente una sociedad socialista, aunque bajo los auspicios del Estado, fue Arthurdale en el condado de Preston en el Estado de la Virginia Occidental ( West Virginia ) en los EE.UU..
La situación económica en el noroeste del estado de West Virginia en los Estados Unidos había sufrido un gran reverso en 1932. Esta zona de Norteamérica había sido un gigantesco centro de la minería carbonífera que en el año 1921 contaba con 37 minas en manos de 33 compañías en un territorio de 5 millas conocido como Scotts Run.
En 1932 el precio del carbón en los mercados sufrió los efectos combinados del fin de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión del 29, produciéndose el cierre de estas minas y despidos laborales que empobrecieron a los mineros y sus familias, lo que coincidió con el hecho de que las agencias estatales y entidades religiosas no contaban con los recursos necesarios para aliviar las nuevas condiciones económicas prevalentes.
En 1933, a la Sra. Lorena Hickok, amiga intima de la Primera Dama Eleonor Roosevelt, se le encomendó realizar una gira por Morgantown en el noroeste de West Virginia y el resto de los Apalaches y observar de cerca las condiciones de vida de los mineros afectados por los cambios que había sufrido la industria del carbón.
Al finalizar tal periplo, esta Sra. informó a la Primera Dama que las condiciones de vida existentes “no hubieran sido recomendadas ni para los cerdos” y que podrían acarrear graves consecuencias sociales más adelante.
Como resultado de esta impresión alarmante de la Sra. Hickok, la esposa del presidente se trasladó a la región en agosto de 1933 para ver personalmente la situación imperante.
Después de dos semanas, la Sra. Roosevelt anuncio la creación de la primera comunidad planificada por el Estado americano compuesta de mineros desplazados del campo Scotts Run. Este proyecto gubernamental fue asignado al Ministerio del Interior con el nombre de Arthurdale, siendo el Sr. Harold Ickes quien ocupaba tal cartera estatal.
En 1934 Arthurdale fue la primera de muchas otras comunidades similares previstas por la administración de Franklin D. Rooselvet. (FDR). Otras fueron Pendelea Homestead en Carolina del Norte y Austin Homestead en Minnesota.
El objetivo teórico de tal comunidad era congregar trabajadores agrícolas y mineros del carbón de escasos medios en un medio ambiente rural donde pudieran permanecer empleados y auto abastecerse económicamente.
La Sra. Rooselvet asumió la planificación e implementación de Arthurdale como algo personal y actuando como “encargada” ordenó que las construcciones de casas y edificios de la comunidad cumpliesen con las últimas medidas en materia de construcción, se atrajeran industrias y se vigilara que los gastos no excedieran el presupuesto asignado a tal empresa por el Estado.
Ni corta ni perezosa la Sra. Roosevelt envió una carta al senador republicano George Norris en la que solicitaba la adquisición de 1.000 acres en el estado de West Virginia que pertenecían a un ciudadano cuyo nombre era Richard Arthur, que no había podido pagar los impuestos sobre su finca. La Primera Dama había asegurado que esta inversión no sería sufragada por los contribuyentes, sino que se pagaría por sí misma en el corto plazo.
Poco más tarde era obvio que esta franja de tierra no satisfacía las condiciones para ser habitada en la forma masiva como había sido planeada por los burócratas gubernamentales, debido a las características porosas del subsuelo y las dificultades de proveer el suministro de agua potable a dicha zona.
Como otros programas gubernamentales, este se inició precipitadamente con la compra de 50 casas de verano prefabricadas, totalmente inadecuadas para el clima de West Virginia y sin las dimensiones apropiadas para que cupieran dentro de las zapatas que ya se habían construido. Por lo tanto una serie de arquitectos fueron traídos desde New York para que rehicieran las casas y las acomodaran al clima de la región y a las dimensiones apropiadas, lo cual atrasó el proyecto unos 6 meses.
El interior de la casas se amuebló de una manera lujosa, flores fueron traídas para adornar los jardines y pozos de agua fueron fabricados a un costo que malamente la nación americana podía solventar durante los años que siguieron a la depresión del 29. El Ministro del Interior Ickes hizo referencia a este gasto al comentar: “Hemos gastado dinero en Arthurdale como marineros embriagados”.
A mediados de 1934, los primeros “colonizadores” se habían establecido y más tarde Arthurdale llegó a ser una comunidad de 165 casas. El costo original calculado por la Primera Dama había sido de 2.000 dólares por unidad, pero el costo final llegó a ser de 16.625 dólares cada una. Indiscutiblemente, el presupuesto para instituir esta comunidad planificada había sido sobrepasado de una manera extraordinaria pero ningún funcionario que había participado en la evaluación inicial fue despedido y el proyecto continúo a toda marcha.
A pesar de todo la Sra. Rooselvet consideró a Arthurdale un experimento social que marcaria los inicios de un nuevo tipo de vida donde se forjaría el “nuevo hombre americano”.
Los “colonizadores” de Arthurdale habían sido convertidos de una manera imperceptible en miembros del sistema benefactor estatal, llegando al punto de llevar al ómnibus escolar para que fuese reparado en el taller de la Casa Blanca situado a 200 millas, antes que intentar su arreglo en Arthurdale.
Otra vista de Arthurdale
Este experimento social partía del concepto de integrar la familia, el trabajo y la comunidad que había sido manifestado por M.L. Wilson, un economista agrario que encabezó la “División de Colonias Subsidiadas” creada por FDR en 1933.
El propósito de estas “colonias” subsidiadas era combinar en un solo programa la descentralización industrial, la relocalización de la fuerza laboral y lograr la agricultura de sustento para balancear las vidas rurales y urbanas, lo cual brindaría las ventajas de una nueva estructura de civilización.
En cada colonia cientos de familias dispondrían de financiamiento para adquirir casas nuevas con suficiente tierra (5 acres) para actividades agrícolas localizadas alrededor de plantas industriales donde sus miembros podrían ser empleados. Una perfecta combinación de vida rural y urbana que sería un ejemplo para su diversificación más tarde en todo los Estados Unidos.
El objeto central de las “colonias subsidiadas” es la cooperación– crear cooperativas entre los “colonizadores” para lograr la formación de unidades sociales y económicas que menoscabaran el individualismo-.
Estas ideas dieron a los estadounidenses de la época la oportunidad de creer en la iniciativa empresarial mientras eran reclutados en un sistema benefactor estatal que regularía sus futuros.
En junio de 1934 las primeras 50 familias se trasladaron a sus nuevas residencias en Arthurdale. Sus actividades diarias fueron organizadas por los dirigentes administrativos gubernamentales para unificar la ideología comunitaria con la del pionero colonizador y lograr el propósito anunciado por la Sra. Roosevelt: “Hay que ensenarles a los colonizadores como vivir”.
Las labores de los pioneros fueron asignadas de acuerdo al sexo donde los hombres se dedicaron principalmente a las labores agrícolas, mientras las mujeres se ocupaban de preparar las comidas de las escuelas, envasar productos de conservas alimenticias y acudir a clases para aprender a tejer.
Para dirigir la educación de los niños, la Sra. Roosevelt eligió a la pedagoga Elsie Ripley Clapp quien había sido discípula y asistente de John Dewey en la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York.
En Arthurdale la Sra. Clapp implementó un sistema de enseñanza que “cumplía una función social” siguiendo las orientaciones de Dewey.
Este sistema consistía de un plan de estudios que interpreta a las actividades y necesidades comunitarias como el laboratorio donde los alumnos adquieren sus experiencias y conocimientos educacionales. Los problemas de la vida corriente son los que proveen la currícula, en lugar de los tradicionales tópicos escolares.
La Sra. Clapp intentó iniciar la enseñanza de niños a partir de la edad de 2 años, así como reeducar a los padres en todos los aspectos de la crianza de éstos. Según ella Estas intenciones se lograrían: “al extraer impedimentos físicos y mentales y remplazarlos con nuevas actitudes que los ayudarían”.
Muchos de los estudiantes en Arthurdale se convirtieron en profesionales, aunque algunos tuvieron dificultades el lograr un nivel universitario pues la enseñanza secundaria en Arthurdale no había sido reconocida y acreditada legalmente por el estado de West Virginia.
La organización de la enseñanza en Arthurdale era tal que los participes carecían de una idea clara de su progreso y no podían saber con certeza el nivel qué habían alcanzado en un momento dado. Esta incertidumbre esta agudizada por la gran variedad de cursos disponibles sin una currícula concordante con una enseñanza secundaria unificada.
Una vez que el sistema educacional fue inaugurado y establecido algunas de las familias de Arthurdale decidieron no enviar sus hijos a las escuelas de Ms. Clapp y los matricularon en el sistema educativo de Masontown (pueblo adyacente a Arthurdale ).
Sin embargo, hoy en día muchos de los antiguos alumnos de Arthurdale opinan que la currícula que habían utilizado les había sido beneficiosa.
Mas tarde, poco a poco el plan de estudios fue transformándose y gravitó hacia los de los distritos escolares adyacentes, satisfaciendo así los requisitos necesarios para la acreditación estatal.
Esto sucedió al cambiar los administradores originales y ante la falta de recursos monetarios estatales procedentes de Washington D.C. y el deseo de los padres de que sus hijos acudieran a escuelas que impartieran enseñanzas “tradicionales”.
Aunque la Sra. Roosevelt había logrado que algunas firmas industriales localizaran plantas manufactureras en Arthurdale, tales como General Electric, solo Sterling Faucet permaneció por largo tiempo lo cual limito el número de plazas de trabajo fuera del campo agrícola.
Al mismo tiempo, la mayor parte de las familias en Arthurdale se percató de que no podía subsistir con lo que lograba en sus cultivos y se convirtió en dependiente del sistema benefactor estatal.
A finales de la década de 1930, Arthurdale había perdido el apoyo financiero de Washington DC y la Sra. Roosevelt no había logrado el sostén político para prolongar la existencia del proyecto que tanto había anhelado. En 1941 Arthurdale fue privatizado totalmente y todas las propiedades estatales fueron vendidas, con pérdida a los “colonizadores”. El experimento de Arthurdale había llegado a su final.
En 1985 se fundó una organización que se ha dedicado a mantener muchas de las construcciones originales de Arthurdale las cuales se pueden visitar hoy día.
En 1961 la Sra. Roosevelt visitó Arthurdale por última vez con el objeto de inaugurar una iglesia presbiterana.
Visita de la Sra. E. Roosevelt a la Escuela Secundaria de Arthurdale
----------------
En los kibbutzim asi como en la Nueva Armonía de Owen y los emplazamientos originales de los colonizadores del Mayflower y de Arthurdale, no existió la coerción; sin embargo, una vez que la vida socialista fue experimentada en su plenitud la mayor parte de sus miembros eligieron “democráticamente” abandonarla o abolirla.
Al considerar la reacción de los participes en la organización socialista de vida que existió en las cuatros situaciones presentadas aquí, uno debe indagar lo siguiente referente al socialismo: ¿Cómo una idea tan incongruente con la naturaleza humana ha logrado captar la mente de las masas de una manera tan rápida y efectiva?
¿Cómo esta idea que invoca tantos sentimientos humanos “nobles” ha dado lugar a los regímenes estatales más crueles en la historia de la humanidad?
La gran diferencia entre el individualismo y el socialismo es que el primero permite experimentar con el segundo mientras que el socialismo no da cabida a aquellos que prefieren vivir dentro del marco de la libre iniciativa personal.
“Si el socialismo va en contra de la naturaleza humana, nosotros cambiaremos la naturaleza humana” dice un slogan marxista. Muchos seres humanos creen que es indigno robar, asesinar o torturar para su propio beneficio pero es una virtud hacerlo en bien de los demás. Nos dicen los socialistas: no puede recurrir a la brutalidad para su provecho, pero siga adelante si es necesario para “ayudar” a los demás. Quizás la opinión más repugnante que uno oye a veces en boca de intelectuales socialistas sea: “Seguro, Stalin asesinó a millones pero es justificable porque fue en beneficio de las masas”.
Jamás consideré a los socialistas como “sinceros aunque equivocados idealistas”. El propósito de esclavizar a algunos seres humanos para el bien de otros no es un ideal. La brutalidad no es idealista y no importa cuáles son sus propósitos. Nunca digamos que el anhelo de “hacer bien” por la fuerza es un buen motivo. Ni el deseo del poder absoluto ni el atropello contra los semejantes son buenos motivos.
Sospechemos siempre de aquellos que a través del socialismo nos prometen el paraíso en la tierra y nos quieren conducir hacia el “mar de la felicidad”.
Las utopías imaginarias de Platón, Tomas Moore y demás socialistas tienen que contar con la coerción para perpetuar sus fines pues aun por los medios voluntarios y pacíficos el socialismo ha sido un fracaso ya que de una u otra forma nos lleva de una manera inexorable a la miseria total.
FIN
Bibliografía
• “Día de Dar Gracias: Oda a la Propiedad Privada” por Ricardo E. Calvo MD PhD, Revista Electrónica Guaracabuya, noviembre 2007.
• “Heaven on Earth: The Rise and Fall of Socialism” por Joshua Muravchik., Encounter Books., 2002. • “Kibbutz” en enciclopedia electrónica Wikipedia (ingles)
• “The Kibbutz: Awakening from Utopia” por Gavron, D., Rowman & Littlefield, Lanhan, 2000.
• “The Children of the Dream” por Bettelheim, B., Simon & Schuster., 2000.
• “Pay-as-you Go Kibbutzim” en el Wall Street Journal, Mayo 26 2005, pp B1-B2.
• “The Peculiar History of Arthurdale” por C.J. Maloney Agosto 2007., Mises Daily em www.mises.org.
• “Constructing Ideal Families in Ideal Communities: The Case of Arthurdale, West Virginia” por Stuart Patterson, Institute of Liberal Arts, Emory University, Working Paper 12, April 2002.
• “Participants in the Arthurdale Community School’s Experiment in Progressive Education From the Years 1934 – 1938 Recount Their Experiences” por Mary Wuenstel Ed. D., Duquesne University, Pittsburgh, Pa 2002.
viernes, 27 de agosto de 2010
QUE BUENO BAILA USTED A LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE MIAMI 20110
Los historiadores y musicólogos siempre han expresado que el fenómeno singular de la música cubana es el resultado del encuentro del blanco y el negro. Sin embargo, ese es un hecho histórico que se ha repetido, por siglos, en muchas partes del mundo. Estados Unidos, Brasil, Colombia, Puerto Rico, países que cuentan con una vigorosa música, apenas tienen doce, catorce, quince ritmos. Los especialistas reconocen la existencia de más de treinta y tres en la más grande de las Antillas.
Ser el primer productor de azúcar, cuando el azúcar era en el mercado lo que significa hoy el petróleo; su posición geográfica en épocas en que se libraban las guerras por el dominio de las Américas y el combate a corsarios y piratas, para pasar a salvo el Triángulo de las Bermudas, hicieron de Cuba el gran astillero donde se construían los más variados y grandes barcos mercantes y de guerra.
Las clavijas −especie de tornillos de trincar barcos− devenidas, después de un artesanal tallado, en las sonoras Claves, en los momentos de solaz impusieron su decoroso cantar, aguantando la estridencia de los tambores africanos y creando una binaria entre los compases de la música de los blancos. Colocaron su voz de timbre claro, que abraza la melodía y bordea el ritmo, para inventar al bailador de salón y prohibir la división en razas.
Utilizando la poesía como método del conocimiento y medio para el discurso probarse a sí mismo, sobrepujando siempre las posibilidades del lenguaje al pretender narrar más de una acción al unísono, en medio de una polifonía de personajes y narradores, Qué bueno baila usted procura explicar el fenómeno único de la música cubana en virtud del camino más recto para llegar a la verdad: el arte de narrar.
La obra esta en venta en Amazon.com en http://www.amazon.com/dp/159754535X en Bn.com en http://search.barnesandnoble.com/booksearch/isbnInquiry.asp?isbn=159754535X
miércoles, 4 de agosto de 2010
VOLVERA A CAMINar
Ariel Sigler fue víctima de negligencia en Cuba
Ariel Sigler Amaya.
Radio Martí) - El ex-preso político cubano, Ariel Sigler Amaya, continúa recuperándose en el hospital, Jackson Memorial de Miami, y sus médicos aseguran que sus lesiones son reales y no recibieron la atención apropiada a su debido tiempo en Cuba.
El doctor Orlando Rodríguez, director del departamento de medicina interna del Hospital Jackson Memorial, desmintió un artículo del periódico oficialista cubano Granma, en el que se cuestiona la veracidad de la deteriorada situación física de Ariel Sigler.
"Todos los exámenes que nosotros hicimos con resonancia magnética muestran que él tiene deterioro en el cordón espinal, y eso es algo que nadie puede fingir", afirmó el doctor Rodríguez. "En los exámenes electro miográficos de sus músculos y nervios también se encuentran cambios de problemas que él tiene, y eso no se puede fingir".
Entretanto, Ariel recordó que el gobierno cubano está excarcelando preferiblemente a los presos políticos que aceptan viajar a España.
"No han liberado todavía a ningún preso para la calle. Es decir, que todavía hay un proceso negociador por parte del gobierno, con el objetivo de tratar de sacar la mayor cantidad de presos para otros países", dijo el ex prisionero de conciencia.
Los médicos que lo atienden en Miami esperan que Ariel - que salió de la cárcel en Cuba postrado en una silla de ruedas -, pueda caminar nuevamente en solo meses.
lunes, 2 de agosto de 2010
LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE JUAN MANUEL SANTOS
A la hora de elegir a su equipo de inmediatos colaboradores, el presidente electo Juan Manuel Santos no improvisó. Eso ya se lo reconocen.
No es sino mirar las hojas de vida de sus ministros para comprobarlo. Se trata de gente preparada, la mayoría con doctorados, maestrías y especializaciones, pero también con una amplia experiencia en lo público.
No es casual que entre los ministros nombrados tres hayan sido aspirantes presidenciales: Germán Vargas, Juan Camilo Restrepo y Rodrigo Rivera.
Claro que tampoco es una situación nueva. En lugar de privilegiar lo político, en todos los cargos que ha ocupado, Santos siempre se ha caracterizado por rodearse de gente preparada que conozca el tema que va a manejar. En una palabra, por tecnócratas.
Por ejemplo, los ministros de Hacienda, Protección Social y Agricultura son una clara demostración de lo que busca el mandatario con sus alfiles en este campo: reducir el déficit fiscal y bajar el desempleo.
"Empresarios, analistas, académicos, incluso dirigentes políticos, coinciden en que el equipo económico designado por el presidente Santos es garantía de tranquilidad para el país", señaló el diario Portafolio en su edición de ayer.
Por los lados del Ministerio de Interior y de Justicia, asume Vargas Lleras, un hombre con más de 30 años de vida pública, que se conoce al dedillo el Congreso, con el cual tendrá que cumplir una tarea fundamental: tramitar buena parte de las reformas clave que requiera el nuevo gobierno.
En la cartera de Defensa, convertida en los últimos años en uno de los ministerios más importantes, básicamente por ser el soporte de la lucha contra los violentos, asume Rodrigo Rivera, un dirigente que sabe de administración, estudioso, y un claro exponente del rechazo a los grupos armados ilegales. Se puede considerar la cuota uribista en la nueva administración.
Pero no son solo los ministros. Hay otros nombramientos clave en los que, más allá de cualquier recomendación, primó el conocimiento, la experiencia y la honestidad.
Germán Vargas, Mininterior
Cuando apenas tenía 20 años ya era concejal de Bojacá, luego pasó al Concejo de Bogotá y de allí, al Senado, donde estuvo 12 años consecutivos. Creció políticamente a la sombra de su abuelo, el ex presidente Carlos Lleras Restrepo y de Luis Carlos Galán. Se mueve como pez en el agua en el Congreso. Es un hombre frentero, de carácter, claro contradictor de la guerrilla y de los narcotraficantes. Un reformista. Ha sido víctima de dos atentados, situación que no lo ha mellado. Su apuesta en el Ministerio es elevar el nivel de coordinación del Ejecutivo con los otros poderes, sobre todo con las altas cortes. Liderará varias reformas, no sólo en los temas de su cartera, sino en diversas áreas del Estado.
Rodrigo Rivera, el Mindefensa
Nació políticamente en las filas de Luis Carlos Galán, en Risaralda, hace casi 30 años.
A los 14 años ya era columnista del diario La Tarde y a los 20, concejal de Pereira. Cuando tenía 26 era representante a la Cámara, y a los 32 presidente de esa corporación. En 1998 llegó al Senado.
Rivera es un liberal 'purasangre' que se ha negado a renunciar a su partido, pero a la vez un fiel defensor de la 'doctrina Uribe' en materia de seguridad. Defendió la segunda reelección del actual mandatario hasta el último minuto.
"La línea tiene que ser continuidad, de construir sobre todos los logros y esfuerzos que ha hecho el actual gobierno para brindarles todas las garantías de seguridad y de tranquilidad a nuestros compatriotas", dijo Rivera.
María Ángela Holguín, Canciller
No llega a conocer la Cancillería ni la política exterior colombiana. Las ha trabajado y estudiado. Sus criterios en este campo más bien son respetados.
Una de sus mejores cartas de presentación es la exitosa gestión que le permitió a Juan Manuel Santos visitar a líderes de 12 países de Europa y América Latina, en las últimas tres semanas.
Politóloga de la Universidad de los Andes y especializada en gestión pública con un postgrado en diplomacia y estrategia en París, Holguín tuvo un desempeño impecable como embajadora de Colombia en Venezuela, entre 2002 y 2004, al cultivar una positiva interlocución con el presidente Hugo Chávez.
Juan C. Echeverry, Minhacienda
Será el ejecutor del ambicioso proyecto económico del gobierno de unidad nacional.
Tiene un doctorado en economía de la Universidad de Nueva York. Como director de Planeación trabajó junto al entonces ministro de Hacienda Juan Manuel Santos en la reforma al sistema de transferencias y en los cambios a la legislación laboral, tributaria y pensional. Su máximo reto, ha dicho, es alcanzar un crecimiento del 6 por ciento anual, basado en impulsar la agricultura y la vivienda, así como en hacerle un fuerte ajuste a la distribución de las regalías.
Este bogotano con ancestro tolimense es filósofo con carné del Partido Conservador.
Germán Cardona, Mintransporte
Hace 16 años, en su primer periodo como alcalde de Manizales, Germán Cardona construyó en tiempo récord el estadio de fútbol Palogrande. En solo 17 meses este ingeniero civil de la Universidad Nacional desarrolló el proyecto 'parqueándose' en la obra a las 7 de la mañana, todos los días, para que llegara a su fin. Desde entonces, su fama de ejecutor eficaz le significó repetir alcaldía, llegar a la gobernación de Caldas y convertirse en Zar Anticorrupción.
Sus prioridades son concluir los actuales proyectos, no iniciar ninguna obra sin tener los diseños completos y transformar el Inco. Y sueña, en concreto, con dejar lista la vía Bogotá-Buenaventura "con las mejores condiciones de competitividad".
Juan C. Restrepo, Minagricultura
Este abogado de origen antioqueño, de 64 años, con especialización en derecho económico y doctorado en derecho administrativo, es una de las figuras colombianas más respetadas en el campo de la economía.
Fiel defensor de las ideas conservadoras, ha sido, en su nombre, precandidato presidencial en dos ocasiones.
Su autoridad en el manejo de la ciencia económica, sobre todo de la hacienda pública, no le resta acatamiento a la hora de trazar líneas políticas.
Restrepo dijo que orientará una política de agricultura empresarial e implementará políticas de desarrollo rural. Una de sus prioridades es devolverles a los campesinos las tierras que están en manos de los narcotraficantes.
Carlos Rodado, Minas y Energía
El nuevo jefe de esta cartera es ingeniero civil con maestría y Ph. D en economía.
De origen conservador, fue embajador en España, gobernador del Atlántico, presidente de Ecopetrol, constituyente, ministro de Minas y congresista, entre otros cargos.
Para Rodado, en este momento, el gran desafío es definir cómo se convierte la potencialidad energética y minera de Colombia en una realidad. "Todavía es mucho lo que se tiene que hacer para que el desarrollo minero y energético del país se convierta en generación de empleo e ingreso de divisas y, sobre todo, en bienestar para los colombianos", aseguró.
En materia de hidrocarburos -dice- Colombia necesita prepararse para manejar la 'bonanza petrolera'.
Mauricio Santa María, Minprotección
Alcanzó un alto reconocimiento como Subdirector Ejecutivo y Director Ejecutivo Adjunto de Fedesarrollo.
Máster y Ph.D. en economía de la Universidad de Georgetown, se graduó primero como economista de la Universidad de los Andes.
Hizo parte de la Unidad de Pobreza del Banco Mundial y tuvo una carrera ascendente en el Departamento Nacional de Planeación, hasta convertirse en subdirector General.
Una de sus principales misiones será la de afrontar la crisis de financiación del sector de la salud y asistir a la separación con el ministerio de Trabajo.
"Lo conozco bien y por eso estoy muy confiado de que va a hacer una gran labor en el Ministerio de Protección Social", dijo Santos de él.
Beatriz Uribe, Minvivienda
Economista de la Universidad del Rosario, con posgrados en Inglaterra en desarrollo económico y política social, estuvo en el Departamento Nacional de Planeación, en los ministerios de Hacienda y Educación, y en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Washington. Fue viceministra de Vivienda y presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol).
Considera necesario universalizar la vivienda y diseñar nuevas formas de subsidio, ideas que coinciden con las del presidente Santos, que espera construir un millón de soluciones habitacionales en su Gobierno. Viene de las entrañas del conservatismo.
Díazgranados, Mincomercio
El samario Sergio Diazgranados fue convocado por Juan Manuel Santos a ocupar la cartera de Comercio, porque confía en que superará los grandes retos que tiene el sector.
A este abogado, especializado en gerencia pública y en gobierno y finanzas, le corresponde dar el impulso final al TLC con EE. UU., poner en marcha los TLC con Canadá y Europa e impulsar los tratados con Panamá y Corea del Sur.
Fue presidente de la Anato, viceministro de Desarrollo durante tres años y hasta hace poco se desempeñó como secretario general de 'la U'. También fue representante a la Cámara, diputado y concejal.
Sandra Bessudo, Minambiente
La pasión de esta bióloga marina es el océano. Y en él, los tiburones martillo. No en vano una buena parte de su vida la dedica a bucear.
Fue directora de la Fundación Malpelo, desde donde cumplió una labor trascendental en la protección ambiental.
De acuerdo con ella, al presidente Santos le interesa el Pacto Ambiental, que es un acuerdo de 12 puntos para defender el medio ambiente.Bessudo fue una de las líderes de ese convenio. "El Pacto será una brújula de nuestra gestión", dijo.
Agregó que habrá que mirar el trabajo con las regiones, la conservación de ecosistemas ecoestratégicos y la importancia de los recursos hídricos, entre otros temas.
María F. Campo, Mineducación
La nueva ministra de Educación es ingeniera industrial y tiene un máster en Finanzas.
Entre 1998 y 1999 se desempeñó como viceministra de Relaciones Exteriores, y en los últimos nueve años estuvo como presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio de Bogotá. Una de sus metas en el Ministerio es mejorar la calidad de la educación, básicamente disminuyendo la brecha existente entre los colegios públicos y los privados.
Para ella es clave mantener las políticas de ampliación de las coberturas escolares iniciadas por este Gobierno.
Igualmente, buscará una solución para que más bachilleres puedan acceder a la educación superior.
Personas clave en el gobierno
Gabriel Silva
Embajador en Washington
El actual ministro de Defensa será el 'hombre fuerte' en Washington. Como un gran conocedor de la política de EE. UU., tiene la tarea de lograr la firma del TLC y mantener la ayuda para el Plan Colombia.
Hernando José Gómez
Director de Planeación Nacional
Este economista fue codirector del Banco de la República y jefe negociador del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos.
Su tarea será diseñar y planear las políticas sociales y de desarrollo.
Juan Mesa
Consejero para las comunicaciones
Abogado bogotano de 39 años. Fue secretario privado de la Presidencia. Se encargará de las comunicaciones estratégicas, el manejo de la prensa y de la imagen del país en el exterior. En la campaña apoyó a Santos en el manejo de medios.
Catalina Crane
Alta consejera presidencial
Es economista con máster en administración pública. Fue viceministra de Hacienda y estaba en la Presidencia de Procafecol. Será la delegada del Presidente en la Casa de Nariño para coordinar grandes asuntos del Estado.
En la médula del poder
Samuel Azout
Alto Consejero para la Prosperidad Social
Cercano a Sergio Fajardo, Azout es economista de Cornell University, con MBA de Georgetown y máster en Administración Publica, de Harvard. Ha estado vinculado a Almacenes Exito, Carulla & Viveros, AeroRepública y Payless Shoesource.
Cristina Plazas
Secretaria del Consejo de Ministros
Esta abogada incursionó en la política en el 2000 como edil de Chapinero, en Bogotá. En 2003 obtuvo una curul en el Concejo. Su tarea será coordinar los consejos de ministros, trabajo clave en un escenario donde se trazan políticas del Gobierno.
Miguel Peñalosa
Alto Consejero para las Regiones.
En el gobierno del presidente Uribe se encargó de organizar los consejos comunales. Nació hace 51 años en Cúcuta (Norte de Santander). Así mismo, se encargará de hacerle seguimiento a los compromisos que se asuman con la comunidad.
Juan Carlos Pinzón
Secretario Privado de la Presidencia
Como viceministro de Defensa de Juan Manuel Santos administró el presupuesto militar, durante tres años. Este economista ha trabajado con la Federación Nacional de Cafeteros, la Asobancaria, el Minhacienda y el Banco Mundial.
LA CONSTITUYENTE EN EL AIRE
PROYECTO DE PROGRAMA DE RADIO.
A partir de la primera semana de Agosto, se comenzará a transmitir por onda corta y por www.radiorepublica.org un programa radial, con guion y direccion del abogado y escritor Faisel Iglesias, que pretende hacer un estudio de las formas históricas de gobierno a fin de que en la Cuba Libre, sepamos darnos las Instituciones que la Patria merece..
Cuba, como todas Las Américas, es el resultado del desarrollo de eso que se ha venido en llamar Mundo Occidental, que no solo ha sido un hecho militar, sino un modo de vida, de sociabilidad y que ha tenido su fundamento espiritual en el universo judeocristiano, que le ha permitido erigir, con el devenir el tiempo, al ciudadano en soberano, porque, en definitiva, Dios nos hizo a su imagen y semejanza.
Europa, su espacio vital, ha tenido acontecimientos históricos que han matizado su concepción de la sociedad, el estado y el derecho. La Reforma Protestante y los derechos arrancados a Juan Sin Tierras, por un lado y la invasión árabe, con su consecuente guerra de reconquista en la península ibérica, y posteriormente la Revolución Francesa, por otro, provocó que en el Nuevo Mundo se expresen concepciones diferentes de vida pública y privada, según estemos al norte o al sur del rio Bravo.
En consecuencia las XIII Colonias nacieron con ciudadanos con ciertos derechos y sistemas judiciales independientes. Lograda la independencia se dotaron de una Ley Suprema que ha erigido al ciudadano en soberano y al estado en un instrumento a su favor. En Nuestra América, sin embargo, se implanto violentamente un estado y un derecho ajenos, donde todos los poderes estaban concentrados en una sola persona; El Capitán General. Después de las independencias, el concepto de soberanía nacional, han servido para que nuestros sucesivos dictadores se escuden para no tener que darle a los hombres sus derechos, por lo que Martí dijo: sigue viviendo la colonia en las republicas.
El triunfo de la Revolución Cubana, en medio de la Tercera Guerra Mundial, conocida como la Guerra Fría, condiciono el alineamiento de Cuba al Campo Socialista - expresión moderna de los regímenes despóticos orientales, con un poco de filosofía alemana -, el cual tenía una concepción monista del estado y consideraba al derecho un instrumento – y por tanto sin valores propios – de la clase (mejor casta) dominante. En consecuencia el castrismo extrapolo a Cuba de su natural espacio vital; el mundo occidental, incurriendo en el error del que nos advirtiera El Maestro, hace más de cien años, de “copiar doctrinas y formas foráneas de gobierno”
Cuba necesita su espacio geopolítico natural, reconquistarse a sí misma. En consecuencia, “La Constituyente en el Aire”, será un programa didáctico, que les ofrecerá a los radioescuchas los conocimientos que le permitirán la conciencia necesaria para unas Cuba donde el soberano sea el ciudadano, y pueda al fin, con la plenitud de sus ciudadanos, contribuir al equilibrio aun vacilante de las Américas y el mundo
domingo, 1 de agosto de 2010
PUGNAN LOS HERMANOS CASTROS
Jorge Hernández Fonseca
31 de Julio de 2010
El panorama político interno cubano comienza a definirse, lo que no quiere decir simplificarse, porque más bien se complica por días. La señal que emitió el dictador mayor, haciendo coincidir su primera aparición pública --después de cuatro largos años-- con la salida del primer grupo de presos políticos que viajó a España, no llegó a los observadores del panorama cubano en clave muy entendible. Hubo criterios encontrados en el código de la repentina aparición: unos para decir que ésta era crítica a Raúl, otros afirmaron que la aparición era de apoyo a su hermano.
Los campos comienzan ya a deslindarse en torno a los dictadores cubanos. Por parte del dictador mayor, la organización de sus propios actos celebrando el 26 de Julio, primero en Artemisa y después en la Plaza de la Revolución, en la Habana, casi en paralelo con la celebración pifia de Raúl (y Machado Ventura), no deja lugar a dudas de la brecha que separa a ambos hermanos y del significado real de las “apariciones”. Fidel Castro, como ha hecho siempre desde que tiene uso de razón, conspira “contra el gobierno”, que ahora se llama Raúl.
La actitud del hermano menor había sido, hasta ahora, de total docilidad pública, ya que había desaparecido del panorama cubano, llegando incluso a no discursar en el acto central por el 26 de Julio como se esperaba. Esta fue la única comparecencia pública de Raúl desde que Fidel comenzó a dejarse ver y a reunir a su alrededor grupos diversos bien escogidos. Fidel ha mantenido un silencio ensordecedor --por significativo-- respecto a los temas nacionales, tan candentes y decisivos como lo es la derrota de su ideología socialista, ya en marcha.
Hasta el momento no había habido “cruces de espada”, y las estocada –todas-- fueron lanzadas por el hermano mayor con sus apariciones en fechas marcantes y su celebración paralela del día de la “rebeldía nacional”. Las cosas comienzan a cambiar. Las huestes de Raúl acaban de acertar el primer tiro de larga distancia que ha impactado directamente en el cuerpo agonizante de los residuos del fidelismo: la andanada escrita de la Iglesia Católica contra el castrismo.
Parece lógico suponer que el artículo aparecido en la revista católica “Palabra Nueva” bajo el cuidado nada menos que del Cardenal Ortega --el mismo que Raúl eligiera como interlocutor válido en la sociedad civil cubana-- está relacionado con la guerra sorda que libran Fidel Y Raúl. El hermano mayor se siente responsable del desastre socialista reinante en la isla, que Raúl ha criticado desde que llegó al gobierno sin mencionarlo directamente. Claro que el dictador mayor se ha sentido aludido y no quiere que las prometidas “reformas” de Raúl, finalmente conviertan su “revolución” en un sonado fracaso, estando aún con vida.
El artículo que a Iglesia hizo publicar el jueves 29 de Julio es la primera crítica pública fuera del partido que se permite en el país, por lo que pudiera deducirse que ha sido autorizada por las huestes de Raúl. Es un artículo contundente que cuestiona incluso el haberse abrazado el socialismo, porque –dice-- “el dilema no es socialismo o capitalismo, es lo que funcione”.
Adicionalmente, toda la increíble parafernalia hecatómbica-nuclear que enarbola el dictador mayor durante sus apariciones públicas, además de reflejar la “fijación” del momento y el entretenimiento preferido del anciano convaleciente, no deja de ser una cortina de humo para ocultar sus verdaderas opiniones sobre el acontecer político-económico cubano y ha decidido no hablar de ello, simplemente porque son contrarias a las líneas de su hermano Raúl.
Claro que estos indicios pudieran ser parte de una trama entre hermanos para que “la prensa extranjera” haga conjeturas, que posteriormente serían desmentidas por el régimen cubano, anotándose, según su cerrada óptica, otra “victoria” mediática. En realidad, el periodismo de análisis tiene derecho a hacer sus conjeturas, sean estas favorables o no a la dictadura.
A favor de la teoría de la diferencia entre hermanos existen un argumento importante: Es casi universalmente reconocido entre los observadores del panorama político cubano, que existen en la isla dos bandos dentro del gobierno y el partido, que defienden caminos diferentes para resolver la grave crisis cubana. Por un lado, los que propugnan cambios no estructurales dentro de la “revolución” y los que defienden cambios estructurales, por otro. Los primeros no aceptan “métodos capitalistas” porque –argumentan-- eso implicaría la derrota de la ideología a medio plazo. Los segundos defienden el “modelo chino”, es decir, capitalismo en la economía.
Si aceptamos que esto es así, ¿por qué no deducir que ambos bandos están liderados por los máximos representantes del gobierno comunista, Fidel y Raúl, que se sabe defienden precisamente posiciones similares a las reconocidamente en pugna dentro del gobierno?
Esta guerra entre hermanos no tiene como ser ganada por Fidel, por dos razones: Primero, encabeza --entre los ‘malos’-- el bando peor, el más radical y el que ha llevado la isla a un empobrecimiento que no tiene paralelos en la historia universal. Segundo, Raúl cuenta con la mayoría de las fuerzas armadas cubanas y la policía política, dejando al anciano dictador solamente con seguidores despistados y desarmados. El pueblo por su parte no quiere ni a uno ni al otro, porque está cansado de experimentos y lo que quiere es libertad y democracia.
Todo lo que ha hecho Fidel a espaldas de Raúl es claramente una traición a quien encabeza el gobierno en nombre del partido. Parte de lo hecho Raúl durante su gobierno, es claramente una traición contra el hombre que arquitectó la fracasada sociedad cubana y se orgulla de ello.
La traición entre revolucionarios del mismo origen --como son Fidel y Raúl-- se paga con la vida. Ya ambos se pusieron de acuerdo antes para fusilar a innumerables comandantes y generales por cosas menos importantes que querer cambiar el régimen, o conspirar uno contra otro.
¿Habrá fusilados? Si acaso los hay, serán subordinados los que caerán de un bando u otro, acusados lógicamente de “agentes de la CIA”. Entre hermanos siempre habrá una salida honrosa, un “infarto” o un “traidor” que se prestó a asesinar al jefe. ¿Cuál de los dos saldrá vivo de esta encerrona a la que Fidel obliga a Raúl? Es muy difícil de pronosticar con la información disponible. Sépase sin embargo que las fuerzas actuantes desde el exterior, Estados Unidos y España, además del Vaticano, privilegian a Raúl sobre su hermano, lo que pudiera inclinar la balanza en su favor llegado el momento, más cercano quizá de lo que imaginamos.
Es posible que haya negociaciones en andamiento entre los equipos de los hermanos en pugna, lo que pudiera postergar el desenlace de la tragedia cubana y los bandos llegar a un compromiso aceptable para ambos. Pero la situación se ha tornado insostenible en las condiciones actuales. Después del artículo publicado por la Iglesia contra el castrismo cualquier cosa puede suceder, incluso contra la propia Iglesia, que ahora sí ha tomado partido claro y definido contra el socialismo castrista y en pro del sufrido e inerme pueblo cubano.
Casi de inmediato habrá sesiones públicas de la Asamblea del Poder Popular a la que el dictador mayor ha prometido asistir. Ahí podremos aquilatar el comportamiento de los hermanos, así como los puntos tratados en presencia de ambos. Será un momento sin par para tratar de inferir la real relación política entre ambos bandos en pugna por el poder en Cuba.
31 de Julio de 2010
El panorama político interno cubano comienza a definirse, lo que no quiere decir simplificarse, porque más bien se complica por días. La señal que emitió el dictador mayor, haciendo coincidir su primera aparición pública --después de cuatro largos años-- con la salida del primer grupo de presos políticos que viajó a España, no llegó a los observadores del panorama cubano en clave muy entendible. Hubo criterios encontrados en el código de la repentina aparición: unos para decir que ésta era crítica a Raúl, otros afirmaron que la aparición era de apoyo a su hermano.
Los campos comienzan ya a deslindarse en torno a los dictadores cubanos. Por parte del dictador mayor, la organización de sus propios actos celebrando el 26 de Julio, primero en Artemisa y después en la Plaza de la Revolución, en la Habana, casi en paralelo con la celebración pifia de Raúl (y Machado Ventura), no deja lugar a dudas de la brecha que separa a ambos hermanos y del significado real de las “apariciones”. Fidel Castro, como ha hecho siempre desde que tiene uso de razón, conspira “contra el gobierno”, que ahora se llama Raúl.
La actitud del hermano menor había sido, hasta ahora, de total docilidad pública, ya que había desaparecido del panorama cubano, llegando incluso a no discursar en el acto central por el 26 de Julio como se esperaba. Esta fue la única comparecencia pública de Raúl desde que Fidel comenzó a dejarse ver y a reunir a su alrededor grupos diversos bien escogidos. Fidel ha mantenido un silencio ensordecedor --por significativo-- respecto a los temas nacionales, tan candentes y decisivos como lo es la derrota de su ideología socialista, ya en marcha.
Hasta el momento no había habido “cruces de espada”, y las estocada –todas-- fueron lanzadas por el hermano mayor con sus apariciones en fechas marcantes y su celebración paralela del día de la “rebeldía nacional”. Las cosas comienzan a cambiar. Las huestes de Raúl acaban de acertar el primer tiro de larga distancia que ha impactado directamente en el cuerpo agonizante de los residuos del fidelismo: la andanada escrita de la Iglesia Católica contra el castrismo.
Parece lógico suponer que el artículo aparecido en la revista católica “Palabra Nueva” bajo el cuidado nada menos que del Cardenal Ortega --el mismo que Raúl eligiera como interlocutor válido en la sociedad civil cubana-- está relacionado con la guerra sorda que libran Fidel Y Raúl. El hermano mayor se siente responsable del desastre socialista reinante en la isla, que Raúl ha criticado desde que llegó al gobierno sin mencionarlo directamente. Claro que el dictador mayor se ha sentido aludido y no quiere que las prometidas “reformas” de Raúl, finalmente conviertan su “revolución” en un sonado fracaso, estando aún con vida.
El artículo que a Iglesia hizo publicar el jueves 29 de Julio es la primera crítica pública fuera del partido que se permite en el país, por lo que pudiera deducirse que ha sido autorizada por las huestes de Raúl. Es un artículo contundente que cuestiona incluso el haberse abrazado el socialismo, porque –dice-- “el dilema no es socialismo o capitalismo, es lo que funcione”.
Adicionalmente, toda la increíble parafernalia hecatómbica-nuclear que enarbola el dictador mayor durante sus apariciones públicas, además de reflejar la “fijación” del momento y el entretenimiento preferido del anciano convaleciente, no deja de ser una cortina de humo para ocultar sus verdaderas opiniones sobre el acontecer político-económico cubano y ha decidido no hablar de ello, simplemente porque son contrarias a las líneas de su hermano Raúl.
Claro que estos indicios pudieran ser parte de una trama entre hermanos para que “la prensa extranjera” haga conjeturas, que posteriormente serían desmentidas por el régimen cubano, anotándose, según su cerrada óptica, otra “victoria” mediática. En realidad, el periodismo de análisis tiene derecho a hacer sus conjeturas, sean estas favorables o no a la dictadura.
A favor de la teoría de la diferencia entre hermanos existen un argumento importante: Es casi universalmente reconocido entre los observadores del panorama político cubano, que existen en la isla dos bandos dentro del gobierno y el partido, que defienden caminos diferentes para resolver la grave crisis cubana. Por un lado, los que propugnan cambios no estructurales dentro de la “revolución” y los que defienden cambios estructurales, por otro. Los primeros no aceptan “métodos capitalistas” porque –argumentan-- eso implicaría la derrota de la ideología a medio plazo. Los segundos defienden el “modelo chino”, es decir, capitalismo en la economía.
Si aceptamos que esto es así, ¿por qué no deducir que ambos bandos están liderados por los máximos representantes del gobierno comunista, Fidel y Raúl, que se sabe defienden precisamente posiciones similares a las reconocidamente en pugna dentro del gobierno?
Esta guerra entre hermanos no tiene como ser ganada por Fidel, por dos razones: Primero, encabeza --entre los ‘malos’-- el bando peor, el más radical y el que ha llevado la isla a un empobrecimiento que no tiene paralelos en la historia universal. Segundo, Raúl cuenta con la mayoría de las fuerzas armadas cubanas y la policía política, dejando al anciano dictador solamente con seguidores despistados y desarmados. El pueblo por su parte no quiere ni a uno ni al otro, porque está cansado de experimentos y lo que quiere es libertad y democracia.
Todo lo que ha hecho Fidel a espaldas de Raúl es claramente una traición a quien encabeza el gobierno en nombre del partido. Parte de lo hecho Raúl durante su gobierno, es claramente una traición contra el hombre que arquitectó la fracasada sociedad cubana y se orgulla de ello.
La traición entre revolucionarios del mismo origen --como son Fidel y Raúl-- se paga con la vida. Ya ambos se pusieron de acuerdo antes para fusilar a innumerables comandantes y generales por cosas menos importantes que querer cambiar el régimen, o conspirar uno contra otro.
¿Habrá fusilados? Si acaso los hay, serán subordinados los que caerán de un bando u otro, acusados lógicamente de “agentes de la CIA”. Entre hermanos siempre habrá una salida honrosa, un “infarto” o un “traidor” que se prestó a asesinar al jefe. ¿Cuál de los dos saldrá vivo de esta encerrona a la que Fidel obliga a Raúl? Es muy difícil de pronosticar con la información disponible. Sépase sin embargo que las fuerzas actuantes desde el exterior, Estados Unidos y España, además del Vaticano, privilegian a Raúl sobre su hermano, lo que pudiera inclinar la balanza en su favor llegado el momento, más cercano quizá de lo que imaginamos.
Es posible que haya negociaciones en andamiento entre los equipos de los hermanos en pugna, lo que pudiera postergar el desenlace de la tragedia cubana y los bandos llegar a un compromiso aceptable para ambos. Pero la situación se ha tornado insostenible en las condiciones actuales. Después del artículo publicado por la Iglesia contra el castrismo cualquier cosa puede suceder, incluso contra la propia Iglesia, que ahora sí ha tomado partido claro y definido contra el socialismo castrista y en pro del sufrido e inerme pueblo cubano.
Casi de inmediato habrá sesiones públicas de la Asamblea del Poder Popular a la que el dictador mayor ha prometido asistir. Ahí podremos aquilatar el comportamiento de los hermanos, así como los puntos tratados en presencia de ambos. Será un momento sin par para tratar de inferir la real relación política entre ambos bandos en pugna por el poder en Cuba.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)