UNA PELICULA DE HORROR

Arriban a Miami Reina Luisa Tamayo y familia
Tamayo Danger sufrió el año pasado la muerte en prisión de su hijo Orlando Zapata Tamayo, tras una huelga de hambre de 84 días que provocó el rechazó del régimen de la isla por parte de la opinión pública internacional y le puso en la mirilla de los organismos de derechos humanos en el mundo

martinoticias.com 09 de junio de 2011

"Tamayo Danger arribó a la ciudad de Miami tras pasar por una especie de infierno personal dentro del infierno mismo que es la existencia en la isla de régimen comunista".
Reina Luisa Tamayo Danger dijo a Radio Martí al arribar este jueves en la tarde al aeropuerto de Miami que Cuba pronto será libre y que entonces ella y su hijo, Orlando Zapata, podrán al fin descansar en paz.

Tamayo Danger arribó a la ciudad de Miami tras pasar por una especie de infierno personal dentro del infierno mismo que es la existencia en la isla de régimen comunista.

Tamayo Danger sufrió el año pasado la muerte en prisión de su hijo Orlando Zapata Tamayo, tras una huelga de hambre de 84 días que provocó el rechazó del régimen de la isla por parte de la opinión pública internacional y le puso en la mirilla de los organismos de derechos humanos en el mundo.

Pero, como siempre pasa con el régimen cubano, las tribulaciones no pararon con la muerte de Orlando Zapata, sino que Reina Luisa y su numerosa familia sintieron sistemático el acoso por parte de la policía política que mediante el uso de turbas paramilitares impedía o dificultaba que ella y sus allegados visitaran cada domingo la tumba del mártir para orar por su alma y rendirle homenaje.

En ese sentido la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, CCDHRN, lamentó hoy la "película de horror" padecida por los familiares de Orlando Zapata, que emigraron exiliados este jueves a Estados Unidos llevando consigo las cenizas del fallecido disidente.

El portavoz de la CCDHRN, Elizardo Sánchez, opinó que la marcha de los familiares de Zapata cierra "uno de los capítulos finales de esta especie de película de horror" vivida desde el encarcelamiento del disidente, su huelga de hambre en la prisión, su muerte y el hostigamiento posterior sufrido por sus allegados.

Este jueves llegó a Miami el grupo de 13 familiares de Orlando Zapata, que salió de Cuba en el avión de las tres de la tarde desde la "Terminal dos" del aeropuerto internacional José Martí de La Habana, en la que operan todos los vuelos directos hacia Florida.

Medios extranjeros acreditados en Cuba esperaeon su llegada a la entrada del aeropuerto de La habana pero los familiares fueron conducidos por las autoridades comunistas al interior en un vehículo por un acceso distinto al habitual. La madre de Zapata sólo puedo ser contactada v'ia telefónica cuando ya se encontraba con el resto de su familia dentro del aérodoromo.

La familia de Orlando Zapata viaja con la expectativa de que tras su arribo a esa ciudad estadounidense el exilio cubano erigir un monumento al opositor, que según Reina Luisa será "el panteón que él se merece".

Los restos de Orlando Zapata fueron exhumados del cementerio del poblado oriental de Banes y se trasladaron a La Habana en un coche fúnebre junto a sus familiares.

Tras la cremación realizada el miércoles, la familia realizó los últimos trámites del viaje en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, donde acudieron con las cenizas de Zapata Tamayo envueltas en una bandera cubana y donde pudieron hablar con la prensa extranjera.

Orlando Zapata falleció en febrero de 2010 tras una larga huelga de hambre en la cárcel para pedir ser tratado como preso de conciencia, una condición que le reconocía Amnistía Internacional y que el régimen marxista le negaba, y su muerte suscitó una oleada de críticas desde Europa y Estados Unidos.

En octubre de 2010 y a través de la Iglesia Católica, el Gobierno comunista tramitó para que los familiares de Orlando Zapata se fueran de la isla de la isla y meses más tarde recibieron un visado para emigrar a Estados Unidos como refugiados políticos. La madre del fallecido disidente siempre puso como condición para abandonar Cuba que se pudiera llevar los restos de su hijo.