FRANK LLOPIS
Cuba siempre se ha destacado en el mundo entero por su música y sus bellas melodías, pero no es ahí donde radican principalmente sus méritos musicales. Bellas melodías han sido producidas en muchos países del mundo. Esos méritos musicales radican en la variedad de ritmos que ha producido el pueblo cubano. Y eso no es todo, la mayor parte de esos ritmos se han convertido en música bailable de salón.
¿Sabían ustedes que en toda la América Latina son contados los países que tienen sus propios bailes de salón? Todos tienen, sin embargo, sus bailes folklóricos. Por su parte, Cuba ha regalado al mundo el son, el danzón, el danzonete, el cha-cha-cha, el mambo y todo lo que falta.
En el mundo entero se conoce la palabra "Rumba", pero pocas personas saben el significado de esta palabra. La rumba es una de las manifestaciones artísticas más importantes y legítimas que ha creado el pueblo de Cuba. Rumba es todo lo que sea baile cubano.
Cuando en Cuba se comenta que alguien se fue de rumba lo que se quiere decir es que esa persona se fue a bailar sin definir qué tipo de ritmo bailó esa noche.
"Caballeros, a eso le zumba
a penas sonó la conga
el muerto se fue de rumba"
(Jorge Ackerman)
a penas sonó la conga
el muerto se fue de rumba"
(Jorge Ackerman)
En España existe un baile llamado rumba. La rumba flamenca. La palabra rumba viene de España, no así el baile. Con el vocablo "rumba" se definía a las mujeres llamadas de la vida alegre (mujeres de rumbo). Con la palabra rumba se calificaba a todo lo que se tenía por frívolo, como las fiestas que improvisaba nuestro pueblo. La rumba en su comienzo fue señalada en Cuba con un gran prejuicio, tal como lo fue en su comienzo el tango argentino.
El vestuario de la bata de la rumbera cubana también viene de España, como también viene de allá el pañuelo que se usa en todos los bailes folklóricos de la América Latina.
El "guaguancó" incorpora algunos elementos de España. Esto se nota principalmente cuando escuchamos la forma en que "inspira" el cantante.
Hay que notar sin embargo que el ritmo del guaguancó es enteramente distinto a cualquier otro ritmo.
Antes del guaguncó se tocaba principalmente entre los negros la "columbia".
La columbia era una rumba de carácter rural y se localizó principalmente en la provincia de Matanzas. En sus cantos no siempre se empleaba el idioma español, también se escuchaban vocablos de origen africano. Su baile está a cargo de un solo bailarín quien efectua sus movimientos al ritmo del tambor "quinto", expresando la fogosidad y destreza del guerrero africano ante la presencia del enemigo. Por otro lado, el guaguancó es bailado por una pareja.
Su ritmo es algo más cadencioso y sus inspiraciones más musicales. En el guaguancó se notan también connotaciones sexuales como en el "pasillo" donde el hombre trata de "vacunar" a la mujer. El guaguancó nunca fue un baile de salón, pero se ha mantenido hasta el presente en todos los "shows" cubanos de música vernacula. En la forma moderna del guaguancó, el vocalista puede cantar la melodía de un bolero sólo al compás de los tambores sin que en el acompañamiento se oiga la armonía de una guitarra o de un tres que lo mantenga a tono.
El Comienzo del Danzón
La toma de La Habana por los ingleses en el siglo XVIII y posteriormente la migración de colonos franceses hacia Cuba debido a la huída que provocó la revolución de L'Overture introducen en Cuba la contra dance inglesa y la contra dans francesa. Este fue el comienzo de lo que hoy llamamos danzón. Cabe hacer la observación que lo que apredimos de esas contradanzas fue el baile, no así la música ni el ritmo. De la contradanza salió la danza cubana. Ya en 1878 existían agrupaciones de música bailable que incluían en su repertorio desde la contradanza hasta el danzón primitivo. En 1879 el maestro Miguel Faylde estrena "Las Alturas de Simpson" y ya el danzón comienza a parecerse a su forma de hoy.
El Son
Las primeras manifestaciones del son cubano surgieron en las montañas de la Sierra Maestra a fines del siglo XIX. En los días cercanos al Grito de Baire en 1895 ya se cantaban y tocaban sones entre las tropas mambisas del Ejército Libertador.
Muchos de aquellos sones llamaban al combate por la libertad de Cuba.
"Yo memba, yo memba,
Yo memba con lo mambises"
Yo memba con lo mambises"
¿Por qué tardó tanto el son en llegar a La Habana, y el guaguancó en llegar a Santiago de Cuba? Por la falta de comunicación de aquellos tiempos.
En 1909, una de las primeras medidas del gobierno cubano fue la de crear el ejército permanente, estableciéndose de esta manera en el país la práctica de desarraigar al soldado de su medio con la finalidad de evitar conspiraciones y sublevaciones. Este hecho político motivó un interesante intercambio musical entre las provincias cubanas. Muchos músicos de aquella época se enrolaron en el ejército para resolver sus problemas económicos. Los soldados habaneros llevaron el guaguancó a Oriente, y los soldados orientales trajeron el son a La Habana. Dos décadas después, el primitivo son montuno perfeccionado por Miguel Matamoros se imponía universalmente
El Trio Matamoros surgió en Santiago de Cuba el 12 de mayo de 1925. Miguel Matamoros fue su director y prolífero compositor de sones y boleros como "El que siembra su maíz", "Olvido" (Aunque tú me has dejado en el abandono……), "Son de la Loma" y otras piezas muy conocidas. Miguel no sólo manejaba las primas de su guitarra con gran destreza sino que luego, mientras cantaba, hacía un "rayado" el cual impartía un gran sabor al trío. Otro integrante era Rafael Cueto, un músico de escuela que conocía armonía. Mientras Miguel "rayaba" él, aparte de marcar los tonos, hacía unos movimientos de bajos insuperables. Siro Rodríguez, el otro miembro del trío, es posiblemente el mejor "segundo" que se haya oído en Cuba. Tenía una voz de barítono muy dulce y cada vez que tenía oportunidad arpegiaba con su voz sobre el acorde con gran maestría.
Con el triunfo del son en La Habana, representantes de la compañía disquera norteamericana "Victor" vinieron a Cuba para contratar al trío Matamoros.
Ellos tuvieron que viajar a Nueva York para grabar sus primeros discos, ya que en aquel entonces la "Victor" sólo tenía dos estudios de grabación, uno en Nueva York y otro en Buenos Aires, y como es natural los boletos en barco para Buenos Aires resultaban mucho más caros.
Estas primeras grabaciones de los Matamoros dieron a conocer el son cubano en el mundo entero. Los años más gloriosos del trío fueron de 1927 a 1928. Sin embargo sus grabaciones se siguieron escuchando en la radio durante muchos años. Recuerdo que estuve presente en sus últimas grabaciones en la CMQ de La Habana allá por el año 1957, cuando cada uno de ellos tenía más de 60 años.
El Son Habanero
El comienzo del son bailable en La Habana se lo debemos a un gran músico llamado Ignacio Piñeiro. El fue el que hizo posible que tuviéramos un tipo de música de salón para bailar entre amigos y familiares.
Al popularizarse el son en La Habana en 1927, Ignacio Piñeiro fundó su famoso Sexteto Nacional.
"Bururú, barará como está Miguel"
(Ignacio Piñeiro)
(Ignacio Piñeiro)
En la época de Piñeiro no existía en La Habana un baile de salón verdaderamente popular salvo el danzón. La comparsa era y sigue siendo un baile colectivo. Ignacio Piñeiro logró hacer una música bailable integrando la guajira clásica cubana con el son oriental.
"Las hay buenas y puras otras muy malas son
pero las de mi tierra, se salen del montón"
Ignacio Piñeiro}
pero las de mi tierra, se salen del montón"
Ignacio Piñeiro}
Como explicamos anteriormente el son predominaba en Oriente mucho antes de nuestra independencia, pero era ejecutado por grupos pequeños compuestos más o menos por dos guitarras, maracas y voces. Esto en aquella época en la que no había amplificación electrónica no llenaba acústicamente un salón de baile. El Sexteto Nacional de Ignacio Piñeiro tenía tres, guitarra, trompeta, maracas y un instrumento llamado manímbula, que consistía en varios flejes de acero clavados a un cajón de bacalao con un agujero de unas cuatro pulgadas de diámetro. Esto le servía de caja armónica. Este instrumento suplía al contrabajo y esto era posible debido a que en aquella época las progresiones armónicas de los conjuntos eran muy sencillas y sólo unas pocas notas de aquel bajo improvisado eran suficientes. Poco tiempo después la manímbula fue sustituída por un verdadero contrabajo.
"La cubana es la perla del Edén
la cubana es graciosa y baila bien"
(Ignacio Piñeiro)
la cubana es graciosa y baila bien"
(Ignacio Piñeiro)
Piñeiro cultivó casi todas las variantes del son habanero. Entre ellas el afro-son y la guaracha-son.
"Hay que bueno que bueno
un guanajo relleno"
(Ignacio Piñeiro)
un guanajo relleno"
(Ignacio Piñeiro)
Piñeiro también creó el son-pregón, siendo el más popular de ellos "Echale Salsita". Resulta ser que estando de vacaciones en Cuba el famoso compositor norteamericanio George Gershwin, estaba muy de moda en La Habana "Echale Salsita" y por lo tanto se oía este número en la radio a toda hora. Parece ser que a Mr. Gershwin le llamó la atención la introducción de este son de Piñeiro pues lo incorporó a su famosa "Cuban Overture".
Hubo cubanos exaltados que querían demandar a Gershwin por haberle "robado" dos compases musicales a Ignacio Piñeiro. Otros más conocedores de la materia pensaron que debíamos sentirnos orgullosos de que un compositor de la categoría de George Gershwin hubiera incorporado eso dos compases a su famosa overtura. Aparte de que copiar dos compases es perfectamente legal.
Ignacio Piñeiro venía de lo más profundo del pueblo, lo cual quiere decir de la rumba. Fue director del famoso coro "Los Roncos" del barrio de Pueblo Nuevo. Por este origen pudo combinar hasta su más alta expresión el son cantado con el son bailable, enriqueciendo así uno de los géneros más autenticos de nuestra música popular: el son.
El Danzón Moderno, Conjuntos y Grandes Orquestas
Volviendo al danzón "Las Alturas de Simpson", el maestro Faylde logró expresar en música todo un proceso de interacción, ya que en el danzón están todos los elementos más representativos de nuestra cultura: las raíces españolas y africanas, así como otros elementos estilísticos europeos.
Faylde creó una forma musical, no un baile. El baile existía en Matanzas desde 1855. Faylde con este danzón lo que creó fue el danzón habanera, ya que tenía semejanza con el ritmo de habanera. Hay que notar el que ya Cuba tenía como punto de partida el danzon-bolero. De acuerdo con el gran maestro cubano Odilio Urfé al fin, con la independencia de Cuba, el danzón se impuso como baile de salón. Cabe decir sin embargo que el danzón tomó su forma definitiva cuando se le agregó el ritmo del son oriental. Esto sucedió con "El Bombín de Barreto", compuesto en 1910 por José Urfé.
De acuerdo con el investigador Eduardo Robreño, el danzón llegó al teatro cubano a través del teatro "Alhambra" y de la compañía de Regino que allí practicaba el género vernáculo. Había tres tandas diarias y cinco tandas los domingos, y antes de comenzar cada tanda se hacía sonar un sabroso danzón. Las obras del teatro "Alhambra" eran del tipo picaresco y estas obras de Regino, las cuales duraron 35 años, eran un barómetro de nuestra vida social, política y económica. Estos danzones estaban escritos por el gran maestro Jorge Ackerman, acaso el más fecundo de esa época. Todo esto ayudó a dar a conocer esta forma rítmica cubana. Hay que recordar que al comienzo del teatro "Alhambra", no se había desarrollado la radio.
El popular compositor y pianista Antonio María Romeu contribuyó notablemente al desarollo del dazón al ofrecernos su obra maestra "Tres lindas cubanas".
Frente al auge de las bandas de jazz y los sextetos de son habaneros, el matancero Aniceto Díaz ripostó con su danzonete "Rompiendo la Rutina", con un nuevo formato para el danzón y también con la incorporación de un vocalista. Con el danzonete empieza la época de los cantantes, como Paulina Alvarez, Fernando Collazo, Pablo Quevedo, Abelardo Barroso, Barbarito Diez y otros muchos.
En la década de los 30 surgieron orquestas de 15 y hasta 16 músicos, las cuales no sólo interpretaban todos los géneros cubanos sino también toda la música norteamericana que estaba de moda. Entre ellos debemos mencionar a los hermanos Lebatard y a los hermanos Castro. Esta última orquesta se hizo muy popular cuando se incorporó a ella el cantante cubano Miguelito Valdés. Miguelito ayudó mucho al triunfo de esta orquesta, ya que era agradable, simpático, y con mucha atracción para las mujeres. Podía cantar todos los géneros cubanos y tenía una voz muy potente. Yo lo conocí cuando animaba los "tes" bailables del Casino Deportivo de Palatino con la orquesta de los hermanos Castro y siempre tuvimos una buena amistad.
Años después la orquesta de los hermanos Castro fue contratada para animar los bailes del exclusivo club nocturno "Casino de la Playa" y se cuenta que después de algunos meses la mayoría de los músicos de la orquesta se pusieron de acuerdo con la empresa del casino y le dieron un "golpe de estado" a Manolo Castro porque decían que era muy "tragón". Asi fue como comenzó la orquesta "Casino de la Playa". Esta fue la epoca gloriosa de "Cachita", "Babalú,", "Bruca Manigua", "Tabú", etc.
Años más tarde se hicieron famosos el "Conjunto Casino" con Faz, Espí, y el "Patato" tocando dos tumbadoras a la vez. También la "Sonora Matancera" con Celia Cruz, Bienvenido Granda, Celio González y muchos otros.
En la década de los 40 con el ritmo nuevo de "Arcaño y sus Maravillas" comienza el danzón moderno. Cuenta Arcaño que fueron en realidad los bailadores quienes poco a poco lo obligaron a cambiar las síncopas y los "cierres", ya que con los pies iban marcando diferentes síncopas, y también lo obligaron a tocar ciertos números un poco más despacio, para permitir que pudieran desarrollar sus nuevos "pasillos" en menor número de compases. Hay que darle su mérito al bajista de Arcaño, un joven músico llamado Israel López (Cachao), quien en aquel tiempo revolucionó por completo el "tumbao" del bajo. De aquí salió el danzón "Mambo" y hoy en día se le da crédito a Cachao por haber sido el creador del "mambo". Cuando eso la palabra "mambo" era más bien conocida por los músicos y por los bailadores que frecuentaban los bailes del "Centro Gallego" y del "Centro Asturiano". La palabra "mambo" se dio a conocer en el mundo entero cuando Dámaso Pérez Prado se la adjudicó para dar a conocer su "Rico Mambo" y muchas otras composiciones con las que triunfó primeramente en México y luego en el mundo entero.
El próximo paso de avance del danzón tuvo lugar cuando en 1950 Enrique Jorrín creó con la orquesta "América" el nuevo ritmo del cha-cha-cha, siendo su primer triunfo "La Engañadora".
"A Prado y Neptuno, iba una chiquita
que todos los hombres la tenían que mirar"
(Enrique Jorrin)
que todos los hombres la tenían que mirar"
(Enrique Jorrin)
La década de los 50 fue la época más gloriosa de la música cubana, sin embargo, los ritmos no cambiaron apreciablemente. Solo se perfeccionaron.
Fue en esta década en la que se dio a conocer el cantante rítmico más popular que dio Cuba: Benny Moré.
Miguel Matamoros formó un conjunto de baile para cumplir un contrato en México. Como ya él estaba bastante mayor llevó de refuerzo a un joven cantante cubano, aún desconocido llamado Benny Moré. Cuando meses después el conjunto Matamoros regresó a Cuba, Benny se quedó en México. Allí grabó con gran éxito con las orquestas de Rafael de Paz y de Pérez Prado. A su regreso a Cuba formó su propia orquesta con la que tuvo un éxito rotundo. A Benny se le conoció en Cuba como "El Bárbaro del Ritmo".
"A la bahía de Manzanillo….."
(Ramón Cabrera)
(Ramón Cabrera)
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