lunes, 1 de abril de 2013

The Washington Post: El valor y los principios de Paya

El diario The Washington Post publica un editorial indagando por el futuro de una investigación sobre la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero.

El diario capitalino The Washington Post publica un editorial sobre la muerte del opositor cubano Oswaldo Payá donde se pregunta que había en una simple petición (Proyecta Varela) que tanto miedo le dio a Fidel Castro.

El rotativo recuerda que la constitución de Cuba establece que una ley puede ser propuesta por los ciudadanos si reúne 10.000 firma o más y Oswaldo Payá logro 11.020 firmas en mayo de 2002. El Proyecto Varela, que reunió esas firmas, era, según Payá "un movimiento ciudadano por el cambio pacífico", exigiendo garantías de la libertad política en Cuba.

The Washington Post relata como Castro organizó la represión durante la Primavera Negro en 2003, donde fueron detenidos 75 opositores, muchos de ellos amistades de Oswaldo Payá.

El Proyecto Varela es un documento lógico y elegante, pero que amenazó profundamente al régimen de Castro. En primer lugar, dice el diario, la petición exigió garantías de la libertad de expresión y de asociación, la amnistía para los presos políticos y la autorización de empresas privadas. Por último, la petición convocó a elecciones competitivas y los candidatos elegidos directamente por el voto popular, rompiendo el control del estado por parte del monopolio partidista.

Castro enmudecido el Proyecto Varela, dice The Washington Post, aunque “las metas eternas de la petición son todavía relevantes en la búsqueda de la verdad sobre la muerte del señor Payá y activista Harold Cepero” e insisten en que “Payá golpeó donde el régimen es más vulnerable: en su legitimidad para gobernar desde arriba”.

Y precisamente por eso, aunque no encarcelado, el señor Payá había sido objeto de amenazas de muerte durante tanto tiempo, afirma el diario.

Afirma el diario que “las extrañas circunstancias de la muerte de Payá y Cepero exigen una investigación que no esté contaminado por las autoridades cubanas. Esa investigación debe abordar preguntas serias acerca de si el coche en el que los hombres viajaban fue embestido por detrás por un vehículo con placas del gobierno, como el conductor del coche, Ángel Carromero”.

Recuerda que 10 senadores estadounidense han pedido esa investigación, como desea la familia de Payá, y así hizo también el Departamento de Estado, mediante su portavoz Victoria Nuland: "El pueblo de Cuba y las familias de estos dos activistas merecen una contabilidad clara y creíble de los hechos que dieron lugar a las muertes trágicas." Por lo que The Washington Post concluye con una interrogante: ¿Quién va a tener el valor y los principios de Payá y conducir una investigación para extraer la verdad de Cuba?

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