jueves, 7 de enero de 2010

OBSERVACIONES A CARTA POR UN NUEVO PAIS


Cuesta Morua

CARTA POR UN NUEVO PAIS

Igualmente te deseo a ti y a todo nuestro pueblo un 2010 de prosperidad individual y colectiva.

En cuanto al proyecto de Carta para un nuevo país, coincido en un proyecto propuesto desde “EL CIUDADANO”, pues como bien expresas: “La idea es que este sea un consenso ciudadano, no un consenso de grupos cívicos o políticos o de cualquier otra índole “…

El soberano debe ser el ciudadano… Este es un punto trascendental. Como sabemos hay dos concepciones clásicas de sociedad: la oriental y la occidental. En la primera –cuya raíz esta en los regímenes despóticos orientales: Egipto, Mesopotamia, la China, donde el hombre, dada las condiciones de habitad, no le era posible sobrevivir si no era haciendo una vida colectiva para así poder luchar en el desierto, construir los diques ante el Nilo, las pirámides, las murallas, etc; y la concepción occidental de la sociedad, donde, gracias a las condiciones geográficas, el hombre si podía sobrevivir haciendo una vida más individualizada, cuya base espiritual esta en el mundo judeo cristiano, donde se consagra la soberanía del hombre “porque Dios nos hizo a su imagen y semejanza”…

Europa siempre ha sido el espacio que ha servido de frontera entre las dos concepciones… Solo hay que detenerse en el proceso de desarrollo constitucional norteamericano (la primera y mejor carta magna que erige al ciudadano en soberano y que crea al estado como un instrumento a su servicio”) y el Francés, donde se crean unos mecanismo de representación (es imprescindible estudiar el proceso de la constituyente francés y sobre todo su cuestionable articulo 4), donde en definitiva el ciudadano termina delegando sus poderes ciudadanos a favor de unos ”representantes”, que se hicieron titulares del concepto de “soberanía popular”, que ha traído, con el devenir, esos “YO EL SUPREMO” ‘YO SOY EL PUEBLO”, cuyos ejemplos más representativos los encontramos en “Nuestra América”, y que nuestra literatura los ha consagrados con el despreciable título de “dictador latinoamericano”. Y en su rostro más blando, dicha concepción ha servido para fundamental a los “estados paternalistas”, pero que tanto una forma como la otra lo que en definitiva logran es arrebatarle al ciudadano sus derechos ciudadanos y poner como valor supremo la cacareada “soberanía nacional”, convirtiendo al hombre en mero instrumento de los “grandes” proyectos de nuestros “iluminados” … que dicen ser los portadores de los ideales patrios, ignorando que en definitiva “Patria es humanidad” porque “si en Aragón tengo un amor/ Y en Aragón tengo amigos/ Yo soy aragonés.” Porque “Patria es humanidad”

De modo, que tenemos que tratar de evitar esas constituciones donde “el estado garantiza” … -cosas que en definitiva no puede garantizar, porque ni siquiera las poseen – y procurar un lenguaje donde …”a todo ciudadano se le reconoce el derecho de circular libremente” etc…

Es decir, debemos pensar en un proyecto con valores de ciencia y virtudes de artes (que son los caminos más recto para llegar a la verdad posible a los hombres)… No proyectos ideológicos, que en definitiva no son más que las visiones de los que se creen iluminados o superiores… Conceptos quizás útiles y necesarios en un tiempo donde la información y la sabiduría llegaba a pocos, pero innecesaria y perjudicial para una era en que se han roto las fronteras, eliminado las distancias y la información llega a todos, para que en definitiva el hombre utilice sus capacidad de discernimiento y pueda elegir la respuesta apropiada a cada encrucijada que nos presenta el devenir.

Creo incluso que mas importante que la Carta de los 77 o la Carta de los 8, debemos ir al proceso constituyente de EU (tan admirado por Agramonte y Martí) y Francia – máximas expresiones del derecho político del mundo occidental -, porque a mi modo de ver el problema cubano es mas de concepción del mundo que político en si mismo.

Me parece necesario consignar, como principio supremo, en el documento que, al fin le propongamos a la ciudadanía, que el estado no es más que un instrumento al servicio del ciudadano… quien deberá tener el derecho a supervisarlo, controlarlo, modificarlo…

En cuanto al contenido de la Carta de Nuevo País, en la que, muy inteligentemente propones que debería comenzar, por ejemplo, así: “nosotros… asumimos que Cuba, su sociedad y Estado deben fundamentarse en”: yo sugiero una pequeña, pero sustancial modificación quesería así: nosotros, CIUDADANOS CUBANOS… asumimos que LA sociedad y EL Estado deben fundamentarse en:

Coincido porque en principio con este enfoque EL CIUDADANO se erige en el ente supremo. Y, de hecho, en virtud de la “lógica formal de Platón” estamos excluyendo a las ilegitimas autoridades de la actualidad.

En el punto (4) se habla de la necesidad de una sociedad con “distintos tipos de propiedad” con lo que coincido, pues además de la propiedad privada, el estado deberá se r titular de ciertas propiedades, para sus legítimos fines. Las cooperativas, etc… pero se debe remarcar en la obligación de “la función social de la propiedad” doctrina surgida en EU después de la depresión, y que ha servido para ayudar los sectores más desposeídos y para el estado poder desarrollar planes y evitar la ociosidad de bienes que deben ser productivos…

Creo también que debiera procurarse una representación igualitaria en el estado atendiendo a razas, sexo, etc… Creo que un parlamento debiera tener números similares de hombres y mujeres, de negros y blancos. Creo que hay una sensibilidad particular en cada grupo que debe hacerse sentir en cualquier órgano de poder con igual intensidad…

Referente al punto (6), aspiro a una Cuba sin ejército…. Para que han servido nuestros ejércitos profesionales, sino para sostener dictaduras y oprimir al pueblo. Los únicos ejércitos dignos de nuestra Patria fueron el Ejercito Libertador y el Ejército Rebelde, y ninguno era profesional… y el Ejército Rebelde, cuando se profesionalizo, entonces dejo de jugar el papel de defender los derechos de los ciudadanos….

En cuanto al punto (7) creo que debemos consagrar la aspiración a la doble ciudadanía.

Hay un punto que me parece necesario consignar. Y es la existencia de un estado con “Poderes independiente” que se controlen y fiscalicen los unos a los otros…

También considero que, aunque primero se logren unas firmas, no se debe dar la impresión de que hay “UN SLECTO GRUPO DE PRIMERA LINEA”, sino creo que el documento debe ser DE TODOS LOS CIUDADANOS CUBANOS… y RECOGER FIRMAS COMO HIZO PAYA y llevar el documento, con todas las firmas que se logren a la ASAMBLEA NACIONAL para exigir legislación basada en ella.

Por último, creo que es UNA CARTA DE CIUDADANOS, por tanto no debe aparecer NINGUN GRUPO detrás de la carta… Presentar una carta a los ciudadanos cubanos, desde un grupo ideológico o partido político significara reparos, la oposición de los otros…

Tampoco deben aparecer en primera línea personas que, en sí mismos, ya son representativos de cierta ideología, posición, etc, que pudiera hacer pensar a los demás, que ya el documento nace con tendencia…

No creo legitimo que un documento que se proponga reconocerle al ciudadano el papel protagónico, debiéramos considerarlo propio o que nació en nosotros… Antes que nosotros Agramonte hizo ese mismo planteamiento en la Asamblea de Guáimaro. Incluso, le hizo saber a Céspedes que de nada valía la independencia de Cuba sin la liberación de cada cubano. Y mucho antes que Agramonte, lo plantearon los padres de la Constitución Norteamericana, que tanto admiraban Martí, Agramonte y Hostos (hecho que nos niegan nuestros historiadores y políticos…) Y antes que que ellos ya existia la Carta magna que el pueblo Ingles le arranco a Juan sin Tierras, y mas atrás, Martin Lutero, para tener la raíz en la propia esencia del mundo judeo-cristiano, fundamento espiritual del Mundo Occidental, porque en definitiva “Dios nos hizo a su imagen y semejanza”

En mi ensayo “Por una nueva concepción de la sociedad, el estado y el derecho cubanos” que te hice llegar, y que ha sido publicado por El Comité Cubano de Derechos Humanos y por distintas revistas. Entre ellas la Revista Guáimaro, Misceláneas de Cuba, etc, planteamos ideas sobre una nueva concepción, que pongo a tu disposición…

También me comprometo ante usted, de ir pensando en un proyecto de carta, que unido a otros proyectos que se le ocurran a otros, con las ideas de todos, quizás le hagan el trabajo más fácil a quien, en definitiva, sea el ‘CORRECTOR FINAL”

Un abrazo….

Faisel Iglesias

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