La Iglesia Católica dio este martes 10 razones para acelerar las reformas en Cuba y contrastando la clave oficial de "sin pausas, pero sin prisas", pidió que sean "con prisa, pero con pausa".
En un artículo de opinión que aparece en la revista Palabra Nueva firmado por su director, Orlando Márquez, también portavoz del Arzobispado que encabeza en cardenal Jaime Ortega, se exponen 10 razones para acelerar el proceso de "actualización" del modelo económico, emprendido por el presidente Raúl Castro, con el aval del Partido Comunista.
"Este proceso de reformas o actualización, debería ser con prisa pero con pausas: con prisa para avanzar de forma expedita y sin titubeos, pero con las pausas estrictamente necesarias que posibiliten redireccionar el cauce o apartar los obstáculos estructurales o humanos que impiden el avance", dice en la revista del Arzobispado de La Habana.
Las autoridades sostienen que para llegar a un "socialismo próspero y sostenible", las reformas deben aplicarse de forma paulatina y tras ensayos, para no cometer errores ni marchas atrás. "La cuestión del tiempo en este proceso de reformas es importante por varias razones", señala la Iglesia, que emprendió en mayo de 2010 un inédito diálogo con el Gobierno cuyo mayor resultado fue la liberación de mas de 130 presos políticos.
La espera en la aplicación de los cambios -advierte- provoca desaliento, y "el desaliento ciudadano no es buen aliado de nadie ni de nada". "A pesar de lo puesto en práctica, los indicadores económicos y la canasta familiar siguen siendo escuálidos" y para tener un país próspero, se precisan ciudadanos prósperos, sostiene.
En "2030 seremos un país con el 30% de la población con más de sesenta años, similar a algunos países desarrollados pero con una peculiar diferencia: nuestro tercio en edad adulta y no productivo, sería un sector pobre en un país subdesarrollado y pobre".
Para enfrentar esa situación, la Iglesia llama a "crear condiciones" para estimular la natalidad y "desincentivar" la amplia emigración juvenil y el retorno de emigrados, dispuestos a "trabajar e invertir aquí capital y conocimientos".
Consideró una "pérdida de tiempo insistir en la ineficacia probada" de la economía estatal y advirtió que "la desventaja económica y tecnológica" del país "nos coloca en una posición vulnerable ante la necesidad de insertarnos en una economía globalizada y la posibilidad del levantamiento del embargo-bloqueo de Estados Unidos".
Raúl Castro llamó en julio a recuperar valores éticos y morales perdidos por la sociedad, y la Iglesia sostiene que uno de los caminos es "la estabilidad económica y la prosperidad personal y familiar". "Acelerar la reforma o actualización y generar riqueza, sería el mejor modo de detener, y remontar después, la decadencia de los dos sectores más importantes de la sociedad: la salud y la educación", señala. También, crear un escenario propicio para el relevo en el poder, que debe producirse en el 2018, cuando los históricos abandonen en Gobierno.
En un artículo de opinión que aparece en la revista Palabra Nueva firmado por su director, Orlando Márquez, también portavoz del Arzobispado que encabeza en cardenal Jaime Ortega, se exponen 10 razones para acelerar el proceso de "actualización" del modelo económico, emprendido por el presidente Raúl Castro, con el aval del Partido Comunista.
"Este proceso de reformas o actualización, debería ser con prisa pero con pausas: con prisa para avanzar de forma expedita y sin titubeos, pero con las pausas estrictamente necesarias que posibiliten redireccionar el cauce o apartar los obstáculos estructurales o humanos que impiden el avance", dice en la revista del Arzobispado de La Habana.
Las autoridades sostienen que para llegar a un "socialismo próspero y sostenible", las reformas deben aplicarse de forma paulatina y tras ensayos, para no cometer errores ni marchas atrás. "La cuestión del tiempo en este proceso de reformas es importante por varias razones", señala la Iglesia, que emprendió en mayo de 2010 un inédito diálogo con el Gobierno cuyo mayor resultado fue la liberación de mas de 130 presos políticos.
La espera en la aplicación de los cambios -advierte- provoca desaliento, y "el desaliento ciudadano no es buen aliado de nadie ni de nada". "A pesar de lo puesto en práctica, los indicadores económicos y la canasta familiar siguen siendo escuálidos" y para tener un país próspero, se precisan ciudadanos prósperos, sostiene.
En "2030 seremos un país con el 30% de la población con más de sesenta años, similar a algunos países desarrollados pero con una peculiar diferencia: nuestro tercio en edad adulta y no productivo, sería un sector pobre en un país subdesarrollado y pobre".
Para enfrentar esa situación, la Iglesia llama a "crear condiciones" para estimular la natalidad y "desincentivar" la amplia emigración juvenil y el retorno de emigrados, dispuestos a "trabajar e invertir aquí capital y conocimientos".
Consideró una "pérdida de tiempo insistir en la ineficacia probada" de la economía estatal y advirtió que "la desventaja económica y tecnológica" del país "nos coloca en una posición vulnerable ante la necesidad de insertarnos en una economía globalizada y la posibilidad del levantamiento del embargo-bloqueo de Estados Unidos".
Raúl Castro llamó en julio a recuperar valores éticos y morales perdidos por la sociedad, y la Iglesia sostiene que uno de los caminos es "la estabilidad económica y la prosperidad personal y familiar". "Acelerar la reforma o actualización y generar riqueza, sería el mejor modo de detener, y remontar después, la decadencia de los dos sectores más importantes de la sociedad: la salud y la educación", señala. También, crear un escenario propicio para el relevo en el poder, que debe producirse en el 2018, cuando los históricos abandonen en Gobierno.
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