martes, 16 de febrero de 2010

EL SISTEMA JURIDICO DE LA REVOLUCION DE MAYO DE 1840

Levítico 25: Jehová: "Y la tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; que vosotros peregrinos y extranjeros sois para conmigo. Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión, pagareis rescate á la tierra".
Ley de Enfiteusis de la Revolución de Mayo: "La tierra es de los argentinos, usad toda la que necesitéis, debes pagar por ella".
Este ordenamiento social de acceso a la tierra es contrario al vigente en la argentina y contrario al impuesto por el Imperio Romano mediante el derecho y la propiedad romana de apropiación de la tierra a perpetuidad y apropiación del mayor valor de la tierra por parte de los propietarios.
Con motivo de la dominación del Imperio Romano al pueblo de Israel la regla sobre el ordenamiento social fue modificada y los gastos del ordenamiento social de ser solventada por el rescate a la tierra -luego RENTA fundiaria- paso a ser solventada por los impuestos al trabajo cobrados por los romanos.
Impuesto es el tributo que los romanos imponían a sus sometidos. Los romanos veían solo "valor" en las mercaderías -luego sistema Mercantilista- es decir en el fruto del trabajo de hombre por eso cambiaron el sistema rentístico, por el impositivo. Los israelitas en cambio, veían como genuinos recursos del estado el aumento del valor en la tierra como principio de orden para sostener a la sociedad.
La violación del principio de orden mosaico genero entonces rápidamente una sociedad de clases; los ricos o apropiadores de la renta fundiaria y los trabajadores que degradaban su trabajo hasta hacerlo digno del esclavo, ya que ahora, no solo debian sostener al estado con crecientes impuestos sino que la renta fundiaria iría a parar; no, a solventar los gastos del estado, sino a la mano de "los ricos" que sin trabajar se enriquecían. Los beneficiarios de la apreciación de la renta fundiaria rápidamente dominaron a los rabinos del alto clero.
El movimiento liderado por Cristo -que es un sin tierra- intenta reponer la ley mosaica para volver a tener acceso a la tierra y terminar con las perversas reglas de juego impuestas por Roma. La complicidad del alto clero liderado por Caifas ven en esta idea el fin de sus privilegios y liderazgo.
El cristianismo primitivo no quería significar, al orar por la venida del reino de Cristo, un reino en el cielo, sino un reino sobre la tierra. Si Cristo hubiese predicado simplemente para el otro mundo, los altos sacerdotes y los fariseos no le hubieran perseguido, los soldados de Roma no hubieran clavado sus manos en la cruz.
¿Por qué fue perseguido el cristianismo? ¿Por qué fueron sus primeros creyentes arrojados a las bestias, quemados para alumbrar los jardines del tirano, cazados, torturados, muertos por todos los crueles procedimientos que un ingenio infernal podía sugerir? No porque fuese una nueva religión que se refiriese únicamente a lo futuro.
Roma era tolerante para todas las religiones. Era orgullo de Roma que todos los dioses estuviesen acogidos en su panteón. Era orgullo de Roma el no intervenir en la religión de los pueblos conquistados por ella. Lo perseguido por ella fue un gran movimiento de reforma social, el evangelio de la justicia, oído con agrado por pecadores vulgares, llevado por trabajadores y por esclavos a la ciudad imperial.
La revelación cristiana era la doctrina de la igualdad humana, de la paternidad de Dios, de la igualdad de los hombres. Minaba en su misma base aquella monstruosa tiranía que tenía opreso al mundo civilizado; rompía las cadenas de los cautivos, las argollas del esclavo; y aquella monstruosa injusticia que permitía a una clase despilfarrar los productos del trabajo, mientras aquellos que trabajaban apenas podían nutrirse.
Esta es la razón por la cual fue perseguido el cristianismo primitivo. Y cuando aquélla no pudo contenerlo por más tiempo, las clases privilegiadas adoptaron y pervirtieron la nueva fe y vino a ser al fin, no el cristianismo puro de los primeros días, sino un cristianismo que, en muy grande extensión, era el servidor de las clases privilegiadas.
Y en vez de predicar la esencial paternidad de Dios, la esencial hermandad de los hombres, sus altos sacerdotes infundieron en todas las puras verdades del Evangelio la blasfema doctrina de que el Todopoderoso distinguía entre personas y de que, por su voluntad, y por su mandato existe esta monstruosa injusticia que condena a grandes masas humanas a una extenuadora tarea sin recompensa.
No es que ha fracasado el cristianismo; el fracaso ha estado en esa especie de cristianismo denominado Catolico Romano que se ha predicado para sostener el sistema jerárquico de clases privilegiadas de tipo Romano. Jesucristo no fue un mano santa hacedor de milagros, Jesucristo fue un reformador social que solo intentaba reponer el principio de orden de la ley mosaica sobre la tierra prometida.
Nada es más claro que si somos todos hijos del Padre universal, todos tenemos derecho al uso de sus mercedes. Nadie osa negar esta proposición. Pero los hombres que vuelven sus rostros contra las conclusiones de aquélla, dicen virtualmente: “¡0h!, sí; eso es verdad; pero es imposible llevarla a efecto”. Mas pensad en lo que esto significa.
Este es el mundo de Dios y, sin embargo, tales hombres dicen que este es un mundo en el que la justicia de Dios, la voluntad de Dios no puede llevarse a la práctica. ¡Qué monstruoso absurdo! ¡Qué monstruosa blasfemia! Si el Dios amoroso debe reinar, si sus leyes son no sólo las leyes del universo físico, sino del universo moral, tiene que haber un medio de llevar a efecto su voluntad, tiene que haber un camino para hacer justicia igual a todas sus criaturas.
Y así es. Los hombres que niegan que hay medio práctico de llevar a efecto la percepción de que todos los seres humanos son igualmente hijos del Creador, cierran sus ojos al camino llano y patente.
Es desde luego imposible en una civilización como la nuestra dividir la tierra en pedazos iguales; tal sistema pudo adoptarse en un primitivo estado social, entre un pueblo como aquel para quien se forjó el Código mosaico.
Hemos progresado en civilización hasta más allá de tan toscos regímenes, pero no hemos progresado ni podemos progresar hasta más allá de la providencia de Dios.
Hay un medio para asegurar los derechos iguales de todos, no dividiendo la tierra en pedazos iguales, sino tomando para uso de todos aquel valor que se adhiere a la tierra, no como el resultado del trabajo individual sobre ella, sino como resultado del aumento de población y del progreso de la sociedad. Por ese medio todos estarían igualmente interesados en la tierra de su país nativo. Si uno utilizaba un pedazo de más valor que su vecino, pagaría un impuesto más pesado. Si no usaba tierra directamente, aun así sería un igual partícipe en la renta. He aquí el camino sencillo.
Pero en el gran echo social de que a medida que la población crece y se realizan las mejoras y los hombres progresan en civilización, la única cosa que sube en todas partes es el valor de la tierra, podemos ver una prueba de la bondad del Creador.
Porque, considerad lo que significa. ¡Significa que las leyes sociales son adecuadas para el hombre progresista! En un primitivo estado social en que no son necesarios gastos colectivos, no se adscribe valor a la tierra.
El único valor adherido lo es a las cosas producidas por el trabajo. Pero a medida que la civilización marcha, a medida que se efectúa la división del trabajo, a medida que los hombres se concentran, las necesidades comunes crecen y la necesidad de rentas públicas nace. Y de igual modo, en este valor que se adhiere a la tierra, no por razón de lo que el individuo haga, sino por virtud del desarrollo de la sociedad, hay una previsión dispuesta — podemos decir confiadamente que dispuesta — para satisfacer las necesidades sociales.
Exactamente, a medida que la sociedad crece, crecen las necesidades comunes y crece este valor adherido a la tierra — en el caudal predispuesto para que aquéllas puedan ser satisfechas —. Aquí hay un valor que puede ser tomado sin infringir el derecho de propiedad, sin tomar nada del productor, sin disminuir la natural recompensa de la actividad y de la laboriosidad.
Además, aquí hay un valor que tiene que ser tomado si queremos impedir el más monstruoso de todos los monopolios.
¿Qué significa todo esto? Significa que en el plan creador, el natural avance de la civilización es un avance a una cada vez mayor igualdad, en vez de serlo a una cada vez más monstruosa desigualdad.
Hace 300 años renacen las ideas cristianas en Inglaterra -independiente de la Iglesia Catolica Romana. Nace el primitivo cristianismo ahora bajo el nombre de "Liberalismo Clásico" que llevara a ese paupérrimo país a la cima de las naciones civilizadas. "El hombre libre es dueño del total del fruto de su trabajo" y esto logró rápidamente la Revolución Industrial.
El antiguo ordenamiento mosaico-cristiano reverdecia como principio de orden mediante la denominada Escuela Fisiocratica de Quesnay y la grande escuela industrial de Adam Smith en las tres grandes revoluciones: la Inglesa, la Francesa y la Americana y luego recogida por la Revolución de Mayo de 1810.

la Revolución Francesa es neutralizada por el Código Napoleónico -copia del código canónico de tipo romano- que repone la propiedad jerárquica romana. Voltaire acusaría a los conservadores de la antigua barbarie romana del fracaso de la revolución y ve en los abogados instruidos en el antiguo régimen romano,-impulsados por las clases privilegiadas- a lograr el fracaso de la Revolución.
La Revolución de Mayo de 1810, consolidada en la Constitución de 1853 es puesta en contradicción por el Código Civil Argentino que en 1869 termina con le principio de orden rentístico de la Ley de Enfiteusis y repone en el articulo 2503 el perverso y jerárquico sistema romano de propiedad que trae en su germen la adopción del sistema Tributario esclavista. Las universidades serian el campo de batalla para borrar de la curricula los principios de Mayo y reemplazarlos por los del Derecho Romano en la nuevas carreras de Derecho y luego de Economía. Hoy nadie en la Argentina sabe de que se trató la Revolución de Mayo de 1810.
En 1900 al terminarse la conquista de tierras libres en los EE.UU. los grandes monopolistas de tierra del Este de los Estados Unidos que manejaban los consejos de administración de la Universidades borran en las cátedras todo vestigio del sistema rentístico que promulgaba la Revolución Americana y lo reemplazan por la escuela "Neo Liberal". El Neo liberalismo es al liberalismo lo mismo que el Catolicismo Romano al Cristianismo, su contra reforma.
De la tensión de civilización causada por el sistema tributario mercantilista que daría origen al capitalismo, es decir al moderno ascenso de los ricos -apropiadores de los genuinos recursos del estado, la renta fundiaria- nace la economía socialista de tipo tributario que trata de eliminar el valor de la tierra mediante su nacionalización. El socialismo en vez que tomar el mayor valor de la tierra para solventar los gastos del estado, fallan y hacen desaparecer el valor de la tierra.
Durante el Siglo XX el ocutlamiento de la doctrina económica rentística nacida en la ley mosaica, internacionalizada por el cristianismo y recuperada por las tres grandes revoluciones nace la Izquierda y la Derecho y con ellos mas de 180 millones de muertos.
Ortega & Gasset decía: "Ser de izquierda es como ser de derecha, una de las tantas formas que tiene el hombre de ser un imbécil, en definitivas ambas son formas de hemiplejía moral".
En efecto quienes atienden a todos los temas relacionados con la libertad pero obian tratar el origen de los recursos del Estado están abriendo paso a sociedades monstruosas.
La Iglesia Catolica Romana reemplaza el concepto cristiano de libertad, igualdad y justicia por el de "solidaridad" donde los apropiadores de los genuinos recursos del estado "los ricos" se comportan como los virtuosos de la sociedad al entregar una parte del botín mediante obras de caridad y beneficencia.
Cuando Cristo dice: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino del Señor” (Lucas18:25). Los ricos -"como hoy en la argentina"- eran los apropiadores de los genuinos recursos del estado y los políticos y los amigos del poder que sustentaban ideologicamente este perverso sistema, a ellos se enfrentaba Cristo; no como hace la Iglesia Catolica Romana que utiliza este dicho de Cristo para justificar el ataque mediante impuestos a los trabajadores degradando el trabajo hasta hacerlo digno del esclavo.
A mediados del Siglo XX la lucha en las Universidades es ganada por los socialistas que e imponen por numero.
La batalla intelectual es entonces liderada y dirigida hacia los modernos Thinks Tanks liberales, donde se vuelven a tratar todos los temas de la libertad menos el origen de los recursos del Estado. Los intelectuales han colaborado por este medio, a los acesinatos en masa en nombre de una ideología, de una creencia y de una religión, montando un mundo perverso donde el hombre es transformado en lobo del hombre.
El sistema rentistico judeo-cristiano-liberal hace justicia desde la base ya que triplica el poder adquisitivo del salario del trabajador y lo hace por dos vias: 1) duplica el poder adquisitivo al liberar el salario de impuestos -hoy el salario esta afectado por 85 impuestos- y 2) vuelve a duplicar el poder adquisitivo del salario al no permitir que la tierra sea fuente de especulación por lo tanto la tierra no sube de precio, los inmubles tampoco y los alquileres se mantienen bajos. Se reestablece por esta via la libertad, la igualdad y la justicia como principio de orden económico, político y social.
Sepan catolicos romanos y neoliberales que estan promoviendo mounsturosos ordenamientos sociales que no pueden desembocar en otra cosa que en guerras y conflictos sociales -como lo demuestra la historia-; que su doctrina es contraria a la del cristianismo y a la del liberalismo clasico. Sepan tambien que al sostener intelectualemnte un perverso sistema son los responsables intelectuales de las catastrofes humanitarias que se han sucedido y que se sucederan.
"La democracia solo es hija natural del Sistema Rentístico al igual que: la federación, la republica, la alta calidad de vida, los salarios con mayor poder adquisitivo, la libertad, la igualdad, la paz, la inmigración, y el progreso para todos los habitantes.
La Democracia es hija contra-natura del sistema tributario -derivado de la economía mercantilista -o de derecha- o socialista -o de izquierda—y produce rechazo e incompatibilidad permanente.
Hijos naturales del Sistema Tributario son: la tiranía y el despotismo –aunque sea este de origen democrático-, el sistema unitario, la desigualdad, la injusticia, los salarios con bajo poder adquisitivo, la emigración, los conflictos económicos, políticos y sociales, la guerra civil, los procesos autodestructivos, la improductividad, la marginación para la mayoría y enriquecimiento desmedido para unos pocos,

Economista, abogado, intelectual y político que desconoce las virtudes del Sistema Rentístico de la Constitución de 1853 es un peligro para la humanidad."
Guillermo Andreau




No hay comentarios: