Dónde están las criaturas que nos forman las verdades.
Los afluentes que nos salvan con disimulo de los hombros caídos.Atascada miro al mismo puente, la misma vida…
Qué ha sucedido con la métrica de la alegría.
Con los hijos de los hijos.Busco rescatar la arcilla con la que Dios me hizo.
Me desvelo.
Y cuento cuartillas sobre los espejos rotos de los años.
Mientras no vuelva la razón solo pulso la intriga de la historia y me fatigo.
Espero que Dios no me acorrale entre sus pasos.
Espero.
Mientras, el arcoiris cuarteado de mi espera me coloca en los amigos.
La vida del exilio me sostiene.
Allí nadie me reconoce ni me llama insomne.
Aquí solo se sueña con torturas escabrosas.
Con estiletes de trueno sin hinchar la risa.
Viva la suerte de rescatarnos unos a los otros.
Viva la noche de luna de otro país.
Adonde el mar se huele su propio olfato.
Adonde el disimulo no memorice odio.
Adonde la proa no sea aguja de hilo para fugarse.
IDANIA BACALLAO ITURRIA.
CON CARIÑO Y ADMIRACIÓN DESDE CUBA.
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